Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2016
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Capítulo
104
Cuestión
de honor… no solo de orgullo
Autora: Marambra
Y Lex se limpio los ojos con el dorso de las manos, sin
darse cuenta hasta ese momento que estaba llorando pero no de pena sino de
total enfado, no había podido más con la presión y salió en dirección contraria
lejos de todo, fuera de la hacienda si es posible, decepcionado de su padre y
enfadado con Iván porque llegado el momento no le contó a papá la verdad; bueno
pensó, si acabas de fastidiar un montón de cosas y llevarte unos azotes con la
fustilla de arrear el caballo y ser testigo del desastre y la solución:
SACRIFICAR A LOS ANIMALES, pues era más que comprensible, pensaba abatido, no
podía culpar a Iván de sus líos, pero aun así estaba triste y decepcionado, a
medida que avanzaba el pecho se le oprimía, se había quedado parado un rato
afuera de la oficina de su padre mirando la nada impactado de ver cargar no solo el caballo de su padre en un remolque
chorreando sangre, sino también a la vaquilla sacrificada y en otro varios becerros
heridos de las pisadas, aquella imagen le dio la dimensión real a lo que Iván
le contó, esa pausa dio tiempo a Rubén para salir tras de él queriendo aclarar
aquel capitulo vivido en la oficina llamando a Lex que ni se dio la vuelta,
estaba demasiado tenso para oírlo, demasiado dolido… y Rubén como padre se
recriminaba su proceder esta vez sí que se comporto como un verdadero idiota de
marca mayor pensaba… se decía que todo fue culpa del mal día que estaba
pasando, pero la verdad es que no tenía justificación… que fácil algunas
palabras o expresiones pueden girar y distorsionar la realidad y afectar todo
tu mundo.
- LEEEXXX, para hijooo, espera – Lex empezó a correr con mayor fuerza hacia la calle, quería irse… solo tenía dos cosas en la mente, los ojos de su padre enfadados y los de Armando confundidos, si su padre le daba una explicación a Armando él perdía la oportunidad de enmendar su error
Iván estaba en SHOCK tras aquel exabrupto de su
gemelo; y Rubén se vio paralizado de pronto al ver a su hijo tratar de explicar
y disculparse con Armando, fue ahí que se dio cuenta de su gran torpeza pero se
sintió mucho más miserable, avergonzado y confundido cuando Iván intervino con
aquella declaración.
- Lex jamás robaría, JAMAS…. YO SI – Grito Iván, Rubén quedo en shock
- ¿QUÉ COSAAA?? – pregunto sombrado
- Lo que acabas de oír, si hay un ladrón en casa ese soy yo, NO LEX – ¿Qué estaba tratando de decir Iván? Que fue su idea sacar aquel dinero? O hablaba en tiempo pasado, o lo decía como de costumbre para salvar al hermano? pero no tuvo opción de preguntar nada, Lex había saltado la verja ágilmente e Iván iba tras de él – ¡¡¡hablaremos con mamá!!! – al parecer ambos críos veían a Clara como la solución a todo, eso dolió a Rubén confirmaba que había jalado demasiado la liga y que se rompió a favor de su mujer
- ESPERA IVÁN – grito Rubén sintiéndose un verdadero idiota, no se le cruzo por la cabeza que haya otra explicación, se apuro en prender la movilidad y seguirlos pensando en una sola cosa: el quilombo que se armaría en casa si Clara se entera, porque aquel problema era sobre todo de incumbencia de su mujer y él como de costumbre prefirió apañárselas solo
Rubén empezó a golpear el capo a su movilidad que en
buena hora se le ocurrió arruinarse,
definitivamente no era su día, no daba ni atrás ni adelante, y el no daba la
talla en nada con su Lex, estaba frustrado como hacía mucho que no se sentía,
en su cabeza estaban dos cosas grabadas la mirada decepcionada y dolida de Lex
y la enojada de Iván y ninguna de las dos le gustaba, se puso a pensar en que
si se precipito en sacar conclusiones sobre Lex y como asimilar la declaración
de Iván; trataba de encontrar una lógica a sus palabras, no sabía si debería
tomarse así tan literal aquella confesión o debería tomarlo como una forma de
proteger a su hermano que no sería la primera vez, apoyo su cabeza sobre el
volante acababa de quitar la llave de contacto y cerro sus ojos olvidándose de
todo concentrando su mente en la mirada de pronto oscura y penetrante de sus
hijos: Lex lo había mirado como si se hubiera perdido decepcionado de él e Iván
lo miro enfadado, cargado de rabia ¿por qué? Era solo la solidaridad de
hermanos o había algo más que haya empujado a Iván a decir aquello, era el
colmo, a uno lo pesca y el otro confiesa a primera boca, ¿que era todo aquello?
papá tenía que enterarse, papá no podía quedarse con los acertijos sin
resolver, no podía… si ellos tenían un secreto él lo tenía que descubrir.
Iván curiosamente pensaba en lo mismo, es aquel
inmenso secreto que guardaban y del que nunca hablaron, que más que secreto era
un código de honor, era la prueba más fehaciente que se pueden tener dos
personas sobre la lealtad y el amor, y eso picaba a Iván: ¿que hizo su
hermano?, porque no le conto nada de nuevo, porque no podía confiar en él,
habría necesitado dinero para algo? Si fue así porque simplemente no se lo
pidió a papá, él nunca les negaba nada sobre todo monedas, y si el papá no
tenía porque no acudió a mamá o a él,
aquello que Lex dijo era difícil de creer por no decir imposible, que tontería
era esa de proclamarse ladronzuelo; no, era una locura, para él tenía que
existir otro tipo de explicación; mientras tanto Rubén perdió la noción del
tiempo cavilando sus pensamientos, tratando de ordenar sus prioridades e ideas
hasta que Miguel lo interrumpió.
- Don Rubén, debo ir a cancelar de las vacunas aquí está el monto – Rubén ahora mismo no entendía nada, miro los papeles y a Miguel como si fueran extraterrestres, se quedo largo rato sin contestar mirando el vacio a través de la ventana y al darse cuenta Miguel volvió a preguntar – ¿Rubén?
- ¿MMM? – solo cuando sintió la mano de Miguel sobre su brazo Rubén reacciono, el hombre estaba como ido
- ¿Estás bien Rubén? – Miguel se dio cuenta que algo le pasaba a su amigo y jefe, así que dejo de lado las formalidades
- No Miguel, sabes no me siento bien en ningún sentido, tengo un complicado y muy delicado lio entre manos – volvió a apoyarse sobre el volante
- ¡Los gemelos!!– declaro como diciendo cuando no, para variar, si a leguas él podía adivinar que los conflictos que ahora mismo habían en la hacienda no eran para quitarle el sueño al dueño, que va, aquella capacidad la tenían sus hijos – que han hecho ahora? – lo miro con preocupación, a él particularmente no le sorprenderían con la noticia de que le dio un infarto por culpa de los mocosos esos
- Ufffffffsssss – suspiro levantando la vista – no sé si fueron ellos o fui yo
- ¿Acaso hay algo más que los destrozos de la estancia? – pregunto incrédulo e iba a continuar pero Higinio lo distrajo
- Don Miguel, Don Rubén, ya han llegao los del zoológico con la frigorera pa´ llevarse la faenada, pero los de las vacunas esas están ya impacientes… ha, me estoy olvidando, tenga doncito, se le cayó esto a uno de sus tojitos al brincar la verja del lao del cementerio, el pelao se pego tamaño porrazo hasta creí que se quebró las junturas, sis´taba rengueando – le entrego el llavero vacio – no hay las llaves pero quizás las derramo en otro lao – y ver ese llavero vacio hizo que Rubén tome la decisión de acabar de una vez con esto, su prioridad eran los muchachos ahora peleados con él
- Toma la llaves Miguel, yo tengo que hacer otra cosa, dinero hay en…
- NO Rubén – alzo la mano en afán de un alto – no me des llaves de ninguna parte y menos de la caja fuerte, yo voy a pagar las vacunas y ya me darás tu cuando tengás la cabeza en su lugar y fría – goleo su hombro en acto de complicidad y comprensión – tu sabés hermano, el diablo nunca duerme y sopla sus malos modos haciéndote ver cosas que no son, si la tentación es igual pa grandes como pa chicos, y dinero es dinero, aun cuando si lo pensás bien es solo un pedazingo de papel pintado… ve a descansar, yo me ocupare de los corrales y bueno, te llamare si hay novedades
Y diciendo eso se marcho dejando a Rubén con un
retintín en los oídos, el diablo sopla sus malos modos y te hace ver cosas que
no son, será que eso ocurrió?, porque Iván dijo que él robaba, que hacía Lex
con aquel dinero en la mano? Que paso?, no podía seguir con las dudas tenía
algo que hacer, aclarar de una vez esos malos entendidos, así que se encamino
hacia el ala del cementerio familiar.
Iván dio alcance a su par y lo encontró tumbado donde
menos Rubén hubiese imaginado encontrarlo de no ser porque Higinio lo menciono,
en el mausoleo de su padre, se había salido de la hacienda nada
más para dar un enorme vuelta hacia esa esquina, él sabía que Lex iría
allá por instinto, Lex siempre iba a la tumba de sus padres cuando estaba
triste, mientras él buscaba treparse al árbol de su balcón ahora podado, papá
tras la travesura de salir de noche, había hecho cortar aquella rama que tocaba
aquel precioso balcón, era eso o era poner un muro, un muro que papá jamás
pondría, el odiaba las habitaciones sin ventanas, le parecían cárceles; pensaba
en eso cuando pillo a Lex donde lo imagino, su hermanito estaba tumbado en el
césped mojado de rocío que aun no había evaporado por la sombra de las frondas,
algunas lágrimas discurrían por sus ojos, así que se acerco a él tranquilamente
sin gritar ni alterarlo.
Se tumbo a su lado a su misma altura, colocando el
rostro exactamente igual a Lex, no solo es rostro sino el cuerpo entero, era
como un espejo viviente y le sonrió para luego pasar sus dedos por las pestañas
de tu hermano, por su nariz, su pelo su
rostro, y Lex no se movió, y su par siguió en lo suyo acariciándolo hasta que
se sentó e insto a su hermano a dejarse acurrucar, para eso Lex se tumbo en las
piernas de Iván como si fueran almohadas y ahí fue cuando empezaron a hablar.
- Es verdad lo que dijiste?, que le sacaste dinero a Armando? – estaba sentado apoyado en una sola mano mientras la cabeza triste de Lex se apoyaba sobre su rodillas siendo acariciada por Iván que enredaba sus dedos en su pelo despeinado, respondiendo sin mirarlo ni moverse, se sentía amparado y amado
- Y tu… también es cierto eso que dijo papá? Que le sacaste dinero a Henry aquella vez? – contesto con una pregunta… sabiendo la respuesta desde ya
- Si… y me arrepiento solo porque luego supe que papá te castigo por una semana mientras yo fui a aquel viaje con los scouts – contesto Iván sin dejar su tarea, consolar a Lex – ahora me dirás la verdad? – paro la caricia y se agacho para tener contacto con los ojos de su hermano ladeando la cara de este para que lo mire – ¿por qué lo hiciste? – Lex entendió perfectamente que aquella pregunta iba en dos sentidos, así que se dispuso a contestar
- ¡¡¡Ayssss!!! – suspiro – no me castigo papá, bueno si lo hizo a su forma, pero él no fue el que me dio aquellas nalgadas... lo hizo Henry, papá me dijo que yo había ofendido a su amigo y que era él, el que decidía que hacer, y claro Henry no perdió la oportunidad de hacerlo, de vengarse… y lo hice porque Henry te acuso de aquello y papá quería castigarte dejándote internado en el colegio por las vacaciones y yo no quería eso porque Henry estaba muy de acuerdo, entonces yo le dije a papá que no fuiste tú, sino yo – y volvió a desviar la mirada al vacio volviendo a suspirar
Esa era una confesión que hizo que Iván se sienta mal,
cuando Logan vivía y Henry empezó a meterse de lleno en su hogar, el muy
desgraciado había acusado a Iván de sacarle dinero del velador algo así como 10
euros un algo que nunca ocurrió, Henry disfrutaba de hacer maldades pero ellos
aún no lo sabían, tenían por aquel entonces 9 años y Henry a pedido de Logan se
llevo a Lex al parque, y se quedo con Iván, le dio la primera paliza de su vida
con un cepillito de madera nada del otro mundo pero lo suficientemente doloroso
e injusto que fue lo que realmente dolió a Iván y lo amenazo de que si se repetía
no tendría vacaciones de verano, ni navidad y se quedaría en régimen interno en
el colegio, el episodio quedo al olvido hasta unos meses antes de fallecer
Logan.
Aquel entonces Henry vino a vivir una temporada al
departamento que compartían con el pretexto de que estaba buscando un
departamento más grande y como vendió el suyo pues no tenia donde ir, así que
se quedo con ellos, y empezó una especia de cacería de brujas, Logan trabajaba
todo el día, y los chicos se quedaban con una niñera la cual Henry se ocupo de
eliminar del camino, no quería a nadie en su ruta que complique su vida con
Logan, el tipo estaba enamorado de él y Logan nunca se dio por enterado, el
solo lo veía como un amigo algo excéntrico y nada más, pero Henry fantaseaba
con él y con los chicos, para Henry, los hijos de Logan eran suyos también así
que no perdía la oportunidad de querer tomar las riendas de la vida de ambos, y
lo del internado fue una idea tramada, tejida, plantada y abonada por él en el
corazón de Logan que veía a Henry como un padre sustituto, su orgullo le
impedía hablar con el suyo pero dentro de él su fuero reclamaba la atención de
un padre cuyos consejos y cariño lo guíen para dar los pasos correctos con la
educación de los gemelos, sobre todo ahora que entraban a la adolescencia.
Y andaban en
esas batallas ya más o menos como un mes que fue que el susodicho se quedo,
aquel entonces Iván pesco a Henry
poniéndose los calzoncillo de su padre y oliendo su ropa sucia, y Henry invento
que pillo en la mochila de Iván un paquetito de marihuana, Logan castigo a Iván
con él cepillo delante de Henry y él en venganza porque estaba seguro que fue
él quien se invento todo le saco la billetera y cuando fue al colegio se la
llevo consigo y ni siquiera gasto el dinero, simplemente lo tiro sin
documentos en el buzón de correo y Henry
enloqueció buscando su billetera por los cheques que ahí habían sin cobrar,
tarjetas de crédito, dinero en metal y claro, acuso a Iván y no se equivoco,
Logan estaba muy enfadado y había jurado darle una reverenda paliza a su
llegada y luego enviarlo al internado, Alexander aquella tarde que regresaba
más temprano de lo habitual por un dolor de cabeza y oyó tras la puerta la
discusión de su padre con aquel hombre y supo que acusaban a su hermano, cuando
ingreso a su habitación vio a papá hacer
la maleta del muchacho para llevarlo al internado.
Alexander le dijo que no era su hermano sino él quien
saco la billetera porque quería verse como Henry y que la perdió y fue ahí que
Logan sentencio de que como la ofensa era a Henry, Henry se haga cargo del
castigo y este viendo fastidiado sus planes dijo que como era una falta grande
le daría de nalgadas toda una semana, y Lex empezó a protestar porque fuera el
amigo de su padre quien lo castigue y Logan le dio a escoger, o era eso, o eran
dos semanas castigado por él con el cinturón y de que de todos modos Iván se
iría al internado por su bajo rendimiento escolar, pues sospechaba que Lex
estaba cubriendo a su hermano aun cuando no lo menciono delante de Henry; Logan
lanzo aquella amenaza sin intención alguna de cumplirla, solo para ver si
lograba presionar a Lex a decir la verdad, pero Lex con aquello se cerró peor
en banda … tras ese breve silencio producido por ambos perdiéndose en el
recuerdo de aquellos aciagos días, Lex agrego.
- ¿De todos modos no sirvió de mucho verdad? igual te llevo al internado – creyó que eso fue porque descubrieron lo de la billetera, pero Iván le saco de las dudas, y esa confesión también oyó Rubén que se había acercado a ellos y los estuvo observando desde casi un inicio de todo, sopesando la idea de interrumpir el interludio o dejar que conversen, dio gracias a Dios por escoger lo segundo
- Me llevo porque Henry logro lo que quería: que papá desconfíe de mi, prácticamente me hizo la vida cuadrada de puro placer – hizo una pausa, suspiro y elevo la cara hacia el cielo cerrando los ojos recordando que Henry había sugerido que no era buena idea mandarlos a ambos al campamento aquel porque sus calificaciones estaban muy bajas – y yo, yo me enoje tanto que me marche de la casa y compre en un impulso una villa de maría en la plaza esa cerca de los bloques y cuando papá y Henry me encontraron me dio tanta rabia verlo con él que le dije que no me importaba si me llevaba a donde mierda quiera, que cualquier lugar era mejor que estar con él y con el maricón de su amigo – aún había resentimiento en la voz, Lex se sentó y abrazo a su hermano, ahora entendía porque odiaba a papá
- Por ponerlo suave – comento Lex conociendo la boca de Iván
- Si… en realidad le dije que era mejor que estar con él y su macho o algo por el estilo – dijo mirando el horizonte perdido en aquel recuerdo – como sea, papá pensó que era por no dejarme ir al campamento, pero era porque no quería oírme, yo, yo vi algunas cosas, veía como te tocaba y como agarraba la ropa de papá y le avise y Logan creyó que me invente todo eso, el estaba más perdido que cualquiera ¿sabes? – dijo nunca le contaría que encontraron droga en su casillero ni a donde lo llevo, eso moriría con él; y apoyo su cabeza en el hombro de Lex – así que cuando compre aquella villa, prendí el cigarrito aquel y me lo lleve a la boca no porque yo sea un drogadicto, fue un impulso tonto, de esas estupideces que a veces pasan y se enojo tanto que no me dejo explicarle nada y cuando llegamos a casa – tampoco le diría que lo llevaron a una finca a las afueras de la ciudad a una propiedad de Harry – no solo me pego sino que me llevo a rastras al internado del colegio con la ropa puesta, y yo le grite que lo odiaba y que me alegraría que se muriera y se murió, pero yo nunca me alegre, no pude ni verlo, ni disculparme y aquí mismo, ni siquiera quise venir a su nuevo entierro, o al entierro de… bueno de ella – indico apuntando la foto de su madre enmarcada grande como la de Logan sobre una tumba de mármol – así que ya sabes que paso con el maldito de Henry y Logan – el hundirse en esos recuerdos hizo que vuelva a llamarlo Logan y no papá, era un pendiente que tenía aún – ¿Ahora me dirás que paso? – le miro a los ojos fijamente – porque dijiste eso a Armando?
- Ya lo oíste yo le ROBE, robe dinero a Armando
- Si, es lo que dijiste, pero yo no lo puedo creer, así que porque no me explicas
- No hay nada que explicar Iván paso, yo me acerque a Armando a ver lo que – hizo una pausa para acomodar sus ideas – jugaban taba y, y… y saco su pañuelo y se cayó el dinero – suspiro bajando la mirada al suelo, mientras Iván se acomodaba para oír su historia – y lo alce y en vez de dárselo lo metí al bolsillo y papá lo vio todo, yo no sé si me estaba vigilando o fue porque si, y bueno la cosa es que me dio un susto de muerte cuando me lo quito de las manos y cuando llegue a casa pues ya te imaginaras – se agacho avergonzado haciendo una mueca con la nariz frunciéndola en señal de dolor
- Te dio unas palmadas – Iván abrazo a su hermano con mucho amor apoyando su cabeza en su hombro dejando que termine de contar su versión
- JA…Por ponerlo suave…
- ¿Y ahora que harás?
- UUfffsssss – soltó todo el aire contenido – si tuviera 10 malditos pesos en el bolsillo ahora mismo iría a devolverle a Armando, y me disculparía, aunque para ser sinceros no tengo una explicación lógica, fue un impulso tonto como tú con la marihuana, peroooo – suspiro metiendo las manos en los bolsillos para sacarlos mostrándole lo lavado que estaba sin un quinto encima – estoy más yesca que banco asaltado, y lo peor con el papá de nuevo enojado conmigo por tu culpa – agrego
- Ay Lex, yo le explicare a papá lo que paso lo prometo, yo te metí en este lio – contesto compungido, ambos estaban envueltos en un señor lio con su padre
- NOOO, tengo todavía orgullo no quiero que lo hagas, él ya tomo una decisión y ya se hizo una imagen Iván, haga lo que haga o diga lo que diga no me dará crédito y creerá que lo haces por salvarme “como siempre” – hizo unas comillas en el aire para dar a entender de que hablaba – y no quiero que te metas en más problemas que los que ya estas, recuerda que Gerardo no recupero el archivo de la contabilidad
- ¿Entonces qué harás?... ¿le contaras a mamá?
- No lo sé, quizás sea mejor desaparecer – se tiro de espaldas al césped cerrando los ojos sintiéndose de pronto nuevamente agobiado
- ¿HUIIIIIRRR? – grito Iván sin percatarse que papá los había oído
- No sería mala idea ¿no? – respondió
Y luego poso sus enormes ojos claros en los
espejos de su hermano, eso alerto a
Rubén, no oyó todo, no sabía que Lex se auto culpo de robo por el incidente de
Henry ni lo que paso en casa, pero oyó el resto, la parte de la confesión de
Iván de consumir marihuana por frustración y la pelea con su padre, ahora sabía
que paso ese último mes de vida de su hijo donde él ya no contaba con un espía,
ahora sabía porque Lex estaba en un campamento y porque Logan murió en esa
carretera a las afueras de la ciudad, su nieto estaba en un internado que era
parte del colegio y seguro estaba yendo a verlo o regresando de la visita,
ahora sabía que Lex tenía una buena intensión, disculparse de Armando y darle
una explicación, pero antes de eso, el debía darle sus razones para actuar como
lo hizo, eran muchas cosas las que se entero, su cabeza estaba por estallar con
tanta información, así que antes de analizarlas de golpe, prefirió quedarse con
lo puntual, con algunas frases en su
cabeza, frases unas alentadoras como “si tuviera lo devolvería” y algunas muy preocupantes, Iván con
drogas?... Lex huir? era mejor llevárselos a casa, allá hablarían todos
incluida Clara, temía que todas estas palabras vertidas no sean solo producto
de intimidad y de confesión, sino de intensiones que podrían ser un verdadero
dolor de cabeza, así que decidió interrumpirlos asustando a ambos muchachos que
se quedaron en el suelo sin saber qué hacer y más blancos que un papel nuevo.
- ¿HUIR? Pésima idea Alexander, porque te buscaría hasta debajo de las piedras del río carajito y te daría una buena paliza por salirte de casa sin mi permiso – dijo con voz firme pero cariñosa, jalando de ambos el brazo para que se paren – ahora arriba, mamá nos espera para almorzar, luego ustedes dos jovencitos y yo tendremos una charla larga y tendida sin secretos y aclararemos esto de una vez por todas – los abrazo y beso a ambos en la frente – haremos lo correcto juntos, no solo ustedes sino yo también, bueno? – y Lex se abrazo a su padre como a una tabla se abrazaría un naufrago y oculto la cara en el pecho de su padre sin poder aguantar de llorar, lo que hizo que Rubén adelante parte de la conversación…
- Shuuu amor, sin llorar mocosito, yo te debo una explicación, no una disculpa que no voy a disculparme por corregirte – dijo muy seriamente – porque es mi deber como padre corregir el ERROR que cometiste – eso tenía que dejar en claro – y los que tendrás – agrego a manera de advertencia a futuro – y no hablo solo de los azotes Lex, hablo de las restricciones que te di, aunque nunca te negué el habla y tú lo sabes – Lex bajo la mirada, eso era cierto, papá dejaba caer algunas palabritas en el aire dirigidas a él como pequeñas migas para ver si el pececillo picaba y se rompía el hielo, pero en vez de eso, Lex se cerró en su confusión y vergüenza y papá dejo que sea él mismo que se enrede y ver hasta dónde iba
- No te disculpas por orgulloso – agrego Iván enfadado, no le parecía justo aquello y miro a su padre con el ceño fruncido, Rubén lejos de enfadarse le agarro la nariz y le revolvió el pelo antes de dirigirlos a las cabaña adjunta diciendo
- El orgullo no es lo mismo que el honor hijo – contesto mirándolo fijamente – y eso es algo que ambos quiero que aprendan a diferenciar y les quede como una lección de vida – indico abrazándolos – y quizás como lo más importante que pueda enseñarles – y los escolto colocándolos bajo el amparo de aquellas enormes manos que se posaron sobre los hombros de sus muchachos – y quiero que esto quede claro antes de hablar con tu madre… con ella arreglaremos el resto – abrió la puerta aquella y los empujo suavemente a su interior sentándose con ellos, marcando el teléfono indicándole a Clara que estaba con los chicos en la cabaña y que se venga si deseaba con la comida porque tardarían antes de proseguir; era la primera vez que los chicos ingresaban en ese lugar – yo puedo ser muy tajante a veces Lex, hay cosas que no van conmigo y nunca irán, así de simple y alzar dinero ajeno es una de esas y no importa el motivo, pueden ser muchas las razones que me des, pero ninguna justificable por lo menos no para mí – Lex se amargo más aún, aquello era terrible para él, sabía que no tenía un motivo real, y decir a papá que fue una tontería era peor; pero papá lo abrazo con fuerza dándole a entender que no se aflija, tras eso caminaron los tres al interior de la cabaña aquella y luego de hacerlos sentar en el mismo sillón él agarro una silla y le coloco frente a ellos con el respaldo adelante se sentó apoyando los brazos cruzados sobre el respaldo para proseguir – antes de alzar dinero ajeno esta el abandonar el orgullo y pedir no importa limosna y sabes ¿por qué? – pregunto – porque ese dinero que uno coge ajeno, es un dinero dolido, sufrido, llorado e incluso maldecido – hablo pausadamente para que sus hijos lo entiendan aquello, siguiendo en su línea de pensamiento – ¿no te has puesto a pensar en los sentimientos que una persona pueda albergar al perder dinero? – pregunto – la rabia primero, el desespero, ¿el llanto quizás?; por ahí, es lo único que esa persona lleva encima – y los chicos bajaron la cabeza pensando en eso – ¿quizás sea lo único que tenga para comer o sanar o saldar una deuda? – agrego – ¿cómo crees que te sentirías tu?, si trabajando de sol a sol, pasando incomodidades, malos ratos, aguantando un sinfín de inconformidades por ganarte unos pesos porque los necesitas – dijo – …todos necesitamos dinero para una u otra cosa y todos pues hijo tenemos los centavos destinados para cubrir demandas – explico convincente – y de la nada que venga alguien ¿y te arrebate el sudor de tu frente?, maldecirías la mala hora de aquel evento y al autor, ¿verdad? y ese karma te perseguiría hijo, hasta el final de tus días – hizo una pausa para ver la reacción de sus hijos mirando que ambos lo oían atentamente pero Lex hundiéndose en su asiento de ser mas posible – algunos se esconden bajo el anonimato del público o de la justicia pero no pueden esconderse de sí mismos, de la conciencia, o estuviste tranquilo todos estos días Lex? Mmm?, no verdad?...
- No paaa…. Pero – Lex suspiro queriendo que papá le dé la oportunidad de explicarse
- ¿Pero qué hijo?, no importan los motivos, ahórrate saliva en eso, como tampoco importa la cantidad que puede ser ínfima, incluso risible pero aun así hay gente que solo cuenta con esas monedas para comprar un pan, y sea cual sea la cantidad perdida, hacer eso siempre causa tristeza ¿sí o no? – espero que respondan cualquiera de ellos, porque la charla era para los dos, y posaba sus mirada de un rostro a otro
- Si papi – al final contestaron ambos
- Bien, ven aquí Lex – lo llamo para que se acerque a él y cuando lo tuvo cerca y abrazo le dijo – sé que lo estas pasando mal chichilo – (mono chico) le limpio los ojos que se empezaron a aguar – y yo no ayude mucho con tu carga, restringirte ir al potrero y a la oficina ha sido más duro para mí que para ti, pero quiero que entiendas que hay cosas que necesitan otro tipo de trato y no solo unas nalgadas hijo – pego su frente a la de Lex con cariño – porque mejor ahora que mañana, mejor conmigo que con un ajeno, la desconfianza es siempre el resultado de un acto errado como este hijo y prefiero que lo experimentes aquí en casa con los tuyos que más temprano que tarde te perdonaran y olvidaran el incidente y siempre dirán que fue un error y no delito – siguió consolándolo porque sentía el pesar de su hijo sobre sus hombros
- Papi yooo, yo no sé porque lo hice y esta mañana pues – oculto su cara en el pecho de su padre
- No fue su culpa pa, el no quería venir, yo arruine tus archivos y él solo vino a ayudarme, llamo a Gerardo, y ni Lex ni yo tenemos dinero para pagar sus servicio por eso tomo los 200 y Gerardo al final dijo que cuando podamos se lo pagáramos… Lex no tuvo otra intensión – hablo Iván confesando lo de los archivos, Rubén suspiro, realmente cometió un error de juicio precipitado
- Eso ahora no importa yo pagare a Gerardo – dijo papá quitando a los chicos la pena que tenían – y de eso si quiero disculparme contigo Lex, ha sido un error precipitarme el juzgarte, debí haber preguntado, y lo único que tengo como defensa es que la desconfianza es siempre el pago que se tiene ante un incidente de la naturaleza que generaste – esa explicación era más que suficiente y además bastante clara – aun que bien podría decir que es por el agobio de todos los líos que tengo en la hacienda por un descuido, pero no voy a decir eso, ha sido un error de juicio… – agrego – pero quiero que esto lo tengas presente, la sensación – puntuó abriendo la mano – …imagínate que yo como padre esta mañana lo hice, ¿que pueden pensar los demás? – le pregunto para que piense – y aun cuando sea un error de juicio precipitado ese error lastima, y yo te he lastimado sin querer – admitió su error – pero es un error que pretendo enmendar ayudándote a hacer lo correcto con Armando y lo haremos juntos – prometió – daremos la cara ambos y espero que la sensación que experimentaste sea suficiente para dar la lección por terminada, ¿verdad amor? – le beso la frente
- No fue mi intención hacerme con ese billete pa, no sé qué paso, la verdad no tengo explicación – Lex volvió a aguar los ojos compungido
- Aquí la gente busca una explicación mágica cuando no tienen una razón concreta, y apuesto a que tu madre o Adela dirían que te tentó el diablo – comento papá recordando las mágicas explicaciones que Adelita tenía para algunas cosas – para mí fue un error hijito, un error que costó un poquito más caro que 10 pesos ¿verdad? – y le alzo el mentón – porque la honra hijo no tiene precio, la honra, el honor es el apellido de tu propio nombre – y los chicos se quedaron pensando en ese curioso comentario de su padre, un algo que nunca hubieran pensado por si solos – es una cualidad rara que la puedes comparar con el aceite que cuando se derrama no se quita la mancha y todo el mundo sabe que se derramo – ese era un ejemplo bastante interesante y fácil – el orgullo puede ser o no una cualidad – agrego – y casi siempre lo es y se puede manejar a voluntad como dijiste tu hace rato, “tengo mi orgullo y no quiero que expliques nada” y en otras dices “agacho la cabeza y me disculpo”, pero el honor es siempre cualidad y no se puede tener más o menos honor, se lo tiene o no se lo tiene porque es una cualidad con la que se nace y va de tu mano como tu sombra… – y Alexander e Iván captaron aquel mensaje como una esponja seca el agua – ¿Me entiendes ahora porque me enfade contigo? – pregunto papá – no es el monto, las circunstancias… la razón es el hecho de que un error como este pueda costarte él que el resto de la gente te señale con el dedo y en vez de tener honor tengas un estigma de por vida… y no solo la libertad o la vida…
Tras aquellas palabras padre e hijo se fundieron en un
abrazo, las explicaciones sobraban, papá fue más claro que el agua e Iván se
acerco a ellos para sentir también el beso de papá cuando este abrió sus brazos
para él también, Clara llego con Juanita, una niña de 13 años sobrina de Adela
que vino unos días a quedarse con ella mientras operaban a su madre, y Adela
tras terminar de cocinar se fue al hospital con comida, todos compartieron la
mesa en una extraña reunión familiar allá sintiéndose en paz, cerca de sus
seres amados ya fallecidos, Rubén cedió la palabra a Lex y así Clara se entero
de lo que ocurrió con Armando y lo que paso en la mañana, y solo dijo una cosa
que era muy cierta, ella se guardaría para más tarde el saciar la curiosidad de
sus hijos de porque Rubén era tan moralmente correcto y quisquilloso con el
dinero…
- No me gusta que me hagas a un lado Rubén, hubiese sido más feliz si desde un inicio compartías conmigo este problema, pero no puedo cambiarte a estas alturas del partido, porque estas viejo ya, “mi viejo” – se acerco por detrás y lo beso con ternura delante de sus hijos, acariciando las sienes canosas ya – y árbol que nace torcido, no se endereza jamás… pero… por lo menos me haces partícipe de buscar la solución y esto es lo que haremos – poso sus oscuros ojos en los claros de su nieto, mientras sus brazos volaban sobre los hombros de Lex para abrazarlo igual – iremos hoy mismo a buscar a Armando, y los tres, no… los cuatro nos disculparemos con él, siendo el portador de esa disculpa tu, mi amor – le dio dos billetes de 10 pesos – esto es para que le devuelvas lo que alzaste, y eso para compensar tu atraso – le sonrío – pero tu tarea hijito, es un poco difícil, tienes que convencerlo de que no fue tu intención, solo eso
Sobre las 4 de la tarde un nervioso Lex tocaba la
puerta de la casa de Armando, una quinta rustica pero muy acogedora, se
sentaron todos bajo la sombra de un enorme cupesí, Armando estaba también un
poco nervioso, sabía cuál era la razón de la visita así que Rubén le armo el
camino a su hijo…
- Armando, se que estas esperando una explicación por lo sucedido esta mañana en mi oficina, y hemos venido aquí todos a pedirte una disculpa por un accidente que ocurrió el viernes en la tarde – dijo papá poniendo las manos sobre los hombros de Lex – y aquí está mi hijo: Alexander, quien es quien debe darte las explicaciones del caso – y empujo suavemente al mencionado – apelo a tu sentido de justicia y porque nos conocemos quiero que tengas la total confianza en hacernos saber los sentimientos que te provoca esto, y sobre todo que te veas en la libertad de pedir lo que tu desees para resarcir los actos de mi hijo – Armando se quedo mirando a Rubén pensando en el tremendo personaje que tenía delante suyo, con aquel sentido de honor arraigado peor que las raíces de un gomero – debo pero comunicarte que yo como padre he tomado el asunto en mis manos el mismo día y puedo asegurarte que Alexander aprendió muy bien la lección – y Lex se tiño de todos los colores – sin embargo eres tu quien decide si tiene una sanción futura, y esto con el afán de compensarte y de limpiar la imagen que puedas haberte hecho de mi hijo
Tras aquellas palabras Armando prefirió llevarse a Lex
a lomo de potro a la banda del rio que daba hacia su propiedad ahí, en ese
lugar tranquilo Lex muy compungido y avergonzado le contó a su interlocutor lo
que paso, puntualizando que no fue su intención quedarse con aquellos 10 pesos
que para sorpresa suya, su padre le dio en un sobre cerrado, Armando se sentó a
su lado sin interrumpir el relato del crio aquel que le contaba sin pelos en la
lengua el calvario privado de aquellos 4 días que sucedieron fijándose en la
mirada turbia del muchacho, aquellos ojos claros ya no reían, de una u otra
forma, esto no solo le robo la risa de la boca, sino el brillo de los ojos, lo
obligo a madurar de golpe y sintió pena por la pérdida de aquel pedacito de
inocencia, porque no importa la edad que uno tenga, mientras no se robe nada se
es inocente ante los ojos de Dios y de los hombres, y ahora Lex estaba ahí, con
aquello arrebatado, podría volver a reír, pero la carcajada diáfana ya había
volado…… cuando el muchacho se quedo envuelto en un incomodo silencio y tras
meditar sus propias palabras y su conciencia Armando decidió romper con la incertidumbre
del muchacho cuando este agrego.
- No puedo darte una explicación o razón de porque no te di ese mismo rato el dinero, no sé que me paso, no tengo una explicación lógica, así que lo único que puedo hacer es darte este billete que era tuyo y mis disculpas sinceras, y mi voluntad de hacer lo que tú quieras de mí, porque no tengo como volver el tiempo atrás y evitar esta incomodidad – Armando lo miro largo rato y le sonrió por fin, y puso sus manos sobre los hombros
- ¿Sabes una cosa Lex? Todo esto es muy curioso, yo no me di cuenta que perdí ese dinero hasta hoy que lo mencionaste, y no voy a aceptarlo de vuelta, pero no porque este ofendido, sino porque creo que esto debe devolverte a ti la risa que te robo la vida… y espero lograrlo Lex, te voy a contar la historia de este billete que para mí, esta ya no de maldito – hablo como todo gentío de pueblo, con la magia metida en los detalles que no se entienden, la explicación que el vulgo le da a aquellos eventos que salen de su lógica o de su capacidad de entender pero sin ser del todo necias o demasiado complicadas – ese dinero no fue robado por ti, tu ya lo pillaste así con esa yetería, ese dinero le robe yo a mi novia, a Adela – sonrió ante la incredulidad dibujada en la cara de Lex – técnicamente también es un auto robo, ambos tenemos una cuenta común y depositamos 10 pesos diarios sagradamente – le confesó su día a día con Adela sentándose cómodamente – ella sabia cuanto había, y yo saque ese dinero para hacer mal uso de él, lo iba a apostar aun cuando juré no volver al juego – dijo pensando en la ironía de aquella situación – ¿y eso sabes? me costó una pelea terrible con ella tanto que me mando a rodar y me dijo, que Dios oiría sus plegarias – e inconscientemente miro al cielo en señal de respeto – que si yo fui el que saco ese dinero se me perdería antes de apostarlo para no caer en la tentación del juego pero la tentación estuvo siempre rondando a ese billete Lex – y miro fijamente a Lex agregando – tu viste caer ese dinero que yo olvide en el bolsillo y que incluso creí que Adela se dio modos para quitármelo de encima – y tras una pausa indico sonriendo – tú me dices que no tenias intención y yo te creo changuito, te creo sinceramente, porque no soy ciego, veo tu vergüenza como vi tu desespero esta mañana, la cara de tu padre enfadada y sufrida – eso no se olvidaría nunca – tu viejo tiene un alto sentido de la moral que a veces da mucho miedo – le comento con un teatral escalofrió – y ahora entiendo porque no venias al potrero estos días, porque te has quemado por este miserable billete que a mi aparte de la riña con mi novia, perderme el juego que a propósito no fue Dios sino tu que me salvo de jugar, a mí, no me quitó ni me quita el sueño como supongo te lo ha quitao a ti – indico tocándole la nariz a Lex con cariño – te has comio el coco y eso a leguas se nota – y le toco la cabeza – estos tontos 10 pesitos que no me hacen ni rico ni pobre te han hecho miserable con todas las de la ley – y Lex bajo la vista – sobre todo de la ley de don Rubencito Hansen ¿verdad? – y elevo una ceja – pero estoy seguro que también tuvo su cuota de bien, solo que tu aun no la has saboreado todavía – y lo sacudió cariñosamente del hombro – y conociendo a tu tata como lo conozco yo, estoy más que seguro que te dio una lección dura pero necesaria, no por la huasca sino por sus reflexiones que a mi tanto me gusta escuchar y que seguringo mañana cuando vos seas padre, les enseñaras lo mismo a tus velatacusis – y abrazo al muchacho – por eso creo que esos diez pesos no me los robaste, lo encontraste para mala suerte tuya pero buena mía, y creo que deben ahora devolverte la risa… es lo justo – agrego despeinándolo con cariño – no te quitara la paliza del trasero, ni la raspa de tu padre, pero puede endulzar tu boca con un enorme helado, o unas galletas, pero si quieres algo más espiritual, puedes dejarlo en la capillita pa los huérfanos y así saldamos cuentas – Lex suspiro hondamente diciendo
- No puedo aceptarlo, no después de lo que paso, me da vergüenza – Armando le levanto el mentón y le miro a los ojos como papa, posando los suyos risueños a los apagados y serios de aquel muchacho
- La vergüenza tendría que ser mía no tuya – sonrió Armando muy sinceramente – yo lo robe primero, jjjjj, y aun no confesé mi pecado ni me disculpe por ello con Adela, ni me voy a llevar una huazca – pensó – en cambio tu, no solo lo hiciste, sino que purgaste tu deuda estos días y estas aquí frente a mi haciendo lo mismo – y palmeo su hombro en signo de simpatía, esperando que el muchacho diga algo pero ante su silencio agrego – ¡ARRIBA! ese ánimo Alexander Hansen, digno hijo de tu padre, yo no estoy enojado y tampoco voy a juzgarte ni criticarte, menos señalarte porque eso sería como decir, “el burro hablando de orejas”…
- Pero nada podrá ser como antes – declaro Lex muy consciente de lo que sucedió en la oficina, de lo que su padre le dijo, de la desconfianza
- Claro que no será como antes – no desmintió las palabras de Alexander – nada lo es …pero eso no significa que todo sea para mal, será mucho mejor Lex porque tuviste las pelotas lo suficientemente grandes como pa´ decirme a la cara que me robaste, que me pagarías y que sería la última vez, y yo te creo – dijo solemnemente – y espero que sigamos con la misma camaradería de siempre trabajando hombro a hombro en la hacienda de tu padre, que vamos Lex, si tú te alejas de mi, creeré que no fuiste sincero en tus disculpas, entonces sí dudare de tu honor – y Lex se puso a llorar
- OH VAMOS HOMBRE…
Armando le dio un abrazo y un doloroso apretón de
manos a Lex, aceptando así su disculpa y sellando su amistad, Lex había oído
aquello atentamente pensando en las vueltas tontas que da la vida, quedándose
con la única verdad aplastante, papá le dio la lección más dura de su vida,
pero no por los azotes o el silencio, sino porque experimento en propia piel la
vergüenza, la tristeza y el remordimiento del que fue salvado por su padre como
en sus sueños, la mano de papá sacándolo del pozo que no era otra cosa que su
conciencia…… el resto paso a ser una nebulosa confusa donde se enredaron
verdades supersticiosas o reales que fueron como papá dijo… no importaban las
razones, los motivos, el monto sino el resultado, y el resultado siempre será
el mismo, el peligro de ensuciarte la frente y derramar tu honor al suelo hasta
quizás perderlo…
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