miércoles, 27 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 108; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2016
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Capítulo 108
Alerta roja: guerra química
Autora: Marambra
Y las cosas se complicaron en casa después de toda la aventura que pasaron ambos, cada uno a su manera para que su madre se salga con la suya, rapar la cabeza de los muchachos, Iván se llevo una buena zurra y Lex repitió la suya y su padre los encontró llorando y fue quien termino  de rapar pelo del crio… pero es que Clara estaba muy, pero muy decidida a eliminar a los indeseables inquilinos, y su obsesión se hizo tal que no leyó las instrucciones del frasco expendido en la farmacia ni las ordenes del médico, no tenia que mezclar con agua aquello, sino pasar por la piel y dejar actuar toda la noche, al mezclarla ocasiono una reacción química que al entrar al contacto con la piel hizo que los asquerosos ácaros aquellos microscópicos mordieran la piel de los muchachos en su desespero de conseguir oxigeno liberaron toxinas que provocaron una singular reacción alérgica y ambos inicialmente no le dieron la importancia que merecían pensando que los chicos sobreactuaba.

  • ¿Ya terminaste Rubén? El agua se enfría y tengo que meterlos a los dos – Clara bajo de su recámara algo más sosegada tras el doloroso recuerdo, había estado mirando con nostalgia fotos de su hijo cuando era bebé y de sus gemelos, Rubén justo ese mismo momento acababa de dar la última raspada a la cabeza de Lex que ahora brillaba de lo blanca que era
  • SI ya esta – dijo mirando su obra –  solo debo enjuagarle el jabón, o no importa eso – pregunto acariciando distraído la bella cabecita del niño
  • Mejor que se enjuague ya no más estoy cansada y ellos se resfriaran
  • Bueno, ya oyeron al agua ambos – indico Rubén desde el corredor quitando la polera a Lex y apurándolo a que se dirija al baño a tomar aquel tratamiento de inmersión mientras mamá había agarrado del brazo a un Iván que pretendía escabullirse a su habitación que desde un inicio ofreció total resistencia, el no volvería a entrar a la tina aun cuando le den de nuevo una paliza
  • IVAAAAAN… estoy hablando contigo – amenazo Clara desde el quicio de la puerta que separaba el  corredor que daba al jardín donde estaban los chicos con su padre de la entrada de la casa, portando además un cepillito de madera, no estaba para tonterías con los muchachos – no querrás repetir lo de esta tarde verdad? – le mostro el cepillo
  • Mamaaa – dijo enfadado logrando soltarse de su madre en su afán de huir, al llegar a casa y negarse rapar la cabeza mamá le dio 10 cepillazos al trasero que no le gustaron para nada
  • Nada de mamá Iván, apura ven de una vez no estoy  jugando has oído al médico – se abalanzaba sobre el crio que ya estaba retrocediendo los pasos con la intensión  de huir escaleras arriba y cerrarse en su habitación
  • Pero eso AAARDE – se quejaba mientras tanto Lex ya había ingresado al baño y probaba el agua con las manos para ver si estaba o no muy caliente, no hacía calor aquel día, estaba nublado y algo frio por la lluvia matutina pero tampoco quería cocinarse
  • No me importa, son solo 10 minutos
  • NOOOOOOO – se soltó del agarre de su madre y logro subir las gradas seguido de Clara mientras Lex ya estaba en el baño
  • Está un poco caliente papi, esperare que enfríe un ratito – dijo Lex – mientras viene Iván
  • Bueno, iré a ver que hace que no se apura – contesto Rubén, encaminándose al pasillo donde vio a su mujer golpearse la pantorrilla al tropezar en la alfombra por agarrar a Iván que ya estaba en la otra punta sin ningún remordimiento de provocar que su madre se haya golpeado la espinilla
  • Mierda mi pierna, mi pierna, mi pierna auuu – el dolor a Clara le había quitado la respiración y se quedo sentada al pie de las escaleras abrazando su pierna enfadada con el mocoso de su hijo por lo que grito más fuerte, digamos casi, casi buscando justicia – IVÁN, CARAJO HE DICHO QUE VENGAS NO ESTOY JUGANDO – grito al recuperar la voz
  • YO TAMPOCO – contesto enojado
  • ¿QUÉ COSA? – Rubén lo miro enfadado e hizo que Iván de una explicación a su respuesta abrupta
  • ES QUE ESO ARDE, Y PICA
  • ¿Estás bien cariño? – Rubén se acerco a su mujer
  • Estaré mejor cuando vea a aquel mocoso en el agua – aseguro Clara haciendo muecas de dolor – … IVAAAANNNN baja de una vez, el agua se enfría
  • NOOOO, NO VOY A IR
  • Voy por él – respondo a media voz Rubén ayudando a incorporar a Clara – ¡IVÁN! – papá le dio alcance en dos patadas y colocando su pie en el quicio de la puerta de su dormitorio no permitió que la cierre por dentro hablando con cariño – has caso hijo, son solo unos minutos ni que fueras un bebe para que no soportes un poco de picor, si has estado más de dos semanas con la pica – pica
  • Es que no quiero papá de verdad arde – dijo muy serio buscando el apoyo de su padre – tú no sabes cómo es
  • Ya hijo, pero… unos minutitos, solo unos minutitos si molesta mucho yo voy a ser el primero en sacarte de allá – y logro convencerlo y lo llevo a la ducha mientras Adela de puro capricho se puso a tender las camas de ambos, Clara se había encaminado al baño ya al ver venir a Rubén con Iván y insto a Lex a entrar a la tina
  • Ya al agua Lex, se enfría y se van a enfermar, vamos apura
  • Papá Podrías decirle a tu esposa que por favor salga, no pretenderá que me quite la ropa delante de ella
  • Lex, no estoy para tonterías, como si no te hubiera visto antes – refiriéndose a lo sucedido en el hospital, pero Lex la ignoro, estaba resentido con ella – ¿no vas a contestarme?, vas a seguir enojado? – y nada, en eso entro su padre
  • ¿Qué sucede?
  • Nada, solo que no quiero que se quede ella, no después de lo que paso esta tarde – respondió a su padre y Clara quería morirse, nunca nadie le había echado al hielo, y al parecer Lex aprendió del mejor, de su padre, pero no conto con la retorcida mente de mamá y su plasticidad para sobreponerse a las circunstancias
  • NOOO, me doy la vuelta pero te quiero en el agua, se que sigues enojado pero no importa porque lo único que quiero es que te sanes – y se dio la vuelta, esperando que el crio se saque la ropa y entre a la tina, cosa que hizo solo porque su padre se acerco con cariño y le dijo al oído “si haces lo que te pide te llevo a la carrera de motos”, pero apenas el agua toco el borde del mentón Lex salió disparado de la tina gritando
  • WUAAAA, QUE MIERDA TIENE EL AAAAGUAAA – salió tan apurado que casi se va de cara contra el piso resbalando si no era Rubén se hacia alguna cosa
  • QUE COSA VA A TENER – chillo Clara a punto de perder los estribos, aquello se estaba convirtiendo en una peste – solo es el medicamento, lo que pasa es que ustedes son un par de exagerados – y Clara metió la mano hasta casi la axila sin sentir nada, ningún picor – son un par de mentirosos, vamos, al agua son solo 10 minutos, no es gran cosa
  • ¿VES? TE LO DIJE, mamá quiere meternos al ácido – reclamo Iván – NO PIENSO ENTRAR AL AGUA
  • TAMPOCO YO – aseguro Lex cubriéndose con una toalla cruzándose de brazos tirándose al suelo sentado como mohicano, mientras Rubén frunciendo el ceño y remangando la camisa metió el brazo hasta arriba para ver si realmente ardía y como no le causo nada a él tampoco le dio la mala razón a Clara
  • No quiero enojarme con ustedes – dijo papá agotado – así que al agua ambos que no lo voy a repetir par de majaderos – no solo ordeno sino advirtió Rubén – que están haciendo un berrinche de nada, que esto no está caliente siquiera – dijo metiendo la mano a la tina – así que vamos – cogió a ambo del brazo llevándolo de vuelta a la tina – que el agua no arde ni muerde, pero lo que si ardera será mi mano sobre sus traseros si tengo que volver a repetirles que entren a la ducha

Les había dado el tiempo requerido para pensarlo o sea casi nada, porque según ellos no había nada que pensar solo actuar y fue así que en menos de que cante un gallo, ambos muchachos se vieron boca abajo sobre el regazo de su padre recibiendo una tunda para luego ser hervidos en aquella pócima de su madre que ocasiono que se conviertan en dos manzanas maduras…
Y ahora para mal de males estaban allá en aquella sala de enfermería en las mismas condiciones, primero habían pinchado a Lex que como todo hizo un escándalo de primera, pero tras los 10 minutos de rigor y la segunda pinchada el médico vino a examinarlos de nuevo Lex había empezado a dejar de sentir picor, y las máculas rojas se atenuaban sobre la piel, hasta ese momento Iván había estado sollozando por el pinchazo recibido sobándose la picadura abrazado de su padre quien había puesto a ambos ahí tras la pinchada esperando que el médico concluya con Lex para volver a examinar al menor.
Desgraciadamente para Iván tras evaluar detenidamente y preguntar una y otra vez a Iván sobre sus síntomas, éste seguía con la misma reacción así que el médico aquel sin inmutarse siquiera decidió que se administre una dosis más del antihistamínico utilizado aparte de las dos inyecciones dadas, hasta ese momento Iván había seguido rascando la piel incluso mientras lo examinaba allá donde se puso tras abandonar el brazo protector esperando que le digan que ya podía irse a casa como le dijeron a Lex, pero solo cuando vio que la enfermera cargaba un nuevo vial tras la breve conversación entre ella y el galeno y su padre y sobre todo al ver la cara de agobio de papá supo que volverían a pincharle y empezó un berrinche apoteósico.

  • Bueno Iván hay que volver a poner el medicamento, sino tendrás que quedarte internado en observación – le dijo el médico con total tranquilidad, total, no era su trasero – será solo uno, luego esperamos un rato, vuelvo a examinar y lo más probable a casa – mientras decía todo esto firmando la receta su padre ya empezaba a tumbarlo sobre la camilla para bajarle la ropa interior de nuevo
  • NOOOO, por favoooor, NO QUIEEEROOOO – se sentó como una tabla agarrando los laterales del pantalón, suplicando a su padre que no lo pinchen – por favor papi, por favor, dile que me de jarabe o pastillas, por favor
  • Lo siento hijo, pero en esto no tienes opción, no es cuestión de que si quieres o no, simplemente te tienes que quedar quieto – dijo Rubén apenado por su hijo, por él le daban otra cosa pero el médico explico que no había otra aparte del suero y quedarse toda la noche, algo que no que quería, así que entre el suero y el pinchazo en el poto, papá escogió este último
  • ENTONCES QUE TE PINCHEN A TIIII O A LA LOOOCA, ELLA TIENE LA CULPA – se había bajado de la camilla saltando por el otro lado de esta subiéndose la ropa queriendo correr reclamando con toda razón, pero ahora eso a nadie le importaba
  • IVÁN – amonesto su padre queriendo no perder la calma
  • ¿NOOOO!, es que no lo entieeeendes – Iván estaba frustrado – DUEEEELE – se quejo con justa razón – ella nos hizo esto, es su cuuuulpa – la acuso – QUE LE PINCHEN A ELLA
  • Basta hijo– él también estaba agotado pero hizo un esfuerzo por comprenderlo y al mismo tiempo acelerar aquello
  • NO – se negó en redondo procurando esquivar a su padre –  No QUIERO – repitió cuando su padre casi lo atrapo – QUIERO IRME DE AQUÍII – empezó a maniobrar la manivela de la puerta que para colmo estaba con cerrojo, un cerrojo muy oculto del ojo humano, arriba
  • BASTA IVÁN, ESTAS QUERIENDO QUE TE PONGA EN MIS RODILLAS CREO? – advirtió, muy serio Rubén, pensando que sería suficiente para aplacar el berrinche del muchacho – o estas queriendo que me saque el cinturón, sabes que no me voy a cortar – bajo un poco el tono de voz pero eso no significaba que haya endulzado la amenaza y a Iván le quedaron dos opciones: obedecer  a papá u obedecer sus instintos, desgraciadamente eligió mal
  • ¡¡¡QUE ME IMPORTA!!! 

Contesto de muy mala manera, es que el estrés le comía la parte racional de su cerebro y brotaba su boca como un manantial de agua negra, llena de malas palabras, y decidido a huir empujó a la enfermera y tiro la bandeja de remedios al suelo rompiendo la ampolla que le iban a colocar, apenas papá miro la jeringa caer al suelo y antes de que la desgraciada ampolleta siquiera se rompa Iván fue levantado por los aires y se vio mirando los restos del minúsculo cristal ambarino tirado en el piso y lo siguiente que sintió aparte de los pantalones jalados hacia abajo y el  aire fresco en su trasero fue la caliente y dolorosa mano de su padre calcarse sin miramiento alguno y sin importar que acababan de pincharle o que estaban ahí el médico y la enfermera…si: don Rubencito empezaba a castigar a su hijo.

  • Plaf, plaf, plaf, plaf, plaf plaf plaf, plaf, plaf – el pequeño trasero sonaba como una orquesta y es que papá no estaba para tonterías quería comer, darse un baño y mirar la tele y dormir, estaba agotado eran casi las 10 de la noche y a esas alturas del partido estaba casi hipoglucémico de no probar bocado desde el medio día
  • Auuuu paaaaaa, NO ENTIENDES ME DUELEEE, me duele, dueele muuucho – levantaba a veces y ocultaba otras el trasero en su afán de soltarse
  • ESO PASA CUANDO NO SE HACE CASO, ESTAS SON LAS CONSECUENCIAS DE IRSE A REVOLCAR AL CORRAL CUANDO TU MADRE TE DIJO QUE NO ENTRES AHÍ; ¿VERDAD? – le había refrescado la memoria, su hermano y él se habían metido al corral de chanchos en la quinta de Arturo a donde fueron a visitar a Illien, nunca vieron chanchitos recién nacidos y ellos se metieron a perseguirlos para poder acariciarlos pese a las recomendaciones de su madre, mientras eso pensaba papá hizo una pausa para ver si Ivancito entraba en razón, pero al parecer el crio estaba atolondrado
  • ¿MIIII CUUUUULPAAAA? – cuestiono indignado dando batalla todavía – YO NO QUERÍA ENTRAR AL AGUA ESA QUE LA ¡¡¡¡¡LOCA!!!!! DE MAMA ENVENENO PARA MATAR NO SOLO A LOS BICHOS SINO A NOSOTROS TAMBIÉN, SI NOS OOOODIAAAA   – y papa le bajo la ropa más abajo todavía hasta las rodillas y siguió implacable para calcar los siguientes azotes en la unión de los muslos con las nalgas, que arriba ya daba pena
  • PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF, PLAF
  • Buuuu auuu auuuu auuu – al final Iván cayo rendido sobre las rodillas de su padre llorando sentidamente, con el trasero rojo Rubén lo incorporo sin subirle la ropa, algo le decía que era mejor no hacerlo, además para qué? Si igual le bajarían los interiores para pinchar, así que le dijo calmadamente cogiendo su mentón con cariño y sujetando sus manos para que no se suba la ropa
  • Iván tienes dos opciones – le dijo sujetándolo de los brazos para que no se corra –  o te calmas y te subes a la camilla y dejas que mediquen – dijo escogiendo muy bien las palabras pero sin gritar – o me quito el cinturón, te doy una tunda aquí delante de todos, lloras más, e igual te pinchan solo que sobre un trasero morado que rojo ya esta… TU DECIDES – Iván no estaba acostumbrado a que papá lo amenace de esa forma y se dio cuenta que estaba cabreado, así que en cuanto lo incorporo de su regazo los ojos se le llenaron de lágrimas, llorando amargamente vencido, daba pena verlo así avergonzado
  • No quiero que me piiiinchen paaaapi, de verdad me dueele, por favooor, por favor – se abrazo a su padre, no quería pelear, quería irse a casa a dormir mientras sollozaba mojando la ropa de papa – auauags, agas, ags, nifsnifsnifsauuuuu
  • Lo siento hijo, pero no es negociable… es por tu bien mi pollito lindo – dijo papá con pena mientras lo abrazaba besaba para confortarlo, necesitaba un mimito y mientras lo abrazaba y la enfermera preparaba el nuevo vial ante el gesto de Rubén, que además empezó a frotar vigorosamente el desnudo trasero del crio aquel como si tuviera frio y necesitara entrar en más calor; era su torpe e ignorante forma de quitarle el dolorcillo aquel, que el mismo provoco – ¿quieres que te sujete yo?
  • yaaa – contesto abatido, rendido al parecer nada lo libraría del pinchazo

Siempre era mejor el regazo de su padre que la fría camilla pensaba, y aunque quiso colocarse él por propia voluntad en posición no pudo, el miedo lo cortaba, su padre lo instaba con suaves empujoncitos a que se agache en sus rodillas pero Iván ofrecía algo de resistencia, así que haciendo uso de su habitual habilidad para estos menesteres caseros, y en menos de un parpadeo, Iván estuvo de nuevo boca abajo en las rodillas de papá, quien sujeto firmemente sus piernas con las suyas y elevo un poco el rojo culete y agarro las manos detrás de la espalda para que no las meta en el trasero queriendo protegerse, como si fuera a darle la peor nalguiza de su vida con una única diferencia que Iván estaba dócil, incluso parecía que aquellas medidas fueran innecesarias pero Rubén haciendo caso a sus instintos prefirió no soltarlo: “conozco a mi ganado” decía y su hijo agradeció a papá que lo ayude en eso porque si no, hubiera hecho algún desmadre como tirar una patada a la enfermera mientras él se perdía en esos pensamientos lo siguiente que se oyó fue el lastimero llanto de Iván mientras él abruptamente experimento lo que más temía aparte del pinchazo, el horrible dolor lacerante que  quemaba su glúteo derecho y su cuerpo empezó a tensarse del desespero total al ingreso implacable de aquel oleoso líquido cristalino como un reflejo de defensa instando a una huida que no podía ser

  • AUAUAUUUUUUUUU YAAAAAA DUEEEELEEEEE, paaaapiii, papi, papi, papi – quería moverse pero papá lo tenía atrapado, mientras el traspiraba y le daba ya arcadas
  • YA ESTA, YA ESTA YA ACABO CIELO YA ACABO

Ahora si lo sentó en su regazo y lo abrazo con infinito amor esperando que se calme y poder irse a casa a descansar mientras tanto Clara estaba hablando con el médico que acababa de abandonar la sala.

  • ¿Lo volverá a revisar doctor? – pregunto Clara afligida, con la consciencia negra
  • En unos 10 minutos – informo el médico mirando el reloj de pulsera –  mientras le doy la receta que necesito que recoja de la farmacia – y le extendió una hoja de papel – ero esta vez señora Clara, espero lea bien las instrucciones, no vaya a cometer otro error con ellos, uno de esos puede ser fatal – recomendó
  • Es que yo creí que era para diluir en el agua, como antes se hacía baños de inmersión – se justifico
  • Se hace, pero usted no entendió la receta por no leerla – y Clara tuvo que reconocer que no leyó todo – aquí dice: Benzoato de bencilo 1 % loción: usar después de bañar y dejar reposar 10 minutos antes de enjuagar ó Benzoato de Bencilo 1 % suspensión para inmersión, diluir en una bañera de agua y hacer baño de inmersión por 10 segundos, parece que la formula es la misma pero es cuestión de intercambio molecular con el agua, uno es loción el otro es suspensión son cosas distintas – haciéndole ver el error que ella comprendió
  • VAYA… ¿y ahora necesitan otro baño o es mejor poner esa loción? – Clara realmente estaba preocupada y el doctor esta vez se le rio en la cara con total sorna
  • ¡Ay!, doña Clara – sonrió el galeno – usted si esta chiflada – si señores acababa de tomarse licencias – ¿cree que los pobres bichitos esos hayan sobrevivido a semejante baño ácido?... NOOO y no se preocupe, que sus hijos están más desinfectados que mi propio quirófano – y sonrió antes de continuar al ver la cara de alivio de la mujer – estas son pastillitas sabor a piña si quieren morderlas, a veces no quieren tragarlas enteras, solo les dará desde mañana antes de dormir y nos vemos de aquí a 5 días – caminaba con ella donde Iván mientras Clara seguía preguntando por los bichos de sus hijos
  • Y esos otros bichos, los oxi, oxiii, no sé cómo se llaman que el Dr. Antelo me dio esta orden ya les hice hacer no tengo que repetirla? – y el médico leyó las instrucciones
  • Joder doña Clara, perdone usted mi grosería, no me diga que les hizo hacer este examen – y eso oyeron Iván y Lex que estaban con su padre sentados esperando al médico
  • Pues si, esta tarde – contesto confundida
  • Jajjajajaajja, tenía que ser el Dr. Antelo, típico pediatra es más meticuloso que los investigadores del FBI – les dijo a los estudiantes que bajaban a su ronda – para él cuentan las pruebas no puede ser clínico solamente lleva la ciencia a la evidencia
  • ¿Eso es bueno o malo? – pregunto Rubén preocupado de que el error lo haya cometido el médico
  • Bueno – contesto rápidamente sin titubear – pero ahora innecesario porque Alexander e Iván son adolescentes no niños, difícilmente tendrán esos bichos y si se sospechara, solo era cuestión de dar un jarabe de dosis única y chau bichos – al oír aquello Lex e Iván pusieron su peor cara de reproche a su madre, definitivamente no hablarían con ella hasta que la luna arda, y sus últimas palabras fueron
  • La próxima iremos con papá al médico, con vos ni a la esquina

Si… fue un horrible día para todos, incluso para los ácaros.


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