Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Laberintos
Autora: Marambra
Mikel camino
el largo pasillo de aquel hospital donde antaño trabajaba, que interminable se
le hizo el avance y que pesados sus pasos, allá en una solitaria banca blanca
estaba su hijo Ethan con las manos sujetando las llaves agobiado en completo
silencio que no se percato siquiera que su padre se estaba acercando a él,
Mikel lo observo y se dio cuenta del agobio que tenía en el corazón, por fin se
sentó a su lado y lo abrazo, eso era lo que su hijo necesitaba, ya tendría
tiempo para preguntar qué sucedió, por ahora solo quedaba esperar que su nieto
salga de la sala de estudios, estaban haciendo un encefalograma, la tomografía
ya había sido tomada con contraste y sin contraste y no mostraba nada
patológico para suerte suya, pero Ethan estaba estresado, había salido con su
hijo en brazos al hospital, el chico recupero el conocimiento pero él en su
desesperación no pudo establecer el tiempo real, por ese motivo, Rafael Damazo,
neurólogo, colega y amigo de EThan atendió el caso y estaba allá con el
muchacho en pleno examen, ya había indicado que si no mostraba nada, repetirían
el mismo con privación de sueño para descartar situaciones que solo se
revelan a la luz del cansancio mental.
- Tranquilo ¿sí?,
ya verás que no pasa de un susto hijo, solo será eso – consoló
Mikel a su Ethan, él podía ser un cirujano de primera en el quirófano, pero en
el plano humano era un ciudadano común y corriente lleno de dudas, de temores y
sobre todo sobrados errores como padre de dos adolescentes, más ahora que había
quedado viudo
– ¿paso algo en particular?, ¿discutiste con
él?, ¿pelearon por lo que paso la semana pasada? – pregunto preocupado y agrego para si en el
silencio de su mente: te dije que dejaras las cosas en buen tono Ethan pero
parece que no hiciste caso a mi consejo y ahora estas son las consecuencias
- Yo tengo la
culpa, yo lo he presionado mucho, no supe oírlo, y ahora está ahí con un montón
de cables en su cabeza, con sueros y monitoreado y se quedara internado ya me
lo han comunicado – contesto sin emoción alguna, era como si
le hubieran hecho una lobotomía y hayan borrado de su mente las emociones de la
vida, desde la tristeza a la alegría, simplemente estaba plano, en shock
- Calma hijo, ya verás que no es nada, y si se queda nos quedaremos con él, tu sabes que es cosa de rutina quedarse en observación y yo casi lo prefiero así, no porque imagine que tenga algo, sino para relajarlo y tú te relajes y se acerquen como padre e hijo, que creo que es la verdadera razón de todo esto ¿no es cierto?
Mikel
tenía una agudeza mental genuina, no había esperado ninguna respuesta, sobraban
las palabras, Ethan solo se encogió más dentro de si de lo que podía, allá
estaba su padre haciéndolo sentir un crio sin necesidad de levantar la voz y
prácticamente diciendo: tengo razón, te lo advertí y no me hiciste caso. Pero Mikel no pensaba eso, no estaba ahí para
restregarle a su hijo nada, ni reprocharle sus actos o decisiones; en su
corazón sabía que su hijo estaba aprendiendo con creces a lidiar con sus
errores, como él cuando fue padre de adolescentes, es que claro nadie curte en
cuero ajeno.
- Animo Ethan,
ahora lo importante es que Uther, está bien, y el encefalograma no mostrara
nada, es solo una reacción por estrés – lo abrazo
- Lo siento
papá, debí hacerte caso, pero lleve las cosas a extremos y ahora mi hijo me odia, lo hubieras visto como me acuso y
reprocho, y lo peor es que tuvo razón en todo – miraba
el suelo como un niño perdido – siempre sabes más que yo, y me empeño en no hacerte
caso pero no necesitas decirme que tenías razón por favor, estoy demasiado….
Demasiado
agobiado y asustado hijo, demasiado culpable, pero ahora lo importante es limar
las fricciones con paciencia si?, Un pasito cada día, sin alterarte, sin perder
la cordura, como cuando aprendiste a manejar un bisturí, así de fino. Sé el
inmenso dolor que tienes Ethan, jamás te restregaría a la cara que si tengo o
no razón, porque nada justifica eso, y menos el dolor que llevas y el dolor de
mi nieto
Lo
conforto agarrándole la mano fuertemente y pasando su brazo sobre sus hombros,
haciéndole sentir su presencia, estaba ahí para él y para su nieto, suspiro
profundamente pensando que las cosas debieron de haber estado terriblemente
malas para que hayan llegado ambos al grado de fricción insoportable y la mente
del muchacho haya reaccionado sobre su propio cuerpo, además Lothar le había
contado entre llanto y abrazo y busca de consuelo y reproche hacia su padre,
todo lo que paso en el hotel y en casa toda esa semana y Mikel no estaba nada
contento con eso, pero bueno, era algo que tratar luego, no ahora, ahora su
hijo lo necesitaba como padre apoyo, padre consuelo, ánimo, fortaleza y amparo…
como padre incondicional pese a sus errores de hombre adulto, sin reproche en
la voz, sin reproche en los actos, como padre oído antes de consejo, tenía que
dejar que Ethan hable, desde antes que quedara viudo Ethan había dejado de ser
comunicativo, estuvo muchas temporadas sin decir nada, irritable unas veces,
enojado la mayor parte del tiempo, y con la muerte de su mujer se volvió un
adicto al trabajo, prefería estar allá afuera que en casa, no hablaba nada y no
hablo nunca de lo que se sentía frente a la muerte de Griselda, se encerró en
sí mismo y lo único que le contesto a su padre cuando le pregunto cómo lo
llevaba había dicho simplemente y con desdén como si hablara del tiempo, es lo
que hay, no se puede llorar sobre la leche derramada y nunca permitió a nadie
acercarse más de la cuenta, no lo habían visto llorar, renegar, entristecerse,
ni siquiera quiso quedarse los nueve días de duelo en casa, ni por los chicos.
Ahora
que lo pensaba Mikel, desde la muerte de
Griselda, él había cambiado, y no era normal la actitud que tenía hacia la vida
y sus hijos, unas veces totalmente laxo y otras como ahora sofocantemente
protector al grado de la asfixia total, estando las malditas 24 horas del día
pegado a las espaldas de sus hijos, observando que hacían, oyendo tras la
paredes, incordiándolos todo el tiempo, buscando entre sus cosas hurgando en
sus papeles, en sus libros, en sus ropas algo, algo que ni el mismo sabía con
certeza.
- Bueno Ethan – la
puerta de aquel gabinete se abrió de par en par y salió su amigo Rafael Damazo – al parecer el encefalograma esta normal, ahora está
durmiendo, dejaremos que descanse, le dimos un sedante suave por la rigidez
corporal, está muy estresado y con dolor de cabeza, como sabes en el resto de
exámenes no hay nada, pero esperaremos los laboratorios que es lo que nos
falta, mañana dejaremos que duerma hasta la hora que quiera, y en el día lo
tendremos bajo estrés cotidiano, tendrás que salir con él, llevarlo a correr,
hacer algo de deporte, que juegue, que se canse, en la noche se acostara sobre
las 3 de la mañana y despertara temprano sobre las 5, y le tomaremos un nuevo
encefalograma con privación de sueño a las 7, y con eso daremos por concluidos
los exámenes y sabremos si hay o no un problema de descargas neuronales
anormales que se hayan manifestado recién. Pero bueno, nada de qué preocuparse,
no hay masas extrañas, derrames aneurismas u otros fantasmas, ponte tranquilo
pueden pasar a verlo, ya lo están subiendo a su habitación – agrego
- Gracias Rafo
- De que, para estamos los amigos
Con
eso dio por terminado el informe, y justo se abrió la puerta para dar paso a la
camilla que llevaba a su hijo a su habitación, se lo veía tan frágil y mucho
menor de lo que era, con la inocencia aún en la cara reflejada, con el pelo
revuelto, y lleno de gel, seguía con la bigotera de oxígeno y el suero
glucosado, tenía los ojos entreabiertos del sedante usado y la boca babeaba por
la laxitud de los músculos, su cara ya no tenía la expresión de hace algunas horas,
ni se marcaban los contornos de los músculos del cuello como en la tarde,
estaba relajado artificialmente, pero Ethan prefirió eso a la rigidez por el
enojo, se acercó a su hijo y antes de que se lo lleven no pudo contenerse y lo
abrazo ahí, alzándolo de su lecho improvisado, el chico no respondía estaba en
un sueño inducido artificialmente, podían moverlo como mejor convenía, hacer lo
que quisieran con él, simplemente no tenía voluntad, y su padre lo abrazo, lo
beso hasta decir basta, le acariciaba el pelo, las mejillas, el borde rubio de
sus pestañas espesas el contorno de sus labios ahora marchitos, y empezó a
rodar la humedad en sus mejillas cayendo sobre el rostro laxo y ajeno de su
hijo, ajeno de aquel dolor que su padre cargaba y lo agobiaba, ajeno a aquella
tristeza que anidaba en el pecho de su padre a tal punto de la asfixia y la
agonía
No
quería soltarlo, era algo que llevaba dentro, la premura del abrazo que se
habían negado ambos en toda esa puta semana que pasaron encerrados, cerró los
ojos, y se recrimino a sí mismo, he sido un desgraciado, un perro maldito, un
inmundo sucio y vil enajenado mental se reprochaba, solo un desquiciado puede
hacer lo que hice se reñía en el silencio de su llanto que se amortiguaba en el
pecho de su hijito ahora con ropa de hospital… y su mente viajo a aquel
estúpido hotel donde el desquicio y el enojo lo hicieron su presa y a sus hijos
víctima de sus excesos… los excesos de su paranoia
…
Había llegado con el resultado de laboratorio, un previo, no era el reporte
concluyente aún, pero él había venido ya con todo listo… sus miedos más íntimos
lo llevaron a la locura del momento, sus temores de padre, sus sospechas de
hombre, su lógica de médico, todo se enredó en un solo ser y procedió con
aquella locura; había abierto la puerta, allá estaban sus dos hijos
garabateando un papel jugando con canicas en el suelo, habían terminado de
hacer los deberes que papa recogió del colegio, estaban aburridos como ellos
solos, su padre les había decomisado los móviles, el cable de la radio de
aquella habitación, y había anulado la señal de cable en la televisión, los
chicos estaban en el banquillo de los acusados, había sido un fracaso el
intento de negociaciones el día que Ethan renuncio al hospital, así que rendido
de luchar contra dos, se encerró en su dormitorio y estuvo mirando los
medicamentos que había traído sorteando la idea de que quizás era mejor ya no
más hacer profilaxis y por otro el hecho de ir hasta el fondo del asunto y
hacer lo que se debe tomar una nueva muestra, con eso en la cabeza se durmió
casi por 24 horas, sin comer, sin hablar, sin dar señales de vida, estaba ahí
sin estarlo
AL
día siguiente se levanto temprano, fue a la habitación de Lothar primero, lo
despertó y le dijo sin ninguna emoción en la voz y sin ganas de pelear con
ninguno.
- Voy a tomarte sangre de nuevo ¿si?, solo te pido que me
colabores Lothar, no quiero discutir, ni pelear, así que si pones de tu parte,
será solo un momento, luego te tomare la muestra de ayer noche, pero, puedes
hacerla tú, te enseño como y nos olvidamos de tener que lidiar a ciegas, estás
de acuerdo? – levanto la mano en señal de parada a las
palabras que su hijo empezó a balbucear – no me mires así, si no hiciste nada como dices, no
habrá nada en el examen, y punto, yo estaré tranquilo y volveré a confiar en
ustedes, pero si no, pues tendremos que tratar ciertas cosas que no serán
agradables para nadie, NO voy a volver a ni nada de eso… si ocurrió algo, solo
cortaremos libertades una temporada y ajustaremos nuestra vida a las nuevas
reglas ¿estamos?
Lothar
cedió, dócilmente, dejo que papa le tome la muestra completa, no se animaba a
hacerla él mismo, tenía miedo, suspiro y se dijo que carajos, tendré la verdad
dos veces en mi mano, y dejara de fastidiarme y me devolverá mis cosas y
volveré a ser libre como antes, pero Uther lo tomo terriblemente mal, había
querido explicarle a su padre que no paso nada, que no hizo nada, pero Ethan se
encegueció, se enfado con él, y le dio una nueva tanda de nalgadas sobre la
ropa que igual dolieron muchísimo por la paliza pasada, fue todo un caos,
gritos, llanto, repudio, amenazas, uso de la fuerza, y al final lo venció.
- No hice nada papa, AGGG AGGG AIII por favorrr, noooo, nooo
hiiice naaa da, por faaa vorr, por faaa voor, escúchame, noooo lo hagas – suplicaba
ya con el brazo ligado y el padre pinchando
- Si no hiciste nada ¿A QUE MIERDA LE TIENES MIEDO? – lo
agarró del brazo fuertemente para evitar que se mueva – el
resultado arrojara todo negativo, pero lo que pasa es que tu, te fuiste de
pintas y ¡quieres tapar el sol con un dedo! – golpeo el velador enfadado haciendo caer el alcohol y
demás cosas al suelo
Había
sido desagradable la situación, y Ethan se enojo con el muchacho, agarro el
hisopo y le dijo enfadado y temblando de rabia ya.
- Toma el maldito hisopo, yo voy a quedarme aquí y no me moveré
hasta que lo hagas, podemos estar todo el puto día, pero esa toma se hace, no
me obligues a hacerla yo Uther, estoy dándote un poco de privacidad, que tanto
le temes a un examen ¿ja? – sacudió
a su muchacho por los hombros – QUE TANTO MIEDO HAY DE POR MEDIO, seguro estuviste de
bacanales borracho en esa puta fiesta de mayores que temes que salga a la luz,
¿ES ESO? ¿o tienes miedo a que te de una paliza?.... CARAJO NO VOY A VOLVER A
TOCARTE UN PELO EN MI PERRA VIDA SI ES LO QUE TANTO TEMES, NO LO VOY A HACER,
solo quiero esa muestra en el laboratorio y dormir en paz o tener que buscar a
la chica o chicas con quienes estuviste para cerciorarme que no se han quedado
embarazadas o en el peor de los casos iniciar tratamiento… solo quiero eso POR
DIOS, ¿QUE NO PUEDES ENTENDER QUE LO QUE HAGO ES POR TU BIEN? – lo
había sacudido ciego, enfadado, vociferando, con la cara descompuesta, con la
rabia atorada, con todos los recuerdos golpeando su cabeza y su corazón, se entremezclo el recuerdo de
Griselda y eso lo enfado mucho más – TOMA EL MALDITO
HISOPO – le cogió la mano y
se lo entrego en ella a tiempo de bajarle la ropa completamente, regalándole un
palmetazo con la mano abierta dejando dibujados sus dedos en la parte baja de
sus glúteos haciendo que Uther se enoje y le quite la palabra a su padre
Al
final enfadado toma el hisopo y se toma la muestra y se la entrega a su padre
con toda la rabia del mundo contenida en su interior, era un volcán en pleno
calentamiento, y cuando empezó a erupcionar, lo hizo quemando todo a su paso.
- Aquí la tienes, es toda tuya, pero esta es la última vez que te dirijo la palabra
Me alegra que hayas vuelto. Es interesante. Gracias
ResponderEliminarQuiero saber cómo se desenreda este lío. Y qué pasará con Matías en esta historia. ..
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