martes, 3 de mayo de 2016

Mis Gemelos: Cap. 169; Autora Marambra

Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 03 de Mayo del 2016
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Capítulo 169
Cupido flechea y papá huasquea
o por lo menos esito quiere
Autora: Marambra

El cielo no era azul, era verde, morado, dorado….. rosa… si, rosa, aun cuando ese color no era uno de sus preferidos, el amor hacia que vea todo color de rosa, y con lo largo, flaco y desgarbado que era, parecía aquel singular personaje de dibujo animado LA PANTERA ROSA y el amor atolondrado que vivía hacía que quiera ver todo brillantemente rosado;  solo que ese amor empezaba a molestar a Rubén como un mosquito que insistentemente te quiere picar justo cuando estas por dormir… y eso era porque Alexander estaba demasiado entusiasmado con Pankarita, no había minuto que no esté colado a ella, la veían hasta en la sopa y aunque jamás abrió la boca demostrando su inconformidad (solo porque sentía en su costado el codazo de su mujercita), se aguantaba el descontento de ver a su hijo pisando huevos embobado de un lado a otro sin discutir, sin decir no, sin reclamar, sin ser él mismo: el desobediente contreras número UNO que siempre que podía se salía con la suya y lo hacía renegar a morir, pero al mismo tiempo le daba un toque de intensa e inmensa alegría en su vida y se lo quedaba mirando, casi al punto de la contemplación y el embeleso, su niño hermoso cada día crecía un poco más en todo sentido bajo su aguda mirada y eso le gustaba, asustaba y preocupaba también, pero sabía en el fondo que no podía hacer nada al respecto, era ley de vida nacer, crecer, multiplicar y morir, ojala pudiera hacer algo al respecto, atajar el tiempo no sería mala idea, pero aquello era imposible, una utopía en realidad…. pero, no perdía nada con soñar, pensaba, y cuanto más pensaba más convencido estaba de que si bien no podía detener el tiempo, podría atrasar lo más posible algunas cosas (pensando en eso de multiplicarse) y la única forma que había para sabotear aquello era sabotear el tiempo que gastaban estando juntos, así que en esos días que estuvo con sus chicos empezó a estudiar la posibilidad de sentar presencia, disimuladamente claro para salvaguardar la inocencia de su inocente enano, él no iba a permitir que por mucho amor que ronde en el ambiente o se haya instalado en el corazón de Alexander, éste sufra lo que sufrió Iván en la confusión del momento, so pretexto de estar enamorado…pues cuando los muchachos están con la cabeza llena de pajaritos como estaba ahora mismo Lex fácil era caer en la tentación, en el pecado y confundir las pasiones por sentimientos más profundos y dichas tentaciones no duermen sobre todo si te la pasas todo el día desde que amanece hasta que anochece con el objeto de sus delirios.
El único inconveniente obviamente era ser discreto porque en casa estaban todos muy contentos con aquel florecido romance que si bien cayo como anillo al dedo pues Lex fácilmente olvido su pena por lo que ocurrió con Marcela, él no estaba de acuerdo porque Lex estaba dejando de lado otras relaciones, las relaciones familiares y de todos los implicados el más afectado era Iván, después de todo los había mandado de vacaciones a ambos, se suponía que tras la reconciliación el plan era fortalecer los lazos fraternos, y esta niña venía siendo de un tiempo a la fecha un obstáculo, pues impedía que los hermanos compartan su tiempo y eso no era bueno, sobre todo si Iván poco o nada podía hacer con el yeso en la mano, y aunque él como papá se lo llevo durante varias tardes al rio a practicar lo que le enseño o a descubrir otros menesteres como coleccionar insectos, no podía estar con él todo el día, habían actividades que quería realizar con el resto de la familia, incluido su hermano Ulrich y su amada cuñada Almudena, pero claro aquella intervención tenía que ser lo más discreta posible para que Clara no esté ahí saltando en su yugular con la amenaza de morderlo si hacia llorar a Alexander o a Iván, los chicos estaban de vacaciones, tenían que disfrutar, pues el primer día que llego, según ella ambos muchachos se llevaron unos azotes injustificados además de una vergüenza ya no de grande, así que ahí estaba atado de pies y manos pues ella lo había amenazado seriamente con una bronca del demonio y no importaba quien este de testigo si fastidiaba a los chicos, sobre todo a Lex que el muchacho estaba ya no de feliz, estaba felicote, todo el día sonreía, todo el día los ojos le brillaban de entusiasmo y dicha, y estaba segura que en cualquier momento el amor golpearía el balcón de Iván cuando por fin conozca a Ninoska, eso le había dicho ella…

  • Mi Ivancito pronto estará igual de feliz porque la Nino se ve formalita – y claro él se preguntaba quién era la Nino… a veces su mujer hablaba como si el conociera a toda la comarca – y se nota que está interesada en él – dijo entusiasmada como adolescente –  lo que no entiendo es porque no se han encontrado hasta ahora… – todo un misterio considerando que todo estaba a su favor, había que mover algunos hilos
Y Clara tras darle un beso a él en la boca apasionadamente como si el amor de Lex no solo flotara en el ambiente sino contagiaba su animosidad, se alejó de él sonriendo y él claro, solo movió la cabeza pensando que hacer para que Lex por lo menos un día no esté colado a la famosa Pankarita, pero no necesito hacer mucho, el propio Lex se encargó de eso, pero la sugerencia de Arturo le llego como respuesta a sus oraciones, por fin ambos hermanos podrían o tendrían que compartir por pura inercia o bendito Dios y bendito tata Arturo…Arturo estaba ahí todo bonachón sentado en una de las tantas banquetas que había en el patio de su casa bajo la sombra generosa de un joven mango que el último año había echado cuerpo como lo hizo su Yhanku ensanchando las espaldas y adelgazando las caderas, torneando los muslos y cubriéndose de un vello rizado castaño, tupiendo la barba en el rostro, así mismo estaba el mango, corpulento cargado de fruta a punto de madurar, con el exquisito olor inundando los sentidos, a su lado estaba su padre ya no rubio sino de pelo platino de las canas que raleaban la cabeza como el solo sonriendo arrugando el rostro junto a Arturo en un papiro de experiencia y de alegría, compartiendo seguramente dichas y desdichas del pasado, ambos contemplaban al grupo que estaba al otro lado del patio los más jóvenes de la casa, Yhanku y Lorenzo sin camisa, debía ser pecado tener el cuerpo como aquellos dos Adonis de carne y huesito latino con un trazao (machete) en la mano haciendo añicos a la caña recién segada, estaban cortando caña para comer, a su lado Illien era mucho más joven con la traza que se gastaba, despeinado, con abarcas y un pantalón viejo cortado en las rodillas, con el torso también desnudo y flaquito, con las manos terrosas que más que secar el sudor del labio superior ensuciaba su rostro con tierra de limpiar las cañas arrastradas por el campo, Iván hacia lo que podía con una mano riendo feliz lo mismo que sus amigos, a diferencia de Alexander, que como de costumbre no estaba en plan trabajo, que va, él estaba en plan patrón enfadado tirado en la hamaca con los pies descalzos colgando, desnudo del torso para arriba con los brazos sobre su cabeza, escondiendo el móvil que su padre le decomisara, pensando con los ojos cerrados la forma de poder encontrarse con Pankarita, masticando los trocitos de caña que cortara Yhanku con total destreza, Rubén se acercó para robetear como los changos unos cuantos dados de caña y se fijó en sus hijos, Iván con las sandalias sin atar sentado palcado como jinete en el borde de la rustica baranda que separaba el patio del corral, menos mal era ancho sino caería y no podría hacer nada con el brazo como estaba, así que se acercó y le dio un golpe en el dorso del pie enfadado

  • PLAF – sonó el manotazo
  • Auuuu – atino a decir Iván sin derecho a reclamo en cuanto vio a su padre ponerle las sandalias
  • Menos mal te gusta ponerte calzoncillo Iván, que sino el palmetazo te llegaba en el culo, además no puedes estar colgado aquí – musito Rubén en voz baja solo para oídos del crio, pero que oyeron perfectamente los rumanitos y Lex y no dijeron nada, sabían de la manía que tenía Iván de andar sin calzados
  • Yo que tu Iván me ando con botas, que aquí te entra un gusano a los pies y te hace caminos en la piel – le dijo Yhanku seriamente sin dejar de hacer lo suyo e Iván estudiando sus facciones se dio cuenta que no estaba bromeando – te voy a mostrar en el internet si querés que no séqué me hace que vos no nos creés – le dijo sin dejar lo suyo, cortar caña para quien quiera saborearla desviando ya no más la vista al oír a su padrino retear a Lex
  • Dame eso – puso la palma abierta y espero un rato – dame eso Alexander – movió los dedos en un gesto que denotaba el pedido esperando que Alexanderle entregue lo que ya no más metió a sus calzoncillos – … ALEXANDER – subió un poco el volumen de la voz en un claro signo de amenaza  y Lex tuvo que darse por enterado así que saco el móvil y lo puso sobre la palma de su padre sin poder disimular su descontento – estas castigado Lex así que nada de mensajitos ni pavadas aquí – y ya no más guardo el móvil en el bolsillo
  • PERO ¿POR QUÉ? – reclamo como siempre fastidiado
  • Mejor no me preguntes Alexander, mejor no lo hagas ¿bueno?
Frunció el ceño y se alejó metiéndose un trozo de caña a la boca volviendo a su sitio desde donde vio a sus hijos intercambiar impresiones y no necesitaba oír a Lex para saber que estaba hostigando a su hermano, ya iba a intervenir pero no lo hizo pues vio que Iván resolvió el problema a su manera, pegándole un tortazo a su hermano en toda la boca

  • ¡PAPA! – grito ya no más Lex, vamos si para eso era buenísimo, para quejarse y su padre ni le dio la hora, a veces era mejor que ellos solucionen sus líos incluso en el marco de la agresividad – PAPA ¿NO VAS A DECIRLE NADA?
  • Decirle qué? – contesto Rubén todo pancho desde su asiento estirando los pies entrecerrando los ojos pensando en que si era o no prudente sugerirles a los chicos rasurarse las axilas, ya habían creado vello en ese lugar y no estaba muy seguro sobre ese tipo de aseo o era contraproducente sugerir aquello, total aun eran muy chicos quizás… mejor preguntar a un médico pensó viendo ya no más a Lex apurar el paso a su lado para hacer valer su reclamo como siempre
  • ¡¡OH!! PAPI – bajo de la hamaca ya no más sujetando las sandalias  –  NO SE VALE si viste clarito que me dio un golpe – le cogió el rostro como él del mentón para que lo vea y lo tome en serio, ese era un acto único en Lex y no aprendió ahora, sino que desde niño solía hacer aquello, era una mueca heredada de su abuelo in útero
  • ¿Y de que te dio un golpe? – le pregunto sorbiendo el jugo de fruta que le trajo su mujer viendo como Iván se metía a la casa ya no más apurado seguro pensando que su padre vendría prontito a jalarle la patilla por hacer justicia por propia mano
  • DE NAAADA, me dio un golpe de nada – se acercó a su padre mostrándole la boca con el labio magullado, si, no fue una caricia eso se notaba, bueno Iván aprendió de Lex a dar conejos duros
  • ¿De nada?le miro la boca – tendré que preguntarle – dijo haciendo un amago de pararse agarrándolo ya no más del brazo – y si me entero que es porque le dijiste llorón…
  • Mejor me voy a comer caña con Illien – dijo soltándose del brazo de su padre mientras este se reía disimuladamente de la forma en que Lex escapaba de su destino, es que ya se lo había advertido, volvía con la cantaleta de decirle roba chicas, llorón o alguna de las gracias esas le daría una tunda y si Iván se defendía no iba a intervenir, no era bueno aquello pero parecía que era necesario que Iván haga algo por sí mismo también…
  • ¿Que grandes que están no?, Rubén? – hablo Ludwig sacando a Rubén de sus pensamientos mirando a sus bisnietos desaparecer cada cual por su camino tras oír la queja de Lex – ya quisiera tener su dentadura y que no me duela nada de comer algo tan rico como la caña – le dijo feliz fijándose como ambos se metían aquellos trocitos de fresca caña
  • Si, parece que se han pegado una estiradita estos días – dijo Rubén satisfecho apoyándose en el respaldo de aquella banca
  • Si, están grandes los peladingos, ya te van a alcanzar Rubén – sonrió Arturo saboreando trozos de papaya – mmmm – hizo un ruido extraño con la boca – la faena pele va estar, si lo sabré yo… ya no vas a poder lidiar con ellos – agrego
  • Grandes o no, igual me voy a dar modos para domarlos, estarán grandotes pero no tiene peso todavía – dijo y eso era cierto, eran flacos como Illien, pero para llegar a ser corpulentos como Yhanku y Lorenzo aún faltaba años para aquello
  • Y que se llama este lugar Arturo – pregunto Ludwig refiriéndose al pueblo
  • Chochí, es un santuario y dentro de dos días es la fiesta del pueblito, habrá de todo
  • ¿A si?... ¿cómo qué?
  • Juegos típicos, como concurso de taba, sapo, palo encebao, pato enterrao, jocheo, doma de potros, carrera al pelo, concurso de canto, burizango va a estar lindo, sacaran seguro al santo de la iglesia pa la romería y la bendición de los changos y los huscasos pa que crezcan a los peladingos y a los casamenteros pa que pillen pareja, habrá serenata pasado en la noche, la velada y este año se pinta juena la cosa porque el bailorio lo pasa Fedor y su esposa por los 25 años que viven aquí en Chochi, el gringuito llego y no se jue nunca máj como mi Rubén  
Dijo Arturo lo más natural del mundo golpeando la mano de Rubén con cariño sin darse por enterado que aquello afecte o no a Ludwig, el hombre aquel podía decir lo que quiera, pero Rubén una vez instalado en su corazón, era suyo, y Ludwig sintió una oleada de mil emociones en su ser resaltando dos, alegría de saber que su hijo era bien amado por aquel que sentado a su lado desnudaba su alma y su vivencia tal cual era, sin preocuparle el qué dirán de su forma de ser tan rustica y tan humilde pero al mismo tiempo tan orgullosa que daba envidia y los celos, celos porque se fijó en los ojos de Rubén aquel amor que se adivinaba su hijo tenía por Arturo, ese vínculo creado con el diario vivir, no podía negarlo Rubén era más de Arturo que suyo y todo por propia culpa, él había alejado a su hijo de mala manera y aun no le había dicho la verdadera razón de su aparición así de la nada y se ensimismo en sus tupidos recuerdos perdiendo su vista en el ayer y no se dio cuenta que su hijo le hablaba sino era que sintió su enorme mano callosa sobre su antebrazo, si, definitivamente Rubén era de Arturo, de la tierra esa que lo acogió tras dejarlo atrás después de su traición, era del ganado que arreaba cada mañana muy de madrugada, de la marca de hierro que calaba en el cuero, de las semillas que plantaba, de la mujer que diminuta a su lado siempre anteponía sus necesidades sin siquiera abrir la boca, era de los niños esos que crecían milímetro a milímetro bajo su atenta mirada, bajo el influjo de su amor posesivo y rudo, que bien podía dar un sonoro azote como un beso sin tapujo y nadie decía esta boca es mía porque ahí, donde lo inicialmente salvaje del carácter de su hijo lo dejo perplejo, más perplejo lo dejo el amor de los suyos, el respeto ganado y la muestra era simple, bastaba con mirar a los muchachos acercarse a él con total confianza sea a sentarse sobre sus rodillas, sea para abrir la boca y robarle un bocado del plato, sea para quejarse como ahora Lex, sea para pedir perdón, sea para recibir un castigo, aunque este último detalle era casi un imposible, los muchachos eran tan indómitos como el padre…

  • Qué te parece papá
  • Perdón hijo – lo miro a los ojos – no te oí me distraje con los chicos – respondió sonriendo y fue Arturo quien intervino
  • Que le parece si mañana nos vamos pa´campar con los changos a los pauros del jichi (las pozas del diablo), prendemos un buen fuego y asamos pacú (tipo de pescado de río)…
Y la idea de un día de campo fue bien recibida por todos menos por Alexander pues un día es un día en la vida de un enamorado y ya estaba nervioso de no haber podido comunicarse con Pankarita y aún faltaban no horas sino dos días más de castigo, y no creía que fuera a poder soportar tanta ausencia, pensaba mirando a su madre poner la mesa ayudado de Illien y la bisabuela, doña Pascualita; seguro que le daba síndrome de abstinencia, no… definitivamente no, dos días más sin poder ver a su dulcinea sería fatal y todo por culpa del llorón de su hermano, grrrr, gruñía dentro suyo, por su  culpa papá lo castigo sin salir AAAAAAAAAAAHHHHH un grito ahogado se ahogó en su ser, jjajaja, drama, puro drama… maldito Iván y tonto él por impulsivo, lo que hizo tarde ayer, era como para una paliza, pero en vez de eso estaba encerrado solo que su arresto eran por 3 días, era demasiado, y aunque quiso canjear una huasqueada su padre fue un muro de incomprensión

  • ¿Que paso Iván?, ¿de que estas llorando mi bomboncito, te dijo algo el papá? – se acercó Clara la tarde previa al ver a un sufrido Iván primero entrar como un condenado a la casa y luego tirarse en cama sin moverse boca abajo derramando una lagrimilla de cristal por sus mejillas, sinceramente creía que Rubén le dijo o hizo algo por salir…. ella le dio permiso para ir un rato a dar una vuelta al pueblo que se notaba ya muy aburrido pues su padre no lo dejaba ir al monte solo por miedo a los jaguares o a que se pierda chume (pastizal) adentro, total Chochi estaba en medio de la selva y 100 habitantes no hacen una urbe moderna, si no hace mucho que todavía se iluminaba las casas con velones o con lámparas a gas, pocas venían siendo la viviendas con Luz eléctrica con motor, algo que Fedor había procurado para la población, siendo el primer beneficiado el hospital que llevaba su nombre – ¿que ocurre cielo?, o te peleaste  de nuevo con tu hermano – ella también estaba empezando a enfadarse con Alexander, estaba bien de ser sutilmente hiriente, cuando Lex quería fastidiaba a su hermano y ella lo sabía sin necesidad de que Iván se queje, y ya había sido mudo testigo de una de las grandes gracias de su hijo mayor quien por estar con su chica no quería hacer nada, pero nada con Iván y empezaba a ser molesto, inicialmente se lo pasaba pero todo el tiempo tampoco, y el muchacho la miro con la interrogante en los ojos como diciendo como lo sabes? – no necesitas decirme nada hijo, ya me fije que Lex no quiere que te acerques a su novia y ya tuve unas palabras con él y le deje clarito que mejor se modera – le aseguro limpiando los ojos del menor de los gemelos y fue que decidióir por otros rumbos – y ¿como te fue con Ninoska?, ¿te encontraste con ella?
Le pregunto tratando de distraer la pena de su hijo, recordando lo inmensamente feliz que se puso cuando aquella muchacha lo llamo y ella atendió el llamado asegurándole que Iván estaría en la plaza a la hora acordada, y claro Ninoska apoyada por Pankarita estaba feliz de que el tímido gemelo tenga permiso para encontrase con ella en la plaza, plan que Alexander se enteró por boca de su chica que le dijo que había un pequeño cambio de planes, que tenía que ayudar a Nino a escoger la ropa que se pondría para su cita con Iván y claro Lex quería ir a ver y cuando fue y vio a su hermano darle un beso en la mejilla a su chica y conversar amenamente con Pankarita que acompaño a Nino a la plaza solo para que no pase la vergüenza de estar sentada en caso de que la deje plantada, a Lex le recorrió el gusanito de los celos como siempre y se mandó una cagada, pero CAGADA con mayúscula, que hasta Pankarita se enojó con él y tuvo que hacer muchos méritos para abuenarse con ella y ese fue el motivo para que su padre lo castigue sin salida y solo a pedido de la mamá, que si de Rubén dependía Alexander hubiera dormido sin calzoncito aquella noche de la paliza que le hubiera dado delante de todos porque a Rubén Hansen ganas le sobraron por aquello…

  • …..¿NO me vas a contar como te fue con Nino? – pregunto curiosa – ¿Mmm? – y un beso cayó en su frente, su madre realmente estaba interesada en que aquello funcione, pues quería con todo su corazón que su Iván sonría como Lex al final del día y su cabecita este distraída con la locura del amor adolescente, ese amor fresco que revolotea y pega duro, que rebota, que atormenta, que alardea, que grita, que goza, que llora y que ríe como el mejor
  • No quiero volver a verla mamá – musito y con un nudo en la garganta y escondiendo los aguados ojos se dio la vuelta aplastando su pena y su vergüenza en la almohada, pensar en ella le hizo vivir el mal trago que paso no hace ni una hora por culpa de Lex, pensando en que esta vez su hermano se pasó de la raya y si hubiera tenido el brazo ileso le hubiera fracturado con gusto las costillas aun cuando eso suponga tener que rendir cuentas a papá a calzón quitado
  • Que paso, que ha sucedido – la sorpresa le acudió a Clara ya no más, pues ella vio realmente a su hijo entusiasmado por acudir a esa cita, Pankarita estuvo hablándole de su amiga y no solo ella sino también Illien quien lo había animado a aceptar la cita porque la chica era muy linda persona en todo sentido y que si se fijó en él era porque seguro realmente le interesaba
  • ¡¡¡LEX ES UN IDIOTA!!! – contesto enfadado de golpe, reaccionando recién al humillante recuerdo porque ese momento solo atino a mirar a su hermano con ojos desorbitados y darse la vuelta sintiendo en la cara el calor quemándole todo secándole la boca a tal punto que no pudo decir esta boca es mía – ES UN IDIOTA, UN… UN…. MALDITO ¡¡¡IDIOTA!!! – se mordió la lengua por no soltar un taco, que bien sabía que la relación de su padre con su mal vocabulario era del terror y eso le frustraba porque teniendo el brazo roto no podía romperle la jeta a Lex y encima tenía que morderse la lengua; que rabia, que rabia más grande, y su madre se dio cuenta de aquello
  • Shu, shuuu calma mi sol, calma ya mi bonito,  que paso, contame pues, ¿que paso mmm? – lo abrazo y le beso la frente acariciando su espalda, pues Iván se colgó a su cuello enfadado
  • Me encontré con Nino y con Pankarita y ella me presento a su amiga nada más mamá y Lex apareció de no sé dónde apartando a su chica violentamente de mi lado como si yo tuviera algo malo – empezó a relatar el mal trago vivido – y le dijo a Nino que ella estaba perdiendo su tiempo conmigo que yo la dejaría tarde o temprano porque a mí me gustan las viejas con tetas caídas y LUEGO SE RIO DE MIII – se puso a llorar, reviviendo el horrible momento del bochorno experimentado y Clara enfadada llamo a Lex quien apenas vio a Iván llorar sobre el hombro de su madre supo que estaba en líos, y seguro le dirían a papá y se escondió del campo visual de su madre murmurando su mala suerte, siendo observado por Yhanku que al oír a Clara llamarlo por su nombre completo supo que el gemelo hizo alguna cosa mala
  • ALEXAAANDER – joder eso nunca era para algo bueno, pensó Lex escabulléndose al patio frenado por Yhanku
  • ¿Que hiciste chulla asta? – se acordó de lo que Adela les decía a los tojitos
  • AHH  YHANKU carajo… que susto – Lex se agarró el pecho, estaba nervioso
  • ¿Qué hiciste? chango y porra – le volvió a preguntar con curiosidad viendo como Lex miraba de soslayo la puerta de la casa oyendo de nuevo a su madre gritar su nombre
  • No hice nada, ese chismoso de Iván seguro que se quejó a mi mamá, me dan ganas de meterle un puñete en el hocico para que no ante contando todo – refunfuñaba y vieron a Clara asomarse al patio y Yhanku lo agarró del brazo conminándolo a dar la cara
  • Vaya ande su madre carajito, no la haga gritar y gritar, ya estás de buen tamaño – replico y Lex arrugo la frente, esa era una frase que solía decirle su padre y seguro lo aprendió de Arturo, y Clara los vio a ambos caminar en su dirección y poniendo su mano en su cintura grito
  • ALEJANDRO NO ME HAGAS IR POR TI, QUE NO TE VA A GUSTAR, TE ESTAS ESCONDIENDO DE MI NO… MOCOSO, ADENTRO – y Lex tras darse cuenta que su madre empezaba enfadarse más decidió seguirla viendo a mamá ingresar a su alcoba, mejor ir allá, porque si Clara salía a buscarlo, sería un escándalo asegurado
  • ¿Mami? – inquirió todo inocente en el rellano de la puerta apoyándose en un solo pie rascando su pantorrilla con el otro mordiendo el labio inferior
  • Cierra la puerta – quería intimidad para llamarle la atención, aún no había decidido si sería solo una amonestación más o sería algo más serio
  • Maaaaa – eso era una mini suplica, cerrar la puerta no eran buenas noticias para su trasero seguramente, porque tuvo que decirle semejante cosa a Ninoska, la chica estaba colgada de Iván qué diablos le paso?, porque simplemente no podía alegrarse por su hermano?
  • He dicho que cierres la puerta – repitió sin levantar su mirada del rostro de su hijo, y Lex trago saliva, cuando quería su madre podía ser muy intimidante – ENTRA Y CIERRA LA PUERTA LEX… si no quieres que ventile tus calzones en el patio como banderas – primero grito y luego lanzo aquella sutil amenaza, y cuando por fin Lex cerró la puerta pregunto – Porque le dijiste semejante barbaridad a tu hermano Lex…. ¿POR QUÉ FUISTE TAN MALO HIJO? – jooo, mamá acababa de decirle que era malo, y si lo fue, fue pura maldad y no supo que responder – te estoy preguntando Lex porque hiciste eso?
  • Fue una broma mamá auuuu – contesto y mordió el gritito de dolor, mamá acababa de jalarle la patilla sin consideración alguna, estaba muy enfadada con el muchacho – lo sieeento
  • No Alexander no lo sientes, DISFRUTAS – Lex retrocedió ante aquella acusación, sonaba bastante mal – disfrutas haciendo llorar a Iván, y no entiendo la razón, él ni siquiera sale contigo para que tú le fastidies, ¿qué te pasa?, ¿crees que solo tu tiene derecho a tener una novia? – pregunto zarandeándolo un poco de las muñecas – creí que habías disculpado a tu hermano de corazón pero veo que no es así, y si vas a seguir en este plano Alexander no voy a dejar que salgas con Pankarita y no solo eso, voy a privarte de tu hermano – y Lex elevo la vista del suelo a los ojos de mamá sin entender pero sin hablar y su madre lo saco de las dudas sin que pronuncia palabra alguna – si hijo, voy a privarte de la compañía y presencia de tu hermano para que aprendas a valorarlo como es debido así que no me tientes Alexander, no me tientes – lo amenazo y Lex se quedó callado volviendo a bajar los ojos al suelo – y espero que le des una sincera disculpa a tu hermano…
  • Lo voy a hacer mamá – dijo casi en un regocijo al ver a su madre alistar su ropa para bañarse, creyendo sinceramente que se salvó por poquito, pero lo que su madre sugirió le cayó como un balde de agua fría
  • OHHH! sí, claro que lo harás, pero se las vas a pedir cuando llegue tu padre – sentencio, oh, oh, eso era casi paliza garantizada, su padre también estaba harto de sus bromitas
  • MAAAAAA – esa era una total suplica de su parte y Clara lo sabía sobre todo al ver los ojos de su hijo abiertos como ventanas del susto
  • No Alexander, cuando llegue tu padre, ahora ve a bañarte y no quiero verte salir de tu habitación – dijo pero recordando que ahí estaba ahora mismo Iván –  y que oiga no más un grito o una queja, tuya o de tu hermano se van a enterar ambos, ala, ahora ve a tu cuarto – le dijo acompañándolo hasta el solo para dejar claro que no quería peleas justificadas o no por parte de ninguno de los dos – no quiero quejas, ¿me han oído?, no quiero gritos, estamos en calidad de invitados, lo mínimo es que se comporten a la altura…. así que están avisados que arreglaremos las cosas con su padre – Iván miro a su madre con una claro disgusto, él era el ofendido y ahora lo amenazaban, seguro Lex hizo su campaña proselitista como siempre
Y ambos permanecieron en la alcoba sin saber que hacer oyendo el silencio, al final Iván se cansó de aquello y tras ponerse una remera abierta pues acababa de salir de la ducha se tiró a su cama oyendo los pajaritos cantar en las copas de los árboles, eran las 5 de la tarde, el ocaso caía lento y caliente tiñendo de naranja el horizonte, viendo desde el ventanal aquel a los árboles mecerse en los brazos del viento que no solo los arrullaba sino que robaba sus exquisitos aromas mezclándolos con los profundos olores de la tierra, enamorando sus sentidos y ambos permanecieron en completo silencio, Iván porque no quería oír la voz de Lex, aún estaba muy enfadado y si le oía decir algo al respecto le iba a importar bien poquito ser invitado o no del abuelo Arturo y le rompería la linterna en la cabeza de su hermano; y Alexander no dijo nada por la vergüenza que lo agobiaba, esta vez admitiendo que se pasó de la raya… hasta que claro aquello cambio cuando tuvo que dar cuentas a papá.
Rubén acababa de llegar de una larga caminata que dio con su padre y con Arturo por los predios de la propiedad, encontrándose con el cuento apenas llego a la casa, se enfureció, realmente estaba enojado y a punto de darle una paliza a Lex, pero su mujer lo convenció de lo contrario, diciéndole que era mejor castigar a Lex de otra manera, después de todo estaban en calidad de invitados así que en vez de una paliza no lo deje salir al día siguiente, que como estaba tan entusiasmado por Pankarita que ese sea su castigo, no verla, ni comunicarse con ella, vamos, que Clara cuando quería podía ser muy macabra y Rubén le hizo caso, no iba a fastidiar su velada por eso, y conversaría con Iván también, así que apenas cenaron en completa armonía en el patio de la casa, todos juntos, riendo y charlando como si nada malo hubiera pasado Rubén fijándose la hora, sobre las 8 de la noche le ordeno a Alexander ir a su habitación después de bañarse y Lex avanzo con paso de condenado a su destino, seguro de que le iban a calentar el traste y avergonzado se levantó de la mesa agradeciendo la cena y despidiéndose de todos, y todos lo miraron con comprensión y simpatía, sabiendo que prontito se oiría unos buenos azotes, ya todos se enteraron de que iba la cosa pero se llevó el chasco de su vida.

  • ¿Papi? – se asomó tímidamente al umbral de la habitación de su padre fijándose en la cama, no era una cama gigante como la que tenían sus padres en casa, sino una antigua de dos plazas cubierta de una hermosa colcha tejida a mano que su madre estuvo sacando muestra día antes
  • Cierra la puerta Alexander – ordeno su padre dejando su ropa sucia en un cesto él también había terminado de bañarse y se secaba el pelo y vestía bajo la toalla y cuando hubo concluido y la puerta cerrado tras su hijo extendió la mano – el móvil Alexander – le dijo y Lex saco el celu del bolsillo poniéndola sobre la palma de papá sin decir nada, no era necesario – cuál es su número – pregunto y ante la turbación de Lex agrego – cuál es el número de tu chica – pregunto con aspereza y Lex levanto la vista del suelo, eso no se lo esperaba y se quedó con la boca seca sin poder responder – ¿cuál es el número de Pankarita? – volvió a inquirir su padre apretando ya no más el móvil para buscar el número y Lex apuro a darle lo solicitado
  • 7 33 95 886 – agrego y Rubén marco el número y se lo paso a su hijo
  • Cancela todas tus citas con tu novia hasta fin de semana, Alexander – joder Illien le comento que oyó a su madre hablar con su papá y decirle que lo castigue por un día, pero al parecer papá tenía otros planes y como no, un día era demasiado poco para Rubén, él quería que Lex e Iván la pasen juntos sin la intervención de ninguna chica y no iba a desaprovechar tan buena oportunidad, porque no lo pensó antes, se dijo, no necesitaba un milagro, solo que Lex se porte mal y punto
  • Paaaaaapaaa– se quejó ante aquello oyendo ya no más en el alta voz a Pankarita diciéndole, hola bizcochito, dándose cuenta que apretó la tecla equivocada pues él pretendía cortar la llamada ante la sugerencia de su padre
  • CORTA TUS CITAS CON TU BIZCOCHITO ALEXANDER, SINO QUIERES QUE TE LAS CANCELE YO – grito y Pankarita oyó aquello diciendo por el alta voz
  • Mejor haz caso a tu papá Lex, nos vemos cuando se le pase el enojo – y Lex quería morirse de la vergüenza, eso fue realmente bochornoso
  • AGGGHH; me hiciste pasar vergüenza – lo acuso apurando el paso todo digno para ir a quejarse a su madre, sintiendo ya no más la mano de su padre en la muñeca que lo jalo hacia adentro
  • PPLAAFF – resonó un señor manotazo en el centro de su trasero, papá selo dio con ganas porque aun sobre los vaqueros quemo la piel de lo fuertecito que llego – que Vergüenza, Alexander – indico para luego agregar enfadado – A MI NO ME DEJAS CON LA PALABRA EN LA BOCA ¿ENTENDIDO? – y le golpeteo el mentón con el pulgar para que lo vea a los ojos – y deberías agradecer a tu madre la gracia porque si por mi fuera te doy una buena paliza por lo que hiciste, que no me vas a venir a decir aquí que estuvo bien lo que le dijiste a tu hermano – amonesto – ¿QUÉ DIABLOS TE PASA A TI?, QUE TE SUCEDE BRAVUCÓN – y lo agarro de las muñecas y lo paro en su frente – que derecho tienes para denigrar a tu hermano de esa manera… dime, ¿QUÉ DERECHO TIENES?
  • Disculpaaaame papi – gimoteo Lex asustado, nunca vio a papá tan enfadado como ahora y si le daba una tunda bien se la merecía por tonto pensaba
  • A mí no me vas a pedir disculpas Alexander, te vas a disculpar de TU HERMANO AHORA MISMO – sentencio dejando a su hijo parado en medio de la alcoba llamando ya no más a Iván de un grito como todo en él – IVAAAAN – y a Iván le faltaron pies para ir donde su padre, pensando en el momento que su adorado hermano tenga que pedir su clemencia
  • ¿Papi? – se asomó disimulando una sonrisa
  • Pasa y cierra la puerta hijo – endulzo su voz, total, el lio era con Lex
  • Bien estoy esperando Alexander – y se cruzó de brazos parado a un lado esperando que Lex haga lo correcto – discúlpate de tu hermano – y la vergüenza tiño la cara de Alexander, de pronto aquella orden lo hizo sentirse mucho más niño de lo que a veces su naturaleza era, caprichosa, y terca y por alguna razón ese mismo niño tozudo y terco lo empujo a no hacerlo, a dizque salvaguardar su mal orgullo
  • NOOO; no lo voy a hacer no hice nada maaaalo, solo dije la verdad – se cruzó de brazos doblando el labio inferior hacia afuera como una trompeta, y su padre se quedó mirándolo unos minutitos
  • Bueno hijo, no puedo obligarte a disculparte de tu hermano, como a él a perdonarte, pero esto no se queda sin castigo dijo y Lex trago saliva, seguro que ahora lo jalaba y lo tumbaba sobre su regazo, o lo que era peor, lo sujetaba de los muñecas hacia arriba y le baja  la ropa para darle unos buenos chirlos con su cinturón, pero su padre lo sorprendió – estas castigado Alexander, no vas a salir ni hacer planes de ninguna naturaleza de aquí a lo que nos vamos a casa que será dentro de 2 semanas, así que mejor despídete de tu corteja ahora mismo para que no piense que la dejaste plantada porque si no lo haces tú, seré yo quien lo haga – sentencio apretando el remarcado de la numeración de Pankarita y eso si saco a Lex de su caparazón de orgulloso
  • NO PUEDES HACER ESO – pego el grito como siempre
  • CLARO QUE PUEDO, QUIEN ME LO VA A IMPEDIR… ¿TU? – y le sujeto el mentón entre sus dedos obligándolo a mirarlo, a elevar la visa porque Lex e Iván si bien se estiraron eran aun chicos en comparación al tamaño del papá – TU NO ESTAS EN CONDICIONES PARA NEGOCIAR NADA ALEXANDER – lo soltó y luego empezó a golpetear la mesa que ahí había, enfatizando cada palabra – O TE DISCULPAS DE TU HERMANO COMO ES DEBIDO O LLAMO YO A PANKARITA Y LE DIGO QUE ESTAS CASTIGADO HASTA FIN DE AÑO Y PARE DE CONTAR… FALTABA MÁS – agrego para si
  • Paaaapi, por favooooor – Lex se agarró de la muñeca de su abuelo, queriendo aun en el estrés del momento volcar la tortilla a su favor – sé que hice mal, pero no me obligues a disculparme de Iván, fue una BROOOOMA – y empezó a gimotear –  FUE UN BROOOOOMA, no lo voy a volver a hacer pero por favooooor, no me obligues a eso…PREFIERO QUE ME PEEEGUES – Rubén y su hermano se lo quedaron mirando con los ojos cuadrados, estaba loco? Como podía decir semejante estupidez, preferir una paliza?
  • ¿Te estás oyendo Alexander? – le pregunto su padre aun incrédulo
  • POR FAVOR PAPÁ, ESTOY HABLANDO EN SERIO, PREFIERO QUE ME PEGUES – y todos en el pasillo callaron para oír los detalles de aquel boche a puerta cerrada – PERO NO ME VOY A DISCULPAR FUE UNA BROMA, UNA BROMA DE MAL GUSTO PERO BROMA AL FINAL – declaro obstinado como siempre
  • A ¡NO! jovencito, aquí no me viene con tonterías – dijo su padre a tiempo de sacar del velador un horrible artefacto, un chicote rustico hecho de nervio de toro, al cual los campesinos solían en lo fresco cortar en varias lonjas delgaditas sin separarla de la base, en fin era un falo de toro deshilachado seco y curtido con vinagre y grasa de caballo, que Arturito solía usar en la vieja usanza para arrear el ganado, de tanto uso quedo con solo 3 tirillas delgadas… una sola vez Lorenzo se llevó un señor azote con aquello por escapar del colegio para irse de pintas al rio con una botella de jumechi solo para dar contento a una tropita de mal entretenidos que nunca faltan, nunca faltaron y nunca faltaran en la vida y milagros de la gente, sobre todo de los mozalbetes, y al parecer Lexito estaba a puntito de enterarse que hacían la gente con los genitales del toro cuando los carneaban, esa fue siempre una pregunta que se hacía cuando iba al mercado con su madre a comprar carne y le parecía risorio que la gente pregunte por la carne de vaca, ¿y si era toro?, ¿Que pasaba?, y aquí estaba la respuesta… en este rincón olvidado del mundo con el falo del toro se hacían chicotes… que en el resto quien sabe – rwaaas – silbó la mierda de vergajo en el aire, estampillándose en el trasero del muchacho y ardió un demonio con su privado infierno bajo los jeans porque cuando papá quería dar un campanazo, no era de capilla, era de catedral para que todo el mundo se entere, y Lex automáticamente llevo las manos al trasero frotándose el culete sintiendo 3 ronchas en el camino, menos mal la cosa esa estaba rota y le faltaba varias tiras
  • BUAAAAAaaaaaa – grito y el grito se ahogó en el pecho de papá, si bien estaba enojado, sabía que aquello dolió mucho y no un chiste porque la cara de su hijo se congestiono ya no más del dolor y arrugo la frente a tiempo de abrir la boca
  • DISCÚLPATE CON TU HERMANO ALEXANDER, QUE SI ESTAS PENSADO QUE ME VA A TEMBLAR LA MANO PARA VOLVER A SACAR ESTITO – le dijo mostrándole el chicote prestado antes de meterlo al velador – ESTAS EQUIVOCADO, MUY EQUIVOCADO HIJITO, QUE PALIZA SOLICITADA NO CAMBIA NADA, USTED SE DISCULPA DE SU HERMANO Y EL CASTIGO PREVIO SIGUE EN PIE – hablo con voz firme y clara y elevando un poco el volumen para que su hijo lo oiga a través de su llanto sin dejar de abrazarlo, pero Lex seguía llorando y finalmente se sentó con él en la cama abrazando también a Iván que hasta ese momento estuvo al margen de todo y que cuando vio aquella cosa en manos de papá trago saliva del susto, menos mal no era su trasero, pensó – ya Lex, yaaa, Ya, ya, ya paso hijo…
  • Mmm mmm – gemía Lex – meeeepegaaaste, me pegaaaste – se quejaba abrazando a su papá
  • Pero es lo que tu pediste hijo – y Lex prefirió ya no decir nada – no me gusta que te portes mal Alexander, como puede ser posible que no pienses en lo que dices ni midas tus palabras y le digas eso a tu hermano, es tu hermanito, hijo, o es ajeno, ¿a ver míralo? – le dijo separándolo de su pecho para que vea a Iván – es desagradable que la gente se haga la burla de uno Alexander y uno piensa que es porque son ignorantes, pero cuando es la familia quien lastima, es horrible, porque no puedes defenderte de ellos, y vas creando resentimientos dentro, ¿eso quieres?, ¿que tu hermano sea resentido con vos?, ¿qué te mire como si fueras basura? – y Lex negó con la cabeza avergonzado de sus actos – está mal pues que hagas esas cosas, ya no eres un niño, tienes que aprender a compartir…. ya te dije, cuando más pronto compartas con tu hermano la dicha que tienes de tener una novia y le des un voto de confianza será mejor para todos, te lo puedo asegurar – le dijo y Lex limpiándose los ojos se abrazó de Iván
  • ¿Discúlpame si?, no debí decir eso, fue… no sé porque lo hice – declaro abochornado e Iván al final abrazo a su hermano y Rubén sonrió, si… ese par iba a matarlo, pero de contento pensó
  • Bueno, así me gusta, que no estén peleados hijo – dijo guardando en su velador el móvil de Lex
  • Mi teléfono papi… es mi teléfono – dijo abriendo la gaveta
  • Si, lo sé, sé que es tuyo – le quito de nuevo el artefacto aquel – pero esta decomisado por 3 días Alexander – y Lex lo miro con cara de desentendido, o eso quiso hacer creer a su padre – estas castigado por 3 días Lex, no hay salidas ni citas de ninguna clase bueno? – le acaricio la mejilla – el viernes te devolveré tu teléfono y el viernes recién puedes ver a Pankita… perdón Pankarita – y despeinando a sus dos hijos agrego – que creíste tú, que con un chicotito iba a estar servido?... no mi hijito así no son las cosas – declaro cerrando con llave el velador guardando la llave en su camisa, si, había que evitar las tentaciones a su hijo y abrazándolos los saco de su alcoba al patio – ahora vayan a jugar o lo que quieran, yo voy a la cocina, que tengo planes que conversar un rato con tu madre – declaro…

Si, definitivamente Rubén si sabía cómo manejar las cosas con sus hijos…a ver hasta cuando le duraba la gracia de tenerlos juntos y sin pelear…


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