Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 03 de Mayo del 2016
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Capítulo
180
Tojos
+ Jacinto = barbaridad y media
a
la vista
Autora: Marambra
- Ya pues paaaapi, no seas malito, un ratito, así de chiquitito – y mostraban ambos un pequeño espacio entre su pulgar y su índice indicándole según ellos el tiempo que tardarían en ir y volver, los gemelos estaban con ganas de salir o mejor dicho con la premura de ella, pues acababan de recibir un mensaje
- No, ni chiquito ni grande, vayan más a bien a lavar sus sábanas, ociosos que la mamá no se los va a hacer – respondió papá zanjando el tema…. según él, claro
- Yo ya lave la mía – dejo claro Iván y no por si acaso, que él era mucho más pulcro que Lex y ya papá les advirtió que en casa de Arturo cada uno cuidaba sus cosas y lavaban su ropa, cosa que no sucedió con Lex, pues él prefirió ignorar la sugerencia y volver al ataque
- OHHHHHH YA PUEEEESSSS – ese era Lex
- ¿Cambiaste tus sábanas?, creo que desde que llegaste no lo hiciste cochino, que aquí no hay lavadora, las cosas se hacen a mano, además están castigados sí o no? – pregunto Rubén mirándolo fijamente llevándose el tenedor a la boca, ya iba a terminar su almuerzo y los chicos estaban en lo propio, pero a los gemelos parecía valerles un comino si sus sabanas estaban sucias o no, bueno a Lex sobre todo, que según él ni se tapaba con ellas
- ¿Me vas a dar permiso si las lavo? – ¿qué tal? el vivo, y su tío Ulrich desvió su vista de la cara de Lex a la de su hermano para ver su reacción pensando en que el fosforito saltara sobre la yugular del sobrino nieto pero eso no paso
- No, pero te voy a dar un jalón de orejas que te parece – y le cogió las mejillas de su nieto apretándolas con cariño y Ulrich se pegó la atorada ante aquello, y es que estos días que estuvo conviviendo más íntimamente con su hermano, su cuñada y los gemelos había notado el despliegue de sarcasmo que brotaba por los poros de los tres, pero sobre todo del singular binomio que formaban Rubén y Alexander, ambos desde que compartieran techo desarrollaron una particular relación donde reinaba la ironía y que a veces descolocaba al resto y esta fue una de esas ocasiones donde crees y apuestas por una respuesta y resulta ser la más insólita de todas
- No, eso no vale – sonrió Lex
- Si se vale, así que mejor y vas apurando el paso y vas a lavar tus sábanas, barrer tu cuarto y lavar tu baño porque ayer lo hizo Iván – declaro levantando ya no más su palma pero no impidió que Lex reclame
- No se vale, dijiste solo lavar las sábanas y ahora aumentas cosas, seguro que Iván ya te fue con eso de ahora le toca a Lex que yo ya limpie ayer – cambio el tono de voz como si su hermano hablara así pero su padre corto aquello por lo sano
- No, no me lo conto él o tu madre, lo vi, así que mejor te pones en lo que te toca de tu habitación, baño y demás cosas bueno? Y NO IMITES A TU HERMANO, y mejor te apuras en hacer tus cosas – recalco todo como suyo porque de los dos gemelos, el que menos hacia era él, es que Lex era buenísimo para zafarse de las obligaciones de casa a diferencia de Iván que no se hacía lío de lavar platos a no ser que sea como castigo injusto
- ¿Y si hago todo eso me darás permiso para salir? – para que reclamar por algo que novas a ganar, mejor usarlo a favor y ahí iba el sinvergüenza, es que a él no se le podía decir no, bueno si se le podía lo gracioso era que siempre refutaba las razones y su padre se divertía por lo bajo con toda la artillería que solía soltar Lex ante una negativa, definitivamente su hijo tenía talento para discutir y no se le haría raro que más adelante se decida a alguna carrera relacionada con la política, que vamos los políticos lo que tienen y a leguas se nota es lo charlatanes que son y los mil argumentos incluso absurdos que suelen usar para engatusar a la gente, mmm mejor eso no, pensó papá, pero apoyaría incondicionalmente cualquier otro oficio, sea abogado, radialista, periodista de campo de batalla que no sería de extrañar porque a Lexle encantaba enterarse de todos los líos y era buenísimo para meterse en ellos y esta parecía ser una de esa brillantes ocasiones
- ALexaaaaander – papá alargo su nombre a propósito modulando la voz sin gritar pero mirándolo expresivo como solo él solía, elevando una ceja como fina advertencia, pero ni eso funciono, y es que nunca funcionaba, aun cuandopapá nunca dejaba de intentarlo, sería un milagro que un día no muy… muy lejano Lex sepa entender sin refutar que No es No y que Si es Si
- Pero que te cueeeeesta, di que sí, solo será un ratito, por fa – confiado y testarudo como siempre Alexander se acercó a su padre a jalarle la mano para que se gire y no lo deje con el permiso en la boca, pues Rubén adivinando que Lex empezaba con uno de sus muy ponderados argumentos prefirió hacer una rápida retirada y no entrar al juego de palabras con aquel inquieto gemelo que teníapor nieto e hijo
- No Lex, no van a salir, no insistas hijito
- ¿Pero por qué? – esta vez gritaron a coro ambos, es que hasta el momento Iván dejo que sea Lex quien haga las negociaciones, si lo lograba ambos salían ganando, sino pues el quedaba limpio e ileso, si no era tonto el muchacho porque si Lex insistía demasiado y cabreaba a papá seguro se llevaba un buen jalón de orejas, así que para que arriesgarse desde un inicio
- Porque están castigados o ¿no? – su padre había cogido cariñosamente el rostro de Iván entre sus manos como un marco y le beso la frente recordando que estaban en calidad de presos y se sirvió como costumbre una caliente tacita de café destilado y tras agradecer a todos los comensales que habían concluido también el almuerzo, acompaño a Arturo al patio junto con el resto para hacer sobremesa bajo los árboles
- NO SE VALE PAPÁ – si por alguna razón pensó Rubén que Lex se daría por vencido era hora de desechar ese absurdo de la cabeza – TU YA NOS CASTIGASTE ESE DÍA NO DIJISTE NADA DE NO SALIR – y atajo la salida de papá estratégicamente corriendo al marco de la puerta sujetándose del borde impidiendo que su padre pueda salir, no lo dejaría hasta que diga que si, y acuso a su madre directamente de aquel seguro complot contra su libertad, vamos que ya pagaron lo suyo con el culete al aire – ESTO ES OBRA DE LA CHINCHOSA DE MAMÁ NO ES CIERTO, YO VEO CLARAMENTE UNA MANO NEGRA EN ESTE COMPLOT – imagínense eso
- Que complot ni que nada, ve a limpiar tu cuarto Lex, estoy hablando en serio – Rubén se paró frente a Lex con la esperanza de que le abra el paso, pero nada, y se quedó mirándolo un momento, total tenía algo de tiempo para distraerse en la cantaleta de Lex, que siempre resultaba divertido verlo en ese plan de lucha anti injusticia aun cuando a futuro a él lo mate de rabia
- Y yo también estoy hablando en serio papi, no puedes castigarnos dos veces y en diferentes tiempos por el mismo delito, ya lo hiciste y ese día no dijiste nada de estar encerrados, esto tiene que ser cosa de mamá – por el tono de voz, Rubén se dio cuenta que Lex hablaba con todas las de la ley y no podía negárselo, el castigo de no salir era idea de Clara
- Si, lo sé, el castigo de no salir es obra de tu madre pero…. – y no lo dejaron continuar
- VEEEES…. NO ES JUUUUUSTO, NO SE VAAALE, ELLA NO TENÍA DERECHO A METERSE – gritaron ambos mientras el resto de los comensales sonreía por lo bajo, siempre era ameno ver a Rubén con sus hijos en una de sus interminables luchas verbales
- Si se vale, porque lo que hicieron fue desastroso – declaro Clara enfadada ante la acusación aquella
- Hey hey, ALTO, ALTO, ALTO AHÍ… un cachito papi, YO NO HICE NADA – se defendió Iván – YO NO puse laxante en el jugo de Yhanku – y Yhanku que estaba en la mesa miro a los gemelos indignado, todavía tenían la osadía de recordarle aquello, pero Iván no se percató del detalle y siguió en lo suyo – así que no puedes encerrarme a mi más, es más fue injusto que me castigaras ese día
- Pues es lo que hay – listo papá declaro con aquello que le importaba un reverendo cacahuate lo que repliquen – ahora hazte a un lado Lex tengo que ir ayudar a Arturo y no insistas que no van a salir – puso un dedo sobre la boca de Lex para dar por terminado aquel tema – vayan a limpiar ese cuarto en vez de discutir… que luego pueden hacer lo que quieran – y los ojos de los chicos brillaron pensando en que lo lograron – PERO SIN SALIR DE LA CASA
- Que malvado – declaro Lex ladeando el rostro más que enfadado…triste
- …Y hasta cuando estaremos así no nos han dicho nada – esta vez le toco a Iván
- Ya veremos – contesto Rubén, con su mujer quedaron que el castigo se terminaba al medio día y que luego podrían ir a la feria, pero prefirió no decirles nada hasta que laven sus sábanas crueldad de último momento, que teóricamente ya no estaban castigados
- ¿Cómo que ya veremos? – Iván volvió a preguntar, es que a él le preocupaba mucho ese silencio de sus padres, por lo general papá les ponía un límite y con eso quedaba zanjado el tema, pero cuando mamá intervenía ese “ya veremos” significaba un tiempo prolongado incluso de un mes y un mes atorado en casa era horrible
- Hagan méritos, pórtense bien y luego conversamos
- Que tramposo, eso no tiene sentido porque nuestros méritos no valen para ti – contestaron ambos desinflados y se quedaron en el comedor sin terminar de almorzar tristes simplemente agachados, porque eso de hacer méritos era para ellos como encontrar una aguja en un pajar pues nunca daban contento a su padre
- Limpiar su cuarto es hacer méritos – dijo papá y salió del comedor dejándolos a ambos meditando en ello, era una forma de decir, limpian eso y hablamos luego
Y fue justo lo que hicieron, luego de alzar la mesa con Jacinto,
que el pobre estaba castigado lavando platos, así que tras ayudarle y dejarse
convencer por él que era mejor no darles motivo a alargar su encierro
decidieron limpiar, pero tras un largo momento de meditación profunda tirados
en su cama observando a sus polluelos pensando en que era una mierda estar
castigados por un absurdo mal entendido en el cual sobre todo Iván no tenía
culpa alguna y pensándolo bien tampoco Lex, el no instó a Pankarita a hacerse
la graciosa y provocarle a Yhanku aquel estado de descomposición, pero a lo
hecho pecho como decía papá, así que ambos en un completo silencio tras dar de
comer a sus pichones empezaron a limpiar la habitación concluyendo con ella en
una patada e hicieron luego lo que su padre sugirió, hacer lo que les venga en
gana… y cogieron sus hamacas porque su padre les compro dos hamacas tejidas a
mano, un hermoso trabajo artesanal hecha por un tembéta (hombre guaraní que
lleva un adorno de piedra incrustada debajo del labio inferior) y las montaron
en el fondo del patio ni tan lejos de los adultos para estar enterados de la
movida y sobre todo para no dar escusas que prolonguen su castigo, pero tampoco
tan cerca de ellos para que no les molesten con la cantaleta de Lex trae esto,
o Iván lleva aquello, no señor, no ayudarían en nada, estaban enojados, y
pasaron por el lado de su padre cargando las hamacas al hombro clavando una
mirada asesina a su viejo, frunciendo el ceño mientras su padre disimulaba una
risa ante la actitud de indignados que se gastaban sus críos sobre todo tras
colgar sus recién lavadas sábanas en el patio, peor cuando vio lo que llevaban
en la mano…… el nido de sus pichones, ahora mismo aquel par de pajarillos eran
la única distracción agradable de ambos muchachos y se tumbaron en la hamaca
Lex e Iván al piso donde coloco la suya a manera de manta discutiendo lo que
seguro fue la forma en que Clara “endulzo” los oídos de papá por ponerlo suave
porque lo que ellos en realidad decían era: mamá, enveneno el oído de papá
con viles argumentos para que ambos se queden en penitencia sin fecha de
caducidad y buscando la manera de que
ese Ya
veremos sea hasta las cinco tarde, y todo porque ambos querían salir y
verse con Pankarita y Ninoska.
Las muchachas mandaron a la antigua un mail
cavernícola usando como paloma mensajera a la abuelita Pascuala a quien
pillaron en el mercado tempranísimo sobre las 7 cuando acompañaron a Florencia
a hacer las compras de último momento para la fiesta, las chicas estaban más
que emocionadas y ni que decir Loreta ansiosa de ver a Illien en el jocheo, la
noticia se había regado como pólvora en el camino y un alborotado grupo de fans
entre 14 y 18 años de la localidad estaban que se jalaban los pelos porque
conocían de antemano lo hermosos que eran aquellos hermanos y ahora mismo
Jacinto era un bombón para este grupo etario en particular y ni que decir de
sus habilidades, pues los mayores en su momento Yhanku y Lorenzo probaron su
hombría entre comillas en aquel rudo juego campestre del que pocos salían
ilesos, y ahora le llego el turno al tierno Jacinto, el jocheo, una variante de
los famosos San Fermines de España pero en vez de correr en contra ibas como te
daba la gana para montarte y quitar del novillo la bolsa de dinero que tenía
atada en la corna, si pues, estaban a puertas de la fiesta grande del pueblo,
Fedor y la alcaldía de Chochi tenían todo preparado para los juegos
tradicionales de antaño, desde hacer bailar un trompo hasta el plato fuerte que
era esa actividad, expectación que se formo sobre todo ahora que se sabía que
el pasante de los novillos era Don Albino Cáceres, que coincidentemente fue
pasante cuando Yhanku y años después Lorenzo se lanzaran al juego, y todo el
mundo conocía a las reces de Albino y su particular forma de iniciar la faena calando
al bicho, es que Don Albino era matrero en las tareas de campo, dueño de una
inmensa extensión de tierra a la cual consiguió el título de parque nacional
porque se declaro a sí mismo y desde hace muchos años defensor de las orquídeas
en estado salvaje y otras variedades de flora y fauna silvestre y que criaba
como hobby un puñado de reces bravas cuyo mejor novillo destinaba a la fiesta
de la tradición y colocaba un lote en metálico más el monto de las
inscripciones mismas que estaban abiertas a mozos entre los 18 y 25 años y cuyo
plazo de retiro y reintegro del mismo era hasta la tarde del día anterior en
caso de arrepentirse de participar, de ahí la algarabía de Loreta, Illien
figuraba entre los participantes y empezó a correrse la apuesta entre los
viejos de la comunidad teniendo como rivales favoritos nada menos que a Pablo y
a Jacinto a quien muchos coronaban como el ganador porque lo habían visto años
antes entrenar con su abuelo a manera de juego y el crio tenía habilidades
innatas para tal cosa, habilidades de las que dudaban sus hermanos y su padre y
le prohibieron terminantemente participar y Lorenzo sentencio que si no se
retiraba del torneo estaría metido en un gran boche con él y que no se queje
luego, y no por el juego en si sino porque a los ojos de Lorenzo Jacinto tenía
su pecado, cosa que obviamente Illien no hizo, porque no estaba dispuesto a
renunciar a lo que creía tenía derecho.
Pero ahora quienes tenían premura de verlos eran las
chicas Pankarita y Ninoska a los gemelos
y Loreta a Illien, el trío que estaba bajo la celosa custodia por parte de los
suyos o eso creían ahora mismo sus carceleros ignorantes de las idas y venidas
de mensajitos que llegaban a manos seguras por medio de la abuelita, quien iba
a pensar que Pascuala fungiera de tapandepe (alcahueta) quien con los años tan
viejos encima suspiraba los amores de su tierna edad donde los mozuelos y
mozuelas igual que ahora enviaban papelitos envuelto en un pañuelo perfumado
promesa de un beso y creía sinceramente que pese a los años y la alta
tecnología el mensaje en pañuelo era y seguiría siendo la mejor forma de
enamorar, aunque consideraba un par de sinvergüenzas y confianzudas a esas
peladingas atolondradas pero eso no importaba, importaba la risa de los gemelos
y de su adorado bisnieto… lo que no sabía la abuelita era que las chicas
tomaron como último recurso usarla a ella de correo expreso porque los fonos de
los muchachos estaban incautados.
Y ahora ambos gemelos estaban leyendo aquel papelito
que les llego en conjunto, peleándose por su tenencia, es que a ese par de
tontas no se les ocurrió mejor idea que mandar en un mismo papel dos mensajes
distintos, uno dirigido a Lex que decía: te amo mi bizcochito voy a esperarte en la
fuente de la iglesia estoy deseando besarte, tenemos que ayudar a Loreta con
amor Pankarita y tras un beso sellado con lápiz labial color coral rojo
estaba más abajo el mensaje de Ninoska para Iván un poco más serio y no tan
directo: me gustaría mucho verte decía aquello con letras rosadas me
hace ilusión poder rozar nuestras manos como la otra noche… Nino; PD… ojala
puedas venir a la fuente tenemos que ayudar a Jacinto e Iván se sonrojo
pues había hecho sus avances tímidos y muy inseguros sobre terreno que aunque
le era familiar prefería ir con cautela, sobre todo al recordar como su pobre
corazoncito fue roto en mil pedazos por dos chinas supays (mujeres de Satanás)
que no contentas con ello pisaron los trozos desparramados y a él le costó
encontrar el resto para rearmar sus emociones con la ayuda de mamá y papá que a
su modo y con mucha paciencia y desespero lograron devolverle en algo el auto
estima, pero para ser sinceros el milagro fue obra de Lex, quienpor fin
entendió que un error del pasado no tiene porque repetirse de nuevo en el
presente o el futuro y que su padre llevaba razón, cuando más pronto le dé una
chance a Iván mejor para los dos y eso estaba a punto de suceder.
- No te preocupes Bambi – Lex tuvo tiempo de estudiar las emociones reflejadas en el rostro de Iván desde la alegría, la vergüenza al mismo tiempo, como la indecisión y la tristeza y se dio cuenta que pese a que su par corrió camino y llevaba ventaja a la hora de la intimidad, aquello era algo que hubiera preferido no vivir, pues ahora tenía dudas sobre sí mismo y se notaba a leguas que todo ese enredo de Raquel y Marcela no solo lo lastimaron sino que lo volvieron inseguro – la verás esta tarde, corrección hermanito, esta tarde tu y yo veremos a nuestras chicas – y sonrió muy seguro de aquello, era una promesa de hermano mayor, de hermano grande y protector y abrazo a su par aplastándolo a su costado
- ¿Tú crees? – pregunto dubitativo Iván dejándose abrazar
- No lo creo, estoy seguro – y lo apretó con más fuerza asegurando con aquello su promesa
- ¿Pero si el papá no nos deja salir? – la duda estaba ahí e Iván prefería ir cautelosamente, pues, ya sin hacer nada le llegaba el tortazo haciéndolo era peor y miro fijamente a Lex que para eso ya deshizo el abrazo y se tumbaba a la hamaca a pensar en una salida fácil y sin muchas complicaciones, y respondió
- ¿Alguna vez eso nos detuvo? – aquella singular preguntalo decía todo y agrego entreabriendo los ojos mirando a Iván – no, ¿no ve?
- Bueno, no nos detuvo, pero siempre nos pillan y luego estamos en un lio con el papá
- Tu tranqui, déjalo en mis manos – sonrió como si aquello fuera para estar tranquilo, sobre todo eso de déjalo en mis manos pero tras pensarlo un rato solo elevo los hombros y respondió
- De acuerdo Lex, tú te haces cargo
E Iván sonrío ante aquello, si lograban burlar a papá
y ver a Ninoska magnifico no importaba si luego lo encerraban mil años como al
Conde de Montecristo, él estaba feliz, pues pese a todo su vida se iba
recomponiendo de a poco y pensó en las palabras de su padre, en la promesa que
le hizo, que todo pasaría y que encontraría una chica linda para él, y ahí
estaba…. su padre era un sabio entre los sabios pues aparte de aquella promesa
estuvo convencido que aquel viaje a la propiedad del abuelo Arturo ayudaría
mucho a reencontrarse como hermanos y ahí estaba la prueba, Lex estaba tramando
cómo hacer para que los cuatro se encuentren, sí… definitivamente volvían a ser
los hermanos de antes que hacían todo en conjunto, todo para beneficio mutuo e
Iván tras darle vueltas al asunto pensó que en realidad se reencontraron como
amigos, y no como hermanos, pues como dijo papá ese era un lazo que pese a todo
no puedes borrar, no se puede escoger a la familia, solo llegas en calidad de
pariente o te llegan los mismos, así que este era un reencuentro de compinches,
de tapaderas, de ingenieros, autores, cráneos o lo que se suela decir de la
travesura donde pagar una deuda o castigo no tenía porque ser motivo de
vergüenza ni pena, al fin y al cabo si ambos iniciaban y concluían una
fechoría, lo más natural era responder por la misma y esa prueba ya la pasaron
juntos cuando papá decidió darles aquella reprimenda juntos al retornar de casa
de Fedor… así que si ahora lograban ambos salir de casa bienvenido y si por eso
tenían que estar castigados de nuevo no importaba nada, solo vivir el momento,
al parecer ahora con dos hermosuras en el camino bien valía meterse de nuevo en
un nuevo lio.
Y en eso pensaban ambos, analizando las opciones que
tenían y ver de dónde sacar ventaja pese al castigo teóricamente de estar encerrados,
confinados a la quinta del abuelo Arturo pero tampoco como presidiarios pues
dentro de aquel encierro, tenían un sinfín de posibilidades de las cuales sacar
ventaja… podían montar, ir a la acequia, a la banda de rio siempre y cuando no
salgan de las fronteras de la hacienda, comer lo que quisieran, dormir hasta
tarde, ver una peli… cualquier cosa menos salir a la calle a pasear y
obviamente eso se extendía a cero visitas dentro de la casa o tener citas
románticas, esa era la única condición de aquel encierro no tan encierro; pero
papá no dijo nada de no recibir notas o citarse en la barda de la calle con sus
ñatas y no en plan romántico sino en plan fuga.
- Tenemos que citarlas en la barda del lado de los corrales, el abuelo Arturo ya fue con el papá antes de desayunar y no irán ni Yhanku ni Lorenzo – dijo de pronto Iván craneando (se aplica al verbo pensar, usado por los adolescentes)
- Lo sé, ¿pero cómo podemos hacerles llegar un mensaje?, ni modo que le digamos a la abuela Pascuala que lleve una nota, ni loco – agrego Lex
- Mmm tenemos que hacerle dormir el celu al papá, es la única forma
- Ya pero en que rato
- Cuando vaya a bañarse y la mamá entre a la cocina, será el único momento – Iván como siempre ya había analizado aquello
- Ya bueno, pero tú sabes que el papá se cierra con llave – contesto Lex dudando de poder coger el móvil de su padre sin ser visto
- Ahí está el detalle, uno de nosotros tendrá que quedarse en su cuarto hasta que se bañe, y pasar el móvil por la ventana o enviar el mensaje desde ahí, dependiendo si el resto está por ahí o en otra – definitivo, Iván trazo un plan de acción sobre la marcha tras estudiar las complicaciones y ventajas del momento, esperando que Lex no se niegue
- ¿No hay otra forma? – pregunto Lex tras meditarlo un momento
- Si la hubiese ya la mencionaría, no hay de otra, uno de nosotros debe entrar a su alcoba, dejar la ventaba abierta, sacar el móvil o enviar el mensaje de texto desde ahí y el otro por si acaso cerca de la ventana para ver si mamá viene ya o todavía – definitivo, era la única forma considerando que papá tomo sus previsiones de guardar bajo llame el móvil de ambos, a este paso pensaban los dos, desde que llegaron se comunicaron con el resto con señales de humo porque el móvil andaba decomisado la mayor parte del tiempo
- Bueno, lo sortearemos pero no ahora, sino cuando nos llamen a tomar el té, por ahí y conseguimos salir antes o convencer a papá de que nos de permiso por lo menos una hora…
Tras aquello retornaron a lo suyo, que no era otra
cosa que estar uno en la hamaca (Lex el patrón) y el otro en una banca de
tronco cortado y pulido, un lujo porque en el calor era fresco (Iván para
variar)… un lujo sí, porque además estaban resguardados del sol bajo la fronda
de un enorme guayabal a donde un simpático par de tucanes había venido a comer
entre gritos y algarabía sacándolos de sus pensamientos, interrumpiendo su plan
de escape y se pusieron a observar atentos a los pájaros esos preguntándose si
sus pichones podrían comer guayaba… si alguien se estuvo preguntando sobre la
suerte de los dos huérfanos pajarillos, ahí estaban ellos con los gemelos;
ambos hacían todo con los bichitos, y esta escapada al patio no fue la
excepción, los animalitos estaban sobre el desnudo tórax de los muchachos, al
parecer los pequeños parajillos adoptaron a los gemelos como padres sin ningún
inconveniente, vamos que tener comida variada y agua fresca además de un cómodo
nido de tibio algodón nada menos que en el velador de los chicos seguro era una
pasada para ambos polluelos y eso sin contar con los diversos besos que les
daban ambos lo mismo que las caricias suaves sobre sus delgados y algo
desplumados cuerpitos y sin correr riesgos de volver a caerse del nido o que un
gato quiera comerlos… todos esos cuidados y atenciones recibidas daban a los
gemelos el titulo de padres del año, si en definitiva los gemelos eran unos
padres perfectos para este par de huérfanos pajarillos pese a que el día de su
adopción los olvidaron en el cajón de la cocina de Pakarita siendo recuperados
horas más tarde en el hospital a donde también fue la niña en plan obligación
moral como los tojos por la fechoría a sus espaldas; y ahora estaban ahí en eso…
pensando en la dieta de sus niños.
- Podrán comer guayaba? – dijeron al unísono ambos al ver caer la fruta y pelear por ella a los tucanes a unos metros de distancia de ambos, hasta que algo llano su atención la ventosa salida de Illien a galope ardido y al pelo sin calzados si quiera escapando de las ánimas seguro
Y claro, llámese el destino, las fuerzas de la naturaleza,
las reglas de la atracción, lo que sea soplaron sobre ellos para sentir de
pronto la imperiosa necesidad de ser libres y se miraron ambos en complicidad,
no era de extrañar para nadie que querían ir a donde estaba su yunta y
averiguar qué era lo que se incendiaba en el monte para correr de esa manera y
no se hicieron problema alguno, se pararon en fracción de segundos y vistieron
su polera y el borde de la misma lo metieron debajo de la liga de las raídas
bermudas de casa por una sola razón, colocaron ahí dentro como bolsa marsupial
improvisada a sus pequeñas mascotas en sus niditos limpios, porque ojo ellos
cambiaban el algodón cuando ya estaba sucio, algo así como cambiar sus pañales
y así montaron en un mismo pardal y fugaron de la vista de su padre sin
importarle que este les grite que vuelvan, sin éxito claro, pero es que para
estar alturas del partido Rubén ya debería saber que tener encerrados a sus
hijos sin hacer nada más que matar el tiempo era mala idea, el aburrimiento los
agobiaba y como suelen decir los abuelos
sabios de experiencia, en la mente del ocioso el diablo baila una fiesta y
sopla trastadas, y ésta parecía ser una de esa singulares situaciones, sobre
todo teniendo como fermento la curiosidad innata de su naturaleza hiperactiva y
la pizca de rebeldía que era siempre la nota del día a día y no solo en los
gemelos sino en la humanidad entera, detalle que brilla más cuando la tierna
adolescencia está en su apogeo como ahora no solo en los tojos, si no solo
bastaba mirar un poco alrededor y darse cuenta de que Illien estaba imbuido
enla misma, arrastrado por esa magia que suele obrar pequeños duendes que te
tientan y te meten en problemas dejándote como único consuelo el buen sabor del
disfrute que la fechoría hecha si te llegan a pillar
- IVÁAAAN, ALEXAAANDER VUELVAN AQUÍ INMEDIATAMENTE – grito Rubén al ver a los gemelos montar como descocidos en ese hermoso caballo negro uno detrás del otro apuraditos en alcanzar a Illien
- AURITA VENIMOS – gritaron a coro, ni siquiera ahorita venimos, no, que va, era un aurita de apuro que rebelada que se les pego el mestizo castellano en la boca, dejando a Rubén con el asombro en los ojos de la tremenda habilidad de sus hijos de saltar en la grupa del caballo y prender fuga como hace un momento Illien
- ¿Pero has visto eso? – giro a mirar a su mujer que se reía sinvergüenzamente en su cara, es que ese semblante era digno de admirar – se habrá visto semejante atrevimiento, aurita, aurita les voy a buscar yo – aseguro parándose no más ya de su silla para ir tras los suyos sin importar que estaba en medio de un asunto que no podía esperar… la partida de loba… estaban capeando al caluroso temporal, que con tal clima no se podía hacer la siesta y ellos como todos eran enemigos el aire acondicionado a quien culpaban del asma
- Te dije que les des oficio, pero no me haces caso – dijo barajando la nueva mano de loba
- Creí que sus pollos serian suficiente entretenimiento – contesto creyendo de buena fe que los pajaritos serian buena responsabilidad, pero ahí iban ambos con nido y todo a lomo montado
- AHHH… si serás, que responsabilidad son pues dos pichones, si los tienen de juguete, ahora ven a sentarte y sigue tu partida, ya vendrán… – y se limito a sonreír por lo bajo de la credulidad de su marido, si ella se lo había dicho, porque se fijo bien en ambos muchachos, atender a dos pollitos era divertido, no era una obligación para ellos y Rubén aun dudando decidió seguir con el juego que compartían mano a mano con Arturo, Pascuala, Ludwig, Ulrich y su mujer claro – anda, te toca alzar tu carta Rubén no puedes dejar el juego a medias, perderás tu apuesta – sugirió y Arturo aporto también en lo mismo
- Dejálos un rato Rubén quizás consigan calmar a Jacinto, que ese velatacusi esta despatarrao y con los tojos siempre se distrae, ya volverán todingos en tropa, vos sabés que les gusta andar por docena – y calo el charuto y espero que Rubén tire sus cartas, prefirió dejar sin efecto la rebeldía del muchacho porque no quería que Yhanku o Lorenzo lo estén sobando, su nieto y el tenían una tregua después de lo sucedido hace unos días a raíz del jocheo al que a toda costa Illien quería participar y se peleo con Yhanku, un Yhanku escarmentado por aquel par que ahora ponía galope y medio de distancia entre su aburrimiento y la diversión, que estar lejos de la vista de papá era siempre motivo de celebración
- Pero es que eso me preocupa… y mucho les diré desde ya – no pudo evitar decir Rubén quien tuvo tiempo de pensar en la ecuación gemelos más Jacinto era colerón a puertas, el trío era una mala combinación cuando estaban o castigados o enojados, ya lo había demostrado Alexander justo hace dos días cuando se le ocurrió poner laxante a Yhanku en su refresco, corrección, ceder su brillante y genial idea a Pankarita que resulto tan vandálica como sus mocosos, porque él estaba convencido de que fue idea de Lex y se volvió a sentar sin dejar de expresar su preocupación sobre aquella asociación antes sus ojos vista como clandestina – si juntos son dinamita, en trío son una hecatombe a puertas, algo van a hacer esos mocosos – declaro sin equivocarse del todo
- Bueno ya veremos – contestaron Clara y Arturo distraídos en la partida convencidos de que no servía de nada preocuparse por algo que no llego todavía
Y Rubén se quedo con mal sabor de boca, pensando que
tal vez y solo tal vez Alexander el justiciero vuelva a hacer una de las suyas
cuando se entere de lo que paso en casa no hace ni media hora, porque hasta
ellos vieron el tremendo enfado que Jacinto llevaba a cuestas en aquel galope
al viento, y habían visto a Arturo solo alzar la mirada y mover la cabeza
musitando ya se le pasara el enojo que un fuego en la selva no es eterno
y como que, los gemelos dieron alcance a Jacinto bajo la sombra de un urucú
cuyas ramas se mezclaron y trenzaron con la maleza forjando una cueva vegetal
que salvaguardaba del sol a cualquiera y bajo ella estaba él tumbado sobre un
pequeño prado de cebollines y tréboles
lilas a los cuales aplasto con su cuerpo mientras pensaba en todo y en nada sin
saber si calmar su enojo o incrementarlo un poco más, seamos sinceros los
humanos somos complicados… cuando se quiere se obra el drama y cuando no, la
comedia, dependiendo de lo que ganamos o perdemos y sobre todo del estado
previo de ánimo y contra quien esté dirigida la animosidad del momento, pero no
pudo seguir con el curso de sus pensamientos porque el galope del negro de
Lorenzo que si, sacaron el caballo de Lorenzo lo distrajo y se incorporo al ver
a los tojos apearse de la grupa
- Y ¿pá que me han seguido??? – pregunto Jacinto enfadado de verlos, pero los gemelos alegres de su huida, contentos de que Illien haya tenido la brillante idea de abandonar la quinta e internarse monte adentro donde abrazar la libertad, ni se percataron del enojo de su amigo y bajaron cada cual mirando por el borde del cuello de su ropa a sus pichones, que no sabían si permanecieron en el nido o fueron batidos por el galope, pero ahí estaban ellos con los ojitos cerrados en medio sueño como si el galopar de sus padres fuera el mecer de su cuna en la rama de un árbol, seguro así se baten los niditos cuando el viento no amaina
- Tranqui chango que el pleito no es con nosotros– dijo Iván pasándole una pequeña cantimplora de agua helada – toma más bien para helar tu ánimo, que parece que hubieras visto al mismo diablo
- Si viejo – agrego Lex atando su montura al lado de la de Jacinto bajo la sombra de un totaí cargado a orilla misma de un arroyuelo, pensando en que el caballo pueda tener sed – no séqué mosco te ha picado, pero relájate si? no te engoriles con nosotros, que no somos los malos – sonrió – y mejor cuéntanos que paso, porque algo paso que no nos enteramos
Se sentó a su lado pasando su brazo por el hombro de
Illien que ahí mismo donde estaba el crio andaba con la jeta de alfombra roja
en media selva que anuncia un cartel de no te acerques que te muerdo y no
respondo y cualquiera tendría miedo de acercarse a él, pero no los gemelos,
ellos eran demasiado confiados con Illien, a lo largo de aquellos meses que vivían
con sus abuelos, y tras conocer al muchacho y engranar sus ejes tejieron una
singular relación donde la lealtad era a prueba de fuego, sino bastaba con dar
una vichadita atrás y sonreír de la picardía de vengar al amigo con laxantes y
aquel pensamiento rebobino el estado de ánimo de Jacinto y como que… dio
resultado, Jacinto se relajo y se volvió a tirar sobre el pasto mirando a Lex
- Es que estoy bravo – suspiro – más que bravo, estoy emputao, la Lore me mando un mensaje pa decirme que estoy en la lista final del jocheo
Y sostuvo la mirada de Alexander enviando un mensaje
subliminal… necesito vuestra ayuda…
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