martes, 8 de febrero de 2022

Los Th: Cap. 11; Autora Marambra

 Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 8 de Febrero del 2022.
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Capítulo 11

El poseído

Autora: Marambra

 

  • Hola abuelitoooo – saludo efusivamente Uther, tenía los reflejos felinos, y sabia como desarmar por lo menos provisionalmente a los potenciales enemigos de su trasero – Ella es Miroslava abue, es la novia del tío Nathan, verdad que es preciosa? – se había apurado en empujar a su maestra de seducción a media sala para que la paliza que estaban seguros de llevar por lo menos se aplace un rato y puedan ordenar sus ideas; teniendo a aquella muchacha en casa, Mikel no se animaría a sonarlos, Miranda adivinando la estrategia del nieto apoyo cualquier intento de negociación aun cuando después ella misma tenga que ampollar ciertos traseros desobedientes, incluido el de su adulado Nathan
  • Buenas noches linda, encantada de conocerte – se acercó Miranda y le beso la mejilla
  • Buenos días, dirás querida – enfatizo el abuelo – sí, un placer saber con quién está mi hijo, preciosa no hay nada que decir – especuló, entre líneas mirándola de pies a cabeza, si vamos estaba vestida como una odalisca, Mikel pensaba gritar, es  bueno saber con quién tontea y hace huevadas mi estúpido hijo – y tu muchachito, ¿también estas en la Universidad? – pregunto suspicaz dirigiendo una inquisidora mirada a Matías, el ya sabía que el crío era compañero del colegio de su nieto, acababa de encontrar su mochila con cuadernos escolares sin forrar sobre nada menos que su preciosa cama matrimonial toda desatendida y sus colonias sin tapa fuera de lugar
  • Buenas noches señor, soy Matías, el compañero del colegio de Uther, él y yo somos amigos – agrego alargando la mano pero con la miraba tirada al suelo, el viejo lo intimidaba, pero él había sido educado con mucha exquisitez, era muy educado – buenas noches señora, debe ser usted la abuelita de Uther y Lothar


Lothar mierda… pensó recién Nathan, SE HABÍAN OLVIDADO DE LOTHAR, JODER, JODER, JODER, ¿dónde mierda estaba? ¿qué le dirían ahora a papa y a Ethan?, Uther sintió pánico en la boca del estómago, recién se percato del pequeño olvido, Matías los miro con los ojos desorbitados, aquello no pintaba nada bueno, Miranda se dio cuenta y agrego.

 

  • Nathan ¿Por qué no acompañas a tu novia a su casa? – le sugirió Miranda sutilmente mirando a su marido – es muy tarde para que ande sola, ¿o se quedó sin gasolina y por eso prefirieron venir aquí? – pregunto mamá suspicaz al mismo tiempo que le daba una excusa a su hijo
  • Este, si mami, iré por mis llaves, hubo un cortocircuito en las luces y se prenden y apagan, preferible que la escolte a su casa
  • Bueno, un placer conocerlos señores – agrego MIroslava, apretando fuertemente la mano del abuelo y de la abuela, Mikel se quedó mirándola, le gustaba ese gesto de apretón firme, era sincera – ¿me acompañas Nathan?
  • Si claro


Y ambos salieron disparados, Mikel metió a los chicos a casa y se guardo momentáneamente el chicotito que tenía en su bolsillo, aun tenía que interrogar a todos ellos, si pretendían hacerle girar la perdiz por el olvido de Lothar, estaban muy equivocados.


  • ¿Cuál es el número de tu casa Matías?, tus padres deben estar preocupados, o tienes permiso para quedartese apuró en preguntar Miranda, algo le decía que aquel muchacho estaba metido en serios problemas, porque en la mochila además estaban dos mudas de ropa un poco avejentadas
  • Abuelita puedo hablar contigo antes por favorempujo Uther a su abuela a la cocina, Mikel se quedó mirándolo con sospecha, y le hizo sentar a Matías en el sillón, le ofreció una manta para que se ponga, el crio temblaba, pero no de frio sino de miedo
  • ¿Ethan? – dijo Mikel por fono – Ethan es papa, siii, si han llegado, pero, escucha, llegaron solo Uther y Nathan… no, no me han dicho nada, tu sabes que no es necesario preguntar, lo que quiero es saber si Nathan traerá a Lothar, espérame un rato – hizo una pausa y grito a Uther al despacho – donde está tu hermano, sin mentir, Uther donde esta Lothar – y el crio le dio la dirección completa con la cabeza agachada – Ethan, Ethan está en una casa quinta, la “casa de piedra” si, ¿la conoces? Ya, entonces no tengo que darte la dirección, si, están bien, no, no, no, esta con un niño aquí, si, si dijo que ese era su nombre, bueno, te espero entoncesMientras tanto, Miranda entro a la cocina con su nieto, él le apuro el paso y le tapo la boca para que no hablara y solo lo oyera
  • Abuelita, abue, por favor, por favor… llama al tío Nat, Lothar se quedó en la fiesta esa de la universidad, no me preguntes nada si? Solo llámalo, y dile que lo traiga
  • Y tú crees que Nathan no es eso lo que está haciendo ahora – Mikel le jalo la oreja con fuerza y le dio un tremendo palmetazo en el trasero – PLAF
  • AUUUCHHHH  abue, por favor
  • Por favor nada jovencito, en cuanto vengan los padres de ese amiguito tuyo, te vas a enterar de lo que les pasa a los desobedientes, que no me van a decir aquí que se fueron al cine, porque son las 3 y media de la maldita mañana, desconsiderados de mierda, y Nathan, a Nathan, ya veráel abuelo gritaba entre dientes, en realidad escupía las palabras, porque ganas de gritar no le faltaban solo aplazo el momento por consideración de Matías el muchacho se había hecho un ovillo sobre el sillón y se durmió como si estuviera acostumbrado a dormir en los rincones – dame el numero de la casa de ese niño, sus padres estarán preocupados y no quiero problemas con nadie por la irresponsabilidad de Nat
  • Es que… –  se lamia los labios  no sabía cómo explicar aquello
  • ¿Es que qué? Uther, que me vas a decir
  • Matías es huérfano abuelo, está en una casa de acogida y ayer se ha escapado de allá, yo lo traje aquí porque es mi mejor amigo, esta becado en el colegio, pero ya no quiere ir a esa casa donde lo tenían, y si en el colegio se enteran que se ha escapado, y que no tiene donde quedarse lo expulsaran y lo llevaran a un orfelinato, por favor
  • Entonces hay que llamar a servicios sociales – indico Mikel
  • Noooooo, por favor, no hagas eso abuelo, por favor, esta solito, no tiene a nadie, solo me tiene a mi – gimoteaba


Miranda y Mikel salieron para hablar con él y el corazón se le hizo un nudo, el muchacho estaba ahí, con los ojos anegados de lágrimas quitándose la camisa que le había prestado Uther colocándose una pobre polera desteñida.

 

  • Perdona… no tengo donde lavarte la ropa Uther, y no quiero meterte en problemas, mañana en el colegio te dejare los pantalones, por favor señor – le dijo a Mikel mirándolo de frente con los ojos llenos de lágrimas pero con orgullo resguardado – voy a marcharme en este momento, las iglesias siempre están abiertas, no quiero que llame a servicios sociales, y si lo hace volveré a escaparme no pienso volver con esa genteagrego esta vez rompiendo a llorar mientras terribles imágenes se le cruzaban en la mente, se limpió la cara con el dorso de las manos y lo mismo hizo con su nariz que empezaba a moquear mientras sus negras pestañas se abrían y cerraban
  • Por favor abuelo, por favor – rogaba Uther, ambos podían ser dinamita pura, pero se habían complementado a la perfección, Matías tenia igual edad que él, y había quedado huérfano a muy pronta edad, cinco años y había rodado de orfanato en orfanato y finalmente en casas de acogida, pero esta familia había sido la peor, constantemente lo maltrataban de una y de otra forma y de eso se percataron Miranda y Mikel cuando el muchacho se había quitado la camisa, tenía en la espalda un horrible moretón hacia un lado, el solía decir que se había caído cuando en realidad se trataba de una patada a la altura de los riñones, por aquello había estado una semana en cama, antes de entrar al colegio, y no podía quejarse a nadie porque nadie le creía, ya que tenía un historial de hiperkinesis similar a Uther y Lothar, que solo podía ser tolerada por los de su sangre, que vamos, era muy activo, despierto, curioso, travieso y se metía fácilmente en líos…
  • NO, de aquí no sale nadie Matías – indico Miranda con la voz muy segura apurándose a darle un abrazo para confortarlo, no importaba que hayan hecho todos ellos en casa, sabía que su prole era extremadamente jodida, sobre todo sus adorados nietos y que muchísimas veces eso valía a repasarles las normas con el pantalón bajado, pero jamás estuvo de acuerdo en golpear en el cuerpo de un niño de tal forma que no le sea posible pararse, eso era abuso infantil, y ella repudiaba aquello – tú te quedaras con nosotros, yo me apersonare a la casa esa donde estas, y daré la cara por la travesura que hayan cometido hoy, o no  sé lo que hayan hecho, pero nada justifica una huida, o si? ¿Me lo contaras?... yo voy a ayudarte – Miranda era así, cuando de justicia se trataba era ciega, no miraba mucho y daba todo por los que ella consideraba desvalidos   pero por ahora prefiero que se vayan a dormir – sentencio
  • Estoy de acuerdo Matías, ya hablare yo con tu tutor mañana temprano, así que mejor ve a darte un buen baño para relajarte y a descansar, imagino que sabes dónde queda el cuarto de invitados – agregó, y Matías un poco desconfiado subió las escaleras con Miranda que le ponía la mano sobre el hombro, Uther se sintió aliviado, por lo menos su amigo no dormiría en la calle, estaba por coger sus cosas para marcharse también a su habitación, cuando Mikel lo detuvo con un tono de voz que no admitía berrinches
  • Alto ahí, tú no puedes subir, tu yo tenemos una charla pendiente jovencito….


Mientras tanto, Nathan volaba prácticamente en la carretera, saltándose incluso señalizaciones, vamos tenía que pillar antes que Ethan a Lothar, y aunque sabía que nadie les salvaría el trasero, por lo menos atenuaría el impacto de verlo ebrio, podría hacer que se vista, darle algo para que reaccione lo que sea y en el peor de los casos, asumir toda, pero toda la responsabilidad, incluido poner el poto por ellos…

Desgraciadamente quien pillo primero a Lothar fue Ethan, había entrado a la casa aquella donde un montón de estudiantes seguía en su mambo, riendo, bailando, bebiendo, poco a poco fue encontrando la ropa tirada de Lothar como señales de cuento y lo llevaban por un misterioso camino de brujas hasta la cueva del lobo, solo que no era una guarida de lobos, sino una cuna de lobas, abrió la puerta y en medio de dos chicas desnudas estaba durmiendo la mona boca abajo completamente pelado nada menos que su adorado niño de rizos oscuros, con un calzón rojo en la cabeza y unos corpiños negros en las manos

La sangre se le congestiono en la cara, estaba morado de la rabia, no dijo nada de nada, fue avanzando a paso decidido y firme frunciendo el ceño cada vez peor, y en el camino se empezó a sacar el cinturón y a doblarlo en dos, bien, el mocoso se comportaba como grande, le daría una paliza como a grande, a ver si le iba gustar recibir una paliza con el cinturón… ¿le gustaba estar desnudo?, pues bien, desnudo se llevaría todo el escarmiento

Se acercó a Lothar y lo cogió de las muñecas y de un jalón lo puso de pie, Lothar despertó de golpe y si había bebido antes los efectos del trago se evaporaron del susto que se llevó al ver a su padre ahí parado como un gigante hambriento, ardiendo de rabia, los plomos ojos se le agrandaron inmensamente y una diminuta disculpa murió en su boca, papá lo jalo hacia media habitación para tener la distancia adecuada que buscaba para descargar sobre el trasero desnudo de su hijo, todos y cada uno de los cinturonazos que se había ganado, el chico se tropezaba en el enredo de tacones que había repartidos en la habitación y oponía resistencia de avanzar donde su padre pretendía llevarlo, al centro de la habitación.

 

  • Papito, papito, papito, por favor, por favor, por favor, por favor, por favor – rogaba tironeando la mano hacia atrás queriendo liberar su cuerpo, pero Ethan estaba mudo, y con la sangre en ebullición,  había decidido darle un dolorosísimo escarmiento por malentretenido. A ver si luego le quedaban ganas de reírse de él a sus espaldas, estaba realmente enfadado
  • ZAAS ZASS ZASS – Uno a uno fueron cayendo los cinturonazos sin ninguna compasión sobre los muslos, las piernas y  los glúteos del muchachito aquel que desde el primer cimbrazo aullaba de dolor, pero es que Ethan imprimía toda la fuerza que podía y estiraba su brazo en toda su extensión hacia atrás para cobrar impulso
  • AUUUU, PAPA PAAA POR FAVORRR AUUU AUU
  • ZAAS zas zas ZAS  zas zas zzass
  • PAPITO PAPITO POR FAVORRRRR AUUU, ACHICHIIIU, ATATAUUU WAAAA BUUU
  • ZAAS ZZZZASSS, ZZZASSSS
  • AHHHH Para, paaaaaggg raaa por favooor por favoooorrr auuuu auuuu yaaaaaaaaaa mmm mmmggggrrgggr


Rechinaba los dientes y las lágrimas le saltaban la cara a borbotones, Ethan solo mordía los incisivos y se podía observar la fuerza con que lo hacía porque los músculos de la cara se contraían, sus ojos estaban furiosos, oscuros, estaba ciego de la rabia y del enojo, no había dicho ni una sola palabra, consideraba que aquel mocoso de su hijo  no merecía ni una sola palabra, tampoco oiría explicaciones de ninguna clase, ellos habían hecho lo que quisieron mientras él se rompía el culo trabajando, no había desayunado, almorzado, o cenado, estaba todo el puto día con un vaso de jugo y un pedazo de pan con un poco de pollo desmenuzado, la merienda que le habían dado estando en quirófano durante esas larguísimas horas de trabajo exhaustivo que duraron los rescates y la atención médica de los damnificados del accidente.

La cirugía que tenía programada a las 9 de la noche, y por la que había ido al maldito hospital aquel día, se había postergado una hora más por una cesárea de urgencia y él aprovechando aquello solicito permiso para traer a sus hijos, pero lo había pensado mejor y contacto con la niñera, la señora Ana que había solícita ido a la casa de los Van Lauder y se había pillado con todo prendido pero nadie adentro luego indagando los vecinos le habían comunicado que vieron al mayor de los chicos o sea a Nathan salir sobre las 8 y 30 de la noche y una hora más tarde salir la camioneta del abuelo con un muchacho atado sobre la parrilla, gritando y riendo, haciendo una relajo de muerte, al oír esto Ethan cancelo la cirugía y con la amenaza del director de abandonar un turno, él lo mando a la mierda y se salió en busca de sus hijos a la casa, y no los encontró, inicialmente se quedó ahí a esperar hasta casi la una de la madrugada que fue cuando llegaron Mikel y Miranda, ellos habían discutido esa mañana en Iguazú por culpa de Nathan, pues Mikel con una corazonada del demonio había estado llama que llama a casa y al fono de su hijo y nunca comunico, y andaba jorobando a EThan al busca móvil que se quedó en casa, tampoco habían cogido la perra llamada ninguno de los nietos, lo que alerto al abuelo y en su estado de paranoia le dijo  a Miranda que llamaría a Ana para que eche un vistazo y como eso su mujer lo considero una barbaridad de controlador, discutieron y ella había decidido volver sola a casa, y como Mikel no quería quedarse allá a última hora cogieron un vuelo de regreso y al llegar a casa se encontraron con Ethan que echaba humo por las orejas y andaba de un lado a otro como lobo enjaulado sin animarse a salir a buscarlos porque no estaba seguro de si era o no la decisión correcta, solo se animo a ello cuando Mikel piso suelo, y de eso hace como mas de dos horas.

 

  • ZAS zass zass ZZASS zass zasss
  • Agggggggggggg – Lothar se había quedado sin voz, un largo estertor era lo único que se desprendió de su boca, todos sus sentidos se adormecieron y ya ni siquiera se movía, tenía miedo hacerlo, miedo a que ese dolor que lo invadía regrese porque por fracción de segundos quedo adormecido, su cerebro acababa de anular el dolor porque había llegado a su máximo umbral, Ethan escupió a un lado y bajo la mano y soltó a su hijo, y le tiro la camisa que pillo toda pisada y sucia en el pasillo y volvió a levantar el cinturón, pero para colocárselo, solo que Nathan mal interpreto aquel gesto y grito a su vez
  • BASTA ETHAN, BASTA VAS A LASTIMARLO – Había gritado estupefacto de lo que acaba de ver, nunca vio a su hermano tan energúmeno como estaba ahora, se acercó y quería quitarle el cinturón pensando que volvería a azotar al crío, pero fue él quien se llevó un dolorosísimo cimbrazo de las manos de su hermano mayor,  las chicas que estaban durmiendo ahí con él se habían despertado de la bulla y se escabulleron por los pasillos vistiéndose en el camino, afuera seguía la fiesta sin que nadie se entere de lo que acababa de suceder, Lothar lloraba sentidamente y no sabía qué hacer, se quedó con la camisa en la mano
  • ¡VISTETE!, QUE ESTAS ESPERANDO, ¿UNA INVITACIÓN? O ESTAS ESPERANDO QUE TE HAGA CIRCULAR DE NUEVO CON EL CINTURÓN CARAJO DE MIERDA, GRANDÍSIMO DE MIERDA – y Lothar se asustó, nunca ante papá les grito malas palabras a ninguno
  • Papaaaa paapaaa – gemía Lothar ciego de llorar


Nathan se había acercado al muchacho para abrazarlo, pero Ethan, le dio un tremendo revés en toda la cara y se quedó con un puñetazo a medio camino, que de llegarle le rompía seguro el malar o la nariz, o los dientes, estaba más que ardido por lo que acababa de hacer, por todo lo que sentía, estaba defraudado, enojado, apabullado, las acciones de sus hijos le gritaban que era un total fracaso como padre, que no podía lidiar con ellos, que no le obedecían, que se reían de él las veces que les daba la gana, Nathan y Lothar se asustaron, Nat se quedo quieto y Lothar se comía los gemidos con miedo a que su padre descargue su enojo sobre él.

 

  • NO VUELVAS a acercarte a NINGUNO DE MIS HIJOS Nathan, a ninguno ¿ENTENDIDO?, porque imagino, estarás contento con lo que acabo de hacer, pero guárdate la risa para más luego, porque te faltara carcajada cuando le ROMPA EL CULO DE UTHER AL LLEGAR A CASA – le grito escupiendo prácticamente, tenía la temporal arrebatada y uno de sus ojos se había inyectado en sangre, seguro la presión acababa de subírsele por las nubes – CARAJO, HE DICHO QUE TE VISTAS, QUE MIERDA ESTAS ESPERANDO PLAf – y trono un fuertísimo palmetazo en el poto de Lothar


Lothar hizo lo que su padre ordeno, tragando el gemido que quería liberarse de su boca con la visita que su padre le hizo con la palma abierta  no se preocupó de buscar sus prendas íntimas, sabia Dios donde estaría, su camisa estaba rota, los botones habían volado porque él, en su galantería había destrozado su ropa, ponerse el jeans fue un martirio, el mínimo movimiento ardía la piel, con los ojos velados por el llanto pudo ver que tenía dibujado en relieve franjazos rectangulares en los muslos, imagino que en peor estado estaría su magullado trasero y no se equivocó, estaba peor que el resto, salió apenas de aquella habitación arrastrado por la fuerte prensa que su padre imprimía en su brazo, se avergonzó de salir así y que lo vea aquel gentío con los que se había loqueado, pero no le quedó más remedio que hacerlo

Ya en casa, después del largo trecho que anduvieron, y en completo silencio tras callar a Lothar las disculpas con un horrible tirón en las patillas…

 

  • Papito yo
  • NO QUIERO OÍR NI UNA SOLA PALABRA LOTHAR, NI HOY NI MAÑANA NI NUNCA ENTENDIDO – Y la patilla fue estirada hacia arriba arrancado un largo gemido a su dueño   ENTENDIDO
  • AUUU siiii entendiiido


Lothar subió las escaleras seguido por su padre que andaba tras él como un verdugo, se abrió la puerta y en un rincón estaba Uther de cara a la pared, Mikel lo había puesto ahí en penitencia sin tocarle un pelo, pero había tenido una larga charla reflexiva con su nieto sobre su proceder y de cómo estaba Ethan de preocupado cuando ellos llegaron, lo que mino totalmente la confianza y el autocontrol del muchacho y cuando la puerta se abrió y vio a su hermano con toda la cara roja llena de llanto, los ojos hinchados como la boca, y la ropa deshecha, el gusanito del temor empezó a morderle la panza, su padre traspaso el umbral de la puerta y clavándole la miraba casi, casi provoca que se orine de miedo.

 

  • Espérame en tu habitación Lothar, y quítate esa ropa
  • Papito por favor
  • Carajo he dicho que subas a tu maldita habitación y me esperes sin esa ropa, a quien estoy hablando – agrego enojado, Mikel lo miro y se sorprendió, pero prefirió no intervenir, desvió la mirada y se dio cuenta que Nathan estaba en la puerta sin animarse a entrar, ¿qué había pasado?


Luego de eso, Ethan se acercó a la cocina, y saludo a su madre y le conmino que, por favor, se retiren de la sala, que quería estar solo con su hijo y con Nathan allá, Miranda vio el enojo en sus ojos y se le acerco con la voz muy pausada y luego de abrazarlo sin recibir un abrazo de respuesta le dijo al oído.

 

  • No hagas que el enojo te ciegue y te arrepientas luego ¿sí?, solo eso cariño, sé que estás enojado, pero por favor, sopesa lo que vas a hacer


Ethan tenía un nudo en el corazón, pero tenía que hacer lo que tenía que hacer, se acercó a la alacena y saco de ahí, un pequeño trenzadito de cuero, lo metió a su bolsillo del pantalón y le beso a su madre, ella solo cerró los ojos, no podía oponerse, era un adulto y era el padre de aquellos niños y si se decidía reprender a Nathan, tampoco intervendría, ella ya sabía lo que habían hecho los muchachos a espaldas de Ethan aprovechando que ellos estaban de viaje, lo que nadie aun sabia, era lo que los 3 mosqueteros hicieron en el atrio y las habitaciones de aquella casa quinta a las afueras de la ciudad en medio de una horda de mujeres mayores, borrachas, excitadas e incluso drogadas.

 

  • Papá podrías dejarme con mi hijo y Nat aquí en la sala por favor – aquel era un extraño pedido – solo deseo que estemos los tres si no es mucho pedir – agrego y Mikel y Nat pensaron lo mismo, que luego de Uther Nat era el siguiente en su lista – Y por favor, oigas lo que oigas no vengas, es algo que tengo que solucionar con ellos – y eso sonó a paliza segura para los dos
  • Está bien hijo, tú mismo – agrego Mikel pero con pesar, le goleo la espalda con cariño y se acercó a su nieto que ya lloraba bajito mirando la pared de aquella esquina
  • No te vayas, abuelito por favor, no te vayas – rogaba Uther adivinando que nada bueno sucedería allá
  • Shhuuu, así como tuviste el coraje de hacer todas las tonterías que me contaste, tienes la obligación moral de asumir lo que venga de manos de tu padre, que es a quien has desobedecido y ofendido con tus actos, firme en tus acciones, firme con las consecuencias hijito, así no mas es la vida misma, esto solo es una muestra de ellolo abrazo y lo beso varias veces, sintiendo en su ropa las lágrimas que mojaban todo su pecho, sintió como sus manos lo jalaban para no desprenderse de él, y aun cuando doliera lo que doliera, Mikel se hizo a un lado, suspiro y se acercó a Nathan – Tu y yo arreglaremos cuentas mañana dependiendo de lo que tu hermano decida sobre este asunto de los chicos, pero, pero te voy advirtiendo que fuera de eso está lo de irse SIN MI PERMISO A ESA TONTA FIESTA ¿verdad?
  • Papá por favor – rogo a su vez Nathan
  • NO, AHORA NO –  y se subió a su habitación


En cuanto eso sucedió, Ethan había regresado del garaje, y traía la cámara mixta en la mano, activo la pantalla y retrocedió las imágenes, y pudo ver perfectamente todas y cada una de las cosas que los 4 mocosos hicieron en esa tonta fraternidad, a cada vistazo la vista se oscurecía más, y esa quietud tan peligrosa hacia que el estómago de Uther se revuelva a punto de vomitar, había empezado a indisponerse, estaba pálido sudoroso y nervioso, Nathan por su parte se limpiaba las manos húmedas en la ropa y el ala de la nariz, había permanecido parado a un lado sin animarse a hacer el mínimo pestañeo, estaba muy preocupado por Uther; Lothar se había llevado una fea paliza de su padre y ahora no sabía lo que tenía en mente, pero luego se le helo el alma cuando vio a Ethan asumir el mando de aquella situación.

 

  • Ve quitándote la ropa, Uther, y digo toda la ropa he, toda – hablo con pausa, Uther trago saliva, estaba nervioso, aquello no pintaba nada bonito
  • Paaa por favooor, por favor – y un solitario tirón fue la respuesta
  • Te gusta estar sin ropa ¿verdad? – pregunto enojado ante el recuerdo de lo que había visto – quitarte el calzón bailando – y Ut se avergonzó de aquello, no entendía ni él mismo porque lo hizo   ahora vas a bailar a mi ritmo y a mi troteamenazo papá llevando la amenaza a limites espeluznantes   ¿te gusta que te pongan cosas en el poto verdad? – pregunto recordando los billetes – Pues bien yo voy a ponerte algo en el poto, y será un enema para que te estés quieto y Uther abrió los ojos asustado, el odiaba los enemas, se lo habían puesto en dos oportunidades por estreñimiento y su madre solia amenazarlo con ponerle uno si se portaba mal, obviamente Ethan no tenía intensión de aquello, solo fue una amenaza al vacio, pero Ut eso no lo sabía y se quedó quieto   ¡quítate la ropa Uther!, es la última vez que te lo ordeno –  dijo Ethan pesando que el chico quería desafiarlo, pero no era rebeldía, era miedo y tras aquello dejo de zarandearlo


Ut, empezó a desnudarse, se agacho para quitarse los calzados y las medias, empezó a sentir una horrible vergüenza de estar así delante de su tío y de su padre, Ethan permaneció parado a su lado y para colmo de males, metió la mano en el bolsillo y saco el trenzado de su bolsillo, y mientras su hijo nervioso y lloroso terminaba de bajarse el pantalón sin llevar ropa intima debajo, desviando la miraba de rato en rato hacia los movimientos de su progenitor, se le helo el alma, cuando vio aquel macabro instrumento, y mucho más cuando papá lo estiro con ambas manos para desdoblarlo todo y probó en el aire la flexibilidad, el estómago del niño era un todo revuelto, tragaba la imaginaria saliva, se relamía los labios, y una imperiosa necesidad de orinar se le apodero del susto, su padre se dio cuenta y lo empujo al baño de invitados.

 

  • Ve a orinar, no quiero que te estés meando en la sala una vergüenza – le reto y espero allá con la puerta abierta


Uther tenía los ojos vidriosos ya del miedo y cuando salió y estuvo por quitarse la camisa delgada, su padre lo agarro fuertemente de ambas manos y le soltó un solitario chirlo que lo hizo berrear y zapatear como si estuviera sobre brasas candentes.

 

  • Rraazz – Sonó la piel del muchacho
  • AAAAGGGG – el grito que había nacido de su boca fue interrumpido por la mano de papá que se lo contuvo tapándole la boca, mientras sus ojos derramaban un torrente de lágrimas saladas y sus piernas se movían en un constante y rítmico zapateo, no podía tocarse porque sus muñecas estaban apresadas por la diestra de papá
  • ¡SILENCIO!… tu amigo está en casa ¿verdad? Uther respondió que sí, moviendo la cabeza – bien, imagino que debe estar durmiendo cómodamente, si es así… feliz de él y bien por él, así que si no quieres que se entere que estas siendo castigado con el culo al aire, te aguantas calladito, sino, gritas todo lo que te de la santa gana y te lo permitan tus pulmones, porque yo no voy a dar mi brazo a torcer más que para romperte el poto por malmandado, desobediente – papá acababa de dar la más espeluznante amenaza de su vida – tempranillo – lo acuso – andas con el pito al aire haciéndote manosear y haciéndote poner dinero en el culo como si fueras un chulo que vende sus servicios sexuales, ¿que eres? ¿Un puto? – dijo enojado pensando en todo lo que había visto de esa fiesta – ¿eso es lo que eres? O eres mi hijo – pregunto jalándole la oreja   pero para que te quede bien clarito Uther, voy a redactarte en el trasero y con esto – le mostro el trenzado haciendo que los ojos se abran enormemente – las normas que todo hijo que se aprecie mío debe saber, y que es muy simple Uther, YO SOY TU PADRE, es a mí a quien tienes que obedecer, pedir permiso, avisar dónde vas con quien vas y para que vas, tú no vuelves a sacarme los pies de esta casa sin que yo lo autorice, porque la próxima, no habrá próxima Uther, no habrá próxima, voy a ingresarte al servicio militar por 3 años, vamos a ver si no aprendes disciplina con los soldados


Terminando de decir eso y volviendo a agarrar fuertemente a su hijo y rompiéndose el corazón porque no le gustaba para nada lo iba a hacer, le subió la camisa hasta media espalda para tener a vista todo el trasero, se acordó de las imágenes de la cámara dichosa y se armó de todo el valor posible, y le dio a su hijo el peor escarmiento de su vida, no escatimo ni un tantito en los azotes, que iban y venían de un lado y otro con la misma fuerza y dolor, Uther creyó estar en el infierno y lo estaba, su padre ahora mismo estaba  poseído por el demonio  y aunque inicialmente no quiso gritar, no pudo, el dolor le supero toda voluntad y su cerebro fue anulado, era un todo visceral, era un todo automático, gritos, lágrimas, zapateos, dolor, agonía, sudor, mocos, estertores, ahogos, tos, arcadas, ganas de vomitar, todo eso provoco su padre con aquellos 5 chirlazos que le rayaron la piel en una cuadricula menuda que duraría en la piel una buena temporada y en el recuerdo toda su vida.

 

  • Rwass rwaas rwas RWAS RWAS
  • Wwoo OOWWW AGHHH AGHH YAAA – Uther sintió desgarrarse la piel de su trasero y su garganta con el grito, aquello que sintió fue – YAAAA PAPAAA PAPACITOOOOO, PAPACIIIIITOOOO NUNCA MÁS, NUUUUNCA  MAAAAS, NUNCA MÁS – Ethan soltó a su hijo, y se dio la vuelta, en lo que Uther caía al suelo para hacerse un ovillo para aplacar con las manos el increíble dolor que lo agobiaba, se acercó a Nathan que permaneció en un rincón viendo y oyendo todos y cada uno de los azotes que su hermano le dio a su sobrino, tenía un nudo en la garganta, y los ojos nublados de la pena, Ethan lo fulmino con la mirada y cogiendo su camisa y acercándole la cara a la suya le grito
  • Estarás satisfecho ya, le he reventado el trasero a mi hijo por tus malditas imprudencias, FELICIDADES – Le tiro el trenzado a la cara


Se acercó a su hijo, lo paro torpemente sin abrazarlo, sin consolarlo, sin nada, lo subió a su recámara, Uther no paraba de llorar y Miranda y Mikel se quedaron estupefactos con lo que oyeron y luego vieron, el trasero de su nieto era un horno rojo lleno de rayas, cerró la puerta y le dio ropa limpia para ponerse, lo insto a vestirse rápidamente acomodando una muda de ropa en la mochila, luego fue donde Lothar que había permanecido sentado en su cama llorando por los gritos de su hermano, cuando vio a papá se asustó mucho, pero Ethan, al igual que a Uther le paso ropa limpia y con una muda también, lo saco del cuarto y llamo a Uther, el pobre salió apenas caminando despacio, los metió a la movilidad y a esas horas de la madrugada, eran las 4 y 30, se los llevo de la casa…


1 comentario:

  1. Exagerado, nadie queda así con 5 azotitos, mucha palabrería y descripción absurda, es falso ya sé, pero me gusta que el spanking en ficción sea realista y le falta mucho a tu escrito y el padre un hdp, un padre no insulta a un hijo así.
    Super machista eres para escribir, veo ese tinte en cada historia tuya, y cansa un poco.
    El spanking me gusta otk y con culo al aire desde el inicoo y en el mismo culo sino para mi no cuenta como spankingte falta mucho a ti.

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