Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 25 de Abril de 2016.
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Capítulo 76
Los derechos de los niños, esos que no se hablan
Autora: Marambra
Rubén abandono
la habitación de Iván, tenía un nudo en el corazón, nunca había visto tan
demacrado a su hijo, ¿por qué no pudo hacer algo?, quiso darse la vuelta y
regresar, abrazar a aquel muchacho suyo y decirle olvidemos nuestras
diferencias, no quiero una disculpa, no quiero un perdón, solo quiero poder
cuidar de ti y procurar tu bien, quererte hijo, es lo que quiero, se giro sobre
sus pasos pero fue muy tarde Iván bajaba las gradas ensimismado como el solo y
entro a la cocina donde estaba su madre, parecía más resuelto pero no era así,
Iván quiso correr donde papá y atajar su partida, decirle lo siento, no quise
apedrearte, pero tampoco pudo, ninguno de los dos hablo y el silencio se estiro
entre ellos y los cubrió con su fúnebre crespón, el de las dudas, del aislamiento,
del miedo y la desconfianza.
Día
antes Rubén abandono a los chicos en la misma habitación y papá no pudo evitar
observar el nerviosismo de Alexander, estaba como en otro lado, era la primera
vez que Iván le negaba algo tan simple como el perdón, y ahora Lex seguro
pensaba, ¿será que tire demasiado la cuerda y no me di cuenta que estaba ya a
un hilo de romperse y yo caer? Y la mirada de Rubén no le ayudo mucho a
tranquilizarse, parecía más bien algo así como: nos vemos a la noche y me
esperas en tu habitación mirando la pared… Rubén se marcho en silencio, estaba
aturdido por la reacción de Iván, está aún molesto se dijo para sí, y ¿quién
no?, después de lo que sucedió antes del
desayuno era dable que las cosas salgan ásperas después de todo… está
aun molesto, un poco molesto ya se le pasara y podre hablar; iluso consuelo.
- Ya arreglaste la porquería que te mandaste o seguirás ahí con cara de SOY DUEÑO DE LA RAZÓN Y LA VERDAD ABSOLUTA – Clara lo encaro cuando él entro a su recamara a cambiarse la camisa, la tenia llena de mocos y lagrimas de Lex mientras ella se terminaba de peinar, tenía que salir al aeropuerto
- NO, aun no, pero lo hare esta noche y todo será como antes, aunque no creo que sea como antes – respondió reflexionando para sus adentros, “será mucho mejor se respondía confiado, será mucho mejor porque le quitare todos los temores a mis hijos, y les hare saber que siempre pueden contar conmigo para hablar de lo que sea”
- Claro que no será como antes – Clara levanto los ojos acusadoramente – Iván está muy dolido y apenas lo pude calmar, le dije que vendrías a disculparte de él; puse mis manos al fuego por ti – así que mejor no lo friegues decía esa declaración – estas presionándolo mucho y ya sabes lo que nos dijo el psicólogo, que había que tener paciencia con sus bruscos cambios de humor
- Clara, amor, yo sé, de verdad lo sé, y estoy muy consciente de eso, ya verás que solucionare las cosas y las mejorare, ten un poco de fe en este tu viejo marido – le dio un beso apasionado tras apresarle la cintura con sus enormes manos
- – y lo mejor de todo, será que mis hijos sabrán que pueden andar confiados de mi mano – sonrío
- Yo siendo tu, mejor voy ahora y converso con él, discúlpate ahora Rubén, en calientito – aconsejo Clara como él con la sabiduría que los años dan – y ahórrate malos tragos luego, tengo la corazonada de que si no lo haces ahora las cosas se complicaran – agrego frunciendo el ceño, sintiendo esa horrible sensación de opresión en el pecho, las mismas corazonadas que tenia días previos a la muerte de su hijo
- Que tu boca se haga chicharrón – le contesto Rubén dándole un beso en la frente – no se complicara nada, además, quiero que Lex e Iván resuelvan un asuntito entre ellos, y en parte quiero que Iván se guarde un poco el enojo hasta la noche, así Lex aprende a no fastidiarlo
- ¿Y eso por qué? – pregunto muy curiosa
- Porque le dije a Lex que si Iván no lo perdona, yo voy a darle de nalgadas para que aprenda a no fastidiarlo, y lo hare en su delante – y Clara movió la cabeza a veces su marido tenía ideas que tildaban la locura, pero quizás ahora funciones, Lex se había pasado en sus cabezonerías últimamente e Iván ya estaba al límite como ella – a ver si un poco de vergüenza ajena lo baja de su nube de tonterías
- Estas jugando con fuego – sentencio cogiendo su cartera – me marcho ¿si?... No sé a qué hora volveré y no sé si llevarme a los chicos – dijo con duda, corazón de madre – Iván debe estar ya listo, iré por él, mejor me voy con él, así se le pasa un poco el mal humor
- ¿No llevaras a Lex? – pregunto extrañado Rubén
- No, porque lo voy a castigar
- Ya lo castigue Clara, además a la noche puede que lo vuelva a hacer – dijo girándose para mirarla
- Hay otras formas de castigo también Rubén
- Si lo sé, pero tú siempre te vas por sus traseros
- Mmm, ¿y tú no?
- Quizás
Ambos
salieron y oyeron la discusión de los chicos en la habitación de Iván al
parecer Lex se trono en la puerta y no se movería de ahí, en clara
manifestación de estar disconforme con la respuesta de su hermano, él quería
que lo perdone como sea.
- Por favor Iván que te cuesta – Lex había extendido sus manos y jalaba su toalla queriendo forzar las cosas haciendo que Iván empiece a molestarse crasamente, Lex no se movía de la puerta del baño para no dejarlo salir, Iván lo empujo haciéndolo caer y salto sobre su hermano aunque su instinto decía camina sobre él, písalo
- HEY – le quito la toalla de la cintura dejándolo desnudo, Iván reacciono y lo golpeo en la cabeza con un libro del estante – que te pasa estúpidoDÉJAME EN PAZ, BOLUDO, NO VES QUE NO QUIERO HABLAR CONTIGO, ME DICES ESTÚPIDO CUANDO ERES TU EL MIERDA QUE ME QUITA LA TOALLA – y tiro de ella con brusquedad pero sin lograr que Lex lo suelte, Iván estaba para pocas pulgas
- SOLO QUIERO QUE ME PERDONES, ESCÚCHAME
- No voy a hacerlo, sal de aquí, vete por favor, estoy harto de verte hasta en el espejo – el crío se estaba enfadando cada vez más y eso se notaba aun cuando modulaba la voz para no gritar, le arrojo un calzado con toda la intensión de que le llegue a la cara
- ¿Qué pasa aquí? – dijeron al unísono ambos padres, Iván miro con desprecio a Rubén
- Quiero que se vaya – le quito la toalla y se la coloco en el cuerpo – no lo quiero aquí… VETE LEX, SAL DE MI CUARTO – grito enfadado, volviendo a tirarle cosas sobre la cabeza
- Basta – dijo Rubén avanzando donde él molesto por su actitud belicosa, Clara lo atajo cogiéndole la mano; pero el chico en un claro acto de desafío le tiro las chinelas mojadas quedándose descalzo y volviendo a buscar algo para arrojárselo mientras Lex esquivaba las cosas que volaban sobre su cabeza
- Quieto tu – Clara chasqueo los dedos delante de la cara de Iván a tiempo de cogerle la mano – vístete vamos a salir, deja el vandalismo ¿si? O te arrojo yo mis manos en tu trasero; y tú – señalo a Lex – a tu habitación, estas castigado, y ni se te ocurra prender la tele o salir al potrero so pretexto de ayudar a tu padre – advirtió – y me importa un carajo que tengas o no su permiso – y esa indirecta estaba dirigida a Rubén – que estoy hablando delante de él, y te estoy dando una orden… VAS a terminar tu tonta tarea y esperaras a la maestra – y Lex frunció el ceño – ¿qué piensas tu?, tienes examen en 5 días más y en vez de estudiar estas jorobando la paciencia como siempre
- Mamaaaaaaaaaaa – y Lex pego el grito con los ojos abiertos en una clara muestra de insatisfacción
- HE DICHO A TU HABITACIÓN, ¿NO SABES OÍR? O QUIERES QUE CONVERSE CON TU TRASERO ALEXANDER, QUIZÁS EL TENGA MEJOR OÍDO QUE TU – Lex apretó los puños y empezó a respirar fuertemente como si estuviera conteniéndose de hacer algo, Clara se acerco a él y le zarandeo del brazo – ¿estás retándome?... te hice una pregunta Lex, ¿estás retándome? – silencio mortal – uno… dossss
- No mamá, no estoy retándote – contesto bravo pero aflojando los puños, no tenia caso enfadar más a su madre
- Bien, eso me pareció, solo quería convencerme de no ver mal – contesto mirando fijamente al niño a los ojos, luego suspiro y lo abrazo besando su frente, era mejor no pelear ni enojar más a los chicos – has caso ¿si?, sin hacer renegar Lex, por favor, ve a terminar tu tareita
Y
el silencio se hizo un rato como una navaja a punto de estallar, pero al final
Lex se encamino a la puerta con todas las palabras atragantadas en su cuerdas
vocales, miro a papá pero él con la mirada le dio a entender que estaba de
acuerdo con Clara y así derrotado se fue a su habitación enfadado tirando la
puerta con violencia, pero se acordó de no haber desayunado.
- Puedo comer algo tengo hambre no desayune
- Desayuna y haces lo que te ordené Alexander, tienes 15 minutos – respondió Clara en el umbral de la puerta que volvió a abrir, alucinada de la actitud beligerante de su hijo y de lo sinvergüenza que era, pedir comida todavía después de tirarle la puerta en las narices, faltaba más – y tú Iván apúrate, no tengo toda la mañana ¿que estas esperando? – le dijo con vos tranquila, sin gritar
- Que se salgan de mi habitación para vestirme, no pretenderán verme desnudo y secándome las … (las guindas iba a contestar groseramente porque ahí estaba Rubén, pero mamá no había sido malsonante con él, no necesitaba ser grosero con ella)… el cuerpo, quiero mi privacidad por favor – agrego con voz más calmada. Y ambos padres salieron, iban de camino a la cocina
- Te dije que te disculparas, estas calando mucho al toro – sentencio Clara y Rubén callo, su mujer tenía razón
Iván
estaba fastidiado, no había comido tenía mucha hambre pero no quería ir a la
cocina por no tener que sentarse en la misma mesa que Lex y el viejo
insoportable ese, así que espero impacientemente a su madre, estaba hasta el
gorro de todo eso, de estar parado en la puerta de la movilidad de mamá, él
hubiese querido quedarse en casa, pero prefería salir y no tener que lidiar con
“esos”, ya vería la forma de librarse de mamá también, de verdad necesitaba
estar solo y acomodar sus ideas, aclararse el coco, pero los cables cruzados se
chamuscaron del todo cuando vio a Rubén agarrar la cabeza de Lex cariñosamente
antes de encaminarse al potrero, fue solo un gesto pero si bien era cariñoso
aquel gesto estaba acompañado de una amonestación verbal de Rubén a Lex,
acababa de reñirle por su mal comportamiento y jalarle las patillas y ante la
impotencia de Lex de querer llorar y aguantarse, Rubén soltó el aire contenido
y solo atino a hacerle un cariño en el cabello y no se percato de que su otro
hijo estuviera viendo y menos aún que viera aquel acto con malicia, Iván se
escondió y un coraje negro lo envolvió y ahora sí, más que nunca estaba
decidido a llevar a cabo su venganza.
- Hola… si, ¿quien mas sino? Jjjj quiero verte
Y
la conversación firmo el pacto, acababa de vender su alma y su calma al diablo,
cerró el teléfono y lo guardo en el bolsillo, musitaba maldiciones entre
dientes y golpeaba su puño en la palma de su mano enfadado; mamá se acerco a él por detrás, él no la vio,
pero ella suspiro por detrás y lo abrazo con infinito amor, lo abrazo
fuertemente y largo rato; ese contacto apaciguo en algo sus ardores vengativos,
le beso la frente, le peino las cejas con los dedos como solo hacen las
mujeres, le acaricio las mejillas y pregunto.
- ¿Mucho mejor?... si mucho mejor – pregunto y contesto sola mientras miraba a Iván a los ojos – come cariño, tendrás hambre y te traje esto de la heladera – le dio un sándwich de pollo y jugo de frutas en un vaso con tapa – ¿ahora sube si? No hay mucho tiempo
- ¿A dónde vamos mamá?
- Al aeropuerto
Lo
que debería durar máximo una hora duro más de lo previsto Iván aburrido hasta
la pared del frente prefirió dar a entender su total disconformidad con estar
sentado en un pasillo de espera del aeropuerto bostezando y mirando una
pantalla que anunciaba los vuelos de ida o vuelta.
- Quiero irme mamá
- Está bien, está bien, comemos y te vas a casa
- No quiero ir a casa, no quiero ver a Lex y a su papá
- HIJOOO, no seas rencoroso, es tu papá también – le beso la nariz
- El dijo que no es mi padre – escupió su dolor
- Ya te dije Iván no seas rencoroso ¿sí?, papá te ama, estaba enojado, a ver dime, ¿quién no estaría dolido y enojado con semejantes palabras?, piensa – el chico se agacho en parte avergonzado y por otro lado celoso de Lex – tu padre se disculpara ya lo veras, pero ahora olvidémonos de eso un rato – le dijo sonriéndole – esto es lo que haremos, nos iremos a comer un rico cuadril tu y yo solos yyyyy nos tomaremos un vinito – anuncio para sorpresa de Iván que abrió los ojos como diciendo estás loca? – si mi amor… vino, te voy a invitar como ocasión especial, ya tienes 15 años tu paladar puede degustar alguna vez ¿no? – se rio de la extrañeza que tenía el rostro de su mortificado adolescente – y te voy a regalar 300 bs, te vas al cine si quieres y el resto no sé, guárdalo o compra lo que quieras – el chico estaba un poco desanimado – anda borra ese enojo ¿bueno?, ya verás que a la noche, antes de cenar ya habrás hecho las paces con papá, y seguro antes de dormir estará dándote mimitos, incluso puede que te ponga su crema mágica – le rio y guiño el ojo, el chico se sonrojo, Rubén solía entrar a sus habitaciones cuando los oía sollozar tras algunos palmetazos de mamá, y solía decirles mientras ellos o él; frotaba las nalgas o los muslos, y les besaba la frente: no se hace renegar a la mamá, ella se enoja viste?, Iván se agacho, a él le gustaba ese gesto de su padre, pero cuando era al revés mamá no entraba a sus habitaciones a consolarlos, y si lo hacía era para reprenderles a veces con palabras y otras con acciones, ojala las cosas sean como mamá decía en el fondo de su corazoncito lo deseaba realmente – pero no apagues tu teléfono que voy a llamarte
- Pero no tengo teléfono, pp – iba a decir papá – no me han devuelto desde que me encontré con Raquel – y se cruzo de brazos como diciendo viste, hasta eso me han robado
- Qué raro, tu padre compro un móvil nuevo para ti, es uno azul – comento frunciendo el ceño sorprendida por el olvido de Rubén – dijo que te gustaba mucho ese color y tiene un fondo de pantalla de Rafa Nadal – agrego distraída mirando todo lado cambiando bruscamente la charla – vamos allá hay un punto, voy a cargar mi móvil y te lo llevas contigo, mmm, ¿y no entiendo porque no te dio el fono papá? –
- Porque se lo dio a Lex, ¿es lógico no? Es su hijo – murmuro para sus adentros, sin que oiga su madre amortiguando las palabras con el ruido de los aviones
Y
el corazón de Iván se hizo chiquito, era el móvil que tenía en el bolsillo, el
móvil de Lex, ¿lo había comprado para él y se lo dio a su hermano? ¿Por qué?.....
porque lo ama más que a mí, se respondió, y así con esa nueva aguja clavada
decidió a ir por todo para llevar a cabo su triste venganza… había tenido sus
dudas pero ahora NO, era hora de decir YO TAMBIÉN CUENTO EN ESTE MUNDO, YO TAMBIÉN
RESPIRO Y TAMBIÉN PUEDO ODIAR….
SI,
YO TAMBIÉN PUEDO ODIAR….
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