Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2016
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Capítulo
101
¿Chivito
a la cruz? O chivito expiatorio,
no
importa ambos son cabros chicos
Autora: Marambra
Había pasado como unas dos semanas desde la incursión al rio con
Illien y en unos días más darían de alta al mozuelo, pero ahora la cosa estaba
negra para uno de los gemelos; una horrible sensación de agobio apretaba el
pecho de aquel mozuelo, apenas podía tragar el pedazo de pescado que su madre
le había colocado en el plato, la cena como siempre era fue amena para todos
menos para Lex, papá hablaba de todo y con todos menos con él, ya iban siendo 4
días de eso, pero ahora la entusiasta conversación de Iván sobre lo que harían
al día siguiente en los potreros con los sementales que llegaron y no logró ni
ver pese a sus ansias supero el poco autocontrol de sus emociones y en medio de
las risas que vertía Iván y su madre, Alexander sintió ahogarse en un silencio
asfixiante, el silencio al cual lo había condenado su padre, porque después de
lo sucedido y la orden dada no volvió a dirigirle la palabra y cumplió a raja
tabla el castigo adicional: le tenía terminantemente prohibido ir al potero y
peor a la oficina; así que de pronto sintió un horrible nudo en la garganta y
los ojos se anegaron de llanto que a medida que los eventos de la cena sucedían
no podía controlar y sintió derramarse un caliente torrente por sus mejillas,
inicialmente con disimulo se limpio la cara pero luego los gemidos lo
traicionaron, y fue cuando la mesa quedo en silencio y todos se dieron cuenta
por primera vez que Alexander estaba llorando; Iván dejo de lado el jugo que
tenia concentrándose en el rostro escarlata de Lex y sus ojos clavados al piso
y la nariz húmeda, Clara frunció el ceño desencajada sin saber que fue lo que
se perdió cuando vio por las mejillas de Alexander correr las ya no silenciosas
lágrimas; y sus gemidos se hicieron más fuertes y no pudo aunque quiso levantar
los ojos cuando mamá formulo la pregunta
que le hizo.
- ¿Qué pasa Lex?
- Ags, ags ags – imposible hablar, la voz estaba apretada en su garganta, no quiso ni abrir la boca por miedo a que sus palabras lo traicionen, pero sobre todo por miedo a papá
- Sube a tu habitación Alexander – intervino Rubén impertérrito ante las lágrimas de su hijo siguiendo en lo suyo, alzar la comida con el tenedor antes de llevársela a la boca
- Pero – Clara no entendía que sucedía, Alexander solo lloraba sin alzar la vista a nadie avergonzado como estaba, aun con el tenedor en la mano sin haber siquiera metido bocado a la boca pese a que casi todos terminaron de comer
- Si no vas a comer, deja los cubiertos y sube a tu habitación – volvió a repetir Rubén y a Alexander le faltaron pies, empujo la silla hacia atrás con algo de brusquedad y sin decir absolutamente nada, superado en todo sentido con la cabeza agachada y los hombros hundidos apuro los pasos tropezando en las gradas y entro a su habitación envuelto en un torbellino de emociones todas encontradas tirándose a la cama dando por fin rienda suelta al llanto que lo ahogaba
- ¿Me puedes explicar que está sucediendo Rubén, esto tiene algo que ver con lo del otro día?
- Puede ser – respondió parco y eso desespero a Clara
- Puede ser, puede ser – lo imito enfadada, no le gustaba la forma en que a veces esquivaba Rubén un problema con ella – ¿puedes por alguna vez en tu vida ser más explícito?, ¿qué hizo Alexander para que no le hables?, ya van 4 días Rubén, crees que soy opa? – le agarro del brazo – No estoy de acuerdo con esto – hizo un ademán con las manos
- Entonces te aguantas – Rubén no iba a torcer su brazo, en esto no, y la mejor estrategia que tenia para manejar la curiosidad de su mujer, era enojándose él primero, casi nunca le fallaba, luego le contaría que paso pero con permiso de Lex, ya la contentaría más rato, si él era un as en esto, tenía sus armas
- ¡Pero qué cojudo! – tiro la servilleta en la mesa enojada – ¿qué huevada es esta? – pregunto indignada, hace 4 días que no dejaba que Lex vaya al potrero y no le dio explicación alguna hasta ahora – hemos quedado que no tendríamos secretos
- También hemos quedado que dejarías de ser cotilla y me dejes manejar algunas cosas a mi manera – sabía que fue brusco sin necesidad
- Pero no me gusta y NO estoy siendo cotilla – Clara decidió no dejarlo pasar
- Y que me importa si te gusta o no – contesto de mala manera, es que el hombre no estaba en su mejor día y antes de tarrearlo peor agrego – ¡déjalo así!... ya sabré yo como solucionar esto
- Solucionar mis fustanes – respondió Clara brava como estaba – tan lindo que lo solucionaste la ultima vez – lo increpo levantándose de la mesa para gritarle casi al oído todo el desastre que fue con Iván
- ¿QUÉ ESTAS INSINUANDO?
- LO QUE SE SABE NO SE PREGUNTA…
Y ambos se vieron de pronto envueltos en una batalla
campal perdiéndose la preciosa armonía de la cena y las risas pasaron de pronto
a los gritos y palabras incluso mordaces sin darse cuenta que Iván quedo en
medio de la mesa y se puso a renegar, y porque no?, después de todo los padre
también pueden comportarse como niñatos y enojar a los hijos, y aquí un claro
ejemplo, así que hizo a un lado su comida
sin terminarla y se paro encaminándose a la habitación de su hermano
cuando la voz enfadada de su padre lo paró en seco a dos pasos de la puerta.
- Alto ahí, ¿quién te ha dado permiso a ti para que te muevas sin siquiera tener la gentileza de agradecer? – Iván no quería darse la vuelta, estaba alterado igual que todos
- Déjalo que se vaya nada tiene que hacer en medio de nuestra discusión – intervino Clara a favor de Iván, no queriendo que se quede porque tenía un montón de frescas que soltarle a su maridito del alma – provecho hijo – agrego ella sin que él abriese la boca – ahora haz lo que quieras Iván, sube a ver la tele o a ver qué le pasa a Lex, que tu padre y yo est…
- HE DICHO QUE VUELVAS… – pero Iván decidió no hacer caso emprendiendo camino – Vuelve a la mesa Iván, estoy hablando contigo – corto Rubén más terco que una mula y se quejaba de que los chicos eran cabezotas, tozudos, y bestias algunas veces
- Es que quiero ir a ver a Alexander papi, por favor
- Y yo he dicho que vuelvas a la mesa y termines tu cena… POR FAVOR – apunto la mesa con el índice y el por favor se asomo de pura ironía, aun cuando trato de no gritarle, total la cosa no era con él, pero no quería que hable con Lex, su razón era poderosísima, primero tenía que solucionar algo con su hijo mayor pero cuando madure el puchichi
- Perooo
- CARAJO, HE DADO UNA ORDEN… CRAK – sonó el manotazo que dio en la mesa haciendo caer su tenedor con el trozo de yuca que estaba trinchado, eso era típico de Rubén
- PERO YO NO QUIERO COMER YAAAA – grito Iván a su vez enfadado… para que lo haría, el poco control que estaba procurando a Rubén contenerlo se desvaneció y fue un bruto total, agarro al muchachito del cuello y a rastras se lo llevo a su despacho donde le dio unas muy malas nalgadas – Papaaa, por favor suelta, suelta, no hice naaaadaaa, suelta – se tropezaba Iván por tratar de seguir el paso de su padre que más que caminar parecía que trotaba en una competencia
- Cuando te digo esto es negro, ES PORQUE ES NEGRO, aun cuando sea rojo para el resto, que ya sabré yo el momento exacto de explicarte porque tengo razón y no los demás – Clara los siguió tratando de que suelte al niño golpeando a Rubén con los puños, que ni parecía enterarse que su mujer estaba dándole con toda su furia, que vamos este tipo tenía el cuerpo esculpido en piedra, duro como él solo, empujo al chico dentro del despacho tras subir las escaleras y se dio la vuelta para sujetar a Clara de las manos
- Deja ya de machacarme los brazos Clara que me lastimas, no soy un tacú
- Tampoco lo es Iván y tú lo querés machacar
- No, no voy a machacarle, voy a darle unas nalgadas por desobediente, ¿contenta? – quizás en otro momento Clara hubiese dicho que sí, si Iván se hubiese portado mal pero ahora no, y peor Iván que no hizo nada – ahora vete de aquí, termina tu comida, o alza la mesa, o no sé lo que quieras hacer, o ve a regar tus lindas rosas que tienen sed – y le cerró la puerta en las narices sin darle opción a nada para encaminarse hacia Iván a quien jalo del brazo sin mediar palabra alguna y lo coloco entre sus piernas suspendiendo la ropa del muchacho dejando un rato sus enormes manos en la bragueta del crio, Iván estaba llorando en silencio intentando dilucidar porque su padre lo iba a castigar sin motivo, solo levantarse de la mesa para ver a su hermano, ¿qué de malo tenia eso?...
- Cuando te diga algo me obedeces y punto Iván, A LA PRIMERA… ya después yo te daré las satisfacciones del caso – sentencio algo amargado desabrochando la hebilla del muchacho, joder pensó, voy a darle unas nalgadas como a un crío menudo y se vistió con cinturón y todo como si fuera ya un hombre grande, mierda que cagada dijo para sí, pero sin exteriorizar sus pensamientos, es que Iván casi nunca se ponía cinturón, es más ni su hermano, tenían un par de cinturones repujados que Lex uso solo una vez, para ir a la casa de Lila, quito el pequeño botón y el cierre y le bajo la ropa con su derecha, mientras la otra sujetaba la liga del calzoncillo dejando el slip y lo hizo solo por consideración al pudor del crió y porque verlo vestido con cinturón le hizo pensar en que su hijo ya no era tan chiquillo y el debía como padre cuidar su intimidad, Iván pensó iluso que seguro le dada unos dos o tres manotazos y sin darse cuenta de nada estaba ya colocado sobre las rodillas de su padre y fue recién que le bajó de un tirón la ropa interior, diciendo – no hay intimidad que se tenga en una paliza por portarse mal – y el muchacho se sonrojo sin entender el monologo de su padre con su cerebro y gimió ahora sí, audiblemente avergonzado pero sin decir nada, sujetándose sobre sus manos y antes de que pueda siquiera acomodarse del todo sintió la caliente mano de su padre en toda la nalga derecha en la que se quedo calcada toda la palma y los dedos, había empezado rudo y acabaría rudo – PLAF, plaf plaf plaf PLAF, PLAF, plaf plaf plaf, PLAF, PLAF, PLAF
- Nig, nig, nig agsss, ayyy, ay, ay auuu mmm – Iván hizo un acopio terrible de no quejarse, ni decir ni pio, se limito a gemir amortiguando las quejas en sus labios cerrados, pero sus ojos eran otra cosa, no podía cerrar el grifo de sus lágrimas, y lloraba tanto porque dolía, aun cuando no era un dolor que mataba, sino… era un ardor constante que sabía que a veces dejaba peor resultado, unas nalgas muy rojas y calientes con algún puntillado más oscuro que duraría 2 a 3 días, pero aun así soportable, aunque para ser sinceros lloraba más bien por la tensión del ambiente, por la injusticia de ser castigado por nada
- PLAF, plaf plaf PLAF – Rubén lo incorporo y ni le subió la ropa y lo mando a su habitación sin derecho a réplica – ve a tu habitación Iván, A TU CAMA, te quiero ver en tu cama, y ni si te ocurra entrar donde Alexander… me he dejado entender? – le cogió como de costumbre el mentón para dejar más que claro que no estaba para tonterías al ver el destello de rebeldía que empezaba a teñir los ojos de Iván
- Yaaaa – y empezó a subirse como podía la ropa sin jalar la interior ni ocuparse en la hebilla de su correa total ya no necesitaría pantalón dentro de un rato, pero sobretodo porque estaba más que apurado por desaparecer de allá
- YA ¿QUÉ? – exigió Rubén, con ganas de buscar tres pies al gato y darle un par de nalgadas más a Iván, a quien le tentó la idea de llamarlo abuelo pero se abstuvo
- Ya… papi – mordió las palabras con rabia
- Bien, así me gusta – agrego solo para picarlo, por el mero placer de fastidiar que a veces los adulto sienten en la omnipotencia de su necedad y enojo – ahora ve – al final al ver la compungida cara de su hijo cambio el tono de voz, le iba a dar un beso para calmar su conciencia por eso no soltó el brazo todavía, pensando en que acababa de darle unas nalgadas de nada, y no sabía cómo consolar lo inconsolable, e Iván no sabía cómo salir de allá, tenía un nudo en la garganta, un nudo de palabras atragantadas para gritarle a su padre su injusto proceder, ahora sí que fue injusto totalmente, así que solo lo miro cargado de dolor en los ojos y salió de allá soltándose bruscamente de la mano de su padre, antes de cometer la tontería de soltarle un puñete, subiendo a medias sus pantalones dando rienda suelta recién a su enojo, ese enojo que no pudo quedarse callado por más tiempo en la boca; Rubén suspiro y lo dejo marchar
- Yo no hice naaa_daaa, fuiste injusto, injusto, totalmente injustoooo, SUELTAMEEEE… YA NO TE QUIERO…nifs,nifs, nifs – voló a su habitación para oírlo llorar de nuevo y maldecir hasta en chino – AU AU AU MIEEERDA, MIERDA… AUUU PUTA, RE PUTA GRANDISIMA PUTA BUUUUAAAA AU AU AYYYY – la boca Iván se descontrolo por todo
- ¡Y AHORA QUE! – grito Clara
- ¡¿Creo que este huevito pide sal?! – pregunto Rubén en el marco de la puerta – ¡Iván!... te estoy preguntando – agrego asustando al muchacho que estaba en el piso protestando, esa era una amenaza a toda regla, era como decir, ¿estás queriendo una paliza por mal hablado?… pero Iván no quería verlo ni en pintura
- Nooo, no pide naaaadaaa – contesto parándose
- Debo estar sordo entonces – cerró la puerta de su hijo de un golpe y fue Clara la que lo increpo
Y es que tras los pasos que sonaron torpes por el
pasillo e ir a su habitación para tirarse sobre la cama liberando su dolor, en
su teatral aterrizaje sobre su lecho se golpeo la pantorrilla haciéndose un
horrible morete sumándose al dolor de su trasero el dolor de su pierna, y se
quedó ahí en el suelo llorando abrazando su rodilla, subiendo el ruedo del
pantalón para fijarse en su herida, la piel estaba raspada y ardía millones
aparte de estar muy hinchada, al final se acostó, boca abajo agarrando su
almohada sin quitarse los calzados, sus pies estaban colgando del borde del
catre, y ni se quito el pantalón como
quería, ni se subió del todo el slip, pero aún quedaba rastro de lo elegante se
que había vestido para asistir a la primera clase en el Instituto Goethe de
enseñanza de lengua alemana; su padre les había inscrito en las mañanas a él y
a su hermano sin derecho a reclamo a cursos de nivelación escolar de todas las
materias, día por medio, los mismos días en la tarde iban a otras actividades
extracurriculares, el escogió aprender Alemán, Lex prefirió ir a clases de
conducción y pidieron regresar a natación, cuyas cursos aun no se habían
abierto…
Mientras todo esto pasaba, Clara que se había quedado
con las ganas de una bronca con su marido, se encamino a la habitación de Lex,
y choco de frente con Rubén que estaba
queriendo ir donde Lex y ella no lo dejo.
- ¿Tienes gana de jorobar no? – lo cuestiono enojada con el dejo típico de su pueblo – porque no te purgas que andas ahí con la mierda revuelta – aconsejo un sabio consejo de pueblo viejo
- No te pases Clara
- No me jochees entonces si no querés que te cornee – le advirtió dándose la vuelta – ahora HAZTE A UN LADO
- Quiero hablar con Lex – exigió sin hacer caso Rubén
- Pues ahora yo no quiero, y te vas aguantando las ganas que acá vos no me metes tu cuchara sucia
Cerró la puerta en las narices de su esposo y al darse
la vuelta pillo a Lex ahí en su lecho hecho un ovillo mirando la pared sobre su
cama, gimiendo, se notaba que lloraba con todo el sentimiento más amargo que
pueda tener una persona, mamá sintió coraje de que el autor de todo aquello sea
su marido, con paso lento se acerco a él y se recostó a su lado abrazándolo por
detrás, besando su cabecita hecha un torbellino, se reclino sobre su codo para
mirarlo y besando su ladeado rostro mojado le dijo.
- ¿Qué paso amor? – le pregunto a tiempo de abrazarlo – qué paso ahora, ¿por qué estas peleado con el papi?, ¿qué ocurrió?, ¿qué hiciste mi bichito?, mmm, ¿qué hizo mi conejito? – lo instaba a hablar, y Lex estuvo tentado de decirle pero la vergüenza era enorme
- NOoo… no te nifs, nifs, nifs looo conto él, ¿el paaa_paa? – entre sollozos balbuceaba sorprendido de que su padre no contara nada
- No mi amor, no me dijo absolutamente nada, por estoy aquí, ¿qué paso?... – y Lex se deshizo en llanto abrazando a su madre, buscando consuelo, sin saber si podía o no contarle algo – ¿qué puedes haber hecho tan malo mi cielo?, ¿qué tan feo es?
- Es muuuy feeeooo, no te lo puedo decir, me da vergüenza – y se volvió a darle la espalda – déjame solo por favor si?, por favor – y a Clara no le quedo otra que salir de allá y dejar que su hijo se calme
- Está bien mi bonito – le beso la cabeza – pero recuerda todo en la vida tiene solución menos la muerte – dijo recodando aquella vieja letanía de su abuela materna – a mi no me importa lo que hayas hecho, sino como trates de solucionarlo – ese era un punto muy bueno a tomar en cuenta – …habla con tu papá por favor, yo sé que ustedes lo pueden solucionar – aconsejo con fe – pero sino… yo también puedo ayudarte – agrego acariciando sus mejillas – como madre mi amor, nunca seré parte del problema sino de la solución
Clara lo beso una última vez antes de salir de la
habitación, Lex se quedo con ese consuelo en el corazón, si papá no le decía
nada un día más, él le contaría a su madre lo que paso, aun cuando eso suponga
que también le dé una tunda, y se quedo en su habitación dándole vueltas al
asunto; mientras tanto Rubén tras oír las reales recriminaciones de su otro
hijo, la manifestación de su enojo y su llanto, y el enfado ardido de Clara se
metió en su despacho aprovechando hacer unos papeles, suspirando y frotándose
la cara de cansancio, habían pasado 2 horas ya del incidente, era las 9 de la
noche abrió el cajón y allá en un sobre pequeño estaba el cuerpo del delito,
miro fijamente el papel aquel y tenía ganas de hacerlo un puñete y tirarlo a la
basura, pero eso era impensable, Lex tenía que hacer un buen uso de él; así con
ese pensamiento se encamino a su
dormitorio y vio el cuarto de Iván abierto y con luz, se encamino allá y
encontró a Lex con Iván consolándolo, a parecer se despertó recién pues tenía
la ropa arrugada, el pelo revuelto, y daba nota que había empezado a llorar de
nuevo quejándose de las nalgadas ganadas de nada, y oyó a Lex decir.
- Todo esto es mi culpa, lo siento – abrazo a Iván que estaba sentado en la cama bamboleando los pies agachado, triste
- ¿Qué paso?... ¿por qué el papá está enojado contigo? – quiso saber de qué iba el lío – ¿qué hiciste para que no te quiera ni ver en el potrero? – se animo a mirar a su gemelo, él por lo menos no sabía que había pasado hace 4 tardes atrás; Lex se había sentado a su lado y estuvo a punto de contestar cuando ambos se pegaron el susto al oír a su padre
- Alex a tu habitación… – la voz de Rubén trono en el aire – me esperas ahí, no apagues la luz ¿está bien? – había endulzado algo el tono de voz al ver la cara de sus hijos y eso insto a Lex a salir de allá, papá no estaba enojado solo estaba serio, y por lo menos ya le había hablado y le estaba además avisando que iría a su recámara y con una media sonrisa tímida se despidió de Iván, y como aun no sabía si había modulado la voz por él o por su hermano, se fue rezando porque su padre no quiera darle una paliza por su tonta reacción en la cena, aún le dolía el trasero de la tunda que le dio en su oficina… antes de salir miro a su padre con pena y no pudo evitar un mimoso mohín de llanto antes de salir de allá, Rubén cerró la puerta y antes de que se acercara a Iván, este enojado le dijo
- Tengo mucho sueño abuelo – tenía que vengarse
- ¡AH CARAY! – dijo indignado – ¿ya no soy papá? – pregunto sorprendido y risueño ante la declaración aquella pequeña venganza, pero sin amilanarse, sosteniendo la mirada de su hijo para leer la repuesta: no después de pegarme de la nada
- Me voy a bañar y a dormir, no es necesario que te quedes por favor – lo estaba echando de la habitación muy en serio y educadamente, y para dar énfasis a sus palabras, se paro y saco un pijama limpio para llevarlo a la ducha, prefería no discutir el derecho paternal de su abuelo porque saldría perdiendo
- Bien, pues la ducha puede esperar HI JI TO – lo alzo de la cintura y lo sentó a su lado – ven aquí, quiero conversar contigo, te debo una explicación y una disculpa – prefirió ir al tiro en el corazón, cuanto menos malos entendidos mejor se dijo y aun cuando Iván estaba resentido y se oponía a que lo abrace lo hizo, y cuando el chango estuvo por soltarse empujando a su padre envalentonado, papá no pudo con su instinto paro a Iván solo para castigar su trasero con un buen golpe dejándolo un rato parado – PLAF, “PAPA”, está hablando contigo – no pudo aguantarse la idea de dejarle clarito que era papá y no abuelo – así que quieto ahí Iván, entiendo que estés enojado, y te doy toda la razón – suspiro, Iván se puso rojo y estaba conteniendo sus lágrimas, papá le seco los ojos con los pulgares y le beso la frente – ven aquí mi monito, perdóname si?, no debí enfadarme contigo por querer ir a consolar a tu hermano, yo me he portado como un imbécil al tenerte ahí en medio de un lio con tu madre y solo para demostrar que tengo la razón… – Iván se lo quedo mirando más enojado todavía y Rubén al fijarse en se gesto agregó – que le vamos a hacer hijo, tienes un viejo testarudo y chuturubí (Avispa agresiva y de picadura muy dolorosa. Se aplica también al individuo que acomete ciego de cólera ) como padre, pero no podía permitir que subas a hablar con él, no antes que yo lo haga
- ¿Y no podías decirme solo eso?... – se soltó lo suficiente del abrazo de su padre para mirarlo de frente
- Podía, pero… ¿Me habrías hecho caso? – pregunto cómo defensa
- NO LO SEEE – contesto frustrado – igual decidiste pegarme de nada sin darme tiempo a pensar – contraataco
- Muack, muack, muack – le beso la cabeza de su hijo con mucho cariño – lo sé, pero no quiero que converses aun con tu hermano debo aclarar un asuntito con él, hijo
- ¿Que hizo papá?
- Algo que no hubiese querido que hiciera pero lo hizo, y espero por tu bien tu jamás lo hagas, de verdad lo espero, es algo que no lo puedo soportar… por eso iré ahora a hablar con él, te parece? – Iván asintió con un gesto abatido, sin entender a su padre, que podía haber hecho tan malo Lex y que su padre no quisiera que él lo haga, ¿será que se fue de nuevo a esa casa de citas?, Rubén se fijo en la cara afligida de su hijo, así que decidió quedarse un poco más – ahora a la camita, ¿si? – le ayudo a descalzarse y quitarse el pantalón mientras conversaban de su día en el instituto, el chico estaba por ir a la ducha cuando Rubén lo retuvo frente suyo y le dijo – te quiero mucho Iván como a tu hermano, lo que hago no es por malo, ahora sí, iré con Lex – y lo despacho a la ducha, pero Iván antes de cerrar la puerta hablo una vez más con su padre
- Lo sé papi… perooo – no pudo completar la frase
- ¿Pero qué?... ¿Que te aflige?
- Ya No castigues a Lex; ¿por favor?... 4 días sin hablarle es mucho tiempo y peor si no le dejas ir al potrero, tu sabes que el ama ir allá… – y se dio la vuelta
Iván tenía razón, era mucho tiempo… por eso ahora
mismo iba al encuentro de su pequeño vándalo, y ahí sentado en la cama estaba
Lex colocándose el pijama, tenía el rostro muy triste, una tristeza de varios
días era lo que impregnaba la mirada de su hijo; se quedo mirando las
reacciones de su muchacho, y Lex cuando lo vio no sabía qué hacer, así que
Rubén se acerco y lo abrazo largamente sin soltarle, dejando que se descargue
llorando sobre su pecho aquella pena que llevaba hasta el cansancio, hasta que
Lex se animo a hablar.
- Nifs, nifs, nifs, pooor que, porque no se looo nifs, ags, ags no se lo cooon_taaaste a laaa ma, a la mamá? – sollozaba bajito, agarrado de su padre, abrazado con fuerza como un pequeño perezoso a un árbol que lo mece con miedo a que el viento lo tumbe, intrigado por ese silencio
- Porque jamás voy a poner semejante calificativo en uno de mis hijos, porque no quiero que nadie te vea con malos ojos, ni siquiera tu madre – lo separo un poquito e hizo énfasis en aquella aseveración con el índice – ni voy a permitir que nadie lo haga o lo piense Alexander – le cogió el mentón entre los dedos con firmeza pero con amor – porque tú no eres eso, me niego a creer lo que has hecho y estoy esperando que hagas lo correcto y me demuestres que te has equivocado y que sabes rectificar tus actos hijo, que solo has cometido un error, un error muy grande – y se percato en el millón de conflictos que cruzaron por la cara del muchacho como una peli de terror, conflictos que gritaban a leguas que estaba más perdido que Colon antes de llegar a América, así que papá le dio una mano – y sino sabes cómo hacerlo Alexander, aquí estoy yo para ayudarte a encontrar una solución – se sentó con él en la cama pasando un brazo por los hundidos hombros de su niño dándole ánimos – estoy esperando que me digas lo que harás para saldar esto, o que me tengas la total confianza de avisarme que no sabes que hacer y pedirme ayuda para resolver este lio, después de eso haremos las paces como es debido, ¿cierto?... – le cogió el marco de su rostro con las palmas abarcando en ambas manos la cabeza del muchacho sentenciando suavemente lo que sucedería a tiempo de besarle los ojos – mientras no hagas eso, no puedes volver al potrero, menos a mi oficina, aun cuando me muera por tenerte allá a mi lado para enseñarte lo que quieras, porque tú sabes que yo disfruto mucho de tu compañía y de tu curiosidad, así que mientras no hagas lo correcto, ambos estamos castigados… entendido? – no era una amenaza vacía mientras Lex no haga lo que moralmente debía él no podía dejarlo volver por eso resolvió a instarlo a hacer lo correcto y le dejaba en claro que el también sufría al decirle “estamos castigados” incluyéndose él en el castigo
- Peroooo – se corto de pronto
- ¿Pero qué Lex?. ¿Tienes miedo a que ya no te hable? – esa idea se le vino a la cabeza – ...quita esa cara hijo, estamos hablando ya… no puedo pasarme la vida sin oír tu voz, ahora tranquilo si?
Alexander entendió que papá le estaba dando una
oportunidad y se tiro a sus brazos llorando una vez más, no quería soltarse, Rubén lo abrazaba con ternura y lo
consolaba con amor pese a lo que había pasado, suspirando, él también estaba
sufriendo pero su hijo debía hacer lo correcto sino se condenaba el mismo,
entre mimos y arrullos lo fue calmando de a poquito, lo llevo al baño y le lavo
la cara como a un crio chico, tras mirar el rostro enrojecido y los ojos
inflamados y besarle la nariz le dijo.
- Vamos a la cocina, la boye que duerme dentro tuyo debe estar de hambre, y si no le das algo, te morderá la panza a media noche – y le acaricio la barriga
Y le sonrió una vez más con ternura, y se lo llevo a
la cocina, preparando para ambos algo rápido, carne a la plancha después de
todo él también se habían quedado con hambre, Lex pese a todo no tenía apetito
y Rubén se armo de paciencia una vez más picando la carne y la ensalada para
que coma su hijo, tentándole con la cuchara como cuando era muy pequeño, y le
hizo comer a pequeños bocados, y Lex derramaba algunas lágrimas más que papá le
limpiaba con la mano y le sonaba la nariz con su pañuelo, sabía lo que estaba
pensando, que quizás no encuentre la suficiente valentía para pedirle ayuda y
que quizás esta sea la última vez que compartan algo, pero él tenía otros
planes, le daría dos días más, sino, lo pondría boca abajo y le daría la tunda
que le debía y él solucionaría las cosas por su hijo, al final lo llevo a su
habitación espero que se lave los dientes y se tumbo con él a mirar una
película hasta que se quedo dormido sobre el abdomen de su padre, lo arropo y
se marcho murmurando, se que harás lo correcto…y se marcho a su habitación a
lidiar con su mujer que aun seguro estaba enfadada con él y no lo decepciono,
estaba ahí como una leona enjaulada, acababa de dejar a Iván al que también
había ido a mimar un poco y no quiso interrumpir la escena de Rubén con Lex.
- Fuera de aquí, no eres bienvenido en mi cama y menos a mi lado – dijo ella tirándole la almohada y su pijama para que vaya donde quiera a dormir
- Pues te aguantas, la cama es mía… la compre yo, tu solo estas alojada en ella – agrego en media risa
- Pelotudo ¿por qué haces esto? – pregunto sintiendo su resistencia caer ante los besos de su marido – Te encanta jorobarme, ponerme tensa – le reclamaba – ¿qué plan macabro tienes, matarme de un sincopé?
- Si mujer, matarte y llevar a mis hijos a Alemania y buscarme una rubia y alta que las morenas chiquitas molestan mucho – no es que sea una pitufa pero al lado de él era menuda y obvio, él era zarco total, mírelo por donde lo mire era rubio entero
- Ándate a la mierda, boludo – se tiro sobre su almohada mientras él se desvestía para ir a la ducha
- Por eso ME AMAS querida… por BOLUDO – y escapo al baño en medio de una carcajada antes de que a Clara se le ocurra tirarle el despertador en la cabeza.
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