Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 03 de Mayo del 2016
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Capítulo 170
Pequeños y grandes …
milagros salvajes
Autora: Marambra
Un abrazo, solo
le hacía falta un abrazo para que su alma se sienta en paz y corone su dicha
tras el tremendo día que tuvo Rubén, pero si veía bien a su consorte no podía
negar que su mujer estaba al punto del colapso, así que en vez de buscar aquel
abrazo fue él quien se lo dio, y ella lo acepto con ansia, con tremenda
necesidad y cuando sintió en su temblorosa espalda las manos de su hombre, fue
que se permitió aplastar su rostro acongojado y llorar sin cansancio y Rubén
solo atino a abrazarla y besarle la cabeza sin interrumpir su llanto, sin
siquiera osar moverla de donde se plantó en media habitación… sabía que no
tenía derecho a eso, no después de lo acababan de vivir… y todo a raíz del
tremendo susto que pasaron como familia al terminar la tarde a su regreso del hermoso
día de campo que pese a sus bemoles vivieron aquel día…
El
día había despertado como siempre con el canto dulce de las aves, él como
Arturo y Clara madrugaron para tener todo a punto y salir temprano, noche antes
tras que castigara a Lex decomisándole el teléfono y lograra que tanto su Lex
como su Iván se abuenen habían
preparado todo aquello que disfrutarían en el día de campo, incluso congelaron
jugo natural de frutas para llevarlo en los conservadores y fueron a cargar
gasolina en las movilidades, después de todo los pauros de Jichi que así le
llamaba Arturo y los comunarios estaba a
algo más de dos hora y media del santuario, aquel era un lugar paradisiaco… el
agua manaba de las rocas y formaba pozas labradas en las negras lajas, se tenía
que tener mucho cuidado pues era fácil que estas pozas tengan bocas escondidas
de aguas subterráneas y las fuerzas internas de estas ocultas corrientes podían
chupar a las personas y ahogarlas, así que quienes bien conocían el lugar, en
este caso Yhanku y Lorenzo se encargaron de explorar las pozas y declararlas
seguras para ser disfrutadas; y el día no pudo ser más maravilloso para todos,
incluso para la fifi de Almudena… entre los más entusiastas que eran los chicos
por supuesto armaron los toldos para evitar el calor aun incluso bajo las
frondas de los árboles, colocaron mantas sobre hules para evitar la arena para
quien quiera tirarse una siestecita, es más llevaron incluso almohadas, el
fuego que estuvo a cargo de los mayores, Rubén, Arturo incluso Ludwig se prendió
sobre una laja plana a la sombra de un enorme eucalipto, Ulrich como en sus
buenos tiempos hizo un reconocimiento del terreno junto a su hijo Franz, y
Rubén lo observo por primera vez en el papel de padre, la camaradería que se
adivinaba entre ellos en perfecta sincronía sin necesidad de decir nada era
envidiable y admirable, al parecer actividades de acampada eran algo que tenían
en común y lo disfrutaban sin hacer aspavientos como en ese mismo momento lo
hacían los más críos de aquel enorme grupo familiar de sangre y de cariño, así
que no debería extrañarle, pensó Rubén, después de todo cuando él era un niño
Ulrich gustaba de llevarlo a los parques o al zoo imaginando que estaban en
África o en otros remotos lugares… y sin pensar ahora Rubén era anfitrión de
aquel remoto y exótico lugar
Sí, todo era perfecto pensó Rubén, no pudo salir
mejor que a pedir de boca, y quienes más lo disfrutaban eran los muchachos, del
más grande Yhanku al más pequeño Iván, sin contar con ellos mismos: los adultos
del clan; aquel día los chicos aprendieron algunas cosas entre ellas a clavarse
de las peñas y aunque Rubén estuvo nervioso desde un inicio por el brazo de
Iván y no quería que se meta al agua al final cedió ante la solemne promesa de su hijo de no
meterse más allá de la cintura entendiendo sus limitaciones y como tal se
contentó con flotar y jugar muy cerca de la orilla aun cuando él quería saltar
como el resto, tirarse de gran altura y provocar que el agua salpique y sentir
la exquisita sensación de volar, hundirse, abrir los ojos y ver dentro del agua
sus propias burbujas sintiendo que era una orca, por alguna extraña razón
cuando se metía en el agua y daba clavados experimentaba una delirante y
sublime paz peleada mano a mano con la excitación… envuelto en esa sensación
contradictoria dejaba que su cuerpo se hunda en su propio peso mirando como la
luz brillaba arriba distorsionada por el ondular del agua y sus oídos
inicialmente en silencio de pronto oían el eco de voces lejanas y era cuando
recién daba brazadas para salir a flote… él sabía como Lex darse clavados y era
muchísimo mejor que su gemelo incluso y aunque su padre tenía conocimiento de
lo buenos que eran en el agua, hubiese preferido meterlos a una bañera grande
con patitos de goma sobre todo tras lo ocurrido…
Los
más grandes Yhanku, Lorenzo y Franz escaparon laja arriba a una especie de pico
de plancha que sacaba el hocico a casi media poza sobre unos 3 metros por
encima del ras del agua y se lanzaban al
medio entre el algarabío y la bulla suya, pero claro los menores al ver las
hazañas de los mayores decidieron incursionar y probar hacer lo mismo, solo que
la voz de Rubén impidió aquello pero no freno la desobediencia, una
desobediencia que necesitaba saltarse el temor y dar paso al coraje, a esa vocecilla
salvaje que siempre sacaba su mejor garra cuando el NO de papá era un gran y
enorme NO como el que era ahora; Rubén vislumbro desde el brazo de sombra que
disfrutaba sintiendo en la piel la suave y tibia brisa como Yhanku y Lorenzo
treparon la laja y luego vio a Franz estudiar la peña aquella y escalar por
otro lado, parecía que era una especie de reto impuesto entre ellos, el
lenguaje corporal lo decía todo, se estaban probando como adultos entre los más
adultos, dueños ya de sus actos y sin la voz esa fastidiosa que te diga no
hagas eso, o haz aquello, deja, no molestes, pórtate bien, hazme caso y demás o
eso creyeron ellos hasta oír la voz de la experiencia, y por propia experiencia
sabían que debían hacer caso, ventajas del previo entrenamiento… en el trasero;
Arturo los miro de soslayo levantando el ala del sombrero y solo dijo a media
voz pero lo suficientemente alto para que sus hijos lo oigan
- Con cuidado mi´jo – y Yhanku supo que se refería a él
- Tranqui viejito, que ya me he fiajo cuan hondo es y pasa sobre mí el centro – y eso era verdad, la poza tendría fácilmente 3 metros o más de profundidad muy conveniente para darse aquel tipo de clavados, pues Yhanku primero estudio el terreno caminando de la orilla al centro y sabía bien que era poza vieja labrada muy profunda pero sin tirabuzón que chupe bajo la rocas, o eso creía – ¿acaso no ve que está bien oscura? – agrego mirando el agua refiriéndose al fondo
- Lo sé, lo sé pero recordá que poza tranquila y oscura es dañina y peligrosa no hay que fiarse del color solamente que bien puede ser solo sombra de la roca, hay que estar bien seguro pá querer despeñarse de tan alto, y no salir mal para o Yhanku… o no salir – recomendó sabio en sus años y Yhanku sonrió a su padre agradeciendo el consejo, pues sabía muy bien que papá estaba hablando con todas las de la ley
- Lo sé tata y de verdá que me fije bien
- Ya, pero de todos modos con cuidao
Y
volvió a lo suyo a conversar amenamente con Ulrich, Rubén y Ludwig, mientras
que Almudena decidió continuar el interrumpido sueño de la mañana en una
tumbona replegable cubierta de dos cosas: un toldo de playa y una gruesa capa
de repelente que espantaba hasta a los murciélagos, en tanto Clara y Pascuala
la guapa bisabuela de los rumanitos cortaban limón por la mitad, Illien,
Alexander e Iván estaban en la orilla de la poza jugando distraídos tirando
piedritas en el lomo del agua para ver cuál de ellos tiraba más lejos formando
círculos concéntricos de grandes a pequeños, no se habían percatado que los
mayores se subieron a la boca de la cascada de donde caía el agua a chorro, de
pronto solo oyeron un tremendo ruido y un hueco en el agua salpicándolos con
fuerza y luego otro y otro más, y como de costumbre quisieron hacer lo propio y
ya ligerito se encaminaban los gemelos o más bien uno iba por propio pie, el
otro por inercia e Illien en contra de su voluntad pero se unió a sus
compinches que sabía muy bien que su padre no lo dejaría ni en sueños, porque
aunque se esmerara le faltaba mucho para llegar a ser tan diestro en esa faena
y parecerse a sus hermanos y poder retarlos en aquel rudo juego, por alguna
razón los más grandes sacaron sus dotes competitivas, como queriendo marcar
territorio sin saber que los más viejos los miraban con disimulo y sonreían
ante la joven altanería
- NO SE VAAAAALE YHANKU, NO NOS INVITASTE, PEQUEÑO TRAMPOSO – grito Alexander no queriéndose perder la diversión, limpiándose las manos de la arena que tenía pegada de buscar guijarros – ESPERA NO MÁS QUE SUBA YO; TU PAPUCHI – dijo golpeteando su pecho todo orgulloso de sí mismo y fijándose en su hermano y la promesa de compartir con él agrego incluyendo en el meollo a Illien – ¿QUE SUBAMOS VERDAD CHICOS?, VAS A COMER POLVO CHANGUITO QUE YO SE CLAVARME MEJOR – para Lex todo era una competencia y expreso aquello golpeando un puño en su palma opuesta
- A VER SI PUEDES – por alguna tonta razón Yhanku contesto aquello, quizás al calor del liberado estrés, de no sentir la presión de ser adulto y de no cometer errores que es como siempre se sentía, como si siempre estuviera bajo el ojo vigilante, hacía mucho que no experimentaba la libertad de acción que se tiene cuando se es crio sin medir las consecuencias porque cuando se es un mocoso como lo eran los gemelos y su propio hermano menor, solo importaba la experiencia del momento, el saber que se siente, el disfrute de los actos, importando bien poco el resto, y claro la respuesta de Yhanku fue el dispositivo de la desobediencia, de la paliza, del llanto a moco tendido, del abrazo cariñoso y del beso en la frente que siguió a aquello
- ME CANSO!!!! GANSO – respondió Alexander, era como si le hubiesen colocado cohetes en los pies, había que verlo en su pose de gánster importante, se paró de golpe, limpio la arena en los laterales de las mojadas bermudas de baño, hizo a un lado el mechón de pelo mojado que caía sobre su cara cubierta de gotitas que se secaban con el sol e irguió los hombros y le faltaron piecitos para caminar ligerito hacia la peña, solo que no conto con papá, que ya no más se acerco a él sin decirle nada y más bien sorprenderle, él no iba a dejar que sus gemelos suban a semejante peña y menos para lanzarse al vacío, no señor, que apenas vio caer el cuerpo de Yhanku en picada y aunque en el fondo sabía que era un acto totalmente profesional, él sintió dentro suyo el visceral miedo, el vacío experimentado en el estómago y cerró los ojos para solo oír el golpe del cuerpo en el agua y luego la risa de todos ellos y aunque sabía que era muy divertido, esa diversión podría ser en extremo peligrosa
- ¿Y se puede saber a dónde vas tú pequeñajo? – Lex sintió la mano de papá en el hombro girándolo para que lo mire – vos no me subes a esa peña – señalo el regio lugar con el índice, desde donde estaba Lex, era mucho más impresionante la altura, ni loco los dejaba subir
- Pero papi yo sé clavarme, ¿no ve Iván? – y busco a su hermano para que le confirme a su padre que sabía hacerlo – siempre nos damos clavados en la piscina, nos lo enseño Logan – de un tiempo a la fecha Lex empezó a nombrar a su padre biológico por su nombre sobre todo cuando hablaba con él, era como si con aquello confirmara y reafirmara que Logan empezaba a ser un dulce recuerdo en el corazón de su hijo… y él: Rubén era SU padre con todas las de la ley; Rubén frunció el ceño, le encantaba que le digan papi, papá, papito, pa, pero sin olvidarse de quien en su momento les dio la vida, y los recuerdos de infancia, un verdadero tesoro porque la infancia es una cajita musical llena de bombones y al oír nombrar a su hijo por su nombre sintió pena por el aparente olvido
- Lo sé hijo, sé que papá – recalco con un tono diferente de voz al pronunciar papá – te enseño a dar clavados… ya me lo contaste una vez y me alegra mucho, pero esto no es la piscina Lexito, es una poza y por debajo hay corrientes que no sabemos manejar – le explicaba
- Pero yo sé nadar, no se vaaale – se cruzó de brazos manifestando su enfado y Rubén quiso ser razonable con él
- Sé que sabes nadar, es más me siento orgulloso de tu capacidad y tu talento en el agua hijo, pero ahora no puede ser, darse clavados en una piscina nada tiene que hacer con lanzarte de cabeza a 3 metros en una poza cuyo fondo no conoces y es agua viva – y Lex recordó que su abuelo solía afirmar que toda agua que no viene del grifo tenia vida propia y vida ajena, propia porque nutre a la que interesantemente llegaban a ser vida ajena porque albergaba flora y fauna en su interior y había que respetarla tal cual, verla si se quiere como a un animal indómito y como a la morada de cientos o miles de animales y vegetales salvajes por muy microscópicas que fueran sus formas, y claro Lex quería empaparse de tanta vitalidad, revolcarse en ella en realidad
- Pero ellos me pueden enseñar – declaro comprometiendo a Yhanku a Lorenzo y a su propio primo – o tú mismo puedes venir conmigo y jugar, hacer algo divertido, que desde que llegamos solo te sentaste a charlar – reclamo con buenos fundamentos, pero mejores razones tenía papá para decirle no
- Lo siento hijo, pero no, si quieres hacer algo divertido conmigo y con los muchachos lo haremos… y en el agua también, pero no tirándonos de una loza, además que clase de diversión seria esa si solo tu jugaras, sabes muy bien que tu hermano no puede subir a semejante peña y menos darse un clavado… yo dejo que tu juegues y te tires de cierta altura si quieres pero no subiendo a esa roca, bueno? – le hablo con cariño, sin gritar, sin sonar autoritario sino entendiendo el dilema de su mocoso, que quería jugar, que quería divertirse como todos, pero para Lex fue frustrante
- Porque simplemente no me dices que no quieres que me divierta – declaro cruzándose de brazos y frunciendo el ceño en un claro gesto de enojo injustificado – me parece mal que me digas que es por Iván, Iván es grande y entiende que no puede hacer nada porque tiene el brazo roto, pero yo no, yo estoy sano – reclamo seriamente a su padre mirando a Iván
- Pero parece que a ti se te olvida eso y lo invitas a subir contigo a semejante altura como hace a un momento – declaro su padre molesto por el tono de voz de su hijo, haciendo referencia a la invitación previa y eso despertó las ganas de pelear de su hijo porque Lex realmente quería divertirse con su hermano, aquellas horas le hicieron recuerdo lo genial que era tener un hermano y más un gemelo, un compañero incondicional de travesuras en la infancia
- Lo invite solamente porque tú quieres que pase el día con él – eso fue un golpe bajo innecesario, pero ya había soltado la lengua, no podía retractarse – o ya no te acuerdas lo que me dijiste esta mañana – se cruzó de brazos enfurruñado recordando a su padre: iremos de día de campo en plan familiar, no quiero que estés dejando a tu hermano de lado, que si lo haces Lex y me haces renegar alargo tu paréntesis amoroso hasta el lunes, fue toda una amenaza, ya iba a contestar Rubén pero quien al final reacciono, y reacciono mal fue Iván, que saliendo del agua limpiándose la cara se acercó a ambos
- No necesito una niñera, ni nadie que me cuide y me haga jugar… no estoy inválido, solo tengo el brazo roto – declaro enfadado acusando a su padre
- Si muy conveniente, romperte el brazo para fastidiarme la vida – contesto Lex escupiendo con enojo cada palabra, aquello era el colmo fastidiarle le vida y la pelea verbal exploto de la nada sin que su padre pueda hacer algo
- OYE QUE TE PASA – empezó a reclamar papá pero fue callado por el enfado del otro gemelo
- VETE A LA MIERDA… – grito Iván empujando a Lex con una sola mano en el pecho mordiéndose las ganas de mandar a la mierda a su hermano pero con hechos y no solo con palabras que le sobraban las ganas – GRANDÍSIMO ESTÚPIDO, QUE SI TENGO EL BRAZO ROTO ES PORQUE TU ME LO PARTISTE O YA NO TE ACUERDAS – su padre lo cogió del pecho y lo empezó a alejar de su hermano para que no peleen pero no podía evitar que grite y justamente tenía ganas de gritarle unas cuantas frescas y otras lindezas y tentado estuvo de escupir una nueva gracia conteniéndose a última hora – CAB… CABEZÓN – y se soltó de su padre quien no pudo evitar que vuelva a topetear a su hermano con el hombro indemne – TE ACUERDAS? O NO TE ACUERDAS
- TE LO VOLVERÍA A ROMPER Y EL OTRO MÁS POR… - saco pecho como Iván, si, eran dos orpintones (gallos de pelea adolescentes) estrenando espolones, menos mal Ulrich lo cogió del brazo conminándolo a calmarse pero se adelantó su hermano
- SUFICIENTE, NO QUIERO OÍR UNA SOLA PALABRA MÁS AL RESPECTO – elevo la voz Rubén para que se den por enterado, zarandeándolos del brazos y mirándolos de un rostro a otro con el ceño fruncido – HE DICHO QUE NO ME SUBES A ESA ROCA Y NO HAY MÁS ALEXANDER, Y TU? NADIE TE PUSO UNA NIÑERA ASÍ QUE DEJA LOS DRAMAS – decidió cortar los argumentos a Iván, no quería que vaya por ese rumbo de malos entendidos que solo traería problemas – ¿ENTENDIDO? – le apretó un poco el brazo – HAN ENTENDIDO? O NO HAN ENTENDIDO – los volvió a sacudir al darse cuenta que ambos se comían con los ojos y decidió por la patilla y los jalo a los dos al mismo tiempo
- AUUUUU – grito con ganas Lex atajando la mano de papá frunciendo el ceño y la boca con demasiado enojo para el gusto de cualquiera
- AUUUUU – y a su voz se unió Iván, aquello también le tomó por sorpresa y bufo por lo bajo ladeando la cara disconforme con lo que acababa de hacer su padre
- ¿Entendido? – los zarandeo del brazo nuevamente
- YAAAA – murmuro Lex y Rubén si bien no estaba satisfecho por el tono de voz lo dejo pasar, pero no a Iván así que lo volvió a sacudir un poco del brazo apresado
- ¿Entendido Iván?
- SIIII, entendido – contesto con demasiada crudeza enojado con su padre jalando su brazo para librarse de él lo más pronto posible y no por miedo a las represalias, sino por no poder aguantarse las ganas de brincas sobre su gemelo, podría tener el brazo roto y volverse a fracturar con gusto pero disfrutaría dejándole a Lex la nariz chueca, y Rubén prefirió dejarlo marchar, porque sabía muy bien cuando Iván estaba para el puntito del no retorno, y Lex decidió por la silenciosa retirada aplazando la hora de la batalla con su hermano, que aquella guerra estaba lejitos de acabarse y ambos lo sabían, sería una guerra campal pero privada
Y
la doble queja se oyó de fondo lo mismo que el cruce de palabras de agrio tono,
todos los presentes estaban expectantes del lenguaje corporal de los tres
protagonistas y de lo que a continuación iba a suceder, pero Rubén decidió que
aquello era suficiente, no quería añadir más leña al fuego ni tener que
terminar el día retando a los chicos o lo que es peor, azotándolos, sabía que
tenía que conversar con ambos, pensó que mejor dejarlos que se calmen y
calmarse él, y quizás a lo largo del día pille la forma de compensar a ambos,
entendía las frustraciones de los dos, Lex experimentar y disfrutar que no era
distinto a lo que quería Iván, desgraciadamente uno no podía por cuestiones de
salud y el otro por su seguridad, así que él se inventaría alguna salida para
aquel meollo, confiando en parte su corazón a que todo se solucione por sí
solo, total, no tenía siempre que intervenir sobre las discusiones de sus
hijos, pero cuando sobrepasaban el límite permisible tenía que actuar, solo
esperaba no tener que hacerlo de mala manera para el trasero de ambos pero si
se salían un poco de la raya no iba a permitir a sus hijos comportarse como
animales y menos dañarse verbalmente y por una estupidez como subir a una roca
para saltar, y tras dejarlos a cada uno tomar su camino, Lex regreso con Illien
e Iván al verse privado de su amigo se decidió por el monte
- No te alejes Iván – advirtió papá tratando de no sonar enojado ni controlador, que vamos, no dejarlo ni ir a caminar era frustrante para el muchacho y como para hacerle saber cuál era su opinión Iván apretó el paso y corrió hacia el chume lejos de la vista de su padre
- IVÁAAANNN – se paró como un rayo de donde se fue a sentar decidido a ir detrás de él y que sea lo que Dios quiera pero Arturo lo atajo colocando una mano sobre la suya – ¿pero has visto eso?, es el colmo de malcriado – declaro fijándose en la forma extraña que ese momento tenía Arturo de mirarle pero fue Ludwig quien puso voz a los pensamientos de Arturo
- No se razona con el volcán ni se bebe del agua turbia hijo, déjalo que se despeje un rato, esta con el ánimo caldeado – Ludwig sonrió a su hijo alcanzándole un trozo de papaya cortada saboreando aquella fruta también, como diciéndole endulza tu alma
- Mejor no pudo decirlo compadre – ¿compadre?, eso llamo la atención de Rubén, ¿compadre de qué?
- ¿Compadre? – le puso voz a su curiosidad
- Si Rubén, Illien hará la confirmación y seré su padrino – lo dijo feliz, ser padrino de aquel jovencito era lo más cercano a ser padrino de sus nietos, él no sabía si los chicos tomaron ya esos votos religiosos
Y
así se distrajo de lo que estaban haciendo sus hijos sin percatarse que la poza
estaba vacía y en completo silencio, los más grandes tras la metedura de pata
decidieron dejar la poza en paz para que los gemelos se guarden de las
tentaciones y se toparon sin querer con un enojado Iván que caminaba sin rumbo
fijo entre la maleza, distraído en su enojo y se pegó un señor porrazo en un
curichi oculto en un pozo hondo al pisar en falso, de no ser porque ellos
vieron a Iván, nadie lo hubiese encontrado estaba dentro de un hueco del no que
hubiera salido sin ayuda, menos con la mano como la tenía, y entre los tres lo
sacaron de allá y caminaron buen trecho antes de llegar al campamento base por
así decirlo porque ellos precavidos habían marcado los árboles para poder
regresar…
- Déjaaame, déjame – gritaba Iván enfadado tratando de soltarse de Yhanku que lo traía casi a rastras pero el otro ni se inmuto de no ser por la mordida que le dio Iván
- CARAJO…. AUUU!!! MOCOSO DE MIERDA, ME MORDISTE – declaro enfadado mirándose el brazo, no fue fuerte fue de advertencia e Iván con el ceño fruncido contesto
- TE DIJE QUE ME SOLTARAS – todavía él era el ofendido parecía decir Yhanku tras mirarlo con los ojos cuadrados
- ¿QUÉ ESTA PASANDO AQUÍ? – Rubén se percató de que Yhanku venía con Iván echando chispas, algo había pasado porque la traza del menor de sus hijos era digna de verse, estaba cubierto de barro y hojas secas en el pelo, y olía extraño… y como no, si se cayó en un curichi de taitetús (puercos de monte similares a los jabalís)
- NO PASA ¡NADA! – logro soltarse de Yhanku después de tanto forcejear
- Silencio tú, contigo no es la charla – papá puso un dedo sobre su boca y con aquello lo mando a callar, sino era porque era su padre Iván hubiera mordido con gusto el dedo aquel
- Se cayó en una poza – explicaba Lorenzo tratando de distraer a Rubén
- Que no te fijas a donde pisas Iván mira como estas – le dijo entre enfadado y frustrado fijándose ya no más en el yeso en cuanto le dijeron que se cayó, preocupado por su bien estar
- PERDÓN POR NO SABER CAMINAR, LO QUE PASA ES QUE MI NIÑERO SE OLVIDO SEGUIRME PARA HACERME JUGAR – grito enfadado quitando a su padre su brazo escayolado para nada más ser atrapado de la cintura y atajado en su huida
- PLAFF SUFICIENTE – Rubén acababa de darle un palmetazo en el trasero delante de todos e Iván se lo quedo mirando unos segundos en un suspenso atroz, indignadísimo…todos creyeron que haría algo irracional al calor de la vergüenza que le tiño la cara de escarlata pero Iván dejo seco a su padre y al resto con su actitud, se soltó del brazo de su padre y contesto
- Si, suficiente – dijo con toda la dignidad que podía con el picor en los ojos por aguantarse de llorar, caminar no había hecho otra cosa que sumar su enfado en vez de calmarlo, y regresar y ver a Lex disfrutar y reír lo puso de peor humor – SUFICIENTE DE QUE OBLIGUES A MI HERMANO A ESTAR DE BUENAS CONMIGO BAJO AMENAZA, BAJO TORTURA O QUE SE YO QUE TANTO MIEDO LE TIENE ALEXANDER – declaro con un nudo de rabia en la voz – no quiero que hagas eso – le pidió apenado – he tenido suficiente de ver en su cara el asco y la desconfianza que me tiene como para que tu encima quieras obligarlo a que me perdone – dejo caer una solitaria lágrima por su mejilla – pero insistes en eso y me lastimas y empiezo a creer que eres un mentiroso
- ¿De que estas hablado? – inquirió papá sorprendido de esa acusación
- DÉJAME TERMINAAAR – declaro levantando una mano en un gesto de stop – tú dices que no se obliga a pedir perdón o a perdonar, pero lo haces y me enfada – arrugo su frente limpiando la caprichosa humedad que estaba por resbalar en su mejilla – PORQUE SABES MUY BIEN QUE ÉL NUNCA LO HARÁ, Y QUE YO DEBO APRENDER A VIVIR CON ESO Y NO HAY DRAMA…. de veras papá – declaro con la voz quebrada porque dolía y no podía negar ese dolor – no me voy a morir por su perdón… como no me he muerto porque Logan me haya defraudado y me haya mentido como lo hizo y él sabía que no le iba a perdonar Y COMO QUE NO LO HICE, pero al menos fue lo suficientemente inteligente para no obligarme a hacer nada que no quisiera – aquella declaración dejaba entre ver algo que Rubén ignoraba pero que no estaba seguro de poder averiguarlo – excepto llevarme a ese horrible lugar, así que por favor, DEJA DE INSISTIR – aseguro y luego apuntando a su hermano agrego – deja que se tire de cabeza de esa roca si es lo que quiere y deja que yo me pierda en el monte que no me caería mal que me devore un jaguar, que lo más probable con la suerte que tengo es que se indigeste y me vomite por no encontrarme apetecible Y TAMPOCO SE TE OCURRA OBLIGARLO A VOLVER A MASTICARME – agrego enfadado, compungido en su pequeña gran tragedia adolescente, parte con razón parte sin ella
- Iván que cosas tan feas dices hijo – Rubén se quedó loco con aquellas palabras, y quiso razonar con su muchacho, al parecer no estuvo bien darle aquel palmetazo delante del resto y puso su mano en su hombro con el claro afán de abrazarlo y consolarlo que se lo notaba alicaído, con el rostro lleno de tierra lo mismo que el pelo, y raspones en las piernas y los brazos, si hasta el yeso estaba con barro, donde diablos se cayó su hijo?
- ¡DÉJAME EN PAAAAZ! – y empujo a su padre tratando de alejarse de él empezando a llorar ya, llego a su límite, la situación lo superaba y fue cuando Rubén reacciono, él no iba a permitir que su niño este con ese ánimo en un día tan hermoso, así que lo abrazo con fuerza y beso su cabeza sonriendo ante el arrebato infantil que le dio acunándolo en su pecho pese a la resistencia que oponía a ese abrazo, a ese beso que cayó por sorpresa, pues Iván hubiera apostado su cabeza que su padre se cabreaba y le daba más que aquel palmetazo de advertencia
- Wua, mi bonito – lo apretó con más fuerza al sentir las manos de su hijo apartarlo de su cuerpo con algo de fuerza – como vas querer que el gato te coma y dejarme a mi sin mi ratoncito hermoso, ¿mmm? – declaro ante esa idea de que obligue al jaguar a masticarlo mejor, esa si era una locura total por no decir una idea espeluznante – eso no se dice bebe – era la primera vez que Rubén les decía bebe a sus nietos, ni de bebes los llamo así, porque prefería siempre llamarlos por sus nombre – y si quiero que estén de a buenas con tu hermano no es por fastidiarte ni fastidiarlo a él, sino porque los amo y no me gusta verlos enojados – le beso la cabeza al sentir que Iván iba rompiendo su inicial resistencia cediendo ante los mimos de papá – y me duele aquí, en mi corazón cuando estas dé a malas como ahora– puso la mano de su hijo en su pecho besando su frente y sus dedos – no te enojes conmigo ¿si? aun cuando me equivoco por favor, no es mi intensión – e Iván lo miro extrañado ante ese peculiar pedido – yo no soporto verlos enfadados, la vida es demasiado corta hijo…. para estar enojados… – declaro pensando en su Logan y parecía que Iván entendió aquello porque apoyo su cabeza en el pecho de su padre dejando que lo acune parado como estaba y dejando que su ojos se humedezcan, tenía derecho a llorar – ¿qué dices?... ¿hacemos las paces? – musito para él
- Está bien – respondió suavecito y Lex, pues Lex fue Lex nuevamente
- AYYY QUE PEEENA – ahí iba el sarcasmo – … ¿el bebe pañales si hizo pipi en su pañalito?... deja tu chupón y ven a jugar conmigo – le pego un conejo sobre el brazo, era su forma de arreglar las cosas o querer arreglarlas, Alexander era así, torpe, salvaje, demasiado adolescente y claro lastimo a su hermano y éste reacciono por el dolor físico y por el dolor emocional porque era claro que Iván estaba tratando de comprender las palabras de su padre y sin importarle que este ahí se giró propinándole un señor puñete en la boca, menos mal Lex entendió a su hermano
- AUUU BRUUUUTO ME HICISTE CHICHIU MAAALO – declaro escogiendo muy bien aquellas infantiles quejas a tiempo de escupir a un lado un poco de sangre sacándole la lengua medio riendo medio enojado, y Rubén aún se cuestionaba de donde salió todo eso si generalmente salta ante una provocación, en cambio estaba jugueteando o tentando a su hermano a ello
- TU TE LO BUSCASTE – respondió haciendo un amago de darle un cabezazo y Lex atrapando su cabeza bajo su axila empezó a despeinarlo y reclamar a su padre
- ¿Y TU NO VAS A DECIRLE NADA?, ¿QUE CLASE DE PADRE ERES QUE FOMENTA LA VIOLENCIA?… AUUUUUCH – grito al sentir los dientes de Iván en el brazo – JOOO, YHANKU – grito a su amigo – QUE LE HICISTE A MI HERMANO, QUE HUELE A TAITETÚS – él si logro identificar el olor que desprendía la piel cubierta de barro – ADEMÁS MUERDE, ME LO HAS CAMBIADO CREO
Acuso
riendo de las cosquillas que le hacía Iván y su padre inicialmente confundido
pudo respirar por fin feliz de ver a sus hijos como dos pequeños ciervos que
estrenan ornamenta y lucen sus galas al resto jugando torpemente, pues creyó
sinceramente que se ensartarían en una pelea descomunal por lo dicho y hecho por
Lex, pero no fue así, ambos se estuvieron apretando y topeteando riendo a
carcajadas, y sonrió feliz al darse cuenta que los niños son así, llegan a tu
casa el rato menos pensado como una visita que nunca te dejara y sin embargo no
es desagradable, que traen consigo su pan bajo el brazo por si acaso la crisis
te aprieta el cinturón, un cuaderno lleno de hojas en blanco para escribir una
historia, un sobre de promesas que hay que cumplir si o si, un saco de dudas y
otro de penas, sin manual de manejo ni instructivos de uso, sin fecha de
caducidad… pero lo que no revisas esta justo en un pequeño pañuelo doblado en
una esquina, los milagros… milagros como el que vivía Rubén en carne propia,
que no todos necesariamente tienen que ser divinos, sino salvajes como ahora,
pues los muchachos se reconciliaron a su manera y a su manera manifestaban su
amor gratamente fraterno, fraternalmente eterno…
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