Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Capítulo 9
Pacto con el diablo
Autora: Marambra
No fue el destino no… sino el diablo vestido quien le dio la razón a Mikel.
- Estás frito
tío, mejor ni planches tu camisa, papá dijo que no te da permiso – Uther
colgó el móvil y se lo paso a Nathan
- ¡Mierda!, ¡mierda!,
¡mierda!... NO, no puede hacerme esto, igual me voy a ir – declaro
enojado
- HA, pero ¿y si se entera?
- ¿Y quién se lo
va a decir? ¿Tu? – pregunto brabucón
- Tu sabes muy
bien Nat – Uther tuteo a su tío, era algo que hacia
cuando no había nadie a su alrededor, era su código de confianza entre ambos,
además les parecía ridículo que le diga tío si solo era mayor con 3 años – que yo NO PUEDO MENTIR, si no el abuelo me cocina el
trasero por eso de las reglas de la casa y esas cosas y encima papá también – con ese argumento y la cara teatral con la
seguridad de plomo que tenía, mino la confianza de Nat y lo fue envolviendo a
su regalado gusto
- AAAAAAAAYYYY ahora
tengo un chantajista más pisándome los talones, QUE HUEVADA – levantaba
las manos al cielo enojado
- Oyeeee, pero
si aún podemos negociar tu y yo, tu sabes, un favor por otro favorcito,
pequeño, nada ostentoso – dijo osado Uther
- Negociar
¿qué?, yo igual me puedo salir – se sentó en el sillón
de la sala dejando caer todo su cuerpo pesadamente
- Lo sé, pero tú
no sabes a qué hora volverá papa, y tampoco sabes lo que hable con él – mierda
pensó Nat, ese carajo si sabía de chantajes – así que digamos, que tú no tienes la información
completa para ajustar tu salida y no dejar huella
- ¡Rebobina! – le
intercepto el paso cuando estaba empezando a irse a la cocina
- Solo si
aceptas el trato – y Ut estiro su meñique para firmar el
pacto adolescente
- ¿Y cómo voy a
aceptar algo que no sé? – pregunto desconfiado Nathan
- Debes confiar
en mí, eso hacen las familias – rio pícaramente Uther, si el crío vamos
era un jodido de marca mayor
- ¿Alguna
posibilidad de retractarse? – mínimo debía haber esa posibilidad pensó
Nat
- Siempre hay
posibilidades abiertas Nathan, es un negocio que conviene a todos – se
miraba las uñas que acababa de morder frunciendo el ceño y metía otro dedo para
hacer lo mismo, morder
- Plaf – sonó
un manotazo sobre su dorso derecho, Nathan le había dado un golpe fuerte con
toda la palma a su sobrino, tenía permiso de verlo comerse las uñas – ¡¡¡sabes que no debes hacerlo!!!
- Aaaa, ya, aguafiestas solo me veía si están bien cortadas
- Siii, bien
cortada, ahora dispara que quieres a cambio de tu silencio, y que garantías me
das de que no te retractaras y asumirás el lío conmigo de ser descubiertos – se
paró en toda su espectacular altura y se cruzó de brazos para intimidar a su
sobrino, cosa que no consiguió porque Ut sabia cuando fanfarroneaba y esa era
una de las ocasiones
- A pues eso,
mira es facilísimo, tengo un amigo muy majo, Matías se llama, está en el cole y
nos hicimos grandes cuates, y pues él y yo queremos ver – se
cortó de pronto relamiéndose los labios y Nat supo de qué se trataba, pero no
iba a facilitarle las cosas a ese mocoso chantajista, así que lo dejo sufrir su
vergüenza un poco más – queremos ver – volvió
a repetir Ut y al ver que si tio no facilitaba las cosas al final grito – ¡acércate pues! no voy a gritar – le hizo señas con las manos y cuando su tío
estuvo lo suficientemente cerca le dijo al oído –
queremos ver chicas sin ropa, una peli de chicas, como las que tienes con llave
– joder pensó Nathan, este crio
estaba loco, su padre lo coagularía si o si, si se entera de que le dio un
video porno
- Estás loco – lo
miro con los ojos enormes – eres un mocoso con pañales para poder ver ese tipo de
hermosuras, esas cosas se guardan para hombres mayores y maduros como yo
- Ja, maduros
como tú, siiiii…. Vieras – se rio en su cara – por eso el abuelo te dio un cinturonazo y
grito a los cuatro vientos que te calentaría el poto si quisiera, ¡Ya quisieras
tu ser maduro! – se le hizo la
burla en sus narices y con toda razón
- Peor entonces
– resolvió Nat buscando dar la vuelta a la
tortilla a su favor – acabas de decirme que soy un crío, y los críos como yo,
no prestan sus juguetes a niños tontos como tú –
le señalo con el índice clavándoselo a cada palabra sobre su pecho
- Ohhhh, tío
Nathan, que tiene de maaaalo – chillo – tu
escoges la peli, solo veremos un video, nadie tiene porque enterarse, lo hare
en tu habitación, y no hurgare tus cosas, anda vamos, di que si, di que si – le
jalaba la ropa
- Peor en mi habitación
- Realmente eres
tonto ¿no? – lo acuso y Nat frunció el ceño ante esa
afirmación –
tiene que lucir como que estuviste ahí toda la noche – Nat aún no
caía en cuenta
– te montare el teatro completo – agrego – solo
usaremos tu dvd, o qué diablos tengas… ¡anda! di que sí, te conviene
- Y que gano yo
a ver, porque hasta ahora, solo tu sales ganando – le
respondió analizando lo que su sobrino acababa de sugerir, y tenía razón
- Pues que tú te
vas a tu fiesta tranquilo, si quieres toda la noche – lo
que Nat quería oír – yo pondré la llave de la cocina en la maceta, la copia
de la abuela que yo sé dónde la guarda – era
vivo el mocoso pensó Nat, el hasta ahora no había descubierto ese secreto de su
madre – …desarreglo tu
cuarto un poco nada más, Matías se duerme en tu habitación así si mi padre
espía por tu puerta, que sabes que lo hará – alerto a Nat en las
costumbres de su viejo – tu sabes… solo
para cerciorarse que no lo desobedeciste, y como Mat ocupara tu cama, no habrá
duda de que tu estuviste en casa toda la noche –
¡vaya!, pero a quien tenía frente suyo Nathan a ¿Al Capone? – … te voy a dejar las llaves en la maceta de
la calle y la escalera pegada al muro de la ventana del abuelo, la ventana
estará sin pestillo como la puerta, así puedes entrar cuando quieras – Uther
había pensado en todo los detalles, increíble – sabes que papa no entra ahí para nada, además
se supone que estará con llave yyyy da la casualidad que yo sé dónde guardo la
abuela la copia de ella, tu llegas y
entras a tu habitación, te queda super cerca y no se oirá nada, te metes a tu
cuarto y Matías entra donde el abuelo
- ¿Y por qué tu
amigo? – eso es lo que le intrigaba a Nathan y le
daba mala espina – yyyyy a ¿qué hora se irá?
- A pues eso – dijo
como si filosofara – podría ser yo…
claro, pero si no pensaste lo más lógico es que mi padre se acerque a mi cama a
ver como duermo, en cambio no hará lo mismo contigo, solo se limitara a ver si
estás en tu cama, ¡tonto!… y Maty se irá después de papa, cuando vaya al
trabajo – joder pensó Nathan si
Uther tenía la vida resuelta, lo había pensado todo en una fracción de
segundos, eso sí era tener agilidad mental pensó sorprendido
- ¿Y Lothar?...
qué pasará con Lothar, ¿pensaste en eso, genio? – y
como si el diablo estuviera oyendo los planes, Lothar apareció como por arte de
magia, respondiendo la pregunta a ambos mientras se metía una enorme cuchara de
helado y hablando con la boca llena, lo más pancho del mundo
- Simple
caballeros – respondió dándoles un susto a ambos al
entrar así de golpe – tú me compras un mando nuevo de WII – le
dijo a Nathan subiendo y bajando las cejas de manera irónica – y tu – señalo con los ojos y con una
media sonrisa en los labios a su hermano – me dejas tu
colección de poster de carreras para empapelar mi techo, que sé que estas más
yesca que el banco nacional – o
sea no tenía dinero – total tú quieres
tener chicas sin sostén debajo de tu cama, así que digamos que el negocio a ti
te sale baratísimo
- ¿Alguna cosa
más? – dijeron al unísono
- Noooooooo,
solo eso, soy económico – se burló de ellos
- Estás loco,
sal de aquí – gritaron de nuevo ambos
- Como quieras,
pero si no aceptan, siempre puedo llamar a papá llorando a la media noche
pidiendo ayuda, diciéndole que fui a tu habitación – señalo
a Nat – y
que me pille con el amigo de Uther en tu cama, y tú, queridísimo tío solito
venderás a Uther, o ¿no? A no ser claro que asumas todo y aceptes que tanto mi
padre como el abuelo te den de palos por burro – se rió, los tenía
en sus manos
– aunque también puedo ser ecuánime y decir que Ut y Maty, estaban encerrados
en tu habitación desde temprano y que se oía desde el patio los clásicos, AJ,
AJ, AJA SIII, SIII PAPITO, DAME, DAME, MMM, CLÁVAMELA, ESO, DALE, DALE NO TE
PARES, AJ, AJ, AJ MMMJJJJ – había hecho un alto para pasar el
helado de su boca, chupando del dorso de su mano las gotas que cayeron y luego levantando
la vista y moviéndose toscamente empezó a imitar los gemidos supuestos de una
película pornográfica – así que mis
distinguidos tienen tiempo para pensarlo, yo veré una de Aliens mientras me termino el helado –
miro el pote de helado y aún quedaba como un kilo y medio más, era
imparable con los helados, se dio la vuelta y se tiro al sofá como aterrizando
sobre una nube de algodón de lo blandito que era el mueble aquel, si Mikel lo
veía, lo cocinaba ahí mismito
- Está bien,
trato hecho – dijeron ambos, pero Nat le propuso – Oye, ¿me das
un tiempo a mí para comprarte el mando?
- NO, no es
negociable, mi silencio es hoy y por hoy, si cerramos el trato, mi silencio es
para siempre, y si nos pillan, también entro en el paquete, yo no me corro – dijo
con valentía, Nat lo vio y pensó, ¿será que esa valentía le dudaría si Mikel lo
ponía sobre sus rodillas?... mmm, no lo creía, pero, ¿qué podía salir mal?,
todo estaba fríamente calculado.
- Está bien, tu
ganas, iremos ahora a comprar el mando famoso y a ti tu peli dijiste que yo
escogería – contesto Nathan mientras ambos hermanos
lo miraban y se miraban entre ellos pesando lo mismo: que era un manso – pero una cosa
más – dijo Nat de pronto pensando
en el negocio
–
firmaremos todos un compromiso de no pelarse en caso de que seamos
descubiertos, porque si algo sale mal por culpa de uno de ustedes que serán los
que se queden en casa, no voy a ser solo yo quien tenga que poner el culo para
ser castigado, ¿entendido? Sino no hay trato y yo siempre puedo hablar con Ethan
y buscar una niñera para ustedes – amenazo
- Está bien,
está bien chango – dijeron ambos extendiendo la mano a
manera de saludo – ¿dónde firmamos?...
Los
enanos no querían una niñera, menos las que conseguía Nathan porque el sí, se
aseguraba de buscarles brujas gruñonas para que los tengan en veredas; siempre
eran mujeres mayores que claro, pasaban el consentimiento de todos en casa, es
más, tenían dos favoritas por parte de los abuelos y ahora mismo por parte del
papa, lo que no se cruzó a Nat, fue sugerirle eso a Ethan, buscar una canguro y
evitarse problemas, en cambio, el muy burro, acepto el trato y firmo un
contrato con aquel par de mocosos que lo llevaron de la mano directito a su
tumba, o mejor dicho llevaron su trasero en bandeja a las manos de Mikel y
Ethan para ajusticiarlo por ser supuestamente
el adulto al mando.
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