martes, 8 de febrero de 2022

Los Th: Cap. 12; Autora Marambra

  Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Febrero del 2022.
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Capítulo 12

Dosis única

Autora: Marambra

 

  • ¿A dónde vas?, por faaa…– la pregunta quedo en el aire, Ethan no le dio oportunidad a Nathan a decir nada, le contesto de mala manera
  • Al culo del conde – le respondió groseramente y encendió la movilidad


Mikel y Miranda, no pudieron detenerlo, no sabían a donde iba, pero Mikel pensó que bueno, quizás quiera llevarlos a la antigua casa y pasar la noche allá lejos del horrible recuerdo de la paliza regalada, pero estaban más lejos que la luna, ni Ethan tenía idea de dónde ir, solo sabía que debería salir de allá una temporada.

Los chicos estaban sentados atrás, lloraban bajito cada uno de ellos, Lothar consolaba a su hermano mayor, ambos estaban ensimismados y asfixiados por el más ominoso silencio que reinaba dentro de la movilidad, Ethan absorto en sus propios pensamientos estaba agobiado por lo que acababa de hacer, su madre tenía razón, había hecho algo de lo que ya estaba empezando a arrepentirse, quizás fue extremada e innecesariamente torpe y drástico con Uther y con Lothar, pero el menor parecía que lo había tomado mejor la cosa, en cambio Ut, no podía sentarse, el dolor empezaba a hacerse insoportable, terriblemente insoportable, ardía demasiado, había visto estrellas de mil colores con el trenzado aquel que su padre macabramente y por arte de magia había hecho aparecer en sus manos; el roce del pantalón y la ropa interior dolía mucho la piel, no pudo aguantar y empezó a gemir fuertemente, lo que enojo a su padre.

 

  • Mmmgggm ayyy ayyy yyy hifmfi mfi auu auu
  • ¡Que pasa! – grito su padre
  • Meee es taaa dooo lienn dooo, me duee lee auu, auuu – se quejaba – me dueeee le muuucho
  • Aguántese, ese es el pago a las malas decisiones, y mejor te vas callando que no estoy de humor para quejas Uther, así que trágate el llanto y agradece que no te bajo ahora mismo de nuevo el pantalón para darte una repasada


Y Uther, no tuvo más remedio que tragarse el llanto y no sabía cómo amortiguar el dolor, y fue Lothar que saco una toalla de la cajuela y se la paso para que se limpie la cara, pero Uther le dio un mejor uso, empezó a morderla para que no se oiga su llanto, al final y escondiéndose de su padre, había desabrochado la hebilla de su pantalón y con ayuda de Lothar se bajó la ropa, y este le insto a que se tumbe boca abajo, y fue así que se pasó la punta de los dedos al trasero, porque algo que hizo única a esa paliza, fue que Ethan, no azoto otra zona que no sean las nalgas del muchacho, y pudo sentir el irregular relieve de la piel que estaban latiendo como si tuvieran un minúsculo corazón, lo que hizo que el crío vuelva a llorar de impotencia, de enojo contenido y rabia y Lothar le sobaba la espalda haciendo caer sus lágrimas sobre la cabeza de su hermano que se había acomodado en su regazo, apenas pudo ponerse de lado para respirar mejor y ver el rostro de Lothar, su pequeño hermano se tragaba los estertores queriendo evitar hacer el mínimo ruido que despierte la ira en el corazón de Ethan, él también estaba conmocionado pero prefirió darle comodidad a su hermano que se veía a leguas que estaba realmente mal, Ethan en cambio  estaba en otro planeta, no se percató de nada, se pasó varias señales de tráfico, incluso había apretado la bocina siendo muy de madrugada, estaba ido, ensimismado en sus pensamientos, tenía que tomar una decisión las cosas no podían seguir en ese estado, deambulaba sin rumbo por las calles y avenidas de la ciudad, sin saber exactamente a donde ir, pero luego una alarma le asalto el pensamiento y sin pensarlo más hizo un giro cerrado y luego empezó una pequeña empinada, Lothar se dio cuenta a donde iban, estaban de camino al hospital .

Freno de golpe en el aparcamiento donde tenía una plaza, y después de mucho pensarlo, se bajo y acerco a la puerta principal, dejando a sus hijos sin mirarlos llevándose la llave luego de encerrarlos ahí adentro, no correría el riesgo de que se fuguen, cosa que paso por su mente, pero no por la de sus hijos, se quedo parado largo rato en el umbral de no ser por el guardia de seguridad que lo saco de sus pensamientos.

 

  • ¿Tan pronto doctor?... Buenos días, ¿alguna emergencia? Pase, está por llover –  despuntaba mas de las 5 de la mañana había empezado a garbear y el no se había percatado de aquello, devolvió el saludo e ingreso
  • Hola buenos días Fernando, ¿está el laboratorio abierto?
  • Si doctor, están ahora mismo preparando material para dejar todo listo para el nuevo turno, se ha saturado la cosa con lo del accidente
  • ¿Y quién está de turno?
  • La doctora Garvizo
  • Gracias


Con esa información se encamino al laboratorio, Yanina Garvizo, compañera de colegio, gran amiga de Griselda y de él, estaba de turno, sería mucho más fácil conversar con ella y pedirle aquel favor que necesitaba, sus pasos resonaban en las baldosas blancas del hospital, al final lanzando un suspiro hondo ingreso a la estancia, allá estaba Yanina con una taza de café con helado revisando informes para dejar todo en su lugar, y luego de que se saludaron y Ethan se dejó caer agobiado en la silla le contó lo sucedido en casa y en el trabajo, ella lo oyó sin interrumpir y finalmente cuando él se quedó en silencio ella le dijo tranquilamente.

 

  • Ya verás que no tienen nada tomando las cosas demasiado a pecho – le dijo Yanina a su colega tratando de calmarlo, Ethan estaba desesperado   estas, el estar demasiado tiempo aquí y en contacto con este mundo, oye, uno enloquece, no sé cómo a ti no se te ha zafado un tornillo antes, el trabajo que haces es de locura – procuraba quitarle la cara de amargura que traia ese hombre – vamos, que nadie está ahí como tú todo el día sumido en los pacientes, pero si quieres que te dé mi opinión tendrás que oírla sin interrumpirme ni decir nada – advirtió ella muy decidida en lo que decía y hacia – luego ya analizaras las cosas y siempre como de costumbre la decisión será tuya, yo creo que te pasas demasiado tiempo aquí, y tus hijos  están perdiendo, si no es que ya lo han hecho – dijo entre comillas – la costumbre de tenerte ahí para ellos – y Tano levanto la vista para mirarla fijamente, la opinión de aquella mujer para él era muy importante – deberías tomar vacaciones, y pasar una temporada con ellos, no lo hiciste ni cuando mi amiga murió, te has encerrado en la consulta y el quirófano lidiando tu pena con la pena de otros, y te has olvidado de los chicos y ahora han hecho de las suyasagrego y Ethan no abrió la boca para nada, lo que decía ella era cierto, tras la muerte de Griselda él se volcó al hospital – pero no por venganza – le aseguro mirándolo fijamente – ¿cómo puedes decir semejante cosa? – sonrió ante la descabellada idea que Ethan tenía en la cabeza como explicación a lo que sus hijos habían hecho a sus espaldas – tu sabes muy bien que ellos son hiperactivos, y las hormonas están disparadas, son varones, son jovencitos, y comprendo tu preocupación, pero estas llevando la imaginación al límite – dijo por no llamarlo paranoico en su cara – pero voy a hacer lo que me pides, y veras que no es nada y no hay nada ni habrá nada… pero… tu deberías hablar con ellos y averiguar hasta donde han llegado, incluso averiguar entre las estudiantes de la fiesta, siempre hay alguien que mira, oye y cuenta – y lo abrazo con fuerza, en un abrazo fraterno… su amigo necesitaba su apoyo y comprensión, al parecer no le estaba siendo fácil ser viudo – ahora ve, tráelos, yo haré lo que me pides, pero por favor, explícales porque lo haces y que voy a hacer con ellos ¿bueno?, o prefieres que lo haga yo
  • Mejor tú, no quiero hablar con ellos, no puedo todavía


Y diciendo eso, se encamino a la movilidad, ahí estaban los chicos, habían prendido la luz de la movilidad, Lothar estaba viendo que paso con su hermano y se quedo horrorizado de ver los rayones rojos que tenia Uther, la puerta se abrió y ellos se asustaron muchísimo de ver a su padre ahí, no habían podido apagar la luz, fue recién que se fijo en su hijo que estaba ahí boca abajo, lo agarro del brazo para bajarlo y Uther empezó a llorar y poner resistencia, creía que su padre lo volvería a majar porque Ethan lo que hizo fue bajarle la ropa.

 

  • NOOO, por favor, nooo, papito, noooo aayyy ayyy au au auuuuu, mmmmggg – se quejaba, moverse dolía
  • No papá por favor, ya no lo pegues, no le pegues más, por favoorrr – empezó a rogar Lothar atajándose de su hermanito


Pero Ethan simplemente los ignoro, termino de desvestir a su hijo y saco del bolso, el pantalón deportivo que había cogido de primera mano en la habitación del chico y lo vistió quitándole los calzados y poniéndole sandalias, sería más fácil estar con eso, miraba de rato en rato y de reojo la sufrida cara del muchacho, llena de llanto que se aguantaba gritar y muecas que delataban que aquello no le gustaba y se fijó también en la rabia que crecía dentro de Lothar, solo rezaba que no se le ocurra hacer un escándalo en el hospital, porque no estaba para estupideces ni menos para volver a azotarlos, pero si se salían de la raya lo haría, este, donde este, ya había perdido el miedo de actuar con dureza.

Tras aquello, los agarro del cuello a ambos y teniéndolos uno a su diestra y al otro en la siniestra los encamino a paso seguro y firme y demasiado rápido para aquel par de traseros que sufrían con el movimiento, hacia el pabellón del laboratorio, allá estaba Yanina, los miro y comprendió entonces a Ethan en su terrible crisis existencial, la cara de los chicos era un drama dantesco, Uther seguía llorando automáticamente y Lothar tenía los ojos rojos hinchados y muy cansados, ambos no tenían ni idea a donde estaban siendo conducidos, ni para que, ella abrió la puerta y el padre los insto a pasar.

 

  • Adentro, harán lo que la doctora les diga, no quiero oír ni una sola queja, ¿entendido? – y los empujo y a ellos no les quedo más remedio que entrar a ese tenebroso lugar


La sala aquella olía a desinfectante, había una larga fila de camillas con protectores desechables recientemente colocados, dos mesas de mayo con todo lo necesario encima, que no eran más que varios tubos con heparina y dos jeringas de 20 cc que eran las más grandes, otras de 10 cc, unos viales de medicamentos, unos círculos de cristal “cajas de Petry” con alguna sustancia dentro, y una fila de hisopos y obviamente, una ligadura, algodón con alcohol, guantes y un barbijo, aquello hizo que ambos se asusten y se queden mudos y paralíticos, no pudieron dar ni un solo paso, ni gesticular una sola palabra del miedo inmenso que les invadió, buscaban a papa con la mirada pero Ethan no estaba con ellos, los había dejado solos, de ese gesto de temor se dio cuenta ella, tonto, pensó, tonto y más tonto, Ethan creía que los chicos hacían de las suyas por vengarse de él, y que ahora no lo querían cerca, pero ellos lo necesitaban, vería hasta donde podía lidiar con ellos solos.

 

  • Bueno, aquí estamos, no dolerá nada y solo será un minutito ¿si?. Túmbense ambos, uno en cada camilla, ¿por quién empezamos? – pregunto y ambos se miraron las caras asustadas – Voy a tomar unas muestras para hacerles unos exámenes, unos son de sangre y otros son cultivos, para eso son esos hisopos y estas jeringas, solo llevara cinco minutos como máximo si? – decía mientras empezaba a enguantarse las manos – por quien empezamos? – volvió a preguntar, pero ni Uther ni Lothar se habían subido a las camillas, estaban ahí con pies de plomo sin poder moverse. Así que prefirió que Ethan ingrese al cubículo aquel y le ayude, no sería nada fácil emocionalmente aquello sin el apoyo moral del progenitor, cuando Ethan entro, entro enojado, con el ceño fruncido
  • Suban, es una orden – les dijo y los chicos subieron a las camillas como un rayo, pese a su pesar. Yanina lo miro con ojos enojados y empezó por Uther, prefirió que sea él, algo le decía que era mejor por el mayor
  • Serán algunos piquetes ¿si? – dijo colocándole la goma en el brazo para visualizar la vena, escogió la mejor y extrajo sangre mientras el muchacho cerraba los ojos fuertemente ante el pinchazo, luego vino otro en el pulgar, y un último en el índice, dolieron un poco como prometió ella, luego la observo correr la cortina para que su hermano no vea nada, luego la vio cambiarse guantes, hacer a un lado las muestras de sangre identificadas y acercar las cajas famosas de Petry, y abrir como 5 hisopos – bien ahora esto, no dolerá nada y terminaremos con las muestras, luego tu padre te colocara esos medicamentos ¿te parece? – Uther miro primero intrigado la sarta de cajitas, e hisopos, y luego los viales que eran 4, trago saliva y busco los ojos de su padre inconscientemente
  • ¿Y qué debo hacer ahora? pregunto un poco asustado
  • Bájate los pantalones Uther – ordeno su padre – Yanina te tomara muestras de la uretra – Uther abrió los ojos desorbitados ¿que acababa de escuchar?, ¿le iban a meter esas cosas por donde orinaba?, iba a decir algo, pretendía levantarse, pero su padre lo sujeto del pecho haciendo fuerza con la mano sobre él con lo que no pudo incorporarse y luego se acerco al oído, mientras Yanina abría los hisopos y cogía una gasa en la otra mano y Lothar corría un poco la cortina para ver – ¿No me dirás que de pronto te entro pudor? – pregunto Ethan enfadado – sobre todo cuando lo guardaste a tu conveniencia hace algunas horas cuando esa sarta de desconocidas te metía mano ¿verdad? eso fue innecesario, pero el hombre estaba enojado y desesperado además – te dije que te pondría un enema para que te estés quieto – agrego y Uther emitió un quejido agónico de miedo y vergüenza de que esa amenaza no sea vacía   en vez de eso te pondrán un hisopo para averiguar si te contagiaste o no gonorrea y demás porquerías en tu interesante incursión en el sexo al aire libre – y la cara del muchacho se puso roja como un tomate de la vergüenza sentida – así que si aprecias un poco tu salud y la vulnerable paz de tu culito, quédate quieto, que luego te voy a colocar esos 4 medicamentos para prevenir cualquier enfermedad, mientras yo me rompo la cabeza y rezo a todos los santos para que no te hayas contagiado VIH, mocoso de mierda


Había pretendido estar tranquilo, ser un apoyo silencioso nada más, en vez de eso su lengua lo traiciono como sus nervios, y toda la preocupación que llevaba encima había salido a tropezones de su boca para caer en su hijo como reprimenda, acababa de asustarlo, avergonzarlo y encima de todo obligarlo a asumir aquello que el crio lo veía como un castigo adicional a su comportamiento, papá no había preguntado nada de nada, solo asumió y dio por hecho algunas cosas; seria por eso, se preguntaba Uther ¿que simplemente lo había azotado furiosamente hasta hacerle zapatear y berrear y ahora quería que se desnude sobre esa camilla para que aquella mujer con guantes le tome muestras de lugares tan íntimos?; su padre creía que se acostó no con una sino con muchas mujeres y que no tomo precauciones cuando en realidad no había hecho nada de eso, que poca confianza tenía en él, eso le dolió terriblemente a Uther, un mar de lágrimas todas silenciosas se abrieron paso en sus enorme ojos y discurrieron por sus mejillas arreboladas, la señora aquella acababa de enterarse lo que había hecho, para él, una simple travesura, para su padre una catástrofe total, como le dijo su abuelo, todos los adultos lo veían de esa manera, ¿sería que tan malo fue?, okay, si, era malísimo haberse salido sin permiso, robar la movilidad del abuelo, dejar a Lothar en aquel lugar, ir a emborracharse, explorar en el campo sexual, pero siempre había estado presente las palabras de su padre que había que cuidarse y él lo hizo, tuvo intensión, pero no ejecuto nada porque no lo vio correcto, pero su padre no creía nada de nada.

 

  • No hice nada papá, no me acosté con nadie, de veras, no me metí con ninguna mujer – hablo despacito – por favor papito, no quiero que me hagan ese examen, no quiero que tomen muestras de ahí, por favor – suplicaba con la cara roja de vergüenza y los ojos anegados... – me da vergüenza, me da vergüenza, por favor
  • ¿Te da vergüenza?, esa vergüenza debió salir cuando te metiste con todas esas mujeres en esa fiesta que decidiste IR  SIN MI PERMISO – grito perdiendo la calma – esa vergüenza debió darte para no quitarte la ropa y tirar tus slip a medio patio, esa vergüenza debió darte para no hacerte poner dinero en el poto – dijo mordiendo los dientes de enojo – MEJOR NO ME HAGAS HABLAR porque no sé qué diablos voy a hacerte aquí mismo, pueda que me anime a arrancar el cable de la lámpara esa y te azote de nuevo hasta reventarte la piel – amenazo brutalmente, claro que nunca haría aquello, esas palabras, esa amenaza nacía de su enojo, de su rabia y sobre todo de su miedo – y quieres hacerme creer que no saltaste de cadera en cadera JA, ya veremos – dijo en tono amenazante, sin entender porque estaba actuando de esa manera – así que mejor no digas ni una sola palabra más y simplemente bájate la ropa interior y deja que te tomen la muestra esa para que luego yo pueda ponerte por fin la batería de medicamentos para prevenir o curar cualquier estupidez que te hayas contagiado por un momento de placer
  • Por favor papa, no me hagas esto, por favor, por favor, por favooor – rogaba y empezó a querer incorporarse, lo malo no podía escapar, escabullirse por los lados de la camilla ya que había escogido una pegada a la pared y el otro lado estaba bloqueado por su padre y la mesa de mayo
  • Carajo, he dicho que te bajes la ropa, mierda me  vas o no a hacer caso, te estoy hablando  plaf, plaf plaf plaf plaf – Ethan se había vuelto a enfadar y sin saber cómo dio la vuelta a Uther de un solo tirón y le propino sobre la ropa aquellos dolorosos palmetazos
  • auuuu auauu auayyyy yaaaaaaa yaaaa perdón, perdón – Uther agarro su ropa y ponía sus manos para protegerse
  • ¡He dicho que TE BAJES la ropa! – lo volvió aponer de espaldas en la camilla, había levantado la voz y la tiño de rabia, de enojo, de frustración, de preocupación al mismo tiempo y ejercía presión en sus maxilares haciéndolos mover, su hijo detecto la protuberancia que empezó a dibujar la vena temporal de su padre, estaba empezando a enojarse, así que simplemente tras limpiarse los llorosos ojos con el dorso de la mano, aguantarse los gemidos que no podían resistirse y cerrando los ojos lo mejor que pudo, en un acopio de amor propio hizo lo que su padre ordeno y elevo sus caderas sobre la camilla y se bajo la ropa hasta cierta parte, vamos no se bajo nada, remango la liga del deportivo; pero su padre, lo ladeo y  termino de bajarle el buzo hasta medio muslo y le dio un sonoro palmetazo sobre la piel desnuda – PPLAAFF – iba a caer otro pero Yanina puso su mano sobre su muñeca y se lo impidió
  • AUUU YYY AYY AYAY – Uther grito y se volvió a cubrir el trasero, pero su padre le retiro las manos
  • SILENCIO

 

Uther se tapó la boca y se metió la ropa a ella para llorar sin que se oiga y cerró los ojos fuertemente y permaneció así, dejando rodar las lágrimas y moviendo el abdomen de respirar dificultosamente de tanto en tanto como cuando se tiene hipo, no quería ver el rostro enojado y decepcionado de su padre, no quería ver la pena ajena que papa sentía de él, sobre todo no quería que vean la horrible vergüenza que teñía su mirada haciéndola opaca, así que solo se limitó a sentir, y sintió como Yanina colocaba un campo estéril sobre él con un hueco en el centro, cómo cogía el juvenil miembro con una mano enguantada y con gaza y luego sintió cómo forzaban la apertura del meato urinario, no le agrado para nada esa sensación asquerosa, y luego sintió la cabeza del hisopo ingresar un imaginario largo trecho de 2 a 3 cm, la incomodidad sin dolor de aquel artilugio y luego otro, y luego un tercero más, los otros dos corrieron por el surco peneano y por fin concluyo aquella traumatizante experiencia cuando Yanina tras limpiarle y retirar el campo le sugirió subirse la ropa, el quiso hacerlo aun cuando dolía un montón el trasero de su forzada posición, pero su padre le atajo el proceso, pues mientras ella tomaba las muestras él, había cargado los viales y  estaba por aplicárselos cuando Yanina lo atajo.

 

  • Sabes que es muy prematura la toma de muestras, deberíamos esperar un poco más
  • NO, han pasado más de 8 horas, algo saldrá y si no, repetiré el examen
  • ¿Les pondrás el medicamento? – pregunto y ante asentimiento de Ethan recomendó – Mejor no lo hagas si crees que hay que repetir las cosas
  • Tienes razón, mejor no – Uther solo mordía los labios para no quejarse, no era posible que quieran hacerlo de nuevo
  • Bueno bonito te libraste de los pinchazos – dijo Yanina pero él hubiera preferido que ya no más le pinchen todo y no volver a ese lugar


Su padre dejo la medicación y Uther no pudo evitar volver a llorar en un mínimo silencio que no fue, porque de rato en rato escapaba un quejidito lastimero que rompió el corazón de Yanina, pero no de su padre, así que hizo su rostro a un lado y se cubrió la cara con los brazos doblados sobre si, no quería ver de frente a Yanina le daba vergüenza, tampoco a su padre, ni a Lothar; pero permaneció en la camilla aquella, se enrosco a un lado mientras la dama esa, hacía lo propio con su hermano, Lothar no dijo ni pío, sabía de sobra que papá estaba enojado y preocupado, y a diferencia de Uther que había querido explicar todo, él prefirió dejar que su padre piense lo que quiera, no gastaría saliva en palabras que no serían escuchadas, además él tampoco había hecho nada, así que su conciencia estaba más que tranquila, allá Ethan y su paranoia si no le creía, de acuerdo se dijo, su padre lo pillo durmiendo sin ropa con dos chicas, pero había estado jugando a la botella erótica, donde cada quien respondía algo y si era mentira se iba quitando la ropa, no tuvo sexo con nadie, ninguna de las chicas esas quería acostarse con un adolescente, eso le molesto un poco al inicio, pero luego le restó  importancia; como su hermano cerró los ojos de vergüenza cuando su padre le bajo el slip como a un niño que se le cambia pañales, para que le tomen la muestra, esta vez Ethan prefirió hacerlo y no tener que lidiar con el muchacho, pero Lothar no hizo drama, lo único que no le gusto aparte de eso, fue que para él la experiencia fue algo más que molesta, dolió un poco el hisopo, pero no se quejó, no quería que le descarguen más azotes como a su hermano y vio a su padre alzar la medicación y meterla a sus cajas.

 

  • ¿Para que es eso? – no pudo evitar preguntarle a Yanina, no a su padre, Lothar era curioso y quería saber
  • Son antibióticos para evitarte enfermedades que hayas adquirido en tus travesuras – le sonrío Yanina
  • ¿Me pondrán más? – el daba por hecho que su padre sí o sí los pincharía, se había incorporado sobre sus codos con la ropa bajada mientras su padre terminaba de guardar los viales
  • NO, son de dosis única, puedes vestirte – agrego


Lothar suspiro y dejo caer su cuerpo sobre la camilla para subirse la ropa, ojala, pensó que la paliza también sea a dosis única…. Bueno para él si fue, no así para Uther que gratuitamente se había  ganado palmetazos en aquel lugar minutos antes. Tras aquello, Ethan abandono el lugar y  Yanina  le dijo a Uther que permanecía enroscado sobre si mismo.

 

  • Ya puedes bajar de la camilla –  y al ver que el chico se enroscaba para esconderse decidió intervenir – hey, no te avergüences ¿si? Esto es algo que hago todos los días
  • Sí, pero no te lo hacen a ti – dijo y esa respuesta descoloco a Yanina, nunca pensó en eso precisamente – no te lo hicieron a ti, si no a mí, papa está enojado lo sé, pero creí que la paliza que me dio, fue suficiente castigo – lloro limpiándose la cara, Lothar empezó también a gemir por su hermano, Yanina los abrazo, los conocía de niños
  • Shhuuu, estoy de acuerdo contigo Uther, no me lo hicieron a mí, sino a ti y a ti –  agrego mirando a Lothar – tu padre no te castiga con esto, está realmente preocupado de que ustedes se hayan contagiado algo, si vieran la cantidad de jovencitos que a tan pronta edad fallecen, tu padre tiene miedo nada mas
  • Pero no hicimos nada, no nos acostamos con nadie de veras lo juro – apoyo su cara en el hombro de aquella desconocida
  • Bien por ustedes si eso es verdad y el examen lo confirmara, tu padre estará más tranquilo y ustedes podrán estar libres de la duda de su cabeza, es mejor tener pruebas de su inocencia ¿verdad? – les cambio la perspectiva de su visión a favor del padre para que no sientan que era un castigo más y en cambio lo entiendan – Pese a que por lo que oí, no se han portado muy bien que digamos, pero bueno quien soy yo para reprenderlos, Ethan hizo ya su trabajo, ahora a alzar la cabeza y meter los hombros, nada de agacharse, aquí no ha pasado nada, solo hice mi trabajo y nadie más que tu padre sabrá el resultado – se animó a besarlos en las mejillas
  • Pero él repetirá el examen – acoso asustado Uther
  • Lo más probable, pero ya sabes no duele nada y si se da el caso, lo volveré a hacer yo, o puede que lo haga tu padre en casa – ninguna de las dos opciones era agradable, pero era lo que tocaba lidiar


Afuera estaba sentado Ethan con los hombros caídos como si llevara el mundo a cuestas, no les dijo nada, solo se encamino hacia la puerta seguidos por los dos muchachos, subieron a la movilidad y Ethan se fue a un hotel con ellos, cuando llegaron allá, antes de acostarlos, los envió a la tina para que se bañaran, ojala pudiera hacerlo él, y revivir ese recuerdo de cuando eran niños chicos y hacían lo que él quería, y él sabía lo que hacían, lo que pensaban, lo que sentían y necesitaban, ahora eran unos desconocidos para él, los muchachos bajo el agua sobre todo Uther pensaba ojala los hubiera hecho bañar antes de llevarlos con la doctora, sería menos doloroso el trago amargo de la vergüenza, pero ellos no sabían que eso tenía un fin, el quería una batería completa de exámenes no solo para ETS, sino para toxicología por si se habían metido droga, un examen adicional para detectar cualquier cosa y ADN de las supuestas féminas que se hayan acostado con ellos para detectar prontamente a quienes les hayan contagiado algo, definitivamente Ethan estaba loco.

Era ya muy entrada la mañana  y pido desayuno, los chicos morían de hambre y sueño, luego de que comieron, el solo tomo una taza de café insípido, se vistió y estaba por salir, regreso sobre sus pasos y se fue a la habitación de los chicos, saco los pantalones de ambos y sus calzados y los metió a una bolsa, Lothar pregunto curioso que hacía.

 

  • ¿Qué haces papá? – la pregunta lo tomo por sorpresa considerando que no le habían hablado desde que llegaron
  • Voy a ir al hospital, pero me voy a llevar la ropa de ustedes, así no les caerá la tentación de salirse sin permiso mientras yo hago mis cosas, a no ser que quieran salir desnudos como ayer – contesto ásperamente, estaba cansadísimo con unas ojeras negras alrededor de los ojos no había dormido dos noche seguida y aún quedaba mucho día por delante
  • ¿Y a qué hora regresaras del trabajo? – quiso saber como de costumbre Lothar
  • No lo sé – respondió sinceramente
  • Tu nunca sabes cuándo volver – acuso Uther, se había animado a decir algo luego del horrible silencio que invadió al regreso del hospital, y la digamos hora más que paso con ellos en el hotel…


Ethan se quedó mirando el vacío inmenso que tenía la mirada de su hijo, era como si todo se hubiera vaciado con las lágrimas, ni siquiera era un reproche lo que oyó, era una verdad simple y llana, ¡árida!… Uther nervioso al final se dio la vuelta y se metió al baño cerrando la puerta con el pestillo, no quería ver a su padre, tenía miedo de su reacción.

 

  • Volveré en una hora Uther – contesto por fin Ethan agarrándose la nuca del dolor que tenía   el tiempo que me tome redactar y entregar mi renuncia al hospital


Agrego Ethan parado en la puerta de aquel baño, estaba en una suite familiar, había querido tocar la puerta y entrar y hablar con él, en vez de eso solo apoyo su cabeza a la pared mirando la nada, Lothar dejo el desayuno y miro a su padre en sus acciones, y comprendió que se estaba dando por vencido.


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