miércoles, 20 de abril de 2016

Mis Gemelos: Cap. 15; Autora Marambra

Mis Gemelos

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 20 de Abril de 2016.
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Capítulo 15

Mi dolor por tus palabras

Autora: Marambra


El alta fue dado para Iván a los dos días, si, el cuadro muy aparatoso para un corte de menos de un centímetro, pero un testículo es un testículo y en el instituto las cosas se aclararon, pero para evitar situaciones de fricción a futuro entre sus compañeros o represalias del maestro, Rubén prefirió cambiar de horarios a Alexander, así no estaría presto a comentarios mal intencionados, Alexander era un crio que todavía tenía que aprender a controlar sus impulsos, orgullosos como el solo y obstinado, era presa fácil de líos a diestra y siniestra.
El maestro se disculpo y acepto su error, se dio cuenta que no fue prudente hacer un comentario de ese tipo, totalmente fuera de lugar, y le dio la razón al padre de los gemelos, que era un terreno pantanoso hablar sobre las cosas que suceden en los hogares de cada alumno,  y aunque la disculpa fue sincera y de corazón mejor evitar tentaciones a futuro.
Así pasaron como unos diez días y si bien el médico indico que Iván podría volver a sus actividades normales en una semana, sus padres prefirieron que sean dos, por esta razón no podía ir al partido de futbol del instituto, y aunque le rogo a su padre, Rubén fue tajante.

  • NO!, no SALES de la casa hasta que se cumplan las dos semanas que indico el médico – había dicho a la hora de la cena – Y NO SE HABLE MAS – corto cualquier intento de negociación de parte suya o de su gemelo, pero sentenciando al pobre Iván – sino será un mes,  PERO CASTIGADO

Iván se quedo enojado en casa, aburrido de estar encerrado en su habitación, Clara como de costumbre se fue a hacer pan al patio de atrás y aunque insto a su hijo a acompañarla para que no se aburra, él prefirió estar en su alcoba aludiendo cansancio, pretexto que mamá aceptó, aun cuando pensó que era una locura dormir dado el calor de la tarde, insistiendo que sería más divertido ver la tele en el patio, pero ante el silencio del muchacho prefirió no presionarlo y así, en medio del afán de hacer queques de naranja y hornear pan para los chicos se olvido del niño, pues cuando ingreso a su habitación lo vio dormitar.
Pero Iván tenía otros planes en mente que fueron madurando como fruta al sol, y aunque era arriesgado, por una vez en la vida decidió hacer lo que quería; se sintió rebelde, se sintió libre, abrió la ventana de la alcoba que daba al patio de un lado de la casa ya que no podía salir por la puerta principal, porque para acceder a ella debía pasar por el pasillo y su padre estaba en el despacho como siempre con la puerta abierta, así que aprovecho que su madre estaba haciendo pan lejos de su vista al otro lado de la vivienda y con el corazón alborotado y a riesgo de tirarse una caída del diablo se trepo al árbol cuyas ramas asomaban su balcón, con una agilidad que desconocía hasta ahora y pudo deslizarse y salir corriendo sin mirar atrás, no importaba como entrar, ya vería cómo hacer para volver, siempre podía volver a subir al árbol, pensaba.
Mientras tanto Rubén se fue a los potreros, con tanta cosa en su cabeza decidió primero por controlar los cultivos y sin percatarse de nada se marcho de la vivienda, en tanto Iván se fue a la cancha de la iglesia donde era el encuentro que tanto había esperado; una cancha típica de pueblo, con arcos improvisados con más arena que césped y graderías de madera vieja; su hermano estaba en pleno correteo  con el balón en el pie, y no se dio cuenta hasta que alguien empezó a llamar a Iván para entrar a jugar, cosa que se dio de inmediato porque Iván se había ido a la cancha preparado, con pantalones deportivos y zapatillas calzadas.
Y fue un niño más en el juego, todo risa y algarabía, amando el aire libre y dejándose querer por el viento, el sol y  la arena que acariciaban su piel tostándola, se había divertido muchísimo sobre después de más de una semana de estar aburrido postrado guardando cama como si fuera un enfermo terminal… aburridísimo sobre todo porque no le dolía nada y el médico le había dicho que estaba sano, que podía hacer de todo, incluso… SI; hacer eso mismo… se había ruborizado tanto cuando el médico se lo insinuó, pero él no contesto nada de nada, solo callo y bajo la vista, era muy pudoroso para hablar de ciertos temas a diferencia de Alexander más despierto y más aguilillo.

  • Qué haces aquí?, te dio permiso papá? – pregunto Alex un poco preocupado de ver a su hermano en la cancha
  • SI, si – contesto haciendo un gesto con la mano, para luego mirarlo con profundidad ante la duda – si me lo dio, tú no te preocupes por nada, todo está bajo control – jamás le diría que se fugo para estar jugando con el
  • GENIAL – Lex elevo los pulgares en signo de alegría – te extrañaba… hacemos un buen par en la cancha – le aseguro dándole un golpecito de camaradería a su hermano – no es lo mismo sin ti la defensa

Carcajearon juntos, la tarde paso divertidísima, preciosa, hacia mucho que ambos críos no se divertían tan sanamente juntos que Iván se olvido por completo de la hora, pensaba regresar tras el primer tiempo y ver como ingresar a la casa, más concretamente a su habitación por si su padre estaba merodeando, pero… como si lo llamara con la mente, su padre se materializo en la cancha, estacionando la movilidad a escasos metros de las graderías; Alexander lo había invitado al partido y aunque llego tarde, después de terminar el primer tiempo Rubén acudió a la cita, pensando que no podía fallarle a Alex en un evento como este, y que era una lástima que no estuviera Iván en el paquete pero bueno seguro que tendrían muchos más partidos por delante.
Y la desagradable sorpresa se la llevaron ambos, Iván apenas lo miro se puso blanco del susto y freno en seco dejándose quitar el balón a un palmo de meter un gol a favor, no se había dado cuenta de lo tarde que era, Rubén apenas bajo de la movilidad reconoció a Alex por lo  alto y castaño que era, pero ver a su clon al lado lo enfureció terroríficamente, se quedo milésimas de segundo mirándolo achicando los ojos para ver que hacia el pequeño bribón, y fue cuando Iván se quedo quieto de la impresión, y papá sin decir nada se acerco al profe que los había llevado a jugar y después de cruzar unas palabras suspendió el partido unos minutitos, lo justo para llamar a Iván y cambiarlo por otro jugador.

  • En casa arreglaremos cuentas, ahora veremos a tu hermano jugar – señalo tranquilo obligando a Iván sentarse a su lado lo más cerca posible de él, si… muy intimidante.

Ojala y el pobre pudiera tener o mejor dicho aparentar la tranquilidad que su padre demostraba, en cambio estaba todo nervioso y se removía en el asiento inquietamente, quería mentir, decir que le dolía algo e irse a casa a terminar lo que aun no estaba por venir, la paliza que seguro le daría su papa, pero hizo un esfuerzo sobre humano para estar contento por su hermano.

  • ¡QUE PARTIDAZO! – reía Alexander contento pese al inconveniente del gol fallado por su hermano, aun así ganaron el partido – porque abandonaste el juego te duele algo – pregunto un poco preocupado a su hermano, acercándose a su padre y a él
  • No tenía permiso para venir al partido – contesto papá lo miro directamente a los ojos – pero igual vino a hacerte hurras – Alexander detecto el sarcasmo en la voz de su padre, Iván estaba frito – ¿quieren tomar un helado? – pregunto
  • NOOO – contestaron al unisonó – volvamos a casa más bien – contestaron ambos

Tomar helado estaba descartado, ¿cómo saborear algo tan dulce y frio si sabes que a tu regreso te freirán amargamente el trasero?. Ya en casa, apenas el automóvil estaciono, Rubén indico a Iván.

  • A tu habitación jovencito – ordeno papá apenas pusieron un pie en el patio
  • PAAA… Yo – Iván quería hablar con su padre antes de entrar a la casa, allá no tenía posibilidades de disminuir su pena, pero estando su hermano quizás…
  • No quiero ninguna explicación – corto Rubén – hablaremos en tu dormitorio – sentencio – ahora sube, que enseguida regreso

Papá no era tonto, se fue a preguntar a alguien si vieron salir a su hijo, y sí había alguien… el jardinero lo había visto trepado en el árbol, y claro no le dio importancia, todos los chicos de su edad se suben a los árboles, y no pregunto nada más, Rubén solo necesitaba esa información, y con eso en mente, ingreso a su alcoba y cerró la  puerta, se acerco al balcón y vio las huellas de los calzados en los pasamanos. Él mocoso se salió por la ventana.

  • IVAAAN grito enojado, el crio se metió en el baño era un hecho que estaba perdiendo el tiempo Hasta contar hasta tres – advirtió tras la puerta del baño – te quiero aquí mismo – agrego e Iván no tuvo más elección que salir ¿Y? – dijo papá enfadado – ¿quién te dio permiso?
  • Nadie papa – respondió en un susurro y Rubén no necesito nada más, lo tumbo boca abajo, pero Iván hizo un puchero tonto, queriendo hacer creer a su padre que le lastimaba la herida
  • Bien, bonito, no te pondré sobre mis rodillas lo incorporo entre su piernas  porque lastimaremos lo que no debemos ¿verdad? – le dijo hablando de los testículos – y como no me interesa fastidiar las joyas de la familia, sino lo que me importa es tu trasero PLAFFFFF – y un sonoro y doloroso azote le llego – cambiaremos tus nalgadas por unos buenos azotes con el cinturón – lo separo un instante lo justo para sacarse el cinto y el chico el calzoncillo – ve bajándote el pantalón listillo que aquí no te irás a la cama sin el  culo ardiendo, porque creo que fui claro con la orden de NO PUEDES IR AL PARTIDO – y empezó – ZAS zas zaas – duras mordidas, Iván no pudo siquiera obedecer a la orden de bájate la ropa
  • PERDÓN PAPA, PERDOOONNNNN – e Iván no pudo hacer otra cosa más que llorar y pedir perdón
  • ZAAASS zaas – Rubén le bajo los pantalones y ni se inmuto, estaba demasiado enfadado – zaas ZAS zass ZAS
  • BUUAAAAAAA – y los gritos no se hicieron esperar – aaayyy AYYY AUU YAA PAPA YAAA  YA – decía en medio de estertores, es que papá estaba apretando el cinto
  • ¿POR DÓNDE SALISTE? – papá hizo una pausa, la justa para hacer esa pregunta antes de volver a azotarlo – zaaass ZAS zass ZAS
  • Por la pueeerta – mintió
  • ¡CARAAAJOOO! ZAS ZAS ZAS
  • AQUÍ NO ME VAS A VENIR CON MACANAS – chillo papá, dando a entender que sabía la verdad, pero aun así repitiendo la pregunta – ¿POR DÓNDE SALISTE… SI YO ZAS ZAS ESTABA EN LA OFICINA?
  • YAAAAUUUU AUUU – Iván se estremeció de dolor por un cintazo que le llego en una de las manos – POR LA VENTANA PAPÁ, POR LA VENTAAANAA – confeso, pero Rubén no paro, dejo el cinturón y siguió en su dura tarea, pero con la mano, había sujetado a Iván bajo su brazo apoyado en su cadera y repartió una tanda de manotazos – plaf plaaf, plaf plaaf – en eso entro Alexander, que había oído todo y le dolía ver cómo era azotado su hermano, y no le pareció justo si el médico le dijo que podía hacer lo que quisiera, así que decidió intervenir, proteger a su hermano.
  • Basta papa – imploro Alexander desesperado y al ver que no le hacía caso opto por medidas más rudas – BASTA!... BASTA

Gritaba, pero Rubén no lo oyó, estaba reprendiendo duramente a Iván y Alex hizo algo tremendamente imprudente de lo que seguro se arrepentiría el resto de su vida, le dio un puñete a su padre, Rubén al percatarse de lo ocurrido, soltó  a Iván, y soltó el cinturón, cogió a Alexander de las manos, primero una y luego la otra, sin mediar una sola palabra, le propino 5 azotes fuertísimos en el dorso de las manos con su palma abierta, como cuando los padres empiezan a reprender a sus hijos chiquitos, dejándoselas rojísimas, dolorosas y a Alexander con la cara desencajada y sufrida.

  • PLAAAF, PLAAFFF, ESO PLAAFFF,  NO PLLAAAF SE  HACE PLAFFF – luego lo soltó, ambos gemelos lo miraron asustados cada uno creyendo que Rubén lo molería a nalgadas, pero los dejo descontrolados y estupefactos – NO VUELVAS A DIRIGIRME LA PALABRA NUNCA MÁS, ¿ME HAS OÍDO?

Y Rubén se marcho de la habitación sin decir  esta boca es mía y sin darse la vuelta para verlos, salió de la casa con rumbo desconocido y llego a las 4 de la madrugada con una borrachera del terror, se había ido a buscar a Miguel y se lo llevo a una farra descomunal, trasnochando a su mujer, quien lo acostó a su llegada con ayuda de Miguel; Rubén sabia irse de copita de vez en cuando, pero jamás lo había visto en ese estado, apenas lo acostaron, Clara lo hizo tumbar boca abajo para evitar que se bronco aspire y se quedo el resto de la madrugada velando a su santo marido.
Al día siguiente Alexander estaba aterrado de enfrentar a su padre, pero aun así bajo a desayunar y le saludo con la esperanza de poder hablar con él y disculparse, pero Rubén lo ignoro totalmente y le dejo con la palabra en la boca, lo mismo hizo el resto del día, hablaba con todos menos con él, prácticamente lo echo al hielo lo que mino totalmente la confianza de Alex; en pocos días deprimido dejo de comer y no quería ni salir, Clara sin saber que era lo que paso, porque ninguno hablo estallo una mañana en llanto y se parapeto en la puerta de la cocina con los 3 hombres de la casa, ya habían pasado cuatro días del aciago incidente y eso la enloquecía, jamás vio a Rubén en una actitud tan fiera ni con Logan que solía hacerlo despotricar de rabia.

  • Levántate Clara, tengo que ir a trabajar, no estoy para juegos – dijo ásperamente adivinando las intensiones de su consorte
  • ¡NO! – contesto ella con firmeza – no voy a ser yo la pague los platos rotos – dijo cruzándose de brazos – ¿QUE MIERDA OCURRE ENTRE USTEDES? – pregunto mirando la cara de Rubén y Alexander – NO SE HABLAN, NO QUIEREN COMER, NO QUIEREN SALIR DE LA HABITACIÓN O “HUYEN” COMO ENDEMONIADOS – y fue recién que Rubén se fijo en Alex y se percato por primera vez en sus ojeras y en sus ojos rojos, se hizo un nudo su corazón pero se mantuvo firme
  • Pues yo no voy a contestar a eso – indico Rubén sin alterarse, mirando fijamente a Lex – ¿quieres saber que paso?, pues pregúntale aqui tu hijo presente – señalo a Lex – ahora dame paso que estoy atrasado  –  la cogió de la cintura y la alzo como si fuera un muñeca, era su muñeca y no le era difícil cargarla y la dejo a un lado poniéndose el sombrero
  • YOOO; GOLPEEE A PA PPAAA –  empezó a llorar Alexander para el resto del día encerrase en su alcoba sin salir ni a comer

Clara tenía el corazón destrozado, no sabía qué hacer y no podía hacer nada al respecto, ni todas las nalgadas del mundo serian suficientes para semejante actitud pensaba, con razón Rubén estaba tan resentido, con el inmenso amor que les tenia, Iván era dócil la mayor parte del tiempo, pero Alexander era su reto, y si eso paso, su marido seguro creería que volvió a fallar como padre, no pudo hablar con Alex, porque el crío, obstinado como su abuelo pues nada, se tiro en cama y se auto castigo con el encierro total.
Pero las cosas no se quedarían así, esa noche, cuando regreso Rubén y entro en la casa  la encontró totalmente vacía o casi vacía, sin luces, Clara había salido con Iván y no regresaría hasta nuevo aviso… se marcho a un hotel y no dejo señas; bueno si, la nota decía, o me llamas para decirme que arreglaste las cosas con Alexander o no me vez más, su mujer no se iría al otro lado del mundo, pero hombre llevarse al otro crío, y  dejar una nota de esas, era señal de que estaba enojada con él; ¿ahora qué haría?, resolvió irse a dormir, mañana con más claridad pensaría que hacer, imagino que Alexander también habría ido con Clara, pero luego lo vio correr a hurtadillas a su habitación, o eso pensó, pensó que el crío al verlo se entro a su cuarto, y prefirió hacerse el ciego, no quería lidiar con nadie y menos con Lex a esas horas, así que empezó a subir las gradas cansado… físicamente no tanto, era temprano y no hizo más que mirar el ordenador y salir a caminar sin rumbo fijo, emocionalmente estaba cagado; si esa era la palabra, era como si un tractor lo hubiese arrollado, por eso resolvió volver pronto a casa y dormir, pero cuando ingreso a su habitación y cerró la puerta y prendió la luz… lo vio ahí, ahí estaba nada menos que su adorado tormento: Alexander, quien estaba acurrucado en un rincón a oscuras esperándolo con la boca seca y los nervios de punta.

  • PER… peeer perdóooname – gemía – POR FAVOR
  • Vete a dormir, no quiero hablar contigo, ya te lo dije, estoy cansado – pensó que eso sería suficiente, pero no conto con que Alexander lejos de hacer caso, se arrojara a su pierna y no la soltara, parecía una pequeña musaraña – Basta muchacho, suficiente – Rubén lo suspendió para alejarlo de su cuerpo sin pronunciar su nombre y es que no podía
  • POR FAVOR, POR FAVOR – lloraba, hipando a medias  SE QUE HICE MAL …AGGG AJJj – gemidos largos e intensos se desprendían de su alma mientras sus manos apretaban a su padre – PERO NO DEJES DE HABLARME…. SE QUE ME MEREZCO ESTO, PERO POR FAVOR sus lágrimas se escurrían como ríos raudos POR FAVOR DAME UNA OPORTUNIDAD, UNA SOLA – no soltaba a su padre aunque este hacía el intento de separarlo de su cintura, tenía mucho miedo decirle papá, o abuelo o señor…
  • ¡NO! – se negó papá – no quiero hablar contigo, estoy muy resentido, lo que has hecho no tiene nombre – sentencio y eso hizo que Alexander hiciera algo totalmente fuera de todo lo imaginable para quien lo conocía
  • SI – Afirmo – HICE ALGO HORRIBLE, MUY HORRIBLE lloraba desesperado y ME MEREZCO UNA PALIZA – y le entrego el simbadito a su padre, Rubén lo miro atónito, nunca creyó que su hijo le estuviera suplicando por ser azotado, cuando siempre estaba huyendo de su mano y de su autoridad – por favor, papito – se animo por fin a llamarlo padre – por favor, te cambio una paliza porque me hables  

Y se derrumbo, se dejo caer al suelo sentado sobre sus rodillas sin hacer el mínimo intento de pararse o decir o hacer otras cosa, las cartas estaban echadas, ahora era cuestión de tiempo saber si su padre tomaría la oferta o no, y Rubén la tomo, cogió el simbao en las manos, pero lejos de hacer un amago de azotar con eso al crío, lo tiro a la basura; si Alexander quería una paliza, se la daría, pero con su propia mano para que no se le olvide en su vida que a un padre, JAMÁS, JAMÁS DE LOS JAMASES SE TOCA.
Así con esa decisión en el corazón, lo alzo del suelo con torpeza, lo coloco entre sus rodillas cuando se hubo sentado en la cama, sin decir absolutamente nada, y eso mataba a Alexander, y Rubén lo sabía; si antes lo sospecho, ahora tenía la certeza total así que prefirió seguir con su tare… le retiro las manos, le empezó a desabotonar el pantalón vaquero, lo coloco sobre sus rodillas, no hizo ningún intento de apresarlo, si Alexander quería la paliza, la tendría que aguantar sin ayuda, lo único que hizo fue bajar las manos del muchacho para que se apoye en el suelo; los ojos de Alex estaban diluviados de lágrimas gruesas, respiraba por la boca porque no podía hacerlo por la nariz de los mocos que fluían, estaba sudoroso, y se quedo ahí unos minutos, en suspenso… papa lo dejo así ahí uno minutos a propósito, probando la endereza del crío… que terca actitud, pero en el fondo era que también se daba tiempo para asimilar lo que vendría; y por fin se animo a bajarle el pantalón y la misma suerte corrió el calzoncillo, le suspendió las piernas para poder quitarle todo y empezó lo que sería la más larga y dolorosa paliza de su vida, la paliza que siempre recordaría sobre todas las que a futuro llegaran y Rubén se seco los ojos porque para él también sería un castigo que jamás podría borrar de su  memoria hasta que se muera.
Los azote empezaron raudos, rápidos, con mano llena, cada calada era de puro fuego, Rubén podía ver su propia mano calcada entera en el trasero de su hijo, Alexander gemía, gemía suavemente sin hacer ni el mínimo intento de moverse… algo duro en realidad y procuro concentrarse en el siguiente azote; por primera vez en su vida, era consciente de la mano de su padre, que dolor más ardiente lo llenaba, que imperiosa necesidad de protegerse, pero se mordía la boca antes de poder gritar o de querer llevar sus manos a su trasero…

  • PLAAFFF plaf plaaff plaff PLAF PLLAFF PLAF plaf plaf plaafff plaafff PLLASSSS – sonoras palmadas rompían el silencio apenas acompañado por los apenas disimulados gemidos y lamentos de Alexander – PLAF plaf plaf plaafff plaafff PLLASSSS
  • ayyyy, auuuu, auuuuuu –  se lamentaba por lo bajo Alexander
  • PLAF plaf plaf plaafff plaafff PLLASSSS
  • MAAGGG – gemía procurando no gritar, pero se le empezaba a ser difícil, así que empezó a respirar aceleradamente –  ufff uffff fuuu fuu fu UFF UF UFUFUFU UUUUUFFFFF – el cuerpo se tensaba, las nalgas se querían esconder de la mano de Rubén pero donde huir?, empujaba sus caderas adelante a cada golpe que le llegaba, esto era un infierno PLAF plaf plaf plaafff plaafff PLLASSSS – y Rubén que hasta ese momento solo oía el interminable, eco de su mano estampada en la piel de su hijo, empezó a oír los lamentos del chiquillo que se hacían cada vez más difíciles de contener
  • aauuuuuuu, aauaauuuu, auuuuu, chihciuuuuu, uuuufffff, arrrgggg – entrecortado en susurros en medio del rechinar de sus dientes daban fe que aquello dolía, se dio cuenta que las nalgas de su hijo empezaron a temblar, como todo su cuerpo, en un momento dado arqueo toda la espalda, quiso levantarse, pararse, hizo incluso el amago de cubrirse, pero con la mano temblorosa aún en el aire, se obligo a sí mismo a colocarse sobre las rodillas de su papa , pero ahora si lloraba abiertamente – auuu AUUU AUUU AGGRR AYY AY AY AY AYAY – pero ni un solo, “ya no”, ni una sola promesa falsa de “no lo voy a volver a hacer” o, “por favor papito, basta me portare bien”, nada, absolutamente nada, lloraba, gemía, se retorcía, pero no hablo, se auto impuso el castigo del silencio, de no rogar, de no suplicar, aunque su cerebro estaba al límite como al límite también estaba su cuerpo….

Y se imagino a si mismo sus nalgas como dos globos inflamados, bastante rubicundos, seguro de un rojo furioso, con una temperatura altísima, huellas de dedos y de la palma de su padre dibujada por todos lados, seguro no había campo para una sola marca más… pero a decir verdad solo estaban rojísimas como nunca antes, doloridas y muy calientes como la mano de papá… Rubén se miro su palma que estaba ardorosa, dolorida y pensó que era tiempo de parar y así lo hizo, de golpe empezó, de golpe termino, en el ínterin no hubo una sola palabra vertida por ninguno de ellos, fue un pacto sobreentendido, un pacto de sangre…. Un pacto de reivindicación para ambos, para empezar de cero y en hoja limpia…
Rubén dejo que el muchacho terminara de llorar sobre su falda, el llanto era el más lastimero de todos los llantos que oyó o que oiría futuro, hipaba bajito, pero no podía dejar de llorar ni de pararse; es más, no hacia ni el intento por incorporarse, estaba avergonzado, aun tenía miedo de mirar el rostro de papá… como quería volver el tiempo atrás y poder abrazarlo, le habían hecho falta los azotes de su padre, que aunque dolían un demonio siempre, siempre estaba el consuelo del perdón y del abrazo y era ese abrazo justamente lo que ahora echaba en falta, los abrazos y besos de su padre, gestos que eran como el símbolo de que la confianza había sido renovada; ahora en cambio, en esos días había experimentado el agónico dolor de la ignorancia total, de pasar de ser un hijo a un paria por haber soltado aquel puñete sin pensar a quien iba dirigido, le dolió en el alma aquella sequedad, aquel vacio, era siempre mejor el dolor que el olvido, que la no existencia que tuvo que experimentar.
Empezó a convulsionarse del estrés, fue justo cuando Rubén lo levanto y lo dejo en la cama sentado para salir de aquella habitación lo más rápido posible, si pensó que le daría una lección que no olvidaría a su pequeño, se equivoco… la lección fue también para él, cada azote le dolió  también a él porque cada gemido que Alexander vertía, cada lágrima que se derramaba de sus ojos, eran para él, una muestra del fracaso como padre que sentía en el alma……… pero aquella paliza también los había exorcizado a ambos, a Alexander de aprender a moderar sus impulsos violentos, propios de la edad y de la desesperación, y a Rubén de pensar que había vuelto a fallar como padre.
Mientras Alexander se quedó confundido sentado en la cama poder sin poder del dolor que tenía más que en el trasero en el alma, y se le nublo la vista de la decepción que sintió al ver salir a su padre como si no le importara, que no había valido la pena el sufrimiento, se sintió solo y desolado; pero lo que nunca vio, fue que su padre apenas tiro la puerta del dormitorio se dejo caer al suelo exhausto emocionalmente, abatido y llorando, no se percato de que lloraba hasta que no sintió el salado sabor de sus propias lágrimas en su boca, se paro, se froto los ojos, se limpio la cara y abrió abruptamente la puerta de su alcoba y encontró a su hijo tumbado en la cama acurrucado.

  • PAAAPAAAAAAAA – lloro desolado… solo eso, nada más

Y una lluvia de besos le cubrió el rostro, la frente, un enorme y casi asfixioso abrazo lo reconforto como nunca; era su padre, su papá que lo había perdonado, no hacían falta las palabras, ni los recordatorios, cada uno sabia que eso sobraba, que esa lección estaba más que nada aprendida, que la lección fue dura, que la lección fue dolorosa y necesaria para ambos.
Aquella noche, Alexander durmió en la cama de su padre y con su padre, Rubén no dejaba de contemplarlo mientras dormía con la luz de la lamparilla prendida, quería poder acariciarle, decirle que lo amaba, pero ahora el muchacho descansaba por fin como todo crio de su edad, contento, aun cuando tenga el trasero ardiendo………..

Mañana será otro día, pensó Rubén… un nuevo día para aprender a ser padre nuevamente.

3 comentarios:

  1. Hasta ahora no había comentado porque a los primeros capítulos los recordaba como si los hubiera leído ayer, incluso noté las modificaciones por lo menos en el primer capítulo pero el número quince me sorprendió, no se si ya no lo recordaba, si habrás cambiado algo pero me encantó, no suelo leer dos veces lo mismo xq mi buena memoria hace que pierda sorpresa y las ancias que dan al leer algo por primera vez pero estos relatos son tan exquisitos que no aguante la tentación de rellerlos ahora en su propia casa :)

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  2. ¿Te das cuenta de lo que ha comentado Chany?
    ¡eso es exactamente lo que me sucede a mi!,también me he percatado de las "diferencias"y aunque adoro lo "visceral" de lo que hiciste la primera vez ,pues ya sabes,soy grande y no me molesto por majaderías (jjjjj) y disfruto como la historia nació de ti,así termine con los nervios y emociones a flor de piel,es imposible no caer nuevamente en ...podría decir..."mágica forma de escribir"?,la verdad no encuentro otra manera de definir lo que haces o lo que creas.
    No sabes con que placer estoy leyendo esta historia nuevamente,a diferencia de otras personas,cuando leo algo que me enamora ,al pasar un poco de tiempo vuelvo a disfrutar del "manjar que tanto gozo me dio",por lo que no te sorprendas que lo vuelva a leer una y otra vez.
    Keny

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  3. Que halagadoras palabras, de verdad Keny y Chany...

    El primer capitulo si esta modificado... porque inicialmente ese no era un capitulo, sino un resumen de lo que estaba por crear, pero fue publicado de esa manera... y en cuanto a los cambios, visceral sigue siendo, lo único que hice fue rellenar los diálogos con las emociones que inundad a los protagonistas mientras discuten o pelean o disfrutan de charlar, y lo hice solo para que se compagine con el resto de los relatos que fueron escritos creo desde el capitulo de Rosarios Artesanales, a partir de ahí las modificaciones son pocas.
    Ahora quizás se pregunten porque empece a escribir así, porque me di cuenta que no tenia porque cuartar mi imaginación, mis sentimientos o mi estilo y porque cuando yo leo algo, quiero saber hasta el mínimo detalle de un personaje y creí que mis lectores también buscan lo mismo, por eso me definí por un relato mas detallado emocional y geográficamente.
    Y estoy tan contenta de que les guste a ambas NUEVAMENTE jeje... cuando lo reedite, volví a leer y volví a sentir lo que inicialmente sentí y no escribí... así que digamos que solo complete lo que debió ser desde un inicio.

    Un abrazo fuerte y cariñoso a ambas

    Marambra

    PD espero que los capítulos nuevos sean tan apasionantes como el resto de la historia

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