Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 25 de Abril de 2016.
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Capítulo 74
Pacto de caballeros
Autora: Marambra
- NOOOO, NOO ME DEJES, NOOOO MEEE DEEE JEESSS
La mortecina luz se prendió y se acerco alguien a su lado, el cuerpo le temblaba y el sudor
lo cubría, gemía suavecito en un inicio para dar luego rienda suelta al
verdadero llanto pero no podía abrir sus ojos, estaba profundamente dormido y
se había parado y caminado unos pasos sin darse cuenta, Adela se acerco por
detrás y con suaves palabras lo llevo a la cama y tumbo para que continúe
durmiendo, eran las dos de la madrugada.
- Calma palomitay, calma ¿si? Shuuuu, todo está bien
Pero
nada estaba bien, todo estaba revuelto; Iván había tenido un raro episodio de
terror nocturno, Miguel lo había encontrado deambulando sin sentido por la
hacienda mojado, se había metido a las caballerizas y entre querer esconderse o
huir, tropezó y se metió a los bebederos de agua, cuando lo vio, se abrazo a él
y se confesó culpable.
- He sido yo, he sido yoooo, yo Miguel yo, yo mate a papa de nuevo, Lex tiene razón, SOY UN ASESINO, UN CRIMINAL – se miraba las manos como si estuvieran sucias y lo estaban, acababa de darle una pedrada a papa
- Shuuu vamos ¿si?
- Nooo, tengo miedo, no quiero ir a la cárcel – lloraba sin gritar, sin moverse, Miguel estaba enfadado, había visto lo que Iván hizo porque él estaba viniendo a entregarle unos documentos a Rubén y oyó parte del escándalo en el patio y había sido él quien llamo a la ambulancia, aquel mocoso era iél colmo!
- No iras a la cárcel Iván, Rubén está bien, pero no gracias a ti, ¿ahora muévete si?, te llevare a casa, tenés muchas cosas que explicar, pero no a mí y lo sabes ¿verdá? – lo sacudió un poco para que se calme y sin querer empezó a retearlo sin decirle que había visto la pedrada, estaba conteniéndose de bajarle los pantalones y darle una buena cuera hasta arrancarle la piel del poto, pero… no era su hijo, su nieto o su pupilo, era el hijo de su mejor amigo – no sé lo que hiciste hijo – dijo Miguel afectado – no tengo la menor idea, pero mortificás a tu padre que da contento – le reprocho e Iván se sintió mucho mas avergonzado – si de mí dependiera chango y porra… te hago MARCAR EL PASO a cimbronazo limpio y a ver de a como nos toca – anuncio para susto de Iván – voz y tú tojo se mandan cada cagada y les vale verga su tata ¿no?, ni respeto por su edad o por lo que hace por ustedes, PAR DE MAMONES – protestaba para Lex también apretando el paso para llegar a la hacienda – el pobre hombre jodido con semejante mierda de día, lleno de reuniones y demás, cosas que arruinaron Lex y tu para luego tener que estar armando semejante escándalo y ser la comidilla de toda la maldita hacienda, haciéndolo ver como un pelele que anda tras los pasos de un par de cojuditos hechos los culos con talco, malcriados, desobedientes, engreídos y pobres de espíritu... irogándoles! – e Ivan se puso rojo de vergüenza, no le gustaba oír la imagen que tenían de s hermano y de él – y que los muy tarados se creen un florero lleno de margaritas, a la MIERDA CON ESO IVÁN – elevo la voz – FRÉNENLA DE UNA VEZ, que es horrible ver a tu padre en ese estado, y ahora, ahora está en el hospital una vez más por una de tus JODIDAS CAGADAS, para variar – y lo miro frunciendo el ceño muy enojado – NO SE QUE MIERDA LES PASA A AMBOS…. a ti y tu hermano, que no pueden estarse quietos, pero te voy advirtiendo PELADINGO – y elevo un dedo apuntándolo, y mirándolo feo – y aunque luego tu padre me eche de la hacienda luego, luego – dijo relamiendo los labios para humedecerlos un poco, que hablar tanto le dio sed – la próxima CAGADA QUE TE MANDES que te mandes CON TU TATA – dijo y explico al mismo tiempo – porque yo admiro y respeto mucho a ese viejo que me ha sacado de las mil y una calamidades en mi juventud, no va importarme eso, la próxima que tú y tojo (gemelo) hagan una cagada más te JURO POR EL ALMA BENDITA DE MI ABUELA que te voy a bajar los pañales que llevas pero no para darte una huazca que buena falta te hace, sino pá ponerte una calilla y ver si así te quitás los bichos del poto que tanto te pican y jorobas a medio mundo a tan altas horas de la noche
Miguel
lo había sujetado de los hombros y le hablo firme y claro, Iván se asusto mucho
de la reacción de Miguel, ése señor era muy amigo de su abuelo, tenían una
relación increíblemente estrecha, en la hacienda en horas de trabajo, Miguel
nunca llamo por su nombre a Rubén por respeto y para que la peonada no se ande
con sandeces, pero fuera era como un hermano, luego de eso caminaron a la casa en completo silencio,
Iván clavo los ojos al piso en todo el proceso avergonzado Miguel acababa de
gritarle cuatro verdades muy duras a la cara, pero también estaba intrigado,
quería saber que era una calilla, pero algo le decía que era mejor no
preguntar, aunque para ser sinceros tampoco era muy necesario, ya se enteraría
de aquello en su momento pero de las manos de mamá.
Y
lo llevo a la casa principal y en un franco estado de congoja Iván se fue a bañar y cambiar;
Miguel y Adela lo acostaron para
dormir; no era que fuera un bebé, Miguel quería cerciorarse que no se mandaría
a mudar en el menor descuido, pero no era su intención, quería arreglar las
cosas con papá, aun cuando le dolía la panza de imaginar, que su padre lo
vuelva a azotar, pero lo tenía bien merecido se repetía, arrepentido de todo;
Clara no había regresado aún y Lex no quiso volver sin su madre, por fin la
fachada de la hacienda se ilumino y la movilidad ingreso junto a papá.
Rubén
había sufrido un terrible estado de ansiedad que manifestó síntomas similares a
un pre infarto, además tenía un hematoma superficial que terminaron de drenar,
producto de la pedrada, abriendo más la piel y luego haciendo puntos en la
frente; pero pese a la insistencia de los médicos no quiso quedarse más de lo
necesario, sobre todo cuando Miguel le comunico que Iván estaba en casa y que
lo acostó por eso dejo el hospital
solicitando su alta, porque en casa
estaba su hijo, y él, él lo necesitaba, los 3 subieron a paso lento, a paso de
papá, y cuando por fin estuvieron todos arriba Rubén insto a su hijo, a Lex a
dormir.
- A la cama a dormir ¿si?, no son horas para que andes caminando mi pequeño cimarrón – agarro a Lex del cuello como siempre y lo empujo suavecito a su habitación
- El ira solo, tienes que dormir; ve a la cama Lex, no molestes a papá, tiene que descansar, sabes lo que dijo el médico, no hacerle renegar… – agrego Clara muy preocupada por su marido, ninguno de los dos quiso decirle nada, ella ignoraba lo que había sucedido, había salido todo el día, estaba en el aeropuerto esperando lo que con ansias querían que Rubén y ella llegara, los restos mortales de María, la madre de la niños
La
abuela materna había llamado desde Londres, y les había comunicado que el
abuelo materno, había fallecido hacia ya nueve días tras una larga enfermedad y
que como última voluntad, había pedido que los restos de su hija María sean
desenterrados para poderle dar sepultura en Warnes junto a Logán, ellos sabían
que él había fallecido algo así como 4 a 5 meses ya, y que los niños estaban en
casa de los abuelos paternos, había llorado mucho y se había arrepentido de
nunca ir a verlos ni dejar que ella, conozca a los niños; se arrepintió en el
alma de no querer nada con ellos y de odiar a Logan, que esperaba que lo
perdonen algún día y que ya que no podía hacer nada por ellos, esperaba que
Clara y Rubén si puedan hacer algo por su hija, por María… que imaginaban que
si en vida no pudieron estar juntos, que ahora ambos fallecidos descansen en paz…
también había mencionado tímidamente que mandaba un video de su marido con sus
últimas palabras, que al parecer estaban destinadas a los niños pero que
dependería de Rubén si se los mostraba o no.
El
vuelo se había retrasado más de la cuenta y luego el papeleo en aduana, y la
tramitación de retiro de la osamenta fue un caos, por lo que había llegado a
casa a eso de las 9 de la noche casi 12 horas fuera de casa y se encontró con
que estaban llevándose a su marido de camino al hospital y Lex lloraba tanto que
no podía hablar, solo pudo oír a Rubén decirle a Miguel: Busca a mi Iván por favor, por
favor
- Deja que acueste a mi hijo – y le hizo una seña a Clara para que entre a su habitación – Ya voy yo para allá, abre la cama mientras tanto cariño, además quiero ir a ver a mi Iván – agrego dibujando una sonrisa de alivio, su niño estaba en casa, Clara pensó que hizo alguna travesura y que arreglaron las cosas por fin y suspiro… Y ya dentro de la habitación de Lex cuando este se metía a la cama tras lavarse la cara y los dientes papa le dijo con un hilo de suplica en la voz
- No le dirás nada de nada a mamá ¿bueno?
- ¿Pero papa? Iván te tiro una piedra a la cara
- No más que tu un puñetazo hijo – sonrió pero Lex se avergonzó
- Perooo
- Shuuu, escucha Lex – le beso la frente – le daremos a tu hermano la misma oportunidad que tuviste tu de arreglar las cosas ¿si?, deja que yo maneje esto a mi manera, por favor, tu hermano está confundido
- Pero – Lex agarro las manos de su padre que le sujetaban el rostro con cariño
- Shuu, calma ¿sí? – pidió papá – Así como tu tuviste la oportunidad y el tiempo de pensar en lo que hiciste aquella vez y disculparte, tu hermano merece la misma oportunidad y yo sabré como arreglar esto, ¿bueno? – y Lex no podía negarse a aquello – Por favor, es un secreto entre tú y yo, como lo fue lo que aquella vez paso, sé que puedo confiar en ti, sé que no me defraudaras ¿cierto?
- Está bien papa – respondió Lex con la voz cansada y decepcionada, pero era papá que le estaba pidiendo ese favor, así que él trataría de mantenerse al margen, pero, si, había un pero gigante que lo acosaba, él, pondría los puntos claros con su hermano sin que ninguno de sus padres se entere, aquello no se quedaría así, no señor, de ninguna manera, no después de lo que sucedió y menos aún después de las palmadas que Iván aparentemente ofendido le pidió a su padre que le diera a él, por sus actos, porque Iván no quiso perdonarlo
- No te metas en problemas Lex ¿si? – lo apoyo en su pecho y lo acunaba, cerro sus ojos para hacer a un lado el miedo que sintió de perderlo cuando Iván lo empujo, ya tendría oportunidad de aclarar aquellos instintos con el menor de la casa
- Papi, yo no estoy diciendo nada
- No necesitas decirlo, lo estas pensando – aseguro y Lex se puso incomodo – no quieras vengarte por lo que paso hace algunas horas, eso no es bueno... Borrón y cuenta nueva para esa situación – aconsejo sabiamente – ya hablare con tu hermano, además él y yo necesitamos espacio y tiempo cariño – le explico – yo tampoco fui buen padre con él, lo herí muchísimo y su reacción es tan dura como lo fue la mía, ¿entiendes?
- No – y Rubén suspiro, no podía enojarse, Lex era Lex, transparente en todo – no lo entiendo, pero voy a darle el tiempo que me pides – contesto enfadado, al parecer Iván gozaba de mucha consideración por parte de papá, eso no le gustaba, se suponía que tendrían el mismo trato, frunció el ceño
- No le des tiempo a él hijo… ¡dámelo a mí! – dijo papá en una jugada de último minuto – Iván volverá por su propio pie, entonces yo hablare con él, con tu hermano, con mi hijo ¿bueno? – lo abrazo fuertemente mientras le besaba la frente, quería hacerle saber que su amor era lo bastante grande como para compartir… – ¿sabes que te quiero verdad?, sin celos ¿ya?... aparta esa mirada del rostro cariño
- Pero yo creí que lo castigarías – disparo su disconformidad, mostrando el morro enfurruñado eso era lo que él quería saber
- Algunos castigos Lex – reflexiono su padre – duelen más no porque sea más dura la paliza, y tú lo sabes – dijo y Lex recordó lo mismo que papá – a ti no te gusta el silencio, a Iván no le gusta la vergüenza, mientras yo conserve eso, sabré como reprenderlos – eso no sonaba muy alentador, pero bueno – todo a su tiempo, el necesita asimilar lo que paso, lo que hizo, y porque – explico con simples palabras – lo mismo que hice yo, porque lo que hice estuvo muy mal, es culpa mía – asumió papá su responsabilidad en esto – cuando él esté preparado, cuando haya asumido su error, como tú lo hiciste, él mismo vendrá a mí y yo sabré como reprenderlo
- El merece una paliza – se cruzo de brazos y luego se froto el muslo, y se agacho
- Puede ser hijo, puede ser, el me lo dirá… y perdona ¿si?, se que no querías que te de aquellos azotes
- EL no me disculpo y tu igual me castigaste cuando ya en la mañana lo habías hecho – le reprocho – no es justo que él se vaya de florecitas después de lo que hizo, además me empujo en las gradas y se rio, y esta mañana igual – y corto la conversación y se sintió mal, su hermano, el que siempre lo protegía había mostrado una faceta distinta, muy cruel, cuando su padre fue a buscar lo que necesitaba, Iván se rió de él y se quedo allá para ver como papá lo reprendía
- Lo sé, pero sabías bien que si él no te perdonaba yo te reprendería para que aprendas a no aprovecharte de Iván, ni de nadie Lex – reflexiono su padre – …eso es un asunto aparte, además que nada tiene que ver con lo que hizo luego y con lo que no estoy de acuerdo y cuando tenga oportunidad lidiare con Iván como lo hice contigo en su debido momento – eso significaba solo una cosa, un trasero rojo
- Ya, pero da igual, tu le darás tiempo, ¿y si nunca dice nada?... ¿Y si nunca reacciona y cambia?. ¿Y si nunca perdona a nadie?... Y ¿si a ti no te perdona? – pregunto intrigado para además puntualizar que seguía disconforme con haberse llevado una segunda tanda aquella noche – a ti quien te dice nada – reclamo – no me parece justo y nunca me lo parecerá que me hayas castigado de nuevo porque el que no quiso disculparme – volvió a repetir cruzándose de brazos
- Ya, pero es lo que hay. Ahora a dormir – prefirió contestar, suspiro y para si respondió Hay hijo, los reclamos, los reproches, todavía me atormentan – beso – agrego distraído pero como costumbre
Y
Lex asintió con la cabeza pero de forma automática, para librarse de papá, no
confiaba en sus palabras, sabía que su padre lo amaba con locura, y a Iván
también, pero no reconocía a su hermano, se había convertido en un perfecto
tarado de la noche a la mañana, pero ya aclararía las cosas con ese empollón,
estaba enfadado porque inicialmente él se disculpo con su hermano, pero Iván no
quiso oírlo y papa le cumplió lo prometido, inconscientemente se llevo las
manos al trasero; segundo, casi lo mata, lo empujo por la baranda del segundo
piso y casi, casi se precipita al vacio del corredor de la planta baja, y
tercero papa se disculpo de él, y él lo había apedreado, aquello era asqueroso,
cuando pudiera le rompería la nariz, tenía que devolverle el favor pensaba y no
oyó lo que papá le estaba hablando, se había desconectado del mundo un rato
pensando en cómo partir en mil pedazos a su hermano hasta que sintió las manos
del papa sobre sus mejillas.
- ¿Mmm? – pregunto con un casi mugido
- ¿Lex?... ¿Me entendiste? – volvió a repetir papá
- No papá perdona, no te escuche
- Lo imagine, pero como te dije cariño hace un rato; deja las cosas en paz, ¿sí? – volvió a aconsejar – Si no me veré en la horrible situación de tener que darte una paliza, ¿estamos?
- No, no estamos de acuerdo papá – contesto disconforme – sigo pensando que deberías darle su merecido, pero dejare las cosas en paz, solo porque el médico me dijo que no te haga renegar – contesto sínicamente y Rubén asintió pero el agrego
- Entonces debo cerciorarme que hagas caso al médico ¿no? Porque al parecer a mi no me vas a hacer caso – lo agarro del brazo y lo tumbo sobre su regazo y le bajo la ropa de un solo tirón colocando su enorme mano sobre el rosado culo de su hijo (de la paliza que le dio antes de la tole tole que armo Iván enfadado porque Rubén según él, fue benévolo con Lex) y dejándola ahí pesadamente
- OUOU OU ¿Qué haces? Papa… ¿qué haces? – agarro su pijama
- ¿Tu qué crees?
- PAPAAAAAAAAAAAAAA
- ¿Tenemos o no un trato Lex? – Pregunto papá apresando la mano del muchacho y acariciando suavemente la piel de su hijo, las nalgas de muchacho que empezaba a ponerse nervioso – ¿tenemos o no un trato?
- Siii paaaa, entendí, tenemos un trato
- ¿De caballeros?
- Si papá de caballeros
Rubén
soltó al muchacho y este se subió el pijama apurado y frunció el ceño y se
metió a la cama rápidamente por si las moscas, papá sonrió y lo beso saliendo
de la habitación para ir donde Iván, y allá estaba él, con los ojos cerrados e
hinchados, el rostro contraído, aun en sueños estaba atormentado, y volvió a
pararse de golpe y gritar fuerte pidiendo auxilio, Rubén simplemente lo abrazo
con fuerzas y lo contuvo, Iván tenia de nuevo el mismo horrible sueño, la misma
escena, aquel largo pasillo y los pasos de alguien que no sabía si venían o se
marchaban, una mano inmensa sobre su hombro y la puerta cerrada, respiraba con
violencia, agobiado y estaba todo sudado… pero como de costumbre profundamente
dormido.
- Shuuu, suuusss, yo no te dejo, estoy aquí contigo si? Duerme, mmmm nmmmmm – le meció una nana que le cantaba de bebe – duérmete mi niño, duérmete mi amor, cierra tus ojitos y sueña con Dios
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