Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 03 de Mayo del 2016
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Capítulo 173
Volviendo el alma al
cuerpo
Autora: Marambra
- ¿Dónde estabas? – pregunto con un dejo de reproche en la voz Clara, apenas vio a su consorte cerrar la puerta de aquella habitación – sabes que el doctor dijo que descanses, no haces caso a nada, eres muy caprichoso Rubén, te puedes poner mal, porque me haces renegar? – reclamo envuelta en esa mezcla de emociones confrontadas entre sí, entre vivificantes hasta terroríficas pasando incluso por las absurdas
- Necesitaba salir un poco, se me hace claustrofóbico quedarme en cama tan temprano como si estuviera viejo– le respondió
- Sí, pero no es lo que dijo el médico Rubén, podrías poner algo de tu parte verdad – agrego cerrando las cortinas
- NO ESTOY ENFERMO, solo me dio… AJ, que diablos será lo que me dio pues – contesto frustrado al no poder recordar lo que le dijo su médico de cabecera al que molesto a semejante hora – pero no fue un pre infarto, ni una embolia ni niño muerto como dijo ese medicucho, que ya está queriendo que estire los cachos, el muy grandísimo – protestaba recordado lo que el famoso médico le dijo, en realidad un estudiante de medicina que estaba haciendo su pasantía de 2 año, o sea nada todavía – LLAMARME ANCIANO!!!! – elevo la voz indignado sin ser un grito del todo recordando el incidente – te das cuenta?, ni que estuviera con bastón – agrego a tiempo de acomodar las sabanas mientras Clara se ponía un camisón sonriendo pese al abrumador día que ambos tuvieron recordando al estudiante aquel que alarmado llamo al médico de guardia para decirle que a un “anciano” lo atropello un bus y que además del susto tenia síntomas de embolia, y a Rubén casi le da un patatus de indignación ante aquello – ya quisiera que yo sea un anciano, pichiruchi carajo!!!... – seguía protestando a diestra y siniestra, aun ofendido con el ingrato recuerdo – mi Lex tiene más porte que ese mequetrefe con licencia para matar
- Solo tu Lex? – pregunto elevando una ceja a tiempo de acariciar sus hombros
- No, claro que no, Iván tiene el mismo porte
- Ya pero el médico, médico – dijo entre comillas con los dedos – dijo que pudo haberte dado una embolia, tu presión se subió a la nubes Rubén, y que debías cuidarte, descansar después de lo que ha pasado – agrego acariciando el raspón de su frente – ya tomaste tu tableta? – inquirió abriendo el velador para cerciorare que si lo hizo
- Siiii, ya lo hice, ni me duele nada – hizo una mueca de disgusto, no le gustaba para nada estar en plan enfermito, pero Clara no hizo caso inmune a sus siempre preparados discursos
- No tiene que dolerte ahora necesariamente, sino las tomas mañana estarás como si te hubieran golpeado – indico sirviéndole un vaso de agua para que beba – además para estar bien seguros quiero que mañana cuando volvamos a Warnes vayamos a un cardiólogo
- Exageras mujer no tengo nada, soy más sano que cualquiera – declaro soltándose el reloj mirando la hora, era bastante tarde ya y él como todos o más que el resto incluso necesitaban dormir – y no pienso regresar aun a Warnes, los chicos tiene todavía unos días para disfrutar – se sentó de golpe en la cama olvidándose de quien estaba ahí durmiendo por fin arrancándole una queja
- Auuuauuu – la queja hizo que frunza el ceño y Rubén le dio un beso en la frente
- Shuuu, no hagas tanta bulla – reclamo Clara acomodando la almohada para Iván
Dios
había sido grande, piadoso y amoroso con ellos y les devolvió a sus hijos
enteros, con un susto que tardaría algún tiempo en resolverse, con muchas
magulladuras pero vivos, y ver a Iván con el chinchón en la cabeza, la brecha
en la frente, el brazo escayolado, todo destapado y desparramado sobre la cama
quejarse de dormido por el dolor que sentía cuando doblaba las rodillas de la
piel lacerada fruto de la tremenda caída que se dio por correr hacia su padre,
fue cuando Clara colapso totalmente; hasta ese momento las cosas vividas, las
situaciones experimentadas parecían haber sido asimiladas desde el lado amable
de su ser, se mantuvo serena tras tener a sus hijos consigo sin embargo Clara
estaba a un guiño de quebrarse y se quedó ahí en medio de la alcoba empezando a
llorar sin motivo aparente, sin poder moverse ni calmarse y fue cuando Rubén la
abrazo y acuno en su pecho, dejando que se desahogue, lo necesitaba después del
tremendo día, lo necesitaban ambos.
- Ya paso amor, ya paso cariño – la apretó contra su pecho con posesividad – estamos todos en casa Clara…. sanos y salvos – declaro por fin y esas palabras fueron todolo que necesitaba oír para sentirse viva y con todos los que amaba…
- Casi muero de miedo, creí que te perdería y que los perdería a ellos
Declaro
en un susurro y así fue, todo fue tan violento y tan rápido que parecía
producto de un mal sueño, habían retornado del hospital municipal de la sección
después de casi dos horas entre la consulta, radiografías y la tomografía hecha
a Iván sin contar con el cambio de yeso que quedo para el final, estaban aún aturdidos
por el miedo experimentado, incluso los gemelos estaban demasiado callados y
tranquilos para el gusto de cualquiera, Alexander sentado en la parte de atrás
con el cinturón de seguridad cruzado y su par tumbado sobre sus rodillas,
entrecerrando sus ojos por el suave vaivén de la movilidad sintiendo en su pelo
los cálidos dedos de su hermano quien de rato en rato además se agachaba y le
regalaba un beso fugaz en la frente como en sus buenos tiempos de pañales, el
tiempo de espera que estuvo en el pasillo solo mientras sus padres iban de un
lado a otro con Iván sea para las radiografías, sea para la tomografía sea para
consulta hizo que él reviva al momento exacto de ver a su hermano lastimado
tras la caída y asimilo la idea real de que casi por un pelito lo pierde y su
corazón se hizo una pelota del miedo, así que decidió disfrutar de su gemelo,
disfrutar de él y de los momentos que pasaban juntos; mientras eso sucedía
Ludwig había llamado para preguntar por su tardanza, Yhanku incluso había ido a
darse una vuelta para ver si necesitaban algo, tras saber que todo estaba bien
y que Iván no sería internado fue que decidieron hacer una reservación en un
restaurant de la plaza para ir a cenar todos en familia.
Y
estaban ahí en el patio algunos ya cambiados, otros alistándose esperando por
ellos cuando oyeron aparcar una movilidad en la puerta y creyeron que era Rubén
incluso salieron a ver qué pasaba al ver que nunca entraron y solo vieron una
vagoneta negra afuera, y no le dieron importancia alguna pensando que algún
viajero dejo la movilidad ahí de camino al santuario cuyo tramo desde ese lugar
había que hacerlo a pie; a la media hora más o menos se oyó recién la movilidad
de Rubén y fue cuando Lex bajo a abrir el portón que se llevaron el susto de su
vida.
Apenas
Alexander puso los pies en el suelo y trato de abrir el portón sin éxito Rubén
descendió para ayudarlo y fue cuando se abrieron las puertas de la vagoneta y
salieron 6 tipos encapuchados de negro armados todos y colocaron en la sien de
Rubén un arma con la orden de tener las manos arriba, mientras jalaron a Lex
alejándolo de su padre y otro tipo se acercó a Clara haciéndola caer de la
movilidad lo que genero el grito inicial de Clara y el querer huir siendo
reducida por dos tipos con un golpe en la cara amoratando el labio e hinchando
el ojo, al ver aquello Rubén trato de alcanzarla pero solo recibió un cachazo
en la espalda y cayó al suelo aturdido mientras otro tipo apoyo su pie sobre su
espalda para que no se mueva pudiendo solo elevar la cabeza tratando de ver que
sucedería y fue cuando vio como Alexander se soltó del hombre que lo atajaba y
corrió a la movilidad a ver a su hermano, decidiendo ambos cerrar las puertas
con vano afán, los tipos lograron sacarlos entre patadas, golpes, gritos, mordidas
de defensa y llanto de miedo, trataban de amordazarlos y atar sus manos o eso
creían todos, fue tan tremendo el momento vivido por los muchachos que
Alexander se orino encima y empezó a temblarle el mentón mientras a Iván le dio
un ataque de ansiedad que hiperventilaba y empezó a gritar y gritar y gritar
que al final aquellos hombres lo alzaron como a Lex tapándoles las bocas para
que no griten, en eso Lex mordió a uno de los tipos con tal fuerza que no le
quedó otra que soltarlo y aprovecho para
correr hacia su padre y fue cuando Rubén reacciono pues hasta ese momento solo
gritaba.
- MIS HIIIJOS – desgarrando cada sílaba en la nada, desesperado de estar atado de manos y pies literalmente hablando – MIS HIJOS – repetía, aturdido del momento – SUEEEEELTEN A MIS HIJOS POR FAVOR – imploraba desesperado – LLÉVENSE LA MOVILIDAD, LLÉVENSE LO QUE QUIERAN PERO DÉJENLOS, DÉJENLOS, TENGO DINERO, CUANTO QUIEEEREN – propuso y fue cuando vio correr a Lex, su hijo estaba haciendo algo poniéndose en peligro porque quería estar con él, y eso le dio la fuerza que necesitaba y logro girarse y tumbar al tipo que bien pudo meterle un plomo en la cabeza pero no le importó, empezó a correr hacia Lex pese a los jalones y ya iba a alcanzar a cogerlo y fue cuando se lo arrebataron de sus manos y fue todo, todo, Rubén se ensarto en un tremendo lio de golpes y patadas mientras su mujer y sus hijos en medio de los gritos suyos y ajenos solo vieron rodar a Rubén en el suelo con su contrincante, fue una pelea sucia porque el tipo metía patadas donde sea, en eso salieron Ulrich, Lorenzo, Arturo y Franz al darse cuenta del alboroto en la calle, sin poder hacer nada pese a su desespero, sobre todo el de Ulrich porque dos tipos los apuntaron con sus armas amenazándolos con disparar sin asco alguno; en eso Yhanku acababa de estacionar y pudo ver que alguien peleaba con su padrino y estaban armados y llamo a la policía y al ver que no llegaban salto sobre el atacante de Rubén y en medio de todo el alboroto se oía a uno de ellos hablar con alguien por teléfono…
- LOS TENEMOS, TENEMOS A LOS GEMELOS, SI SON ELLOS NO HAY DUDA – gritaba repitiendo lo mismo: tenemos a los gemelos, tenemos a los gemelos y los empezaron a meter a la vagoneta negra e Iván libero su boca de quien le tenía puesta la mano en ella con un mordisco como su hermano y grito
- PAPAAAAAAAAAAA – asustado como estaba logro por fin liberarse y correr hacia su padre mientras gritaba desaforado sin mirar nada, ni a nadie, solo a Rubén – PAAAAPI, AYUUUUDA, AYUUUUDA AYUUUDA – y cayó de cara colocando la única mano sana haciéndose unas horribles laceraciones en la palma, y el mentón siendo atrapado nuevamente sangrando sus rodillas por el impacto en la tierra y Rubén vio con horro como volvieron a alzarlo en el aire como si fuera una pluma y ser metido a la vagoneta como metían a Lex
- SUÉLTENLOOOOS, SUÉLTENLOS – y el golpe con la cacha le llego en la nuca a Rubén, aturdiéndolo sin llegar a desmayarlo pero si hacerlo tambalear
……De
alguna parte se oyeron las sirenas de las movilidades policiacas y otra
vagoneta negra mal aparco a un lado de la calle de la cual descendió
rápidamente un gringo, un hombre alto rubio como Rubén mucho más joven que él y
que corrió apurado como alma que lleva el diablo, se lo notaba nervioso,
cansado, expectante, avanzo buen trecho a grandes zancadas desde donde
aparcaron la movilidad sin llegar a cerrar la puerta gritando ajeno al revuelo
ocasionado o los daños hechos.
- ¿DONDE ESTÁN?, ¿DÓNDE? – en su voz había premura no había duda de ello, estaba desesperado por ver a alguien y Rubén cayó en cuenta de que se trataba de los gemelos – DIME, DIME DONDE ESTÁS – reclamo a uno de los encapuchados mientras otro saco a los gemelos del auto entre tropezones y resistencia y el hombre freno en seco en cuanto sus ojos los vieron – NO SON ELLOS POR DIOS – y se tapó la boca – NO SON MIS HIJOS, no son mis niños… mis niños – murmuro abatido
Y
se derrumbó ahí donde estaba, temblando porque el mundo acababa de caerse sobre
su cabeza…. su rostro ceniciento que delataba los incontables días sin poder
dormir pensando en sus hijos se transformó en una máscara de congoja, había
secuestrado a sus gemelos y venía siguiendo una pista desde hace mucho tiempo,
y alguien abrió la boca diciendo que al pueblo llegaron unos extranjeros, una
pareja con gemelos adolescentes, empezaron a hacer preguntas, y finalmente los
siguieron y cuando vieron que no estaban con el resto de la gente que
generalmente los acompañaba aprovecharon la oportunidad para acorralarlos… todo
fue una maldita y puta confusión
- No son mis niños, mis hijos – murmuro el forastero aquel y los encapuchados se quitaron las máscaras soltando a todos sin entender cómo pudieron haber fallado, como pudieron equivocarse de objetivo demostrando su frustración al pasar sus manos por la cara en clara señal de decepción y aun cuando el sufrimiento de ese forastero se hizo empático en Clara porque se notaba a leguas que aquel hombre que armo todo esto estaba desesperado por hallar a los suyos, no le importó nada sintiendo dentro suyo bullir la rabia quitoneando su cuerpo a quien todavía la sujetaba de los hombros y se acercó al abatido desconocido aquel y le trono un señor revés, yéndose con todo en contra, tras el mal trago vivido, era su derecho pensaba, su derecho de hacerle saber cuándo miedo innecesario los hizo vivir, sobre todo a sus hijos
- PLAAAF… SON MÍOS ¿ENTIENDE? MÍOS, SON MIS HIJOS…. MÍOS – repetía golpeándole el pecho con fuerza y el hombre no se defendió, no movió un solo dedo, solo daba pasos atrás seco emocionalmente y Rubén se acercó con el mismo afán, de darle un puñete, reclamarle, gritarle algunas frescas, meterle todos los dientes, pero algo lo atajo, las lágrimas de pena que derramaba eso hombre mirando a sus hijos con ternura, con la misma ternura que seguro miraba a sus niños y no pudo contenerse lloro moviendo los hombros incluso, sorbiendo la nariz antojándose seguro que estos chicos que estaban siendo consolados por Ludwig y Arturo eran suyos
- BASTA… BASTA CLARA, EL NO TIENE LA CULPA – declaro escupiendo sangre, abrazando a su mujer cogiéndole las muñecas para que deje de golpear al pobre hombre a quien la vida acababa de darle un duro revés
- Yooo, lo siento tanto – declaro en un castellano medio chuto con un dejo francés – mi mujer y su familia secuestraron a mis hijos del colegio, hace 4 meses y no sé dónde están… discúlpenme, por favor – repitió metiendo ya no más las manos al bolsillo sacando su billetera en una clara muestra de indemnizar por daños y perjuicios ocasionados por el error – por favor, déjenme reparar los daños, a ustedes los han golpeado y los muchachos se han lastimado, quisiera cubrir los gastos médicos y lo que haga falta – y saco un buen fajo de euros y dólares y Rubén le sujeto la muñeca con firmeza impidiendo aquello
- Con un lo siento basta – declaro y ambos se miraron a los ojos en una clara muestra de perdón y agradecimiento – le deseo buena suerte con sus hijos, no hay nada más horrible que no saber dónde están, pero no pierda la Fe, Dios se los devolverá – declaro….
Y
sin aclarar nada a la policía, Rubén cargo a sus hijos de nuevo al hospital y a
medida que se acercaban el estrés post trauma inmediato se manifestó en Rubén,
con dolor precordial y cuando aquel estudiante lo vio lleno de raspones y
tierra, la ropa fuera de lugar y demás creyó que era uno de los tantos
pacientes que llegaron esa tarde por un
accidente de tránsito y cuando manifestó que le dolía el pecho el otro grito
que tenía un infarto, posiblemente una embolia y lo llamo anciano haciendo que
Rubén se olvide de su dolor y quiera salir de allá corriendo en sentido
contrario, cosa que Clara no le permitió, y se quedaron hasta casi cerca de las
10 de la noche con Yhanku y Ulrich que se empecino en ir con su hermano al
hospital, de aquella manera cancelaron la cena en el restaurante de Fedor,
quien al enterarse de lo sucedido y que de paso eran familiares de Arturo, se
presentó en la casa a mostrar no solo solidaridad y apoyo en todo lo que sea
necesario incluso legal, pero al darse por enterado que no llegarían a ese
extremo les recordó que los esperarían en su casa para la fiesta de cumpleaños
de su esposa, y que no aceptaba un no por respuesta por parte de ninguno de
ellos, sobre todo de Yhanku a quien los colores se subieron al rostro…
….Pero
ahora solo quedaba disfrutarse en pareja, disfrutar de aquel abrazo tan
necesitado que representaba consuelo y fortaleza para Clara y amor y respeto
para Rubén, y aunque la que lloro fue Clara, y fue la que recibió ese abrazo
necesitado, más necesitado estaba Rubén del mismo, sobre todo tras el encontrón
con Almudena y no es que le movió el tapete, o que vaya a suceder algo, sino
que de alguna forma se sentía herido y traicionado y no podía decirle a su
esposa la verdad, por eso la abrazo con fuerza, con amor, con endereza, para consolarse y quererse, para sentirse vivos y
completos y se hubieran quedado así abrazados largo rato más si no era por la
tímida voz de uno de los gemelos
- ¿Papiiii? – ahí estaba Alexander con su almohada en la mano y la cara de susto que no podía borrársele, con el pelo parado y los ojos soñolientos y rojos de llorar – ¿puedo dormir contigo?, no quiero dormir solito – anuncio sorprendiendo a sus padres, él que proclamaba su edad a los cuatro vientos no quería dormir solo a sus 15 años así que decidió ir a buscarlo con los ojos aun abiertos tan grandes de la impresión vivida caminando al encuentro de Rubén que acababa de soltar a Clara para abrazarlo, pero abrazarlo como quería desde que esos hombres quisieran robárselos, con todo, con cuerpo con alma, con corazón al rojo vivo
- Yo también quiero dormir con vos – anuncio Iván que acababa de despertarse sin darse cuenta que él ya estaba en cama de sus padres volviendo a llorar, ambos estaban demasiado frágiles tras lo vivido, pachuchos y bajoneados, aun con mucho miedo en el cuerpo
- Shuuu sin llorar, tu dormirás conmigo y papá con vos – anuncio Clara
- ¿Pero por queeee?, no se vale – reclamo Iván haciendo una mueca de dolor al querer pararse como le dolían las rodillas – yo también quiero dormir con él
- Vamos a dormir todos – declaro Rubén, él tampoco quería dejar a sus hijos ni a su mujer
- Cariño yo debo despertarte cada 3 horas por orden del médico por el golpe que te diste en la poza, papá está muy cansado y lleno de magulladuras también, no puede dormir con los dos – declaro Clara pues habían quedado en que ella se quedaría con Iván y Rubén con Lex porque debían hacer despertar a Iván y controlar sino le venía dolor de cabeza, mareos o vómitos como consecuencia tardía tras la caída que se dio, pero al final fue Rubén que resolvió el problema
- ¿Calma si?, sin llorar, vamos a traer la cama de Lex y dormiremos los cuatro que te parece?
Y
la sonrisa de sus hijos brillo como un sol a media noche… como el sol que
quería para siempre en su vida pero presintiendo que lo de hoy solo fue una
coincidencia ingrata a algo que los acechaba y no se animaba a contar…
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