miércoles, 20 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 21; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Abril de 2016.
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Capítulo 21

Señales de humo

Autora: Marambra

Ocho  en punto de la noche e Iván no llegaba, Rubén miraba de reojo el enorme reloj de pared de su despacho, le daría 5 minutos más, sino a su llegada le daría una buena tunda, pero para gracia del muchacho acababa de llegar y subía las gradas hablando tupidamente con alguien al teléfono, cosa que a papá lo alerto…

  • Cuelga ese teléfono y sube a mi despacho – ordeno Rubén con cara de pocos amigos – Cuelga no voy a repetirlo – dijo al ver a Iván alzar un dedo pidiendo un minuto de tiempo

Iván se despidió rápidamente de su interlocutor y subió corriendo al despacho que su padre tenía en la planta alta de la casa, Rubén estaba sentado en un sillón de cuero bastante grande con un sin fin de papeles en la mano, al oír el ruido de la puerta al cerrarse alzo la vista una vez más al reloj de la pared, un reloj inmenso que tenía un péndulo dorado.

  • Y bien Iván en qué quedamos ayer?
  • Lo siento yo …. – Iván miraba el piso un poco asustado
  • Estas castigado Iván – le dijo papá apenas levantando la mirada de los papeles que tenía en la mano –  no podrás ir al cine este fin de semana, así que vete despidiendo de tus planes con tus amigos – y  recién levando la vista sin decir nada más
  • Pero paaaaa, yo había quedado con… – y papá elevo una ceja muy significativamente y agrego
  • Lo siento Iván, te lo advertí ayer – le recordó – te dije que llegaras temprano, y son las 8 de la noche
  • Peroooo – podía intentarlo no?
  • Pero NADA – y fue suficiente para que Iván recule sobre sus pasos y se calle mirando el piso –  o es este fin de semana, o son dos  más unas nalgadas  – amenazo papá – y contando la cantidad de minutos que te has atrasado, tú decides – sentencio y volvió a mirar los documentos que tenía en frente
  • Este fin de semana – contesto compungido Iván con los hombros hundidos
  • Buena decisión ahora vete a tu habitación y bajas a ayudar a tu madre con la cena

La cena transcurrió tranquila, con excepción a la cara de preocupación que tenia Iván, su padre supuso que era tristeza, total era viernes y el sábado tenía una importante cita supuestamente amorosa con Raquel, y no sabía cómo librarse de salir del comedor y evitar la sobremesa que siempre tenían en la cena, sobre todo porque Alexander no paraba de hablar del cine, de los planes que tenían en conjunto todos al cual, claro, él no asistiría, Rubén al darse cuenta del silencio de su hijo y la incomodidad que experimentaba decidió liberarlo, pero no era el lio de no ir simplemente y aplazar la cita, era no poder cumplirle a Raquel lo supuestamente prometido lo que lo preocupaba…. Porque para Iván, si no era uno era el otro, cualquiera de los dos, padre o Raquel, terminarían dándole un azote.

  • Sube a tu habitación Iván – Iván, no necesito otra invitación, agradeciendo la cena desapareció inmediatamente
  • ¿Qué sucede? – pregunto Alexander desconcertado
  • Nada, está castigado, mañana no irá al cine – contesto tranquilamente Rubén, mientras se levantaba del asiento para subir a la habitación del gemelo
  • Lo vas aaaa – hizo una señal de azote con la mano
  • No hijo, no le voy a castigar, solo hablare con el – sonrió

Se dirigió a la habitación del crío al cual encontró tirado en la cama mirando la pared, como cuando era nalgueado, era señal de que estaba muy triste.

  • ¿Puedo pasar? pregunto Rubén en el umbral
  • Pasa papi respondió Iván sin darse la vuelta
  • ¿A ver a qué viene esa cara? – le dijo cogiendo sus mejillas apenas se acerco – es solo un fin de semana – bueno, pudo ser peor pensó Iván – no te estoy condenando a cadena perpetua – bromeo papá –  además tú te lo buscaste – le recordó e Iván no podía decir que no
  • Lo sé, es solo que….
  • Que tenias una cita con una chica ¿verdad?papá acababa de robarle los pensamientos
  • ¿De cómo lo sabes? – abrió los ojos como platos un poco asustado
  • ¿Que otra cosa podría poner tan triste a un muchacho sino es un chica? ¿Mmm? – le dijo apretando su nariz entre el índice y el dedo medio
  • No lo sé – hundió los hombros
  • Tendrás otras citas carajito – le dijo a manera de ánimo – el mundo no se acaba por una salida de cine – afirmo pensando en quien podía ser la chica que le robaba el sueño a su pequeño –  ¿quién es? – no pudo con su curiosidad ni con su naturaleza directa
  • NO puedo decírtelo – contesto Iván un poco en sorprendido
  • ¿Y eso?, ¿tan prohibida es? – bromeo Rubén para animar a hablar al crio, pero este se cerró mucho más, negando con la cabeza – bueno no quieres contarme quien es tu dulcinea?, entonces tendré que usar otros métodos – amenazo haciéndole un poco de cosquillas
  • NO puedo papito, de verdad – e Iván no pudo evitar reír y soltar el papito pese a la pena – no puedo, no puedo
  • Está bien – dijo papá mirando la hora, tenía un montón de trabajo retrasado, así que mejor ponerse serios – pero una cosa clara y concisa, pórtate bien con ella – aprovecho la ocasión para aclarar ciertas cosas con él, el famoso tema pendiente del sexo y las mujeres
  • Yo siempre me porto bien con ella – respondió
  • Me alegra oírlo Iván – sonrió papá – pero lo digo en serio, a veces uno confunde el amor con otras pasiones – empezó a enfocar su punto de vista con voz baja – y a ti no te tengo que hablar con demasiada crudeza como a tu hermano, porque eres más agudo y siempre pones atención – le acaricia una rodilla al afirmar aquello –  pero no está demás que te diga que no quiero que te involucres sexualmente con nadie todavía – sí, directo al grano – …eres muy chico Iván – agrego tras una pausa – los amores vienen y van a tu edad y a veces el cuerpo engaña – si lo sabría él y todo aquel que ya tenía su edad o más – cuídate si? – recomendó – el sexo tiene que ser especial para un hombre y una mujer, todo a su tiempo – agrego tras un suspiro, sin pesar sino con nostalgia
  • Y como sabré cuando es? – esta vez Iván se sentó apoyando la espalda en la cabecera
  • Eso no lo sé, tu tendrás que descubrirlo – respondió papá, no se había esperado esa pregunta – pero te puedo asegurar que todavía no es tu hora – dijo con mucha seriedad y mirándolo fijamente –  así que mejor no vayas obsesionándote tanto con una chica – ese era un buen consejo que apreciaría con los años – ni te dejes caer por las presiones del grupo que siempre están ahí, molestando – dijo aquello con experiencia poniendo un brazo sobre sus hombros y besando la cabeza de su hijo – se tu mismo ¿sí? Y no te metas en problemas
  • Y si la cosa surge, si los dos queremos tener intimidad? – clavo sus grandes ojos color miel en los azules de su abuelo
  • Pues si eres inteligente sabrás frenarte y ser un caballero que respeta el pudor de una dama aunque esta grite que no lo hagas – vaya el hombre si sabía de lo que hablaba – pero si no lo eres, y metes más que la pata donde no debes – escogió con cuidado las palabras – te prometo que te arrancare la piel del trasero a cinturonazo limpio, ¿entendiste? – más claro agua, sin duda
  • Creo que si – respondió Iván mordiendo nerviosamente su labio inferior, despellejándolo
  • NO, no, no, no – dijo papá de pronto frunciendo el ceño –  “no es creo que si” Iván – entrecomillo la frase con los dedos –  tienes que estar seguro, no quiero problemas con chicas – sentencio – puedes tener corteja, enamorada novia lo que sea – gesticulo con las manos mientras hablaba – puedes agarrarte a besos las veces que te dé la gana… es más, lo que tú quieras de la cintura para arriba – dijo con una crudeza que daba miedo – como le dije a tu hermano, tú con la bragueta bien cerrada o te las veras conmigo Iván – joder, vaya manera de encarrilar aquello – no estoy hablando en broma – comentó – ya cuando tengas más edad las normas cambian y las prohibiciones de los 15 no son lo mismo  a los 18 – le cogió la cara con sus manos grandes para que no bajara la vista
  • Pero de verdad papá, si las cosas surgen, si las cosas se dan entre nosotros – había una necesidad imperiosa en la voz, como queriendo confesar lo inconfesable.
  • No es cuestión de si se da o no Iván – papá se volvió a sentar a su lado para dejar en claro aquello – a ver… hijo, ¿cómo te explico? – se pregunto a su mismo y agarro las manos de su hijo –  podrás argumentar lo que quieras – dijo iniciando aquella charla – que estas enamorado, que la amas… que ambos no pueden vivir uno sin el otro o lo que sea – número todas las escusas conocidas – pero a tu edad involucrarse sexualmente con alguien trae problemas, no solo emocionales hijo, puede haber líos legales con la contraparte –  y empezó a explicarle lo que vivió en su momento con Logan – mira a tu padre en retrospectiva, se metió en un buen conflicto con tu madre biológica, y toda la familia salió mal parada – recordó sin querer aquella amarga experiencia – nosotros tuvimos muchas desavenencias con sus padres y hasta enredos en tribunales, sin contar con el nacimiento de ustedes y de que tu padre haya dejado de ser un adolescente como otro cualquiera – vaya, ahora que lo pensaba, fue todo un caos –  no quiero que la historia se repita, además ahora está también el hecho de las enfermedades de transmisión sexual – dijo pensando en los problemas más inmediatos de orden biológico – ¿no querrás ir al médico a contar tus intimidades y que te estén ahí toqueteando para ver si no te contagiaste algo o sí? – esa era una pregunta amenaza que ningún adolescente en su sano juicio quería responder, es más ni oír
  • No pa – contesto tumbándose en la cama
  • ¿Entonces puedo irme tranquilo?, ¿no harás nada que te ponga en peligro verdad? – le coloco su enorme mano sobre el hombro – el sexo puede ser muy peligroso Iván, y como padre no permitiré que te metas en problemas o corras riesgos innecesarios – ahí iba papá en su papel de defensor – y si el único lenguaje que les entre a ti a tu hermano son las nalgadas, no dudes en que lo haga, está claro – y ahí el de verdugo
  • Más que claro papá – respondió Iván con una sonrisa falsa en los labios, su padre acababa de condenarlo a la galera
  • Bien

Rubén lo dejo en su habitación después de prenderle la televisión, tenía una extraña sensación en el estomago, como una premonición, como que algo andaba mal con su hijo, quizás no debió de ser tan tajante y dejar que el hable, pero ya era tarde para ellos Iván resolvió no contar nada, había querido hablar con él, pero al oírlo, al detectar la urgencia de estar seguro de que no lo decepcionaría hizo que Iván cerrara toda posibilidad de contarle los pormenores de su relación, si mejor no decir nada resolvió, mejor no contarle que ya había comido de la manzana prohibida… o lo que es peor, lo obligaron a comerla…
El sábado llego y con él, el paseo en la capital, solo que para Alexander hubo un inesperado cambio de planes a última hora primero por la intrigante llamada que recibió antes de salir y segundo porque gozaba con la libertad total al saber que su único obstáculo fue eliminado, Iván no iría al cine, salió como nada, bien cambiado, es más se puso una preciosa camisa roja que le quedaba como el fuego al diablo y unos vaqueros azules clásicos con un bonito cinturón de cuero que su madre les obsequio a los gemelos con sus nombre labrados, era un interesante trabajo artesanal y de los buenos, se despidió de su madre con un enorme beso en la mejilla dejándola impregnada de colonia.

  • Estas seguro que solo vas al cine? – inquirió su madre en tono de broma
  • Si mamita linda, solo al cine – respondió irónico Alexander entre risas, una ironía tan sutil que no fue detectada
  • Me marcho ya papá – se acerco a Rubén que estaba a punto de ir a los potreros
  • Diviértete Alex, con mesura si? – se le acerco y le beso la frente a tiempo que le ponía dinero en el bolsillo
  • Tengo papa, de mi mesada y de mi trabajo – contesto orgulloso
  • Lo sé, pero nunca esta demás – lo despidió con un golpecito en los hombros

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