miércoles, 20 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 13; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Abril de 2016.
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Capítulo 13

Más que un susto

Autora: Marambra


Apenas ingreso al aula, el mundo se le cayó encima y pese a que hizo el esfuerzo sobrehumano de controlarse las cosas no salieron como quería, porque jamás pensó que quien se burlara de él fuera nada menos que el profesor de química, y claro si el director de orquesta mueve la batuta, los músicos siguen las directrices, y Dios no pudo controlar su temperamento.

  • VAYA, VAYA… así que aquí estamos señor Hansen, ¿y cómo fue la paliza? y Lex vio negro, rojo, azul, todo el arcoíris… el infierno de Dante y de los que no son Dante, la furia le creció en el vientre como un volcán, sobre todo cuando el resto de la clase empezó a reírse a carcajadas y oía comentarios como
  • ¡UUHHH! oíste eso? Su padre aun le pega

¡AHHHHH!... Como quería gritar…. Gritar su enojo, su furia, su vergüenza, defenderse de las falsas acusaciones, de las miradas satíricas, de negar lo innegable diciendo NO; mi padre no me pega, NUNCA LO HIZO Y NUNCA LO HARÁ y defender su punto de vista a capa y espada, pero no podía, las voces y las risas de todos sus compañeros dejaron de ser voces y risas para ser el zumbido de un enardecido enjambre dispuesto a atacar; que bronca, pensaba porque aunque tuviera la oportunidad de explicar o mejor dicho mentir, nadie le creería aquello por muchas razones, primero porque no solo fue el profesor sino muchos de sus compañeros que oyeron a su padre gritar su amenaza y segundo, que sus propios actos ahora mismo lo confirmaban, es que él como su hermano no podía evitar sonrojarse como seguro lo estaba, vamos que sentía su cara arder.
Y al murmullo que crecía y crecía  a su alrededor porque todos sus compañeros habían empezado a acorralarlo formando un circulo a su alrededor, desencadeno en él una horrible jaqueca, de la que si no se había cargo ahora terminaría vomitando su alma en el pasillo y cuando quiso abandonar el aula la sonrisa en la cara del profesor provoco el desastre y en vez de responderle como un malsonante: a usted que le importa, su enorme diestra fue a volar y calcarse en el ojo izquierdo de su interlocutor para luego saltar sobre él, quería molerlo… él era el causante de la risotada de todos, de la vergüenza que le apretaba la garganta y no podía responder a nadie con la boca y para complicar las cosas, en eso, en el momento que el profesorcito de mierda se cruzo en su camino, como si Dios hiciera o el diablo quisiera y se pusiera de acuerdo, Iván ingreso al aula para prestarse un lapicero de su gemelo, y al verlo saltar sobre el profesor ante la atónita mirada de los chicos de la clase que empezaron unos a huir para no verse involucrados en el revuelo, y otros hacían porras y los mas reían, Iván se interpuso entre el sorprendido maestro que empezaba a darse cuenta de su torpeza y Alexander.
Pero este sin reconocer que tenía a su par enfrente, ciego de la vergüenza pública con los ojos llenos de lágrimas y apretando los dientes para no gritar, le propino un sonoro nuevo derechazo a la cara de su hermano y con tan mala suerte también le regalo una patada que fue a volar al área genital, Iván cayó fulminado en el suelo y fue recién que los otro maestros acudieron a ver qué pasaba y al darse cuenta que aquel dolor no se iba del muchacho y chillaba hasta el punto del desmayo, llamaron a un médico que vivía a media cuadra del instituto, padre de uno de sus ex alumnos quien tras examinarlo decidió llamar a una ambulancia de emergencia, Iván estaba entrando en shock por dolor y fue cuando los profesores llamaron a casa de Clara, contándole lo sucedido y hacia donde llevaban al muchacho, era de suponer que mamá acudió lo más rápido que pudo para recoger a Alexander y de ahí directo al hospital, y en ese trayecto también encontraron a Rubén que también se dirigía al mismo nosocomio, Iván había dado el nombre y el numero de papá en la ambulancia.
Una vez en el hospital, Alexander seguía sumido en su rabia, se parapeto en su caparazón de rebeldía y quería llorar a todo pulmón pero su orgullo más que herido lo retenía, todo era culpa de su padre pensaba, estaba tan enojado con Rubén, él era el causante de este desastre, por su culpa se burlaron no solo sus compañeros sino el mismo profesor, meditaba y pensaba en eso una y otra vez, reviviendo en la memoria el horrible momento de humillación pública, sintiendo como todos sus compañeros dejaron de lado sus cosas y se acercaron para verlo como a un mono de feria…… y ahora, ahora nadie le hacía caso, todos estaban alrededor de Iván como moscas en la miel, sino fuera por Miguel que se quedo con él al verlo solitario, estaría completamente al desamparo emocional y con un sentimiento de culpa enorme sobre él, su hermano estaba muy mal y todo apuntaba a que pasaría la noche hospitalizado, vaya mierda.
Y no era chiste, Rubén después de hablar con los médicos había llamado a Miguel como favor, para que se llevara a Alexander a casa, pero Miguel prefirió quedarse ahí con él y procurar distraerlo mientras lo acompañaba, imaginando que el mocoso se sentiría excluido y culpable, pensando que en algún momento, Rubén y Clara podrían apaciguarse  y darle un poco de atención… no es que no quisieran, sino que las cosas con Iván estaban complicadas, su hermano estaba en un cubículo gritando a más no poder, el dolor era terrible, él médico llamo a su padre para que entrara, Iván no dejaba examinarse por el dolor y la vergüenza, así que quiera o no tuvo que ponerse serio con su hijo para que se deje examinar.

  • BASTA Iván – conmino su padre con jaqueca descomunal, ni siquiera pudo almorzar – suficiente – dijo al final impaciente por los gritos del crío – deja que te examine el médico le ordenaba, pero era inútil, el trataba de moverse  y protegerse
  • Tiene que sujetarlo – sugirió el médico, es que Iván repartía patadas y golpes a quien se atreva a tocarlo, no consentía que nada tope ni a la camilla – no podre hace nada sino – replico el galeno y así fue… Rubén tuvo que abrazar a Iván  y una enfermera tumbarse sobre sus piernas, mientras la otra cortaba los pantalones y el calzoncillo en medio de un griterío descomunal
  • AHHHHHH AHHHH AGGGGG NOOOOO PAPAAA…NOOOO

Y no era para menos, el testículo de Iván estaba hinchado, empezando a amoratarse, pero era difícil examinar por el intenso dolor que sentía, pero aun así tenía que seguir adelante con el examen y lo primero era ver su capacidad para orinar, así que le trajeron un pavo, para eso mismo,  querían descartar una hemorragia y al mismo tiempo un trauma en vías urinarias y al ver que no podía pues nada, tuvo que pasar por el doloroso trago de ser sondeado, Rubén cerraba los ojos para no mirar lo que hacían, Iván lloraba en su regazo tratando de moverse, gracias a Dios duro pocos minutos y pudo eliminar orina con lo que descartaron lesiones en vías urinarias, ahora venia el trauma del testículo, cuando Iván vio al médico portar una aguja para anestesiar el testículo, rogo a su padre que no dejaran que haga eso.

  • PAPAAA NOOOOOOOOO chillo rasgando prácticamente su garganta por el esfuerzo, procurando incorporarse y huir, es que ver la aguja era espeluznante – POR FAVOOOR – le rogo jalando su ropa con la cara llena de mocos y lágrimas – por favooor, no dejes que lo haga, NO DEJES QUE ME PIIIINCHEN NOOO POR FAVOOOR
  • ¿ES NECESARIO? – pregunto Rubén abrazando a su hijo procurando calmarlo, sintiéndose impotente de no poder hacer nada más que apretar sus manos y evitar que se interponga en el trabajo del médico aun cuando aquello seguro dolía una atrocidad
  • SI don Rubén – contesto el médico – anestesiado podre examinarle y hacer una ecografía – justificaba el pinchazo – además el dolor disminuirá en algo – le dijo – y si es una torsión tratare de acomodarlo y eso quitara el dolor antes de  llevarlo al quirófano – por lo visto con dolor o sin dolor harían aquello – de todos modos ya está listo el quirófano, y si no, lo colocaremos  con un suspensorio testicular, daremos anti inflamatorios, analgésicos y lo controlaremos aquí hasta mañana


Con todo eso en mente, Rubén dio su consentimiento e hicieron lo que tenían que hacer, en medio del casi desmayo del muchacho por el pinchazo; a la media hora, Iván estaba en quirófano porque se confirmo la torsión testicular que según los médicos, iba darse en cualquier momento, solo tuvo la mala suerte de que haya sido tras un brusco movimiento con la patada de su hermano. Y mientras duraba la cirugía, a modo de matar el tiempo y no estar encerrado en un nosocomio que por lo general causaba en Rubén claustrofobia, éste decidió ir al instituto a averiguar que paso en clases; ahí le contaron que Alexander le pego un puñete al maestro en el aula y que Iván se atajo, obviamente aquella era solo la versión de los maestros, quienes según Rubén algo callaban porque  sorprendentemente no acusaron a Lex, lo que le hizo suponer que había algo más en este asunto, algo que debía averiguar por otro medios, y para eso debía oír la versión de sus hijos, pero tendría que esperar a que concluya la cirugía….

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