Un vago, ¿sin remedio…?, ¡en serio!
¿Más que un severo
entrenamiento?
Obvio, para el genio apático y despreocupado.
Autora: Nicole
- Y así fue como me sobrepuse a
mi situación, más que eso yo lo llamaría un gran reto que Kami puso en mi
camino para que me fortaleciera más y creciera como ser humano – dijo Lee convencido ante la mirada atenta del Nara.
- Es increíble, es decir… sabía
que eras determinado y muy fuerte tanto física como mentalmente desde la
primera vez que te observé, de hecho estabas en mi lista de oponentes que no
quería enfrentar, pero todo lo que me
has contado, me ha dejado sin palabras – admitió sinceramente Shikamaru.
- Gracias, es una pena que no
haya podido seguir hasta el final, tenía grandes aspiraciones, enserio quería
convertirme en chunnin – dijo bajando la
cabeza un momento sintiéndose un poco decepcionado, sin embargo luego cambió su semblante y mirando fijamente
a su colega, agregó – pero sabes una cosa me alegro
por ti, fuiste el único que lo conseguiste y te lo mereces porque ganaste tus
combates con inteligencia, ¡eres realmente sorprendente! Bueno solo pude ser testigo del primero, pero
Naruto me explicó toda tu batalla ante la chica de la Arena y me dijo que
fuiste excelente, y que se enojó mucho contigo porque al final te rendiste, de
cualquier manera, fuiste genial –dijo muy emocionado, quedándose
callado un momento para darle tiempo a su colega de hablar, le encantaba
escucharlo, aunque no era un gran conversador, y él algunas veces no estaba de
acuerdo con sus ideas o comentarios, cada palabra que salía de su boca iba con
franqueza y eso a Lee le gustaba, al menos Shikamaru no era falso e hipócrita,
no escondía su manera de ser ante nadie.
- No sé que tengo de
sorprendente, excelente o genial, simplemente cumplí con lo que tenía que
hacer, aunque hubiera preferido que no me ascendieran a chunnin, haber elegido
ser un ninja ha sido más problemático de lo que tenía previsto. En fin, ya lo
hecho, hecho está, como dicen por ahí, y creo que tendré que seguir el legado
de mi clan – Terminó
suspirando con cansancio mirando a Rock Lee de la misma manera.
- No lo mires de esa manera, te
estás pasando de modesto o quiero pensar que estas siendo sarcástico – dijo a manera de broma – por tu gesto me
quedó con la primera opción y estoy completamente seguro que tienes mucho que
demostrar, solo tienes que buscarle un sentido a lo que haces – Lee
se había levantado de su posición, volviendo a entusiasmarse con cada palabra
que decía – No sabes las ganas que tenía de enfrentarlos a todos,
incluyéndote, una pena que Gaara me derrotara, pero gracias le doy a Kami y a
nuestros sensei por la decisión de traerte a entrenar en este equipo, te juro
que daré lo mejor de mí para que juntos mejoremos y avancemos cada uno al
próximo nivel.
Mientras Rock Lee hablaba con mucho ánimo, Shikamaru con apatía
lo observaba, recordando lo que le había dicho al principio; que no tenía
ninguna intensión en enfrentarse a él, pero parecía que eso a Lee le había
entrado por un oído y salido por el otro.
Ese chico era muy insistente en sus ideas y tenía
mucha sangre recorriendo por sus venas, lo observó de pies a cabeza; analizando
su cuerpo a detalle, para trece años estaba muy bien formado, ¿cuántas horas
pasaría entrenando al día? sé preguntaba internamente el Nara recordando a su
vez, que el muchacho que hablaba con él,
había derrotado a Sasuke en un santiamén; ese hecho lo ponía contento
porque él detestaba a ese chico, y aunque era muy pronto para pensar en ello;
esperaba que cuando le tocara ser miembro del equipo siete, a ese engreído lo
llevaran con Asuma, porque aunque Naruto era un completo fastidio y Sakura una
problemática histérica, prefería soportarlos a ellos antes que al Uchiha.
Lee seguía hablando y el Nara mientras le ponía
atención, pensaba en una cosa y luego en otra; reflexionando sobre su actual
estado físico que estaba muy por debajo de su nivel, tendría que poner un esfuerzo enorme en
mantener su entusiasmo para poder hacer frente a lo que se le venía encima, su
baja energía solo duraba un par de segundos, pero sabía que no podía poner eso
como excusa, no ante el chico de cejas pobladas y su entrenador, ya estaba metido en la cueva de los leones y
tendría que cumplir tal como lo había prometido; era su palabra y su ego aunque
este último no fuera el más grande, le decía por momentos que en esta ocasión
lo dicho por él ante Gai-sensei no se lo llevaría el viento.
¡Rayos, este chico hablaba más que Naruto e Ino!
Exclamaba mentalmente en lo que su estómago crujía, el hambre se había
apoderado de él, así que le dijo a su compañero que iba a desayunar un poco, y
así lo hizo; se levantó de su sitió, yéndose directo dónde había puesto la
mochila con su almuerzo dentro de esta y regresó a su lugar, el experto en
taijutsu no dejaba de gastar saliva, conversaba con mucha emoción, no sabía de
dónde sacaba tanta energía para hacer tantas cosas a la vez, él apenas podía
caminar y esa sola acción ya lo agotaba.
El Nara abrió su caja de desayuno y le ofreció a Lee,
que al ver lo que tenía dentro, se le iluminó el rostro, pero como él ya había
desayunado y Shikamaru no, pensó que lo más prudente era no aceptar para que el
muchacho comiera lo suficiente porque sabía y no se equivocaba, que el
entrenamiento de Maito Gai sería exhaustivo como acostumbraba siempre.
- Creo que deberías comértelo
todo tu, ya yo desayune, además necesitaras muchas energías, seguro la cesión
de Gai-sensei se alarga más de normal lo cual significa que nos quedemos aquí
hasta el anochecer – aunque Lee
había exagerado mucho, Shikamaru casi se ahoga, pensando; sí lo que ese
muchacho había dicho era cierto firmaba su sentencia de muerte. ¡Hasta el
anochecer, eso era una locura!
- ¿Estás bien? – se acercó preocupado.
- Sí… creo que tragué muy rápido
– mencionó ya recuperado mientras le
compartía algo de lo que su mamá le había preparado – toma un poco, yo
no como tanto como Choji, así que alcanza para los dos – Lee no pudo
negarse más y acabó aceptando.
Los muchachos terminaron de comer, Shikamaru recogió
todo y lo metió a su mochila, luego reposaron un rato a seguir esperando por su
sensei, pero Gai aún no aparecía y como era de esperarse Lee se inquietó mucho
y volvió a insistirle a su colega que pelearan por segunda ocasión en el día, a
lo que el perezoso le dijo que le diera un respiro, negándose rotundamente, y
en medio de lo harás, no lo hare de parte de ambos aparece el entrenador
excusándose por haber llegado tan tarde, les dijo que la quinta lo había
llamado con urgencia, que tuvieron una reunión muy larga porque estaban
decidiendo a que grupo mandar para una reciente misión de rango elevado que se
les había presentado, y al final se decantaron por el equipo tres, la
cara de Lee se transformó, empezó
brincar de la emoción y luego a dar vueltas en círculos demasiado
acelerado hasta para el gusto de Gai,
quien terminó gritándole que se calmara, que lo dejara terminar, que tenía que
darles algunas indicaciones antes de empezar el entrenamiento. Lee acató la
orden de inmediato y buscó su libreta para apuntar cualquiera frase o palabra
de relevancia que dijera su maestro, que en definitiva para él, era todo.
Por su parte Shikamaru no pudo evitar poner una cara
de desagrado total, vaya noticia tan desalentadora, no se la esperaba, no le apetecía ir, no deseaba entrenar para eso, pero el solo
hecho de quejarse podría meterlo en un grave problema, se imaginó que sí Gai lo
escuchaba, seguro lo mandaba solo a ejecutar la misión como castigo, y eso
sería realmente problemático, quería escapar, inventarse una mentira
convincente, pero el miedo se apoderó de él
y por primera vez en su corta
vida tenía la mente en blanco.
Un par de minutos pasaron y Maito Gai seguía con sus
instrucciones, les informó a sus pupilos que la misión sería en una semana, así
que como era corto el tiempo, tenían que aprovecharlo al máximo y que el
entrenamiento sería muy demandante porque tendrían que estar preparados al cien
por ciento, cuando terminó de decir la última palabra que tenía en mente,
comenzó con su rutina, como era de esperarse fue sobre taijutsu y manejo de
armas, pues que más podría ser, sí es la especialidad de ese par, se decía
internamente el Nara torciendo levemente la boca molesto, odiaba las peleas a
media distancia y todavía más las odiaba a corta, es decir cuerpo a cuerpo y
sobre armas, con la shuriken y los kunai tenía para que enredarse con más.
Después de combatir por un largo rato primero Lee
contra Shikamaru, con Gai observando, luego Lee contra Gai con el Nara
observando por último Shikamaru contra Gai con Lee observando.
Por un momento el entrenador detuvo las pelea y les
preguntó a ambos que habían aprendido de nuevo, el genio flojo dio una respuesta
vacía, no porque no tuviera idea, simplemente le daba pereza y Gai lo sabía,
algo que lo incomodó mucho, ese chico tenía un pequeño problema de actitud, que
tenía que corregir e iba a hacerlo y sería hoy mismo, decretó para sí muy
convencido.
Pasó a hacer lo mismo con Lee, y el chico no
decepcionó, respondió tal como se
esperaba de un shinobi que está preparado para cualquier situación que se le
presente, Maito Gai lo felicitó y comenzó a dar una breve disertación sobre sus
conocimientos, el Nara en su lugar observaba apático mientras en su sitio el
experto en taijutsu apuntaba casi cada palabra que salía de la boca de su
entrenador, quien no dejaba de lanzar sus frases enérgicas y motivantes.
Al terminar de hablar, reanudó el entrenamiento de
taijutsu, decidiendo combatir con Shikamaru por segunda ocasión, siendo está
vez más agresivo al tiempo que lo corregía a cada momento porque el niño
mostraba un taijutsu sumamente lento y desastroso para ser estudiante de
Sarutobi, sin embargo, a pesar de eso era muy bueno para esquivar, le encantaba
tomar mucha distancia. Gai sabía que tendría que trabajar duro con él, ya que
le faltaba mucha condición física y endurecimiento, sobre todo mejorar en corta
y media distancia ¿qué rayos estaba haciendo con él Asuma, que no lo había
exprimido lo suficiente? Se cuestionaba internamente porque ese chiquillo tenía
mucho que ofrecer.
Gai terminó la sesión de taijutsu y empezó con los
ejercicios de resistencia y ahí sí que se las vio a gatas un Nara que odiaba
hacer ejercicios adicionales al entrenamiento, Lee por su parte estaba
desanimado porque sintió que era muy poco para lo que estaba acostumbrado y no
demoró nada en cumplir con el mandato de Gai.
Shikamaru en su lugar estaba sufriendo y al mismo tiempo
muy sorprendido porque jamás en su vida lo habían puesto a hacer más de
doscientas flexiones, bueno hubo una sola vez que Asuma-sensei lo amenazó con
castigarlo con el doble, si reincidía en las tardanzas, pero acabó
corrigiéndolo de otra manera; recordaba el genio con las mejillas teñidas de
rojo, aun avergonzado de esa situación que le había tocado vivir. Pero el Nara
tenía que agradecerle a Asuma por todo
lo que había hecho por él, gracias a él era un Chunnin aunque el entrenamiento
antes de su última batalla había sido problemáticamente exhaustivo, le valió
para cumplir con el objetivo del equipo diez.
Por otra parte, el vago debía admitir que Sarutobi
siempre había perdonado la mayoría de sus faltas, y aunque estas no solían ser
de gran gravedad, Shikamaru de igual
manera siempre tomaba el camino más
fácil, evitando sus responsabilidades; su maestro había sido demasiado
indulgente con él.
El Nara estaba seguro de ello, no paraba de pensar
mientras continuaba con los ejercicios, ahora
trayendo a su mente a su padre, quien también era flexible con él, pero
cuando tenía que hablarle fuerte y claro lo hacía, como olvidar aquel momento
que lo reprendió por su debilidad de carácter luego de su primer fracaso en la
misión que la quinta le había encargado, siendo él responsable del equipo
completo, no solo no la cumplió, además
puso en riesgo la vida de todos sus camaradas; recordaba el muchacho su
propia imagen, llorando como un bebe.
Se había sentido frustrado, un cobarde, débil e
inútil, que no servía para el camino que había escogido, se recriminó en
aquella ocasión frente a Temari y ahora lo volvía a hacer para sí mismo.
Pero de repente otro pensamiento se cruzó por su
prodigiosa mente, tenía que cambiar por el bien de su clan, así que aun con la
poca energía con la que contaba se esmeró en seguir con las flexiones, sin
embargo no bien lo había mentalmente decidido, y ya se estaba arrepintiendo,
para un perezoso como él, era muy duro todo, luego quiso hacer un intento por
escapar de aquello, sin embargo se lo pensó mejor, con Gai ahí justo al frente
de él supervisándolo era imposible. Su actual sensei había decidido que hiciera
cuatrocientas flexiones, y así iba a ser, se pusiera como se pusiera su delgado
cuerpo, porque era notable que al mocoso le faltaba un largo camino que
recorrer para endurecerse, y considerando que el pobre era un año más joven que
estudiante favorito.
Maito Gai le informó, que luego que terminaba las
flexiones, serían cuatrocientas sentadillas, después cuatrocientos abdominales,
y le advirtió que no se acostumbrara,
que solo sería flexible con él en esta ocasión por ser su primer entrenamiento
formal, ya que lo que le esperaba en la
siguiente semana iba a ser realmente severo porque era importante que el chico
estuviera al nivel del equipo tres y obviamente de su rango, más importante con
una misión de por medio. Afirmación que el Nara encontró completamente falsa;
para ser su primer entrenamiento formal con el equipo tres había sido más que
severo, por lo menos para él que no estaba todavía acostumbrado, pero se guardó
sus opiniones para él, discutir con ese par sería demasiado problemático, y eso
al genio flojo y despreocupado no le agradaba.
Y Shikamaru a este punto ya estaba experimentando
mucho desgaste en sus pobres brazos, más
que dolor, sentía que se le estaban quemando y tenía suerte que Gai le había
permitido usar solo sus palmas y no los nudillos o solo sus dedos; o bien pudo
mandarlo a hacerlas con una sola mano o de otras formas más complejas, mientras
el domador de las sombras analizaba todo en su posición, sin rechistar
continuó, pero todavía no iba ni por la mitad de las flexiones y empezó a
rendirse.
- No puedo más, por favor – rogó con la voz cansada intentando ponerse de pie,
pero Gai no se lo permitió poniendo un pie en su espalda impidiéndole la
acción.
- Claro que puedes, continua – Le aseguró el entrenador con Lee a su lado que asintió
serio, pero a la vez positivo para ellos era impensable que un genio como
Shikamaru se rindiera por algo tan simple como unas cuantas flexiones, bueno
ellos estaban curtidos por las largas y duras sesiones de entrenamiento que
solían hacer en su día a día, y creían que por sus dotes, el Nara debería
cumplir con sus expectativas e incluso sobrepasarlas.
Ante tal presión, al chiquillo no le quedó de otra que
seguir, sin embargo, cuando iba por trecientas cincuenta volvió con su intento
de renuncia.
- Sensei por favor me siento mal
– se quejó otra vez, pero Gai hizo
oídos sordos manteniéndose en su posición él y por supuesto al Nara.
- ¡Sigue! ¡Sigue! – Ahora el entrenador gritaba a todo pulmón.
- Sí Shikamaru, sigue, sigue, que
ya te falta muy poco – apoyó la bestia
verde de Konoha y el vago pensó a modo de sarcasmo: No me ayudes tanto Lee.
El genio cumplió con las flexiones, cayendo exhausto
en la hierba, mientras pensaba, que aún le faltaban cuatrocientas sentadillas y
luego los cuatrocientos abdominales; y como no tenía de otra, como pudo se puso
de pie y sin rechistar empezó a hacer las primeras, pero a la mitad del camino
pasó lo mismo que con los primeros ejercicios.
Lee y Gai permanecían a su lado, muy atentos a cada movimiento del
chico; lo conocían mejor, así que era fundamental evitar cualquier intento de
escape de su parte. En aquellos momentos eso parecía ser completamente
evitable, dado el estado de Shikamaru, sin embargo ese niño que estaba ahí, era
el genio de Konoha, no por nada fue el
único de su generación promovido a chunnin, era seguro que el Nara era capaz de
inventarse la mejor estrategia para escabullirse, sin que ellos lo notaran,
pero lo que analizaban de forma sincronizada
los expertos en taijutsu, no eran
más que meras suposiciones, que tal vez no pasarían; de manera que ambos no se
hicieron más películas en su cabeza, pero no se apartaron de él ni un segundo,
ya que no sabían en qué momento el Nara volvería a desmayarse y tendrían que
socorrerlo por segunda ocasión.
Cuando el muchacho completó e inició con los
abdominales ya casi no podía, aun así, le toco continuar, con ese señor no
podía sacar a relucir su mayor vicio.
El Nara siguió hasta que solo le quedaban cincuenta, y en estas instancias,
prácticamente lloraba mentalmente porque terminara la tortura, en su vida había
hecho tantos ejercicios tan intensos y todos juntos, estaba muy cansado tanto física como mentalmente; su
semblante lo delataba, había sudado la gota gorda, parecía que lo habían tirado
a una pileta llena de agua, de lo sudoroso que estaba, sus ropas no eran ajenas
a la situación; los pantalones y su chaleco lucían completamente sucios y
bastante desgastados, pero el poco espíritu que le quedaba lo hizo seguir, eso
sí a paso muy lento, más de lo normal en él.
- Vamos, vamos, tú puedes solo te
faltan veinte – lo volvía a
animar el entrenador al ver que se había vuelto a detener y ya casi cumplía con
la cuenta.
- Dejemos así, siento que ya no
puedo más – decía mientras
las lágrimas empezaban a salirse de sus ojos hasta la comisura de sus labios.
- ¡¿Dónde está el vigor de tu
juventud eh Shikamaru?! No pierdas el tiempo llorando, solo te faltan diez,
vamos, vamos tú puedes, no te ahogues en la orilla del lago. ¡Demuestra quién
eres! – interrumpió Lee
eufórico.
Y así a empujones y en medio del llanto que no cesaba,
Shikamaru completó su sesión de abdominales, cayendo agotado en el pasto, una
vez más.
- Felicidades, sabía que podías
hacerlo – dijeron Lee y
Gai al unísono ayudándolo a pararse.
Luego de Gai darle un cálido abrazo, le pasó un
pañuelo para que se limpiara la cara, el chico así lo hizo. Los tres se habían
despedido y el sensei junto a Lee se ofrecieron a acompañar a Shikamaru
nuevamente a su casa, pero el muchacho les volvió a decir que no era necesario,
esperando está vez que no fueran insistentes, y gracias a Kami su deseo está
vez se cumplió.
Cada quien se fue por su lado, ya en las calles de la
aldea mientras Lee seguía a su maestro al mismo tiempo que le hacía
interminables preguntas con afán de seguir aprendiendo más de él, el Nara
caminaba a paso de tortuga en otra dirección muy cansado, apático y aburrido,
pero a pesar de eso, una idea se cruzó por sus pensamientos de repente y tomó
un camino diferente a aquel que lo llevara a su residencia.
N/A: Hola mis seguidores de esta historia, sé que me tarde un poco para cumplir con este capi, pero acá lo tienen finalmente, un poco corto eso sí jejeje. He andado con poco tiempo para escribir y con la inspiración fluctuando como suele pasarme XD. Igual espero que lo hayan disfrutado y me lo hagan saber en sus comentarios, y no sean problemáticos, naaa es broma. Besos a todos y nos vemos hasta el próximo.
Guapisima, se que enviaste este capitulo hace mucho tiempo pero con todo lo que sucede en mi camino no lo publique a tiempo, pero ahora estoy poniendome las pilas aqui lo tienes.
ResponderEliminarSe que Estrellita lo disfrutara mucho, jajajjaja como yo lo hice leyendo, siempre eres muy durita con tus personajes, pero bueno, no todos pueden ser blandos jajajjaja
Gracias linda, en espera de que tengas tiempito y me envies otros capitulos o que puedas concluir Ramillete, en serio.
Sí a Estrella le gusta todo lo que publico y a ella le interesan más los dialógos que otra cosa.
EliminarNo soy durita con Shikamaru, es parte de la historia, necesita mano dura para que deje de ser tan vago.😂😂
Estaba escribiendo uno de esta historia, pero apenas alcanza 4 página y pues se me fue la inspiración.😂😂😅😆
De Ramillete empezaré a reescribir en cuanto tenga tiempo, hay muchas cosas que no me gustan de la historia, así que en cuanto tenga tiempo te pondré a editar capis viejos jajaja.
Gran capitulo te quedó genial pobre Shikamaru lo exprimieron al máximo 🤣🤣🤣🤣🤣
ResponderEliminarJajaja el mejor castigo para el vago del Nara jajaja.
EliminarX2 por favor no la abandones está re interesante
EliminarEstoy escribiendo el siguiente capi, pero lo deje porque se me fue la inspiración, espero no tardarme, también he tenido lios con mi laptop. Pero no planeo abandonar está historia, la escribiré hasta el final, nunca pensé que tendría fans y eso me anima enserio. Saludos!
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