Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 27 de Abril del 2016
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Capítulo 98
La noche es más negra,
una hora antes de
despuntar el día
Autora: Marambra
Sus pequeños hombros se movían
convulsos en el cuerpecillo aquel que agobiado estaba tendido de largo a largo
sobre la cama.
- Nifs, nifs, nis, ags, agas, nig uf, uf, uf, auu, uuu nifs, nifs
Su
cabeza húmeda de sudor apoyada sobre la almohada, descansaba su mejilla derecha
mirando la pared sobre los dedos de su diestra, mientras el dorso de su mano
sentía como las lágrimas de sus ojos aun descendían lateralmente formando una
pequeña laguna de agua salada en el ángulo interno de su ojo izquierdo que
miraba borrosamente la pared antes de precipitarse totalmente por su ladeado
rostro, su otra mano frotaba suavemente el trasero descubierto, estaba tumbado
casi boca abajo con la pierna derecha flexionada y la izquierda estirada, el
tirado a un lado mientras el minúsculo slip rojo estaba enredado en sus
rodillas estirándose el máximo poniendo a prueba la elasticidad de su pretina y
el tejido en conjunto, su mano izquierda decidió por si sola volar a sus nalgas
para sobárselas con cuidado, aun dolía mucho, papá acababa de darla una tunda…
estaba realmente triste. La puerta trono en el marco de aquella habitación,
Rubén mordía las mandíbulas, el dolor de cabeza lo estaba matando y aun tenía
que lidiar de nuevo con el otro pequeño revoltoso; sus pasos firmes resonaban
en el pasillo aquel cuyos pies los críos andarán sigilosos la noche previa, de
pronto se oyó una puerta más abrirse y un gemido fuerte.
- Papito por favor, AGS, AGS, NIF, NIFSS POR FAAAVOOORRR
- Date vuelta
- Por favorrr
- Date vuelta…. Zas
- AUUUU PAPAAAAAA por faaaavooooor
- Nooo, paaaapii, no lo hagas, no lo hagaaas, es mi culpaaaa
- TU… A TU HABITACIÓN – y se quedo parado tras la puerta que acababa de cerrase en sus narices
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Una
risa profunda y diáfana reventó en la claridad de aquella noche tras tocar unos
juveniles pies la tierra suave cuando acabo de saltar, no le importo quien lo
oiga ni desde donde, estaba en el patio, sus ojos se cerraron una fracción de
segundos para devorar esa vorágine de sensaciones humanas, animales,
clandestinas, legales, únicas o miles que bullían en su ser, de pronto fue uno
con el canto de los grillos en aquellos rincones tibios debajo de la hierba, y
salto kilómetros en las charcas en las ancas de las ranas, agudizo el oído como
un murciélago que atrapa en el aire un insecto y revoloteo en las negras alas
de esos mismos bichos, aspiro profundamente y el exquisito olor a tierra, a
noche, a humedad, a campo recién segado, a flor recién abierta, a horno que va
quedándose sin calor flotando solo la ceniza y el aroma perfumado de la comida
antes servida, todas esas dulces sensaciones lo inundaron, exhalo el aire de a
poco como no queriendo desprenderse de aquel olor profundo de sus raíces, a
todo eso olía su casa, a todo eso olía su hogar, amaba mucho aquel sitio, abrió
los ojos y cogió tierra en sus manos para olerla, parecía un galgo olfateando
todo buscando la intimidad del familiar aroma.
Iván
se lo quedo mirando largo rato, Lex estaba en éxtasis total, estaba como loco, un halo invisible de
alegría nata, cristalina lo contenía; por él y se sacaba la ropa para corretear
desnudo bajo la luz blanca de aquella inmensa luna que los mirada desde el
cielo silenciosa y caprichosa, dueña de la dicha de aquel mozuelo que no paraba
de sonreír a todos, abrió sus brazos en cruz y dio vueltas sobre su eje con
lento paso, como midiendo sus pisadas cerrando los ojos y levantando la cara
para abrir luego sus párpados y deleitarse con la luz aquella que titilaba en
el firmamento… la luna parecía posada sobre él, como un reflector privado.
- Viste antes cosa igual Iván?... si no es una hermosura? La hacienda de noche es un cuento de terror..guaaa – no podía dejar de deleitarse con el color azulado verdoso y oscuro que tomo la propiedad bajo la luz de la luna, y claro empezaron sus payasadas
- Y de duendes y guajojós, y cara e´ mulas, y carretones del infierno arreados por yuntas de fuego – sonó de pronto de un rincón la voz tibia y serena de Illien que cargaba en el hombro un par de escopetas
- AYYY, Illien, me diste un susto – Iván se agarro el pecho de puro instinto como si se le fuera a salir el corazón de entre sus costillas
- ¿Listos? – pregunto Illien a los gemelos sin dar mayor importancia al comentario de Iván
- Si, vamos – contesto firme y claro Lex jalando del brazo a un Iván que albergaba la duda de si era o no buena idea haber siquiera abierto los ojos a mitad de esta particular noche – espera – se recogió sobre sus pasos y descolgó un bolso secretamente guardado desde la tarde previa, era la cámara fotográfica de Iván, él quería tener impresas las imágenes de todo aquello que sus ojos vean – toma enano, tú serás el fotógrafo profesional, anda, toma fotos a la luna y a esa palmera
- Peroooo
- No Lex, no arruines el rollo, allá donde vayamos nos hará falta, ya cuando regresen podrás rellenar con otras cosas y si todo sale bien, mañana en la noche nos volveremos a ver
Y
dicho y hecho, se encaminaron bajo las sombras de la casa oyendo un sinfín de
ruidos y oliendo olores antes no tomados en cuenta, entre carcajadas,
preguntas, señas, gestos y demás llegaron sin darse casi cuenta hasta una
esquina del potrero, allá estaba el par de caballos oscuros cuyo pelaje cuidado
en la tarde brillaba bajo el leve manto de la luz blanca que parecía envolverlo
todo, montaron sobre las ancas, el potro de Illien estaba ahí mismo, rojo
cobrizo con pezuñas blancas como guantes, de ahí el mote de el Galán, los
animales los reconocieron y tras lamer las manos con azúcar se dejaron montar.
- Tomá, pa´ti y pa´ti – Illien les entrego a cada uno un pequeño cola e´peji (simbadito de una sola cola) con una muñequera
- ¿Y esto? – miro Iván el objeto extrañado
- Es para que cuando volvamos le des al papá pa´que te dé con eso en el trasero por salir a mitad de la noche y así pagas tu penitencia, que traes una cara de amargura total – le dijo sarcásticamente Lex a su par, aquello fue como un oráculo – si vienes de funebrero mejor venias de negro – es que Iván en todo el camino vino penando si su padre se llegara a enterar
- ¿Illien? – pregunto Iván aturdido
- Jjajajajja, ¡ay! Iván quita esa cara de susto
- ¿Es queee?
- Es que nada tonto – le contesto mientras volvía montar sobre su grupa – ¿con que piensas arrear al caballo? – le pregunto pensando en que de verdad la ignorancia de los niños de ciudad a veces lo mataban – si serás!, no le vas a decir camina a la izquierda dobla a la derecha, corre?, se azota un poco para que aumente el trote… eso tiene no ir al potrero a montar, culito de ciudad
- Es que no me percate del detalle, yo solo apretó los estribos un poco o le doy con mi mano, no uso esas cosas no me gusta – pensaba en el dolor
- Jajajajaj jaaja, ya Iván pero ahora es tuyo, úsalo, puede servir para hartas cosas, y cuando seas papá seguro le das mejor uso, jjaajaa – le respondió Illien riendo, Iván miro el chicotito e hizo una mueca él nunca azotaría a sus hijos con eso… o SI?
Al
final Iván hizo lo que Lex se lo coloco en su muñeca y emprendieron camino, el suave trote en medio de ese
titánico silencio hacia que incluso el corazón vaya al mismo ritmo del trote de
aquellos caballos hasta llegar a la playa, pararon de golpe ante la
majestuosidad del panorama, incluso los animales parecían haber dejado de
respirar… el fondo diáfano bañado de sombras que se mecían daban fe que el
viento jugaba con las frondas esas del otro lado de la banda, era un juego de
tinieblas con distintos tonos de azul oscuro, negro, gris y verde que parecían
tener vida propia y no tratarse de vegetación simplemente sino de seres mágicos
como en los cuentos de antaño y contrastaban con la blancura inmaculada de la
arena que se extendía como una manta enorme y larga besando el murmullo de las
aguas que parecía que tuvieran diminutas estrellas en su espuma; Lex no pudo
contener el grito de alegría que parecía desdoblarlo, superarlo, su voz sonó
feliz, feliz, inmensamente feliz como hacía mucho tiempo no se sentía
- WAAAUUU, SOY LIBRE, AAAA, SOY YOOOO, DIOOSSS, PAPIIII ME VEEES? – pregunto a la nada con los brazos abiertos sobre el caballo mirando el cielo, cargado de todo… de lo inexplicable
Era
la sensación de libertad total sin condiciones la que le daba la mano y le
producía cosquillas, de pronto su piel ardía de deseo y sin poder aguantar el
loco impulso se quito la ropa a medio galope sujetando la polera en una mano y
la otra sujeta fuertemente en uno de los arreos de su potro, se paró de golpe
es los estribos blandiendo la ropa como si fuera un lazo y corrió de ida y
vuelta, Iván e Illien lo miraron
fascinado, la imagen era única, contagiosa, el pelo revuelto, la piel desnuda
blanca y fina bañada de luz pálida, el potro negro parecía ser uno en la
cintura del muchacho, un relincho a mitad de lo todo y de la nada e Iván
desmonto su grupa e inmortalizo el momento… acababa de capturar en un flash a
Lex indómito, el que siempre supo
había debajo de su piel, vamos no necesitaba que nadie le diga lo que había que
hacer, desde que su padre, Rubén lo sujetara en sus riendas la primera vez que
lo llevo a pelo de potro sobre la hacienda para que conozca su legado cuando
llegaron, Lex tuvo fascinación y debilidad por todo lo que implicaba lo
salvaje, lo natural, lo nativo, lo mágico… y ahora estaba allá como un duende
que baila al pie de un árbol tras robarse de un niño la risa, Iván se soltó al
fin y su ojo clínico empezó a ver aquellas dantescas sombras iníciales en
infinidad de formas suaves, dejo de ver el todo para ver lo puntual, lo
artístico, el sueño se le desvaneció y disfruto del momento, hizo varias tomas
a su hermano y a Illien, y se tomo también a sí mismo.
Al
final se tiraron en la arena pegaron sus cabezas en un extraño trío, cada cual
apuntando los pies a diferentes direcciones y empezaron a contar estrellas, las
mismas que parecían podían ser cogidas con las manos y a contarse cuentos, pero
nada de lo bucólico dura eterno y calmo, los animales empezaron a inquietarse y
el potro de Illien se soltó las amarras de tanto relinchar y sin saber de donde
apareció Facundo y se abalanzo sobre Illien, forcejeando y se lo llevo a
rastras monte adentro, los chicos tras perder momentáneamente el sentido de lo
real y sumirse en el miedo reaccionaron, en realidad Iván fue él que hizo
acopio de serenidad y el que cogió la escopeta de Illien y pego un tiro al aire
que hizo que Facundo desista.
- SÚELTALO, SÚELTALO, O TE PEGO UN TIRO DESGRACIADO
- Yaaa, ¿tu y cuantos más? – la aguardentosa voz rasgo la noche
Y
la bala bailo en sus pies y el hombre soltó a Illien que aprovecho para
morderle el brazo y darle una patada en las ingles y emprendieron carrera sin
saber a dónde dejando a Lex en el otro extremo totalmente asustado, el tipo
saco un machete filoso tras recuperarse y estaba a punto de emprender a
machetazos a los muchachos, estaba
ebrio, y no se daba cuenta de que estaba ocurriendo, Illien cogió el cola
e´peji y le dio ramalazo en la cara abriendo una brecha en la sien e Iván
agarro la escopeta al revés y con la culata le dio un golpe en la cabeza
desmayándolo, en un mal movimiento cayo el arma y se disparo en el aire,
haciendo que Iván grite del susto, Lex oyó aquello y ciego de furor y temor,
creyendo que el tipo aquel hizo algo a su gemelo, corrió descalzo y mojado de
haber entrado minutos antes a nadar sobre la playa como mejor podía y le daba
la arena libertad, estaba ido, loco, zafado en sí cargando en las manos la
escopeta de Lorenzo y no se dio cuenta que de frente venían Illien y su hermano
montando en el potro del primero que lograron calmar tras la pelea y el
alboroto y ciego en su nerviosismo apunto a Illien y le pego un tiro, el
caballo despotricó en si tirando a ambos muchachos al aire, Iván al ver lo que
su hermano estaba por hacer agacho a Illien y trato de zafarse, saltar antes de
que el caballo los tire y lo logro lastimándose la mano, pero Illien no tuvo
tanta suerte la bala rozo la pierna y al caer se golpeo la cabeza perdiendo el
conocimiento, al darse cuenta de eso Lex empezó a temblar soltando el arma
gritando.
- LO MATEEEEE, LOOO MATEEE – y el instinto hizo que se limpie las manos en el cuerpo
- CALMA, CALMA… NO ESTA MUERTO, NO ESTA MUERTO – Iván quiso agarrarlo…
Ni
el mismo sabía que aquello era cierto, soltó la frase para calmar a Lex quien
sin creerle pego carrera a donde el diablo
lleve sus pies, Iván partido entre Illien y Alexander, cerró los ojos y
tras respirar hondamente empezó a buscar los pulsos de su amigo pero en su nerviosismo
y su tacto tembloroso confundió el pulso de Illien con el suyo y el alma se le
helo entera, y su cabeza empezó a procesar el miedo, Illien estaba muerto la palidez le pinto la cara y un sudor
frio le corrió la espalda, empezó a sacudir a Illien y el teléfono del muchacho
cayo del pantalón, Iván miró el objeto inanimado sin saber qué hacer, estaba en
un estado de shock emocional, cerro sus ojos y apoyo su frente al suelo
golpeando la arena hasta que al abrir los ojos se dio cuenta que estaba
amaneciendo, era hora de decir la verdad… contesta, contesta, por favor Diosito que
conteste papá, que no haya apagado el teléfono por favor, murmuraba
llorando y temblando y cuando la voz rasposa de su padre se puso en línea a las
5 de la madrugada, cuando el sol empezaba a bañar el paisaje solo atino a
murmurar
- Papaaa…….. mate a Illien
Y
el llanto siguió a la confesión aquella, el resto del relato apenas fue
entendido, solo se oía el dolor desgarrar la voz de su hijo formando gemidos y
balbuceos ininteligibles, el corazón de Rubén se hizo un puñete, no sabía cuál
de su hijos le hablaba, de pronto el sueño lo había desenvuelto, la voz de su
hijo angustiosa filtrándose por sus oídos, termino siendo un golpe de combo en
la nuca, un horrible dolor de cabeza empezó a apuñalar sus sesos y sintió un
goteo familiar en la nariz, estaba saliendo sangre, su presión acababa de
subir, se limpio con el dorso de la mano y solo atino a decir para calmar al
muchacho mientras sentía su pecho galopar “Calma hijo, donde estás?”
Lo
que siguió a aquello fue solo una nebulosa, Rubén, Clara, Arturo y los hermanos
de Illien emprendieron carrera buscando a Lex, el muchacho se perdió sin rastro
alguno no había por ningún lugar, Illien fue llevado al hospital, la bala había
rasgado un musculo, para cuando todos llegaron a su lado el muchacho había recuperado la consciencia
tras una angustiosa hora que Iván se tiro a su lado llorando, tenía lagunas
mentales, no recordaba absolutamente nada de lo que sucedió, solo que se cito
con Lex e Iván para montar en la playa y bañarse en el rio de noche, un deseo
que Lex guardaba y confeso en alguna ocasión a Illien, no recordaba que hacía
con las escopetas de sus hermanos allá, pero aquel detalle fue aclarado después
por Iván, una fractura expuesta de antebrazo, una conmoción cerebral media, y
una herida por bala perdida fue el saldo de aquella inigualable aventura.
La
búsqueda de Lex duro hasta casi las 10 de la mañana, 6 horas perdido… Rubén y
Clara estaban que se arrancaban los pelos de la desesperación, todo el mundo
creyó que se tiro al agua o que se resbalo y se lo llevo la corriente, o le
paso algo, buscaron de palmo a palmo la banda del rio y el frente y no había ni
rastro, la mandíbula de Rubén temblaba del miedo, entre sueños había oído los
disparos, sobre todo el último y abrió los ojos pensando en sus hijos pero el
sueño lo venció, se recriminaba no haberse levantado a verlos, Iván estaba
peor, se quedo en la playa de espaldas a todos con la piel roja del sol mirando
la nada como si quisiera materializar a su hermano del agua o de la arena, en
un momento dado se paro y empezó a gritar corriendo al agua decidido a tirarse
de cabeza
Alexaaaaann__deeeerrr,
no meeee deeeejes, no me dejes, Leeeex
Rubén
corrió a su lado adivinando la intención del muchacho y lo cogió en el aire
pegando su cara a su pecho para que se calme, le había robado las palabras de
su boca, y no solo eso, sino el impulso de tirarse al rio y sacar de debajo de
las piedras a su hijo, pero ver el impulso y el deseo hecho realidad en otro
era agobiante, abrazo al niño y empezó a acunarlo meciéndolo suavecito,
suavecito
- Shuuu, shuu calma Iván – papá lo apretó contra suyo porque Iván estaba temblando – vamos a encontrar a tu hermano – prometió como siempre, solo papá podia hacer esas promesas irrompibles – no le paso nada, solo está asustado, quizás incluso ya regreso a casa
Y
sus propias palabras calaron su cerebro, quizás esta en la hacienda, el grupo
que buscaba al muchacho, entre ellos los hermanos de Illien, se dividieron para
buscarlo dentro y fuera de la hacienda antes de tomar la decisión de llamar a
la policía o a los bomberos, Rubén mando a Iván con Clara a casa, el chico
tenía que dormir, y así se hizo, su madre se lo llevo a su alcoba y lo arropo
consigo instándolo a dormir hasta lograrlo por fin, no quería moverse de su
lado contemplando las suaves formas adolescentes que esbozaban el tipo de
hombre que seria a futuro, allá dormido en su lecho como cuando niño, besando
su cabeza y sus ojos cuando Iván suspiraba o gemía de dormido y recordó sin
querer a su hijo.
Rubén
seguía buscando por todos lados a Lex hasta que lo encontró dormido justo
cuando las esperanzas empezaban a diluirse, allá estaba él con los ojos
hinchadísimos de haber llorado en el establo sobre un montón de pienso y paja,
la sensación vivida supero con creces todo para papá, la imagen impresa en su
cerebro no se olvidaría ni después de muerto, acurrucado sobre una manta vieja
y llena de tierra estaba Lex con el cuerpo tibio y sucio, lleno de arena y
pequeños rasguños por todos lados de correr sin sentido con solo las bermudas,
y el tórax desnudo que mostraba claramente como su respiración inflaba sus
pulmones acompasado y lento de la calma que ahora lo sostenía y no como horas
antes, loco en su haber y casi zombi después del shock.
Rubén
se acerco a su hijo y sin saber cómo o de donde saco fuerzas lo alzo del piso
aquel para acurrucarlo en su regazo mientras le besaba la frente desesperado,
despertando al muchacho que asustado quiso soltarse de su padre hasta que se
percato que Rubén estaba llorando, lloraba de haber encontrado a su hijo, y no
solo encontrarlo sino que estaba vivo… habían sido tantas emociones juntas,
pensó Rubén murmurando para si y ni
siquiera termino el día…
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