Mis Gemelos
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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Abril de 2016.
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Capítulo 18
Dando la cara y algo más
Autora: Marambra
En
todo el correteo de su ardorosa tarde, se
olvido de regresar al potrero, se olvido verificar la estancia, las cercas y
claro, como todo lo que mal empieza, mal acaba, alguien había cortado las
cercas y quince cabezas de ganado se perdieron aquella noche. A la mañana
siguiente Miguel vino tempranísimo a buscarlo, Iván salió como liebre para que
su madre no oyera la conversación, prefirió ir con Miguel caminando a los potreros y Miguel muy enojado le
pregunto.
- ¿Ayer revisaste toda la cerca? – preguntó desconfiado – porque vos no volviste al establo y estuve esperándote todinga la tarde y si no te llame a casa fue por no hacerte pillar con tu madre Iván – e Iván bajo la mirada avergonzado, ni siquiera había pensado en esa posibilidad, pero aun así mintió
- SI revise, todo… y no había nada malo – contesto con un hilillo de voz delgado
- ¿Estás seguro Iván? – pregunto mirándolo con dureza – porque se han extraviao 15 reces y ahora hay que ir buscarlas sino tu tata estará furioso con ambos, y seguringo me quedo sin empleo – dijo enfadado – vos sabes muy bien que yo dependo de esto Iván – se sinceró apretando nerviosamente el sombrero entre las manos, quince reces no eran chiste – debí haber verificao tu trabajo, pero estuve muy afanado con otras cosas relacionadas con Joaquín que requerían mayor atención, y como vos siempre sos de ley… sensato, no creí necesario vigilarte – y aquello era como un revés para Iván, acababa de romper la confianza que Miguel le tenía, la confianza y quizás el respeto – por eso te lo pregunto – aclaro – y será mejor para ambos ser sinceros muchacho – y le cogió el mentón, es que Iván era un libro abierto, ahí donde estaba callado, estaba empezando a traspirar y se hundía en sus hombros – si no revisaste la cerca que creo que fue lo que paso, mejor me lo decís ahora, yo mando a buscar al ganado donde sea y pongo un aviso en la radio pa´ las estancias vecinas, pero si estaban las cercas en buen estado, yo tengo que ir a la policía a poner una denuncia y estarás declarando como todos – y le apretó el hombro fuertemente
- Perdóname Miguel, no revise nada, me fui al río – contesto Iván mirando al suelo con la voz compungida a punto de llorar lo que fastidio y conmovió a Miguel
- ¡Mierda! – protesto Miguel resignado, lo que se temía, pensó soltando un sombrerazo sobre la cabeza del chico, algo que solía hacer cuando jugaban, así que Iván sabia no era un ataque ni nada por el estilo – ¿por qué no sos más corajudo Iván, y me decís que no querés hacer nada? – le pregunto – yo te entiendo, tu tata es… chuturubí (avispa) cuando esta picao (enojado) y a veces es muy fino con sus cosas, pero maldita sea peladingo y porra – le dijo con cariño alzando su mirada vidriosa – yo te hubiese dejado libre pa´ que hagás lo que querrás sin que nadie se entere – agrego – en fin, ahora necesito que te pongás en la faena de buscar las guachas, y si se perdieron pues nada, será responsabilidad de ambos, y daremos la cara los dos a tu padre, ¿bueno?
- Si – respondió apenas Iván en un susurro, claro que el, no daría solo la cara, sino el trasero también, su padre le daría una paliza, así que aquello no era nada bueno para él
La mañana se paso en eso, su domingo,
buscando las quince reces, de las cuales dos murieron ahorcadas en la alambrada
de púas que él no verifico. Su padre lo llamo al fono como siempre, pero él
como siempre no contesto, hasta que no tuvo más remedio que hacerlo cuando lo
llamo al fijo, tenía miedo de contestar, pensando que su padre detectaría
cualquier cambio, pero solo lo oyó decir.
- Andas escondiéndote de mi ¿verdad? – pregunto su padre enfadado – pero nada te salvara de un buen jalón de orejas y el par de nalgadas que te ganaste a pulso por irresponsable con tus tareas – no había necesidad de anunciar aquello, eso era un hecho
- Siii, paaa – susurraba bajito, casi en un sollozo
- Devuélveme la llamada a tu madre – ordenó – y pórtate bien, no sumes fechorías a tu delito QUE ESTOY MUY ENFADADO CONTIGO – y corto la charla con él
Bueno, parecía que nada lo salvaría del
doloroso destino que lo esperaba, las rodillas de papa, pero lo que realmente lo atormentaba era que
cuando su padre lo viera y tenga que confesar lo que había hecho, y lo que es
más terrible aún, que se diera cuenta del primer encuentro con Raquel tras lo
sucedido, ¿qué debía hacer?, ¿cómo actuar?, ¿qué iba a decir?... y sobre todo ¿qué
hacer para evitar a Lexen las clases de natación?. Perp aquel consabido encuentro
fue todo, menos lo que él se esperaba, ella inicialmente lo ignoro toda la
clase, pero eso no aliviano la tensión que tenía en el estomago, porque llego
incluso a tener mareos y arcadas, pero al finalizar ella le pidió que se
quedara como siempre a supuestamente ayudarla, cosa que enojo a Lex, pues él
estaba apurado en irse a casa para ver un partido en la tele y no quería
inconvenientes con sus padres, que desde hace un tiempo que andaban enfadados
por los constantes retrasos que tenían Iván.
- Quédate si quieres ¿sí? – dijo con evidente disgusto – yo No voy a esperarte – anuncio – le diré a mama que te quedaste ayudar un rato
- Peroooo – dijo dubitativo, sin dejar de mirar a Raquel que se le notaba impaciente – tu sabes que no puedo atrasarme… si llegas mas antes me castigaran – es que mamá ya se lo había advertido y no solo eso, amenazo con decirle a su padre apenas llegue del viaje
- MMM – Lex manifestó su descontento con una mueca, pero al final cedió – bueno ya… está bien – dijo fastidiado volviendo a desvestirse – yo daré unas brazadas más, tu haz lo que tengas que hacer, así llegamos juntos, pero me debes una y mejor si te apuras – lo empujo para que se mueva, reclamando por primera vez con sospecha – no sé porque siempre tienes que quedarte tu si hay otros chicos también, incluso yo
Pero ya no le prestó más atención, Lex
se perdió en el agua flotando en medio de la piscina cerrando los ojos
disfrutando de la quietud y el silencio, mientras Iván ingreso ansioso a la
oficina de la instructora supuestamente a guardar los salvavidas de los niños
más pequeños, recibiendo un sonoro bofetón en el rostro, y se quedo
estupefacto, quiso salirse de la oficina pero ella sabía cómo paralizarlo.
- ¿Te vas tan pronto? – pregunto mordiéndole la boca – … no querrás que tu hermano sepa lo que tengo en el bolso y con tu nombre ¿verdad? – dijo maliciosamente girando en sus dedos una prenda blanca
E Iván se quedo de piedra, era su ropa
interior, que para colmo tenía su nombre porque su adorable madre / abuela,
había bordado: IVÁN para que no se confundan los calzones de los críos, como si
tuviera importancia o como si no se podría comprar de otro color… y la reacción
de Iván era justo lo que ella quería, la sumisión total, y empezó de esa forma
a tomar parte de una tortuosa y enfermiza relación con tinte masoquista y entro
a la oficina aquella con la cara ardiendo, tenía miedo de algún nuevo moretón,
pero ella lo atrajo hacia si para besarlo y al mismo tiempo le había dado un
horrible pellizcó en uno de los glúteos, eso sí se moretearía, ¿qué podría
decirle a papa?, Dios santo, estaba perdido… sin saber cómo, pudo salir de
aquella oficina e irse a vestir, su hermano estaba impaciente terminando de atarse
las zapatillas decidido a ir a buscarlo, si solo no daba aquel clavado, hubiera
visto como Raquel pellizcaba a Iván hasta hacerle hacer una mueca de dolor y
aguar los ojos, sin gritar por miedo… y se marcho a casa con su hermano, con un
nudo en el estómago, con el miedo a ser descubierto, ausente de todo aquello
que Lex le decía, todo el trayecto estuvo pensativo, preocupado, aludiendo
dolor de cabeza cuando su hermano le pregunto que tenia, y fueron así los 3
días que siguieron, Raquel lo traía de aquí para allá a su regalado gusto, un
golpe en los muslos, un pellizco, un tirón de pelo y todo a escondidas, lo
estaba domando a su antojo, probándolo como quería, y no tardaría en hacer lo
que quisiera con él….
Y las cosas no fueron mejor en casa, su
madre parecía que olía el problema y no dejaba de observarlo y curiosear entre
sus cosas poniéndolo de peor humor, y no es que estuviera enfadado, estaba
deprimido y el saber que su padre llegaría a casa no mejoro las cosas, pues era
un hecho que Miguel le contaría lo sucedido porque habían muerto dos becerros,
bueno, eran riesgos laborales que se corren dijo recordando las palabras de su
padre, claro que siempre era mejor evitar problemas de ese tipo y nada hubiera
ocurrido de no ser por su irresponsabilidad, ahora solo quedaba la consabida charla
con papá.
Una charla que se llevo a cabo el
miércoles… dos días antes de lo previsto, papa había adelantado su viaje y su
madre no le dijo nada a propósito, es que Clara estaba harta de los constantes
retrasos de Iván, quien apenas llego de las clases de natación y se encontró
con las maletas de papá en la puerta subió corriendo a su habitación a mirarse
en el espejo, tenía el horrible verde del pellizco de Raquel en su glúteo
derecho, su padre si se lo miraría si decidía bajarle los slip, !pero claro que lo vería¡, la más de
las veces les bajaba la ropa, y no creía que esta fuera la excepción…. No
después de lo que paso y sobre todo porque
había vuelto a atrasarse pero esta vez con Alexander, este salvo el
pellejo de ambos aludiendo que hubo un examen con los menores y que ellos por
ser los más grandes pues solicitaron que se quedaran… pero la verdad es que Lex
estaba empezando a cansarse de los atrasos de su hermano, y si no hubiese sido
el YO LO HAGO RAQUEL, esa tarde también Iván tendría un nuevo pellizco en el
cuerpo…
- ¿Ya terminaste tu cena Iván? – hablo Rubén tras mirar al crio revolviéndose en su asiento en la mesa dando vueltas la comida
- Si papa – contesto con la mirada clavada al plato, no quería ni hacer atisbo de alzar la vista o contactar los ojos de su padre con los suyos
- Entonces ÑATITO, tu y yo – le dijo cogiendo su mentón para mirarlo, quería saber cuánta culpa arrastraba el crio por lo de las reces, pero a Iván la vacas le tenían sin cuidado, su tensión era por otra cosa – tenemos un asunto pendiente que solucionar ¿verdad? – pero Iván no contesto, se limito a hundirse en sus hombros y Rubén no quiso presionar más, se notaba que Iván estaba consumido por la preocupación, cualquier otra cosa era mortificarlo – por lo visto no vas a decir nada – comento papá mirándolo con cansancio – bueno pues, entonces asumo que sabes a lo que me refiero, ahora sube a tu habitación y espérame en ella, báñate lávate los dientes, y ponte tu pijama – miro su reloj, era temprano, pero Iván tras la azotaina no tendría nada más que hacer que quedarse en cama
- Si papá – contesto en un susurro
Y un asustado Iván no necesito más
invitación que aquella, salió casi a tropezones, era horrorosa la tensión que
tenía, el estomago estaba hecho un nudo ciego, y la lengua se le pegaba al
paladar, apenas un provecho y muchas
gracias salieron de su boca en un susurro, su madre lo miro con el ceño
fruncido, algo tenia Iván, no era normal su reacción, estaba así desde el
sábado y se lo hizo saber a su marido, pero Rubén lo atribuyo al castigo que le
daría pero Clara en su intuición pensaba que no era solo eso. Para colmo de los
males, Rubén se dio una sobremesa de una hora conversando, riendo y hasta
bromeando, mientras un manojo de niervos sudoroso llamado Iván estaba sentado en
el piso con la espalda pegada a la pared, tratando de regular su respiración,
no pudo hacerlo, se entro al baño a vomitar todo, se le adormecieron las manos
del estrés y decidió volver a bañarse, se quedo bajo el agua buen rato, es que
como hace unos días lo invadirlo nuevamente la sensación de suciedad que lo
acompañaba desde el sábado, pero también recordaba los besos y abrazos de
Raquel, las palabras dulces y pensó que seguramente el amor era así, después de
todo… él no tenía experiencia pensaba, pero su padre lo saco de sus
pensamientos cuando abrió la puerta de su dormitorio y no lo pillo en ella.
- ¿IVÁN?
- Estoy en la ducha papa – contesto mientras cerraba los ojos para no verse en el espejo, queriendo desaparecer de la tierra, se seco vigorosamente y se miro el trasero, había un moretón bien marcado en el centro, su padre lo miraría, ¿qué le digo? pensó…. Me caí, sí, eso, me golpee en los potreros…. Y con ese pensamiento salió al encuentro de su padre
- Apúrate, no atrases lo inevitable – contesto Rubén mientras examinaba las cosas del chico, un cuaderno abierto con un corazón y dos nombres estaba a su alcance, hizo el que no ver, si hijo empezaba a tener amores pensó
- YA estoy aquí papa – hablo Iván lo más normal que pudo a tiempo que le arrebataba el cuaderno para que su padre no viera el corazón dibujado tontamente, Rubén sonrió para sí mismo, respetaría su privacidad
- Bueno, ya sabes que tenemos un asuntito que aclarar verdad? – hablo mientras se sentaba en la cama de su hijo, perfectamente ordenada, una habitación impecable a diferencia de la de Lex que tenia siempre algo fuera de su sitio o pequeños juguetes o libros en el suelo, no era que jugara sino que tenía una pequeña colección de juguetes en su cabecera y cuando tendía la cama muchos iban a parar al suelo.
Rubén hizo un gesto con la mano sobre
su rodilla, gesto que Iván supo identificar de inmediato a diferencia de Lex;
es que Iván sabia de que se trataba, mientras a su gemelo había que arrastrarlo
a las rodillas de Rubén Iván iba totalmente sumiso al castigo, y esta vez no
fue la excepción, se acerco tenso a su padre, pero no era por la paliza, no
eran los azotes, sino que su padre se diera cuenta que tubo intimidad con una mujer, pero aun así, se
paro frente a él solo que no tuvo el valor de echarse y ponerse cómodo para la consabida nalgada que lo
esperaba. En tanto Rubén lo cogió del mentón como solía y lo miro a los ojos y empezó
a regañarlo… cosa de críos.
- Fuiste muy desubicado y desobediente Iván – Rubén empezó por lo obvio – estoy enfadado contigo – dijo pese a que eso era un hecho para Iván, pero papá solía decir aquello como si reforzara la lección – porque fui claro en la orden de hacer lo que Miguel te mando, pero te mandaste tu solo y te fuiste al río – declaro cogiéndolo de las muñecas como a un niño pequeño
- Papiiiii – Iván empezaba darse cuenta que Rubén estaba cambiando el tono de voz de uno relajado a uno más serio y eso significaba problemas para sentarse
- Estoy hablando – sentencio papá molesto por primera vez por la interrupción y soltó un sonoro palmetazo sobre la ropa haciendo que Iván se ponga a llorar en silencio – PLAFFF no me interrumpas – aconsejo, pero Iván lo volvió a hacer, ya no podía con su estado de nervios
- Por favor papaaa, termina de una vez – la voz le salió ronca, estrepitosa, ni el mismo pudo reconocerla como suya, quería que terminara, quería que su padre lo azote de una vez, quería saber si le decía algo del moretón que tenía en el glúteo, quería saber si se daría cuenta de que tuvo sexo, y luego de eso, seguro estaría en paz, en problemas pero en paz al mismo tiempo.
- Si es lo que quieres – contesto papá sorprendido por las palabras del muchacho
Y sin esperar otra invitación, lo jalo
entre sus rodillas, pensaba tenerlo largo rato ahí, fueron dos faltas, y seguro
patalearía mucho, pero por otro lado estaba cansado y era obvio que el crio
estaba frustrado por no haber ido a su excursión, pero cuando estuvo a punto de
tumbarlo Iván se desanimo y empezó a sujetar su ropa sin soltarla, suplicando
que no lo haga, que si lo pegaba que lo haga con la ropa puesta, Rubén empezó a
cabrearse, era la primera vez que Iván hacia un berrinche de ese estilo, lo que
claro termino por colmar su paciencia.
- POR FAVOOR PAPA…. POR FAVOOOR, NO LO HAGAS, NO LO HAAAGAS – Iván sujetaba su ropa con todo su ser, como si su vida dependiera de ellos, poniendo las cosas difíciles para su padre, que para ese rato estaba para pocas pulgas
- ¡CARAJO PERO! – expreso su enfado jalando a Iván la patilla hasta hacerlo parar del piso y soltando luego unos buenos palmetazos sobre la ropa y las manos – tu NO me das ordenes a mi – le recordó agarrando sus muñecas – soy tu padre jovencito, y si me da la gana te quito el pantalón, a mi no me vienes con huevadas plaf plaf plaf PLAF PLAF – y sin más inicio una dura tunda a Iván
- Mmmmggggg – Iván empezó a gemir cerrando la boca, prometiendo no llorar, era un hombre, ya era un hombre se decía, pero era tan difícil
- QUEDATE… PLAAAAF, PLAAFFF, PLAAAF, QUIETO PLAAAFFFF, PLAAAFFFF PLAAFFFF – conminaba Rubén a su hijo sin dejar de azotar sobre la ropa a medio bajar, esto estaba empezando a ser agotador
- POR FAVOR PAAAA – grito Iván en un intento por salvarse, asustando a Lex, su hermano nunca suplicaba iba calladito al matadero – NO LO HAGAS POR FAVOR…. Por favoooor, por favooor – quería esconder a toda costa el moretón del trasero, mirando por primera vez en todo este tiempo a los ojos de su padre con la mirada vidriosa y suplicante; aflojando un poco el agarre de sus prendas, cosa que papá aprovecho y le propino la consabida paliza como Dios manda, pues logro bajo la ropa hasta las rodillas y sujetándole la mano en la espalda empezó a rigor la tarea.
- TE HE DADO UNA plaf plaf plaf, ORDEN – dijo en medio de los mantozados, Rubén empezó rudo y terminaría duro – PLAAFFF PLAAFFF TE HE LLAMADO plaf plaf plaf TODA LA TARDE DEL SÁBADO plaf paaf plaaf Y NO TE DIO LA GANA DE CONTESTARME – reclamo en medio de los gemidos y manotazos – plaf plaf plaf PERO NO TE HA DADO LA GANA DE CONTESTARME NI HACER plaf plaf PLAAF PLAF LO QUE TE MANDE PLAAFFF
- YA YA AUUU PAPA, POR FAVOR ME DUEEELE MUCHO ME DUELE MUUUCHO – y las barreras de Iván fueron vencidas, su promesa de ser estoico ante su nueva condición de hombre con experiencia se cayó en pedazos en las manos de su padre
- PLAF PLAF TE FUISTE AL RÍO SIN PERMISO – reclamo papá, eso era lo que le dijo Miguel
- YAAAAAA, YAAAAAAAAAA PAPPAAA PARAAAA POR FAVOR, PARA AUUUUUUUUUU – se quejaba en todo momento, Rubén paro un rato y soltó un minuto a Iván lo justo para que este se tape el glúteo derecho, Rubén le quito la mano y se dio cuenta del moretón en el trasero
- Y ESTO DONDE TE HICISTE ESTO? PLAAFFF, PLAAFFFF, PLAAFFF PLAAFFF, PLAAFFF
- Meee caiiii, ayyyyy, me caiiiiii – lloraba Iván
- SEGURO EN EL RÍO ¿NO? PUES NO ME INTERESA, IGUAL VOY A SONARTE POR DESOBEDIENTE PLAAFFF, PLAAFFFF, PLAAFFF, PLAAFFF, PLAAFFFF
Rubén dejo de azotarlo después de un
largo rato, y todo ese tiempo Iván estuvo con la mano sujeta en su espalda y
sus piernas atrapadas en las de su padre, lloraba desconsoladamente, pero a la
vez aliviado, su padre no se dio cuenta de nada, no se percato ni por asomo que
tuvo sexo, no se dio cuenta siquiera de que aquello era un pellizco, que eran
dedos; y se quedo ahí agotado, estaba sudoroso, la batalla por conservar sus
ropas fue desesperante, pero moverse para protegerse de la férrea mano de su
padre había sido agotador hasta lo más profundo, sus ojos estaban hinchados y
sollozaba con agobio, roncamente.
- BIEN MI IVANCITO – su padre lo ayudo a incorporarse, pero no le subió la ropa aún – estabas QUEJÁNDOTE de lo INJUSTO de mi proceder, pero ahora estarás contento – dijo papá e Iván no entendía a que venía todo aquello – ahora tienes el trasero bien pintando como te lo prometí – le dijo como si leyera el pensamiento de su hijo – supongo que ahora NO ENVIDIARAS la suerte de tu hermano – concluyo e Iván recordó la amenaza de su padre cuando se marcho al Brasil
Y eso hizo que Iván lloraba peor y sin
decir nada o esperar que su padre le suba la ropa lo abrazo intensamente, era
un abrazo desesperado, de agobio total por un lado, fuera de foco en realidad
porque esas palabras le recordaron algo que ahora cobraba importancia… su
inocencia se había perdido y no había vuelta atrás, nada de lo que haga o diga
él mismo o sus padres ni ningún humano sobre la tierra le devolvería aquello;
pero al mismo tiempo era un abrazo de alivio, el alivio de saber que su secreto
estaba a salvo, pero también era de necesidad, en lo más intimo de su ser,
quería que su padre se dé cuenta de lo había sucedido… quizás papá pueda hacer
algo… total era papá, no cualquier persona, era papá.
Pero papá, ajeno a todo aquel tormento
simplemente lo abrazo, le beso y le seco las mejillas y con un cariñoso sobe en
el traste lo mando a la cama… No le dijo nada, para Rubén fue solo una
travesura más de su muchacho.
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