Mis Gemelos: Cap. 67; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 24 de Abril de 2016.

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Capítulo 67

El dictado 

Autora: Marambra

• “ Esta mañana…
• “esta mañana…
• Me dio permiso
• … me dio per miii sooo – deletreaba Lex

La preciosa mañana fue demasiado corta para un reo condenado como Lex, sus horas de descanso habían concluido y estaba de pronto de nuevo sentado en el despacho de papá con un nuevo cuaderno, había hablado con la profesora y ella se había a su vez quejado de lo distraído que era Lex cuando no le daba la gana de escribir y que también había presentado en dos oportunidades una tarea falsa… solo que le hizo prometer, es que era así Lex, robaba el corazón hasta de su enemigo… la profesora le hizo prometer a Rubén que lo que le cuente, no se lo suelte a Lex, las tareas que habían presentado falsas, se las había hecho Iván.

• Alexander es muy inteligente entiende a la perfección, pero es re flojo para escribir, odia hacerlo y me presento estas tareas que las hizo Iván
• Y de cómo sabe que las hizo él – Rubén miro extrañado el cuaderno aquel, no pillaba la diferencia porque él nunca se fijaba en la letra de los chicos, sino en que las respuestas estén bien o los números sin errores
• Porque Iván, aprendió caligrafía y ha cambiado su letra pero puede falsearla cuando quiera, puesto que no ha olvidado su previa escritura, y esa si se parece a la de Lexito, solo que hay algunas sutiles diferencias, ve aquí?, las tildes de Iván son más largas que la de su hermano, y la numeración es distinta, Lex escribe el 4 con el pie justo, en cambio Iván tira hacia abajo como el 7, el 1 o las colas del 6
• Yo habría jurado que es de Lex – contesto asombrado Rubén – ja,  pero ya verá este mocoso – agrego
• NO, por favor don Rubén – dijo la maestra apurada en cambiar la expresión de aquel hombre que la miraba fijamente – Lex me confesó a la primera pregunta que no hizo su tarea y que le ayudo su hermano, Lex me ha confiado lo que no le gusta y trato de hacerle fácil el aprendizaje – y Rubén la oyó atentamente, quizás la maestra era la clave del éxito –  pero yo le avise que si se volvía a repetir yo se lo comunicaría a usted, desde entonces procura hacer la tarea él, y me hizo prometer que si usted preguntaba, él asumía toda la responsabilidad y que no involucre a su gemelo, y la verdad me da pena que le jale las orejas aun cuando se lo merezca – ¿un jalón de orejas?, unas nalgadas dirá pensó Rubén, pero bueno por lo menos no había reincidido hasta esta misma tarde…
• Bueno, entonces no le diré nada solo por consideración a usted, pero creo que no está siendo provechoso tenerlo todo el día encerrado – murmuro Rubén, dando un suspiro al final, esto de las tareas con su hijo estaban empezando a ser una pesadilla
• Yo opino lo mismo, terminara siendo pesado y se bloqueara, yo creo que mejor vengo día por medio y que el haga redacciones a modo de usar los verbos completos – esa era una buena solución – reviso como va y si hay errores lo corrijo, ¿le parece?
• Me parece perfecto, entonces la espero el viernes
• Hasta el viernes

Rubén miraba y miraba las dos tareas y empezó a buscar algunas hojas que solía darle para que haga y se pillo con que muchas de las sumas, o resultados de contabilidad básica que les había enseñado a los críos, estaba falseada e Iván por lo visto andaba haciendo tareas ajenas, no entendía eso, se supone que debe hacerlo su hermano, sabia de sobra que era protector con Lex, siendo el menor, es lo más gracioso, y siendo Lex dominante, pero Iván hacia las cosas para evitarle líos a su hermano, porque nunca vio a Lex en actitud matona, excepto cuando llegaron y se llevaron una buena paliza ambos, y a él le había presentado no en una sino en muchas oportunidades tareas resueltas en el internet, bien la daría un escarmiento, buscaba entre sus cajones las demás tareas de Lex, y encontró un artilugio interesante allá guardado olvidado por los chicos y que ahora él le daría un mejor uso, lo agarro, lo palpo y le quito la goma que lo cubría, estaba mejor así.

Miraba y miraba las tareas fraudulentas y estaba furioso, pero aún así, muy enojado había dispuesto no obstante, pese a todo, acortar las horas de tener a Lex leyendo castellano o escribiendo lo mismo porque era contraproducente para los habitantes de aquella casa, era como si de repente un corto circuito se obrara en su cerebro y los impulsos generados, todos arrebatados lo instaban a portarse mal y hacer renegar a medio mundo sobre todo a él; por lo tanto se había decidido que la profesora venga día por medio y tenga la tarde libre, solo que su libre era diferente, papá lo llevaría a la hacienda y luego de trabajar o de divertirse, porque le daría esa oportunidad también, tenía que redactar lo vivido y presentárselo a la profe y a su padre. Solo que él, había adelantado el castiguito con un interesante incentivo.

• Bueno mi bonito, acabo de tener una interesante charla con tu maestra – dijo Rubén mientras un suspicaz muchacho removía el trasero sobre la silla como si tuviera gusanos en el poto que mordieran o hicieran cosquillas – y aquí estamos Lex, dime que vamos a hacer porque ella me ha expuesto sus quejas a tu comportamiento y que también tuviste la osadía de presentar una tarea falsa, ¿en qué quedamos? – no había podido aguantarse guardar el secreto, Lex pequeño en su orgullo aquel momento, más preocupado en la seguridad de sus posaderas se agacho y no contesto absolutamente nada, mientras su padre hacia galopar los dedos en el cristal del escritorio, maldita profesora chismosa seguro le dijo que las hizo Iván – ¿no dirás nada a tu favor?, ¿Alguito que pueda atenuar la paliza que estoy con ganas de darte? – amenazo papá con la voz muy tranquila pero colocando sobre la mesa el juguetito que saco de sus cajones que provoco en Lex un estremecimiento en el estómago pero también su habitual curiosidad; mientras Rubén contaba mentalmente, se había hecho la firme promesa de no enojarse, no quería estropear su maravillosa tarde, porque aun tenía algunas cosas que colocar a punto para la reunión
• ¿Qué es eso papá? – pregunto angustiado, algo le decía que aquello no era bueno para él sobre todo porque veía el ansia con que agarraba su padre aquel juguete en las manos
• ¿ESTO? – dijo Rubén agarrando la paletita que había encontrado en un cajón y le saco la goma que tenia, y la golpeo sobre su palma haciéndola sonar,  la usaría en los chicos de portarse mal, que ya su mano le dolía de nalguearlos – esto es una paleta para jugar pin pon en tu trasero – Lex  palideció y saco su lengua en señal de estrés, llevándola de una comisura a otra mordiéndola, era una mueca muy graciosa que hacia inconscientemente y le delataba la preocupación o el miedo –  ¿no dices nada? – insistió, pero Lex estaba mudo – muy bien entonces, esto es lo que haremos carajito, tu traserito y yo probaremos esto – sentencio Rubén mientras empujaba la silla hacia atrás dejando un amplio margen entre su cuerpo y el escritorio y luego de eso golpeo su rodilla, dando la señal de que Lex se acomode en su regazo para recibir la visita de su mano en su trasero – te estoy esperando Lex, no hagas que me pare y vaya por ti que será peor, ven aquí – le decía golpeando la rodilla varias veces – que estoy muy enfadado contigo
• Papaaa, por favor – gimió Lex colado a su silla, de pronto su trasero y el mueble eran uno solo, es que para él, cuando papá le daba la orden sin gritar, sin el ceño fruncido, sin despotricar, le era extremadamente difícil desobedecer, muy distinto a cuando papá estaba gritando o correteando tras de él, en esas circunstancia siempre podía luchar un poco y a veces como en la mañana salirse con la suya, pero ahora estaba cruda la cosa, Rubén estaba tranquilo, lo que no significaba que luego el poto le doliera poco
• Uno… dos… - y antes del tres Lex se paro nervioso, se relamía los labios y abría y cerraba las largas pestañas sin animarse a nada – dos y medio
• Esperaaa, espera  un rato ¿si? – contesto algo alterado, soltando el aire ruidosamente, mordiendo el labio y frunciendo el ceño y jalando su ropa hacia abajo, estaba estresado
• ¿Esperar que? Lex, ¿qué vamos a esperar? – pregunto Rubén mirando el reloj –  tengo hambre y quiero ir a almorzar, pero antes tu y yo dejaremos algunas cositas claras y haremos la tarea, porque luego no voy a tener tiempo Alexander, tengo una reunión, así que mejor vas bajándote la ropa y te pones sobre mis rodillas – papá cambio el tono de voz, estaba impacientándose y Lex no tuvo más horrible remedio que hacer lo que acababan de mandarle hacer, claro que con mucha resistencia
• Espera un ratito pa, por favor
• ¿Esperar que hijo? – se estaba ya levantando remangando su camisa en señal de impaciencia
• ¿A que me haga a la idea? – preguntó cerrando los ojos y levantando los hombros, pensando que le llegaría un cocacho o un jalón en las patillas
• ¿Hacerte a la idea? Ya deberías tener la idea bien clara en la cabeza Lex, sabes que las cosas terminan mal si mal las inicias y tu siempre empiezas saliéndote de la raya que se te pone – decidió ayudarlo, lo cogió del brazo y lo coloco entre sus piernas y empezó a desabotonar él, el botón de las bermudas rojas que Lex llevaba esa mañana en particular, haciendo de vez en cuando a un ladito las manos del chico, que por voluntad propia oponían resistencias, que vamos era automático
• Peroo, pero, pero es queeee, OW papaaa, ¿por qué siempre arruinas las cosas? – lo había acusado y levantaba las manos y la movía en señal de desesperación – Estaba tan bien la mañana montando y tú tienes que sacar esa cosa, no es justo, no es justo de veras – empezó su rabieta y su discurso de distracción, jalando las manos del papa para que no termine lo que tenía que hacer y lo más gracioso cogía el mentón de su padre y lo alzaba para que haga contacto visual con él, como tantas veces papá hacia con ellos cuando los reteaba – escúchame por favor
• Te oigo Lex, pero no te voy a hacer caso

Es que Rubén  vacunado a sus rabietas cuando de colocarlo en sus rodillas se trataba, no le hacía caso, o bueno si, le distraía oír los interesante e ingeniosos discursos que Lex siempre tenía en los labios para envolver a sus semejantes, estaba seguro que estudiaría derecho internacional, cuando de hablar se trataba no había quien le gane, sobre todo si estaba convencido de que una buena charla salvaría su trasero; no era como Iván que llorando y sufriendo hacia lo que papa le ordenaba, no ponía resistencia ni decía nada, iba calladito al matadero, aun cuando sabia que de ahí saldría con el poto escaldado.

• Papaaaaaaaaaa, por favor, por favor, por fa, no lo hagas ¿si?
• Pero si no hago nada que tu no buscas, además tu, me debes una de esta mañana por empujarme a la ducha y hacerme perder el tiempo, mejor calla la boca que lo que estoy haciendo ahora es ayudarte con tu nueva tarea
• Que tiene que ver mi tarea con que me quieras bajar el pantalón, no le veo conexión – argumentaba desesperado ya oponiéndose a que lo tumben boca abajo
• O si, ya la veras, en un minutito más lo veras y lo sentirás – contesto y sin perder más tiempo ni saliva y cerrando sus oídos de ser posible, empujo a Lexsuavemente sobre sus piernas, el crio había perdido un poco la costumbre de esto  y sintió vértigo de estar ahí boca abajo mirando las imperfecciones del suelo de aquel despacho de papa, apoyo las manos al suelo y una hormiga lo pico, una brava roja y con grandes forcípulas
• Auchauch
• Joder Lex, que ni siquiera te he bajado toda la ropa mañoso PLAF PLAF PLAF – le soltó 3 manotazos
• Auch, auch papa… Me ha picado una hormiga – le mostro la mano, con la horrible hormiga roja sujeta a su piel, papa se la saco y le advirtió
• Pues esa hormiga te esta avisando que así te va arder el culo por desobediente – a Lex no le hizo ninguna gracia ese pronóstico del tiempo y como costumbre que tenia empezó a apretar las nalgas lo mas que podía nerviosamente, poniendo el cuerpo duro como una tabla, pero a Rubén no le importo en lo absoluto, subió su rodilla y con ello la grupa del muchacho y sin decir nada, le bajo el slip hasta medio muslo, tenía las ligas marcadas en las posaderas de estar toda la santa mañana montando caballo y agarro la mano del chango sobre su espalda, eso alerto a Lex, significaba que empezaría duro y acabaría peor
• Owoowww, papaaaa, por fa, por fa por fa, no lo hagas si, por favooooorrrr – ya berrinchaba – por favoorrr
• CRACHC, CRACHH CRACHHH – sonó de pronto
• AUUUUUAUUU AU AUAUUUUUU
• LISTO, SE ACABO – grito Rubén para aplacar el berrinche de Lex

LEX se paro como un rayo  con los ojos achinados, la nariz fruncida y la boca en una mueca de dolor y se llevo las manos al trasero, resoplaba diciendo uuff; papá acababa de estrenar la paletita y con 3 certeros set le dejo el culete como de mandril, rojo y picaba un montón, permaneció ahí sobándose el traste hasta que su padre se paro y le mal subió la ropa y lo hizo sentar en la silla frente a él, y coloco un lapicero sobre el nuevo cuaderno de Lex.

• Escribe, voy a dictarte el inicio de tu redacción, ¿estamos?
• AUUU, papá – contesto Lex con el ceño fruncidísimo al sentarse y la boca en un morro enojado, le dolió los azotes – ¿no podemos dejarlo para después?
• Eso significa que no te quedo claro que estoy ayudándote en tu nueva tarea – y jalándolo del brazo volvió a pararlo para ponerlo sobre su regazo bajando ya no más las ligas de su ropa que mal colocadas estaban a media nalga casi, Lex no tuvo tiempo de reaccionar, a Rubén perversamente le divertía poner nervioso a su hijo, era gracioso lo que hacía, juraba o hablaba para solicitar clemencia
• Para papaaa, para, lo hago ahora, lo hago ahora AHORAAAA –  grito cuando papa le dio un nuevo palmetazo
• CRACHHHHH – aquel si había sido un golpetazo realmente doloroso que arranco a Lex un verdadero aullido de dolor que se extendió hasta la planta de los pies haciendo que doblara sus deditos en las sandalias
• AUUUUUU AUUU – y papá lo volvió a parar y sin dejarle subir la ropa lo sentó de nuevo y con el lapicero en la mano dijo
• ¿Escribirás ahora tu nueva tarea?
• Siii, siiii, auuuu, auuu – lloraba bajito y había cogido el lapicero que le dio papá, sin apartar la otra mano de sus nalgas para poder sobárselas
• “Esta mañana
• Esta mañaaana – deletreaba Lex
• Hice… hice renegar a mi papá
• NO SE VAALE – tuvo la desfachatez de reclamar
• HICE RENEGAR A MI PAPAAA – repitió Rubén poniendo énfasis en su palabras mientras colocaba la paleta en la mesa  y a Lex no le quedo más remedio que escribir
• Hice rene gar aaa miii papaaa
• Y mi papa
• Y mi paaapaaa
• Mi papá, me bajo la ropa interior y me dio unos azotes con una paleta de ping pong sobre el trasero desnudo por hacer trampa en mis tareas
• PAPAAAAAAAAAAAAAA – grito de nuevo indignado con el lapicero suspendido y los ojos casi desorbitados, aquello era vergonzoso
• ESCRIBE. O TE ESCRIBO YO EN EL TRASERO

Y un disgustado Lex, tuvo que escribir la humillante tarea  donde redactaba las peripecias de su media mañana, azotes incluidos que tendría que presentar a su profesora para corregir errores  ortográficos, Rubén había decidido que no había mejor manera que practicar sin que tenga que usar el internet, escribiendo a manera de mini diario, el diario vivir del muchacho con un poquito, poquito de ayuda…. Y aun quedaba mucho día para completar la página teniendo en cuenta que por la tarde su padre tenía su famosa presentación y ellos, los gemelos su debut. Rubén miro su reloj seguro Clara los estaba esperando ya y tenía que acomodar el salón de proyecciones, que fastidio.

• Lex, Lex – repetía papá tratando de que su hijo preste atención – pon atención hijo – dijo al final cansado ya de lidiar con el mocoso – escribirás en casa lo que ha sucedido hasta este momento, me lo entregas a las 3 de la tarde y ahí acaba tu tarea – le explico, era algo simple y fácil de cumplir – si tú te atrasas, vas sumando horas de redacción vale decir que si no entregas a las 3 lo harás a las 6
• Papaaaaaa – eso no era bueno
• Pues lo siento, si te atrasas al entregar tendrás que redactar que hiciste hasta la 6, el último plazo para presentar la tarea es a las 10 de la noche, ¿entendido?  10 de la noche – punteo y Lex hizo una mueca de disgusto aun cuando no estaba en posición de hacerse el digno , pero papa siguió – y quita esa cara Lex
• Pero es no me parece justo – el no podía dejar de reclamar, no le gustaba  la idea de tener que seguir y seguir escribiendo
• Justo o no, es lo que hay, te vas a la cama tarea o no terminada a las 10 de la noche, no te vas a quedar más tiempo fuera de cama, y si no hiciste la tarea, yo voy a castigarte Alexander y con esta paleta – dijo  mostrándole un macabro instrumento, bueno una paleta de pin pon y Lex quiso replicar, pero papa no le dejo le puso un dedo sobre los labios –  ya la probaste, un solo golpecito y ¡cómo arde! ¿verdad? Imagina si lo hago furioso, y de paso me entra la idea de contar las horas que te has atrasado, hora atrasada se multiplica por 3, así que tu saca tus conclusiones ¿entendido?
• Que fastidio eso es hacer trampa – tuvo el cinismo de decir Alender y su padre lo miro desesperado a punto de gritar – no se vale, papa, tu quieres tenerme todo el día sentado
• YO no, yo quiero que vayas a divertirte, eres tu quien no quiere despegarse de esa silla sino, no le pondrías tantas pegas a tu tarea – continuó papá y Lex se abstuvo de hacer una mueca de disgusto, el horno no estaba como para hacer galletas precisamente –  ahora cierra ese cuaderno y luego terminas lo que te dije, me vas a hacer redacciones de tu mañana o tarde, esa será tu tarea ¿entendido?
• Fuuufffffff – solto el aire – está bien papa, redacción de mi mañana
• Si, de tu mañana, tu tarde o tu noche, no sé – y ese no se sono despectivo como diciendo ver para creer – dependerá de ti, pero la de hoy, paleta incluida ¿listo?
• ¿Cómo? – eso no se lo esperaba ni en un millón de años
• Que me pondrás en tu redacción que te di 4 palmetazos en el trasero, así quiero ver escrito en tu cuaderno, con una paleta de pin pon, ¿entendido Lex?
• PAAAAAAAA
• ¿ENTENDIDO ALEXANDER HANSEN? – papa elevo la voz irritado ya de tanta pega que seguía y seguía poniendo el mocoso
• Entendido papá – contesto de mala gana y se fueron a almorzar