lunes, 25 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 84; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 25 de Abril de 2016.
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Capítulo 84

No dejes para mañana lo que debes hacer hoy,

porque puede ser urgente 

Autora: Marambra


Rubén y Clara ingresaron a la habitación de invitados para acomodar a Illien para que descanse, Rubén había hablado con su abuelo y le explico que era demasiado tarde para llevarlo a casa, que lo había ayudado en un percance familiar y que era su culpa que el muchacho se retrase por lo que le pedía sea indulgente con Illien; Arturo como de costumbre, se dio por satisfecho con la explicación de Rubén sin cuestionar absolutamente nada, así que todos se disponían por fin a descansar…. Mamá como era su costumbre se encamino a su dormitorio pero también quería entrar donde sus hijos y fue ahí que vio a Rubén en la puerta, estaba con la frente pegada a ella, apoyado sobre ella mirando el suelo y oyendo la discusión  de los hermanos.

  • No fui yo quien le dio una pedrada hasta romperle la frente y mandarlo al hospital ya tres veces, pero a mí no me perdona nada como a ti, a ti te pasa todo, toooo doooo

Aquellas palabras habían calado en el corazón de Rubén, Lex estaba confundido, totalmente confundido, ahora el lío no era solo con Iván, sino también con el mayor de los gemelos, suspiro agobiado, había sido un día lleno de altibajos, peleas, puñetazos, rebeldía en todos lados, estaba cansadísimo tanto física como mentalmente, Clara adivino la pelea interna de su consorte y sonriéndole suavemente tras colocar la mano sobre su hombro le dijo al oído como un secreto.

  • Estas deseándolo tanto como ellos, arregla las cosas amor, deja tu orgullo a un lado – lo animo con una sonrisa calida que nació del corazón – además está empezando a cansarme esta guerra interna y privada que mantienen los tres – le dijo entre la seriedad y la sugerencia – ¿crees que no me doy cuenta que tienen algo entre manos? – pregunto – pero lo que no sé, es si es bueno o malo dejar que solo tú te hagas cargo de “esto” – Rubén iba a decir algo pero ella le puso el dedo sobre la boca – confió en ti amor, y sé que lo solucionaras, yo te apoyo incondicionalmente, pero no me guardes secretos, sobre todo si es algo que tiene que ver con mis hijos, sea para bien o para mal, tengo derecho a saber, también ¿verdad? – y lo beso con ternura
  • No es orgullo cariño – le agarro las manos y se las beso – es la pena de no ser capaz de estar a la altura de sus necesidades y de las circunstancias – confeso derrotado –  no sé qué es lo que hago mal, no sé cuál es mi error, trato de… trato de entenderlos, de no fallar pero cuanto más lo intento más lo hago, como ahora
  • No te agobies – le dijo besando sus dedos – al final siempre sabes cómo solucionar los conflictos con nuestros hijos, solo te pido que no me hagas a un lado si las cosas no están bien, ya te lo dije y te lo vuelvo a repetir, es mi derecho educarlos también – diciendo eso lo dejo parado en la puerta de los chicos tocando su hombro.

Rubén decidió entrar al dormitorio, allá estaban ellos, cada uno en un rincón envueltos como caracoles en las sabanas, y antes de que él prenda la luz ellos se taparon las cabezas fingiendo dormir; ambos estaban sumidos en sus pensamientos con los ojos rojos, habían dejado de llorar hacia mucho, papá se sentó y agarro las manos de ambos para que abran los ojos y conversar con ellos, no podía dejar para mañana esto que era urgente.

  • Siéntense necesito hablar con ustedes – ambos muchachos sacaron la cabeza de debajo de las sabanas donde se escondieron, entreabrieron los ojos y miraron a su padre en una mezcla de enfado, de calma, de arrepentimiento, de confusión de tristeza y alegría el mismo tiempo.
  • Nos dijiste que durmamos, eso hacemos – replico Lex tirándose de nuevo a la almohada y cubriéndose la cara tratando de tragarse las lágrimas, estaba aún muy enfadado y confundido

Vamos, estaba completamente deprimido su cabeza solo daba vueltas y vueltas en una sola cosa, el haber sido castigado delante de su mejor amigo, Jacinto o Illien, era la primera vez que papá le daba unos azotes delante de otra persona, eso era casi exclusividad de Iván, pero para Lex fue una horrible experiencia, no era tanto el dolor en la piel, era el dolor del orgullo maltrecho porque Jacinto era un muchacho tan solo tres años mayor que él, eso dolía, dolía la dignidad; Rubén observo a su hijo perdido en sus pensamientos pesimistas, suspiro;  el enojo que tenía hace mucho que lo había abandonado, entendía a su hijo, entendía su dilema, la vergüenza, bien, tenía que hacer algo al respecto y pronto y la primera cosa era devolverle el derecho de usar su ropa como mejor le plazca, así que le dijo a Iván dándole las llaves de la habitación de Lex.

  • Trae ropa interior para tu hermano ¿si? y el pijama que deje sobre su cama Iván cogió las llaves y se encaminaba a la puerta, pero antes Rubén lo cogió de las manos – ponte calzados Iván, ya te dije la otra vez, pie descalzo culo al aire, le voy a dar un mejor uso a tus sandalias si sigues así – y le rio, Iván se coloco los calzados y salió corriendo

Mientras tanto papá sin levantar las sabanas de Lex lo sentó a su lado y lo abrazo con amor y ternura y le dijo algo que llego al corazón del muchacho.

  • ¿Por qué eres tan difícil Alexander? ¿Mmm? ¿A ver dime?... – suspiro hondamente mientras besaba la frente de su hijo mas revoltoso, Lex bajo la vista y el agobio lo asalto de nuevo y no pudo contener su rabia y solo atino a llorar su amargura muy dolido sin decir nada – no sé ni para que te pregunto algo que sé de sobra hijo – a tiempo de secar los ojos con sus dedos y buscar un pañuelo en su bolsillo para limpiar su nariz, le dijo – es tu naturaleza indómita, por eso te quiero y estoy orgulloso de ti – Lex levanto la vista sorprendido
  • ¿Cómo puedes decir eso si hace rato me dijiste que estabas avergonzado de mi? – lo cuestiono dolido – y te entiendo, ya te lo dije, soy un desastre como hijo y como hermano – y no pudo aguantar más – soy una porquería
  • Shuuuu no me interrumpas – puso un dedo sobre su boca para que no diga nada más – te quiero mucho – agrego – muchísimo y SI, estoy orgulloso de ti y de tu hermano aun cuando no lo parezca – aseguro mientras apretaba su abrazo como para darle fuerza a sus palabras – sé que hace rato te dije que estaba avergonzado, pero no de ti, sino de algunas actitudes tuyas que a veces sobrepasan mi capacidad de padre – dejo en claro aquel detalle – pero no por eso me voy a dar por vencido – sonrió – soy demasiado viejo para rendirme aun cuando cada día tenga que desayunarme rabias, enojos y peleas, porque  siempre al final del día tengo el placer infinito de tenerlos a mi lado, vivos, sanos y míos, solo míos… si como ahora – lo abrazo con más fuerza
  • ¿Por qué lo hiciste entonces? – quiso saber – ¿por qué me castigaste delante de Illien? – se animo a mirar a los ojos de su padre y luego agrego – no digas nada seguro me dirás que es porque tenias que hacerlo o porque eres el papá y punto – quiso separarse pero Rubén no lo dejo, lo abrazo con mayor intensidad apoyando su cabeza en su pecho
  • ¿He lastimado tu orgullo verdad? – esa era una pregunta que no necesitaba una respuesta, el sollozo de Lex lo dijo todo – lo siento mucho Lex – dijo papá tras un suspiro – sé que quieres una explicación y no tengo una respuesta, por lo menos no una satisfactoria, podría decirte lo que acabas de mencionar, como muchas veces les he contestado cuando han llegado a colmarme hasta el gorro hijo le cogió el mentón y clavo sus ojos a los de su pequeño ahora heridito la única tonta respuesta que tengo, es que soy como tú y tu hermano, impulsivo y no mido muchas veces las consecuencias de mis actos como ustedes dos – asevero y Lex lo miro sorprendido, nunca se lo hubiera imaginado – no es una actitud justificable – aclaro su padre – debí ser más tolerante porque se supone que soy el adulto y el padre, pero no lo fui, perdí los estribos, ¿sabes? – le beso la frente y le apretó fuertemente sobre si – yo tenía un borrador que perdí en algún momento de mi vida – dijo de pronto tras una pausa que Lex tradujo como el final de aquel monologo, y se sorprendió con las palabras que oyó de papá –  …a mi Logan – musito – y no pude hasta que ustedes llegaron aquí, tener un limpio donde no equivocarme, porque los hijos mayores a veces son el borrador de los menores y mi aprendizaje se interrumpió cuando mi hijo se marcho tempranamente de mi lado – agrego con voz suave como meditando en ello –  pero Dios me dio no uno, sino dos cuadernos donde escribir fragmentos de algo que sé que solo servirá para crear dos hombres, ya que perdí mi primera tarea… –  dijo pensando en su vida pasada – desgraciadamente soy tan viejo que me olvide de algunas lecciones, como la de no avergonzar a un hijo delante de otros para no herir su autoestima, justamente lo que acabo de hacer, y de no haber tu abierto la boca, habría supuesto que eso estaba bien y no es así Alexander – agarro sus hombros y lo abrazo con infinita necesidad y cariño, y metía los dedos en los rulos aún húmedos de su muchacho – acabo de cometer el más grande error de mi vida Lex, un error mortal que ningún padre debe cometer, pero no hay vuelta que dar, ya lo hice – no buscada justificarse, solo darse a entender y entender el mismo todo esto que tenía entre manos – hay cosas hijo que no se pueden rectificar, queda hecho – murmuro – solo me queda decirte que lo siento mucho de veras y que procurare a futuro no volver a hacerlo, ¿bueno?... aunque si somos sinceros tu y yo sabemos que es algo poco probable ¿verdad?, como tú me dejo llevar por mis impulsos, mis enojos y pasiones y como tú no puedes en ocasiones evitar meterte en líos ocasionalmente… no puedo evitar yo salirme de mis casillas y reprenderlos pero, te prometo solemnemente evitar hacerlo en público ¿está bien?, en nombre de mi Logan, te lo prometo ¿bueno? – había hecho la señal de la cruz y la beso solemnemente, colocando su mano en su pecho, mirando en todo momento a los ojos de Lex, y Lex atendió aquel gesto con total concentración y acepto la disculpa de su padre lanzándose sobre tu pecho y tras abrazarlo hizo algo que no solía hacer, y era besar la cara de su padre, dos besos bien calcados una por mejilla, tras eso se soltó y respondió
  • Es que somos humanos papá, tú y yo somos humanos…
  • ¿Y yo qué? – pregunto Iván trayendo los calzones de su hermano, se había quedado tras la puerta oyendo a su padre y Lex hablar, quiso entrar pero luego  se lo pensó mejor, era el momento de Lex, ya tendría él el tiempo necesario para hacer lo correcto
  • Tu eres un estorbo – contesto Lex riendo
  • No vuelvas a decir eso ni en broma – le reprocho papá cambiando un poco el tono de voz – ven aquí Iván – llamo al muchacho y lo sentó al otro lado no quiero más peleas entre ustedes, ni insultos, ni tonterías ¿bueno?
  • Con una condición – dijo Lex que Iván se disculpe por la pedrada – Iván bajo la vista, el no tenia aun una respuesta para eso, se puso en un conflicto, la cara se congestiono de vergüenza, pero no podía hablar era algo que no tenia resuelto aún
  • Ya hablamos al respecto Lex – recordó Rubén a su hijo – sin presiones por favor
  • ¿Por qué? A mí no me has pasado lo de empujarte delante de Illien, ¿por qué él es diferente a mi?, ¿Cuál es el motivo de ser indulgente con Iván?, ¿cuál es el privilegio? – quería saber, es que era algo que tenia sin vida a Lex – si él no se disculpa, yo no te perdono a ti el haberme avergonzado delante de Illien porque ya me pegaste por eso, y dos veces, así que tengo saldada la cuenta – se cruzo de brazos molesto por esa insistencia de su padre de no decirle nada a Iván
  • No hay privilegios Lex, el pedir perdón debe nacerte del corazón, y disculpar nacer del alma, si tú me chantajeas con esto, no sé qué pensar – se levanto de la cama, las cosas estaban volviendo a punto cero – yo me disculpe con sinceridad, pero si pones esta condición debo quedarme con que hice lo correcto, y lo correcto fue disculparme de ti, y de ti depende todo lo demás, no de mi, ni de Iván
  • Entonces no hay nada mas de que hablar – Lex dio por cerrada la conversación – ya sé a qué atenerme, porque me queda más que claro que aquí hay un favorito y ese a leguas es Iván – se tiro a la cama y les dio la espalda
  • No te enojes con el papá, él no tiene la culpa, si quieres enójate conmigo – reclamo Iván
  • Estoy enojado contigo, muy enojado porque ya te dije, todo esto es culpa tuya, y esta será la última charla que tengamos tu y yo, no voy a volver a dirigirte la palabra
  • Pero – Iván quería hacer las paces con todos
  • Alexander, por favor, no empeoremos las cosas hijo aquí no hay favoritos – Rubén estaba rascando un último intento
  • ¿Insinúas que yo arruino todo? ¿Estas insinuando eso? – Lex se altero
  • Te estás portando irracional, deja las cosas en paz por favor, parece que a ti te entran las cosas…
  • Por el culo, a chicotazos – fue él quien concluyo la errada frase porque ni su padre ni su hermano pensaban aquello –  ¿me vas a castigar porque no quiero hablar con Iván?, no puedes obligarme – lo reto en toda su altura parándose sin importarle nada 
  • Buenas noches – corto papá levantándose de la cama –  esta charla no tiene sentido, no quiero pelear con ninguno de ustedes, estoy cansado – anuncio dando a entender que no era el sueño sino lo que sucedía lo que lo tenía mal – hay otras cosas que también tengo que atender como el trabajo, a tu madre, la casa, la hacienda, no soy pulpo, así que dejaremos esta charla pendiente, tienen tiempo  de aclarar las ideas entre ustedes – agrego – ahora… buenas noches niños, que descansen – se iba a salir ya cuando Lex hablo enfadado sentándose de golpe
  • ¿Lo dejaras así?, ¿no harás nada? – reclamo Lex 
  • Si estoy haciendo algo Lex, y es corregir sus malos actos aun cuando me equivoque en el camino – respondió decidido y muy serio – y para que no se sorprendan, el castigo sigue en pie, harán todo juntos les guste o no
  • No puedes obligarme a hablar con el – y la rabia empezó a bullir de nuevo
  • No necesito que hables, necesito que aprendas tolerancia, nada más y eso se consigue con la convivencia
  • ¿Tolerancia? – pregunto atónito – Tú no eres tolerante, no conmigo, no me pidas algo que no das – lo acuso
  • Te pido algo que quiero que aprendas para no ser como yo, para que no cometas los errores que cometo yo, nada más, aprende algo que a mí nadie me enseño, la tolerancia – cerro sus ojos y se acordó de su padre y su vida y de porque migro y porque nunca regreso a su patria grande
  • TE ODIOOO – grito Lex, e Iván se quedo mirándolo, se veía a si mismo, y se vio feo, horrible y no le gusto, quiso reclamarle pero su padre intervino
  • Estoy acostumbrado al odio de mis vástagos – y ambos se quedaron quietos con aquella respuesta, pensando que lo decía por Iván, pero en realidad pensaba en Logan – lo que no te mata de hace fuerte, que puedo decir – y apago la luz y se disponía a marchar cuando Iván se acerco y le jalo la mano llevándosela a la cara
  • Papáaa…
  • Que quieres Iván – e Iván vio algo que Lex no, el llanto silencio de su padre, todo aquello estaba agobiándolo – ¿qué quieres hijo? – volvió a preguntar sin darse la vuelta
  • Nada papa – se volvió a la cama pensativo

Rubén salió cerrando la puerta, se limpio los ojos y trato de disimular el pesar que tenia, bajo a tomar un vaso de leche para relajarse, se quedo mirando la lluvia que se había reanudado pegado a la ventana cuando su mujer entro buscándolo.

  • ¿Estás bien amor? – pregunto Clara desde su cama – ¿todo tranquilo?, o hay algo de qué preocuparme o deba enterarme
  • Nada cariño, todo sobre ruedas – le beso

Sí, todo estaba sobre ruedas, pero sobre las ruedas del carretón del infierno… que podría decir.


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