domingo, 24 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 64; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Abril de 2016.
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Capítulo 64

Razones escondidas... 

Autora: Marambra


El taconéo en las baldosas blancas del hospital sonaron rompiendo la paz de aquel lugar, Clara con el corazón en la mano acompañada de Miguel habían acudido al centro médico donde habían sido trasladados padre e hijo, “habitación 311, habitación 311”, buscaba desesperada Clara imaginándose lo peor, alguien había llamado diciendo que su esposo e hijo sufrieron un accidente en la carretera y que fueron traslados a un centro médico del seguro…
Alexander había querido ir, pero Clara no lo dejo, lo había gritado e incluso jalado las orejas porque el crio no quería hacer caso, la situación fue tensa y fue la maestra quien había intervenido abrazando a Lex para reconfortarlo y calmarlo, asegurándole de que nada malo había sucedido  que era cotidiano llamar a las personas en casos similares, menos mal, esta vez, hubo verdad en aquellas palabras.
Clara ingreso a la habitación con el corazón en la mano practicamente, Rubén estaba tumbado con ropa de hospital, le habían limpiado la frente que tenía un pequeño tajo que no se percato hasta ese momento, taponearon la nariz para que no sangre más, al parecer un vaso se había roto con el impacto, a su lado estaba Iván con la cara muy sufrida y los ojos hinchados y rojos y supo que había llorado.

  • ¿AMOR, estas bien, que susto me he dado? – Clara corrió al lado de Rubén y le planto un beso en la boca, agarrando sus mejillas, Rubén sonrío y le devolvió el beso con infinita ternura; decir que el alma se le entro al cuerpo a Clara era poco, había pensado encontrar a su marido lleno de tubos por todos lados, o a su hijo en igual situación
  • ¿Qué paso?, que sucedió? – abrazo al niño besando la cabeza de su hijo, mirándolo sin poderse convencer aún que estaba ahí, ileso

Rubén miro a Iván y este bajo la cabeza, no quería que su madre supiera y Rubén no iba a decir nada, hasta que Clara se dio cuenta de lo que sucedía.

  • ¿Qué hiciste Iván? – Iván trago saliva, no sabía que contestar, sus ojos buscaron a papa en auxilio, si su madre se enteraba le daría también una paliza, bueno, eso no pasaría obviamente, pero es el típico pensamiento de un niño asustado
  • No paso nada Clara – le dijo poniendo una mano sobre la suya a manera de llamar su atención contándole parte de lo que paso – un camión derrapo en la carretera y al frenar me golpee la frente, nada más, Iván no tuvo nada que ver
  • Pues a mí no me lo parece – dijo Clara suspicaz, mirando esta vez a Iván a los ojos – pareciera que tuvieses culpa dibujada en la frente – dijo seriamente – ¿Qué ha sucedido? – alterno los ojos sobre el rostros cansado de su marido y el asustado de Iván – no me mientan – advirtió – si no me lo dicen buscare respuestas en la policía, y si algo tuvo que ver Iván lo voy a cocinar vivo – amenazo dirigiendo la mirada de padre a hijo y eso precipito la boca de Iván
  • Mamá, yo…  –  se apuro a decir porque se notaba que mamá estaba por ir a buscar el teléfono – yo cruce la calle y el camión venía de atrás y no lo vi – le contó – freno de golpe y se volcó, papá freno dando vueltas y se golpeo la cabeza – si, Rubén cuando Iván salió corriendo el se subió a la movilidad pero se olvido por completo el cinturón; Iván había cerrado los ojos ante el recuerdo como si al hacerlo la imagen del cerebro se borrara, pero aun estaba ahí, vivo y latente
  • Y porque tu no estabas con papá – le agarro el mentón, pero  Iván no podía contarle más que eso a su madre, era tan complicado todo
  • Iván – papá se adelanto a los hechos – ve a buscas a la enfermera ¿sí? – intervino Rubén oportunamente, no había duda de eso – creo que se ha tapado este suero indico

Iván había salido como rayo, su padre le estaba dado un paréntesis a la confesión

  • Te voy a contar en casa lo que paso Clara – dijo Rubén con ese tono de voz que no admite una negativa – no quiero que mortifiques a Iván – advirtió – en parte es mi culpa, yo no supe cómo manejar la situación e hice que Iván se enojara y paso lo que paso
  • Perooo… – Clara quedo un poco aturdida con aquella escueta explicación
  • Tiene que ver con Raquel – advirtió y Clara sintió la piel erizarse toda del escalofrió que la acudió – por favor no me pidas explicaciones ahora cariño – rogo apretando su mano entre las suyas, besando luego su dorso – no puedo contarte esto delante de Iván – le explico – debo primero hablar con él y pedirle permiso para hacerlo – indico y eso dejo loca a Clara, como que tenía que pedir permiso? –  porque si no, sería traicionar su confianza nuevamente – indico – y él está muy lábil – vio necesario hacerle ver a Clara lo que el veía – …nos dimos un susto muy feo ambos – sus ojos se oscurecieron ante aquello – creí que lo había perdido, se me helo el alma cuando vi al camión volcarse y friccionar el piso a pocos metros de él – cerro los ojos ante el recuerdo de aquella espantosa imagen y tras pestañar agrego – ya le di una paliza allá – comento irritado no he podido aguantarme, y sé que lo que hice estuvo mal desde un inicio – confeso – el no necesita eso Clara – afirmo mirando a su mujer – necesita nuestro amor y ganar su confianza y hacer que se olvide de todo lo que vivió con Raquel – él estaba convencido de eso – por favor, ayúdalo, no hundamos más  su autoestima.

Iván había regresado con la enfermera, no había querido entrar solo, cuando lo hizo y luego de que la enfermera se fijara el goteo y abandonara aquel lugar junto con Clara para dejar que Miguel ingrese a verlo, Rubén llamo a Iván con un gesto, y él se acerco a su padre suspirando y triste, al parecer parecía que él era el causante de cada cosa mala que le pasaba a papá, era la tercera vez que lo mandaba al hospital.

  • Ven aquí – le dijo con cariño y cuando se acerco y abrazo a su padre Rubén le dijo al oído – Esto no es tu culpa monito, las cosas pasan por alguna razón – murmuro en su oído – y quita esa cara de preocupación, oíste al médico y dijo que en unas horas más estaré en casa contigo y con tu hermano si? – prometió con un beso en la frente
  • Lo siento papá, todo es mi culpa – gimoteaba mortificado
  • Shhhhuuuu – puso un dedo sobre su labios – si alguien tiene la culpa, tu y yo sabemos quién es – agrego pensando en la estúpida de Raquel – pero bueno, eso ya no tiene remedio paso… –  le dijo – es hora de salir adelante, ¿bueno? – más que sugerencia era una orden y luego sugirió que se marchara, no quería que se quede ahí en ese ambiente deprimente – porque no más bien te vas a casa a descansar, que te lleve mama – le dijo
  • Mamá querrá quedarse contigo y yo también – respondió sin querer moverse de su lado
  • Pero no es posible, me tengo que quedar por lo menos hasta después del almuerzo – esos eran los planes del médico que lo atendía – me harán una tomografía de rutina, pero veras que luego de eso estoy con ustedes en casa – sonrió – mejor ve a dormir o ver la tele – le dijo besando su frente, pensando en que si hubiera hecho caso al primer impulso de dejarlo en cama, quizás nada de lo que paso hubiese sucedido; pero como él decía, todo pasa por alguna razón…

Ya en casa, fuera de peligro, pero con la orden de reposo absoluto por 24 horas, Rubén no tuvo más remedio que relegar todo a Miguel y postergar la reunión que estaba preparando con los inversionistas, en parte eso estaba bien, tendría tiempo de mejorar su presentación.
Iván había dormido hasta las 3 de la tarde, por el sueño interrumpido, por el estrés vivido el sueño se le hizo pesado, despertó con el corazón acelerado pensando en su padre, entro casi a trote al cuarto de su papa y lo vio ahí, tumbado mirando la tele con el aire prendido.
Su padre le hizo sentar a su lado y le comunico que podría esperar el tiempo que él quisiera hasta retomar lo de el manejo de la movilidad, no había prisa, ahora no, sobre todo no para Rubén, él le daría tiempo a que el muchacho vaya haciéndose a la idea de retomar esos cursos no por el recuerdo de Raquel, sino justamente para borrarlos de su mente y de su cuerpo.

  • Bueno… ¿almorzaste ya? – le pregunto como siempre con una sonrisa socarrona
  • NO – contesto Iván tímidamente – iré enseguida, quería saber si ya llegaste – hablo desnudando el temor que sentía de no encontrarlo en su habitación
  • Bueno me han condenado por 24 horas a la cama – le dijo hablando del reposo que indico el médico como condición para su alta – no importa – agrego Rubén restándole importancia a aquello para no asustar al muchacho – me podre al día en los deportes – alzo el mando de la televisión – ven aquí más bien a mi lado – le dijo golpeando la cama para que tumbe un rato a su lado y fue cuando decidió hablar de los sucesos de la última temporada – podemos dejar para cuando tú quieras lo de retomar las clases de automovilismo hijo – le dijo prendiendo la tele a manera de charla casual – no es necesario que nos apuremos en eso ahora, siempre puedo contar con Miguel como antes para cualquier emergencia – le explico – lo importante es que tú te sientas cómodo para  hacerlo, sin presiones – beso la suave mejilla de su mozuelo
  • ¿Papi?
  • ¿Qué quieres Iván?
  • NO le cuentes a mama lo que paso con Raquel – estaba avergonzado de aquello – no quiero que lo sepa – bajo los ojos ruborizándose – por favor ¿ya?
  • ¿Y por qué no? – le pregunto curioso – es tu mamá, y entre ella y yo no hay secretos monito – dijo apretando su nariz cariñosamente – menos cuando se trata de ustedes y como familia no debemos guardarnos nada – le daba pequeños golpecitos en la espalda
  • Se va a enojar y seguro me castigara – manifestó su temor con un suspiro – y yo no quiero eso por favor – volvió a repetir su pedido – se que lo que paso con ella, fue malo, no debió suceder y yo no hice nada para detenerla
  • Eso no va a pasar – le aseguro papá – … mamá no tiene porque castigarte, lo que paso es un abuso y tú no eres culpable –  era su obligación disipar ese sentimiento del corazón de su hijo – se que ocultaste las cosas y debiste confiar en nosotros mucho más antes – le recrimino con suavidad – pero bueno, eso no se puede cambiar, así que tu tranquilo, ¿si?, confía en mí… confía en mamá, nosotros te queremos pese a las cosas que han sucedido – le dijo – te queremos igual, y mucho más porque en parte es nuestra culpa no habernos dado cuenta a tiempo de que te estaba sucediendo
  • Pero tú te diste cuenta, sino, no habrías puesto a alguien para que nos vigile – le contesto con la mirada clavada al piso bamboleando los pies descalzos en la alfombra del dormitorio
  • Debí haberme dado cuenta mucho mas antes – contesto a eso, un pensamiento que atormentaba a Rubén – debí haber previsto algo así, pero no soy vidente – dijo fastidiado de aquella excusa – no soy adivino, me di cuenta si, pero un poco tarde para algunas cosas – agrego con un hondo suspiro de frustración – y como tú, tengo que aprender a vivir con eso – sonrío para darle confianza – ahora ve a almorzar ¿si? – le beso la frente aprovechando que Iván se había tumbado en la cama sobre su padre para abrazarlo – y ponte sandalias, que si me paro cumpliré lo prometido esta mañana, pies descalzos, poto al aire – le sonrío y le dio una palmada en el poto sobre la ropa
  • Ya, pero ya me pusiste el trasero al aire esta mañana en la carretera – contesto con una sonrisa – ¿eso no cuenta?
  • No, no cuenta – le jalo la nariz e Iván se fue al comedor

En la noche ya, cuando por fin reinaba el silencio, los hermanos dormían plácidamente, Rubén y Clara conversaban abrazados, fue ahí que papá le conto lo que paso con Raquel, Clara se enojo tanto, que parecía que tenía el diablo metido en el cuerpo… Ha, pero, mejor era que Dios la pille confesada si se atrevía a cruzarse por el camino de Clara, esta vez no sería diplomática, no, esta vez no se lo pasaría, porque perdonar? Clara no perdonaba nada cuando de su familia se trataba…
Pero para eso, aún pasaría algún tiempo, como dicen, la vida pasa factura y hay un tiempo para saldar las cuentas y Raquel tenía una cuenta con intereses muy elevados y andaba atrasada en sus pagos.


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