Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Se rifa paliza al mejor
postor
Autora: Marambra
Encaminar a
Matías estaba resultando casi una tarea tibetana que consumía la paciencia de
todos, Ethan habría jurado que aún de ser adoptado por el mismísimo Dalia Lama
no creía que este lo hubiera hecho mejor, el muchacho era como lo pensó en un
momento previo, recontra disperso, soñador y como Uther andaba con la cabeza
llena de pajaritos y fueron esos pajaritos los que metieron a Uther, Matías,
Nathan y Lothar en un buen pleito…
Tras
un mes de adaptación y lograr que ambos chicos por fin tengan las tareas a
punto, empezó a relajar las riendas y volver a su antiguo oficio: ser médico y
padre, no policía, espía y matón que fueron sus oficios adjudicados desde la
adopción de Matías con lo que se logró un equilibrio casi perfecto que seguro
hubiese continuado de esa forma, de no ser por el detallito de la carta
fantasma que hoy costó un cuarteto de griteríos, todos los pequeños Van Lauder
estaban castigados incluyendo a Nathan; aquella mañana, Ethan había conseguido
por fin una cita con el cirujano infanto juvenil y tenía que ir con Lothar a la
cita médica, y como aquello fue algo de última hora tuvo que pasar por su hijo
al colegio y solicitar el permiso y se encontró con el sopapo en la cara.
Pero
ahora era la cara de ambos muchachos digna de ser inmortalizada por una sola
razón, que en fracción de segundos pasaron de un estado de ánimo a otro, justo
el tiempo que tardaron en cruzar el umbral de la puerta y la carcajada fue
suplida por un grito de dolor que denotaba la injusticia del que eran presos,
pero cuando vieron a Lothar sentado en la silla del despacho de papá con la
cara agachada llena de mocos y lágrimas, el pelo despeinado lo primero que se
les paso por la cabeza fue que Lothar los había vendido como a Judas; pero no
pudieron reclamarle nada pues tenían una preocupación más inmediata… que no era
solo el cinturón que papá blandía en la mano sino que papá se acercara a ellos
con solo una intención.
- Nooo, noo
nonononononooo paaaaappaaa, noooo, por favor, por favooooor, por favoooor,
DÉJAME QUE TE EXPLIQUE, DÉJAME QUE TE EXPLIIIIIIQUEEEEE – empezó a gritar Uther
sin que su padre le preguntara absolutamente nada, era la premonición de
saberte descubierto, era el cruzar los ojos con los de su padre para leer la
acusación que lo condenaba, era la voz de la consciencia que te grita, ya lo
sabe… te lo dije, lo que claro solo empeoraba su situación pues solito se puso
la soga al cuello
Y
dándose cuenta de su error, tarde ya para enmendar sus palabras solo atino a
sujetar el ruedo del pantalón como si en ello se le fuera la vida, había
incluso cruzado sus brazos delante de su cuerpo con el afán de evitar que su
padre llegue a su bragueta y libere el botón sentándose en el piso, pero Ethan
estaba para pocas pulgas y tras despojarlo de la mochila escolar que fue a
parar sobre la mesa donde la tiro, arrastro a su hijo de la solapa de su camisa
para llevarlo al sofá, pero Uther era Uther, una culebra contorsionista como el
mejor, de verlo los del Circo del Sol lo contrataban en el acto padre y todo
incorporado para el espectáculo que estaba montando, y en un juego de
movimientos corporales se arrastró con el afán de salir de allá tropezando,
tropezando en las piolas del calzado y en su caída su padre atrapo el pie para
quedarse con el elegante calzado de vestir negro en la mano.
Pero
así como Uther era contorsionista, Ethan sabia como atrapar a los delincuentes gracias
a sus cursos de defensa personal, que dicho sea de paso más parecían de
incursión militar antiterrorista que su padre en alguna memorable ocasión lo
llevo a cinturonazo limpio, y aunque en aquel tiempo odio a Mikel, hoy
agradecía el cursito intensivo y tras una breve lid de cuerpo a cuerpo entre
lloros y juramentos de portarse bien y carajazos que iban y venían por fin
Ethan tuvo a Uther donde lo quería… sobre su regazo, pero era de esperarse,
Ethan gozaba de buena forma y aunque el crio en su desespero se agarró de su
pierna sin la mínima intensión de moverse a Ethan le basto un carajazo y un par
de buenos palmetazos para lograr que se suelte y coopere por así decirlo…
- CARAJO plaf plaf PLAF
PLAF plaf plaf ¡CLARO! que me vas a explicar QUE MIERDA es esto de estar
expulsado del colegio desde hace una semana, grandísimo plaf plaf plaf
plaf plaf – aquellos manotazos llegaron a donde
llegaran, sobre los muslos, las nalgas la parte baja de la espalda
En
su desesperación Uther se soltó de su padre para correr y papá lo agarro del
pelo metiendo los dedos en el ya desparpajo de peinado que llevaba tipo comic
con las puntas paradas como si el viento hubiese barrido sobre su frente y
pequeños huracanes jalaran a capricho mechones rubios hacia arriba tiesos del
gel que encima para rabia de Ethan tenía color azul verdoso con purpurina, nada
que ver con el peinado con el que salió de casa camino al colegio a las 7 de la
mañana, pero tras la intervención de la enojada mano de Ethan el peinado
huracán arrebato de última hora quedo puercoespín y nada fuera eso, en el amago
de soltarse papá atrapo la oreja de Uther y pillo el gran secreto, el aro que
se puso en la mañana y al jalar aquello arranco un grito dolorosísimo y Ethan
se quedó con el pequeño objeto metálico en la mano y eso fue el fin para el
culo de Uther, Ethan de sacarse un huevo lo hacía ahí mismo.
- AUUUUU mi
oreeeeeja, AUUU AUUU YAAAA PAPI, suelta sueeeelta – rogaba
atajando la mano de su padre que quería sacarle la oreja de poder hacerlo
- PLAF, PLAF PLAF QUE… – grito
en un inicio y luego en un acopio de verdadero esfuerzo bajo la voz por el bien
de sus cuerdas bucales – ¿qué cagada es
ésta? – pregunto enojado con el
arito en la mano y ante el silencio de Uther, lo sacudió del brazo – ¡carajo!, ¿qué
cosa eres? mocoso, garabato, cachivache de mierda, ¿qué cosa eres?, ¡mira tu
traza! – y volvió a agarrar el pelo del muchacho batiéndolo con
rabia – que eres ¿hombre o mujer? PLAF, PLAF PLAF – sonaba el poto de Uther a medio desvestir – o eres tercer mundista para que me vengas con CAGADAS
COMO ESTA – tercermundista… así llamaba papá a los transexuales sin
ánimo de ofensa, a él le iba o venia como aire en las manos los gustos sexuales
de la gente y como médico no se hacía lio alguno pero de ahí a que le deje a
sus hijo hacer tonterías que nada tenían que ver con sus inclinaciones sexuales
era otra cantaleta – ¡quiero saber QUE
ES ESTO!, plaf,
plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf ¿QUE ES
ESTO?, plaf plaf plaf plaf plaf Y QUE ES ESO DE ESTAR EXPULSADO POR 10 DÍAS plaf plaf plaf plaf plaf y DÓNDE CARAJOS estuviste
toda esta semana que saliste camino al colegio
Ethan
repartía los palmetazos sin lugar específico, llegue donde llegue, pero no
pasaba de la cintura para arriba, todos estaban dirigidos hacia abajo, Uther se
quería deshacer en movimientos desesperados por desaparecer de allá, y llevaba
las manos donde podía como pequeños escudos contra los palmetazos de su furioso
padre pero nada parecía que aplacara a papá, más bien el enojo iba en aumento y
cuando los celestes ojos de Ethan se posaron nuevamente sobre la perforada
oreja no pudo controlar su atorada furia, no podía creer que el mocoso de su
hijo se haya atrevido a perforarse los pabellones que no era uno solo, sino las
dos orejas y se coloque nada menos que aros tipo pirata diminutos.
Él
odiaba esas “huevadas” como solía llamarlas, para Ethan cualquier cosa que
transgreda la integridad física por solo lucir el banal aspecto, estaba fuera de discusión por dos
razones: salud y su militarizada educación, pero su provocativo hijo se saltó
las dos normas y sabía perfectamente bien que pasaba cuando eso sucedía, eso
era lo que más condenaba a Ethan, que sabiendo lo hizo; para él, era realmente
un signo de total rebeldía, era provocarlo hasta el cansancio y en la intimidad
de sus pensamientos Ethan estaba convencido que lo hacía por el mero placer de
hacerlo renegar, era una forma de vengarse de él, del fracaso de padre que era,
pero nada más lejos de aquello, no era rebeldía, ni enojo… se perforo las
orejas por una apuesta, una más de las que estaban en el reto que lanzaron los
temerarios del colegio y que Matías insistió en que aceptara, por la primera y
más grande había ganado nada menos que 500 pesos algo más de cincuenta dólares
y los premios adjuntos: la expulsión del colegio por el lapso de 10 días y ahora
mismo estaba a pie de recoger el premio sorpresa… un culo morado por la paliza
de papá.
Y en
un momento fulminante de ataque de padre sobre protector aunque a veces no lo
parecía, Tano que no paraba de preguntarse si algún momento Uther iba a dejar
de retarlo como lo hacía, cuando vio el otro arito brillar en la otra oreja no
pudo con su naturaleza y le quito el arete con algo de brusquedad haciendo
sangrar el recién perforado pabellón, arrojando luego el dichoso objeto por la
ventana, pensando ¿que tenía Uther en la cabeza para que crea que él le pasaría
semejante cagada, cuando no dudo en llevarlo a un laboratorio para que le hagan
una batería de pruebas para descartar ETS?; tras aquello lo coloco sobre el
regazo y esta vez empezó a jalar la ropa para desvestirlo enfadado, pero Uther
como siempre y haciendo gala de su fiera resistencia como una marca de garantía,
sino no se llamaba Uther, no puso nada de su parte y agarro los pantalones como
pudo sin mover las manos de ahí, pese a la insistencia de su padre a levantar
las manos de allá y dejar que se los baje, pero no lo hizo ni cuando los
palmetazos llegaban sobre sus manos sin importarle que su padre despotrique
hasta casi quedarase sin voz de tanto gritar.
- LEVANTA LAS
MANOS UTHER plaf, plaf plaf, SUELTA, SUELTA HE DICHO plaf plaf – los manotazos caían sobre
los muslos vestidos, las nalgas, las palmas del chico abiertas hacia arriba, a
esparcidos piquetes y Uther llevaba las manos a la adivinanza
- NOOOOO, NOOOO,
TU ME QUIERES PEGAR, POR FAVOOOR, POR FAVOOOOR ags ags nif nifs nifs nifs – ya
los moquitos cristalinos y verdes del resfrío que acababa, chorreaban por sus
narinas enrojecidas
- ¡Claro que te
voy a pegar!, que pensabas… ¿qué te iba a premiar después de lo que me enteré
en el colegio? – respondió Tano maniobrando como podía
con la ropa del muchacho, pero era una tarea titánica al ritmo que iban – SUELTA EL PANTALÓN UTHER ES LA ULTIMA VEZ QUE TE LO
REPITO plaf,
plaf plaf – finalmente de tanto forcejear
el botoncito había volado y rodado a los pies de Matías, era inminente la
paliza a desnudo trasero, eso causo un mayor apuro a Uther: sus hermanos serian
testigos de aquello y empezó a agarrar la pretina del uniforme con fuerza aun a
riesgo de caer de las piernas del padre que atrapo su cintura con una brazo
alrededor, mientras la otra luchaba por bajar la ropa y por soltar palmetazos
al aire
- NO no, no no
no papáaaa, no quiero que me pegues delante de eeeellos – le
rogo en voz bajita, muestra de su vergüenza – no delante de ellos
por favooor, por favooor – la
presencia de sus hermanos lo estresaba y no le importo clamar por un poco de
intimidad y trataba de darse la vuelta buscando como sea proteger su trasero de
las curiosas miradas del presente público – PAAAA POR FAVOOOR,
POR FAVOOOR, NO DELANTE DE ELLOS NO CON ELLOOOS, BUAAAA BUAAAA – finalmente lloro y rogo a gritos
- Lo siento, ¡TU
te lo buscaste! – respondió enfadado ya a punto del AVC
(accidente vascular cerebral) y sin importar que no logro desabotonar la
bragueta del mocoso porque éste agarro el pantalón con fuerza, y sin importarle
el detalle de que no era un pantalón cualquiera sino el uniforme del colegio, a
la mierda con eso y agradeciendo el detallito de que Uther nunca se ponía
cinturón, Ethan atrapo las piernas del chico con una de las suyas y agarro el
uniforma de la pretina a nivel del sacro donde los pantalones llevan la costura
y sin pensarlo dos veces lo jalo por la mitad en contrario sentido partiendo el
pantalón en dos, ocasionando que Matías y Lothar abran la boca del puro asombro
y miedo que les comió la panza cerrando los ojos ante el ruido que produjo la
tela al partirse
– PRAAAGGGGGG
- BUAAAAAAAAAAAAAA
AGS AGS AGS AGS – Uther se puso a llorar desesperadamente,
porque jamás su padre hizo algo tan violento como aquello
Y en
un sentido de privacidad coloco de nuevo las manos al trasero sujetando el slip
cerrando los ojos como si al hacerlo sus hermanos no verían lo sucedido, para
volverlos a abrir al no dar crédito a lo que siguió, papá se limitó a romper el
calzoncillo de la misma manera de un lado de la costura dejando ante la vista y
paciencia del íntimo público un blanco culito terso y respingón como un lienzo
tenso donde pintar a mano alzada, y empezó a temer por la integridad de su
trasero y papá no lo defraudo, de nada sirvió la resistencia que opuso en su
momento llevando sus manos chicas en comparación a las de su padre a su
retaguardia, Ethan sujeto ambas manos por detrás y empezó a estampillar la suya abierta con muchísima
fuerza, su afán desde un inicio era que quede patente su decepción y enojo y ahora sí, papá se ensaño con todas las de
la ley contra el pobre trasero de Uther, y él pobre y pequeño Uther, pequeño en
su miseria se entregó a una lucha sin cuartel pese a estar consciente de que
haga lo que haga no sería suficiente para liberarse de su fatal destino, un
trasero ampollado, mientras Ethan dejaba impresas sus huellas digitales sobre
el culete de su hijo como si se tratara de un sello particular para evitar el
extravío, en este caso rescatar del extravío de sus actos al alma noble de su querubín que estaba convencido, moraba
aún en el rebelde cuerpo aquel monitoreado por el bullir de sus hormonas y
traviesos impulsos, y él, como padre haría lo que fuera para volver a su
ovejita extraviada al redil.
- Plaf plaf plaf
plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf – el
implacable impacto de piel a piel que protagonizaba la mano de papa en el
trasero del hijo hacía eco en las 4 paredes de aquel recinto interrumpiéndose
el fondo musical por los gritos de ambos protagonistas, solo que unos gritos
eran coherentes y otros eran suplicas – ¿QUÉ TE HACE PENSAR
QUE PUEDES HACER LO QUE TE DA LA GANA? plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf
- BUAAAAAAAA,
AUUU AYYYY AYYY AYYYYYY – el llanto ya estaba desde hace mucho a
puertas ahora solo había subido el volumen
- SI NO TE HE
AGUANTADO LO DE LA FIESTA ¿QUE TE HACE PENSAR QUE VOY A AGUANTAR ESTAS
ESTUPIDECES DE PERFORARTE LAS OREJAS? plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf
plaf plaf plaf – Ethan estaba descargando toda su rabia
en el trasero de Uther, y no era para menos, tras el colerón recibido de
primera mano
- BUAAAAAAAAA,
BUAAAAAAAAAAA YAAAAAAAAAAAA AU, AU AU PAAAA YAAAAAA, AUUUUUUUUUU AUUUUU
PERDOOOON – papá estaba incendiando su trasero
usando solo su mano y no importaba lo que él hiciese, moverse, llorar, gritar,
jurar y perjurar por lo bajo, por lo alto por Dios y por el diablo, haga lo que
haga papá no pararía hasta darse por satisfecho oooo hasta que un milagro
suceda
- QUE PERDON NI
QUE PERDON plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf NO VOY A
PARAR HASTA EL REVENTARTE EL POTO plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf
plaf plaf plaf plaf plaf plaf – y parecía que aquello seria verdad, el
trasero de Uther empezaba a tener un tono demasiado rojo para el gusto de
cualquiera y debía estar doliendo mucho pensaban Lothar y Matías por que el
muchacho apretaba las nalgas, se movía desesperado sobre la falda de su padre
pataleando de tal manera que los pantalones rotos quedaron sujetos a un solo
pie, el que tenía el calzado puesto y los gritos eran aullidos roncos y la
nariz llena de mocos ensuciaba ya la cara entera roja como estaba
- AYYYYYYYYYY
AYYYY AGGGGRRRR AUUUUUUU BUAAAAAAAAAAAAA POOOOOR FAAAAVOOOR, PAAAARA PAAAARAA,
DUEEEELE – a estas alturas del partido, el pudor era lo
de menos y se olvidó por completo tener testigos o no de su dolor, la única
premura ahora era rogar para que papa se apiade – PAPIIITOOOO, PAPITO, PAPITO LINDO NUNCA
MAAAS, NUNCA MAAAS BUAAAAAAAAA, POR FAVOOR ME DUEEELE, DUEEELE
- CLARO QUE
DUELE SI ES ESO LO QUE PRETENDO Y DATE POR ENTERADO ESTO ES SOLO EL INICIO plaf plaf plaf plaf
plaf plaf plaf plaf plaf plaf plaf
Y
sin saber cómo el milagro sucedió, Mikel ante el alboroto ingreso al estudio lo
que distrajo a su propio padre que al acomodarlo soltó un poco la prensa de la
cintura y Uther se paro como pudo de allá sobándose el trasero escapando del
castigo, corriendo a los brazos de su abuelo llorando desesperado.
- ¿Qué diablos
está sucediendo? – instintivamente protegió a Uther con su
cuerpo en un abrazo bajando la camisa para resguardar la vergüenza ante los
pasos de Ethan que se acercaba decidido a continuar con aquello
- NO INTERVENGAS
PAPÁ, POR FAVOR ESTO ES ENTRE ESTOS MOCOSOS Y YO – temblaba
de la rabia y Mikel se dio cuenta de que su hijo estaba al punto del colapso
- ¿Qué paso Uther?, ¿qué hiciste?
- No hice
naaaada – lloro pegado el pecho del abuelo frotando el
poto amoratado, NEGANDO todo como de costumbre, vamos que era una taza de leche
- ¿COMO QUE NADA?
– grito enfadado Ethan acortando la distancia en dos
zancadas –
COMO QUE NADA, Y ESTAR EXPULSADO DEL COLEGIO HACE UNA SEMANA ¿QUÉ ES? Y ESO SIN
CONTAR QUE FIRME NO SE QUE DIABLOS…
Y no
pudo más, EThan cayó al piso, acababa de desvanecerse, en todo el proceso
suscitado, el estrés vivido, con el enojo a cuestas no se percató que su cuerpo
había enviado señales de auxilio como el tremor de las manos, pero estuvo tan
ensimismado en su enfado que no lo tomó en cuenta, además con todo el lío se olvidó
sus tabletas y ahora acababa de sufrir una crisis de ausencia de las grandes,
Mikel corrió a socorrer a su hijo llamando a Nathan para que lo ayude a
incorporarlo y tumbarlo en el sillón, mientras Matías y Lothar lloraban
asustados y Uther se sentó en el suelo con la ropa enredada en los pies abrazando
sus piernas sintiéndose culpable de lo que acababa de pasar, y en un juego
mental por liberarse de aquel sentimiento, se paró resuelto a tirar la pelota a
Matías para luego correr al refugio de su habitación donde llorar por todo, el
dolor acumulado en el trasero, la cara de decepción de su padre, la culpa de
hacerle renegar, los impulsos suyos de hacer lo que venga en gana, el dejarse
convencer por su hermano de aceptar aquella apuesta; pensando que si no fuera
por él no estaría metido en el lio que ahora tenía entre manos y para aminorar
el peso de su consciencia acuso a Matías
de todo.
- VOS TIENES LA
CUUUULPA, POR TU CULPA ME HAN EXPULSADO DEL COLEGIO BUAAAAAA, NUNCA DEBISTE
VENIR – y todos los rostros giraron sobre ambos,
Uther no quería estar allá y salió volando del estudio – NO DEBISTE VENIR NUNCA, NUNCAAAA – grito
buscando refugiarse en su cuarto para sin oír la voz de su padre que recuperaba
el aliento
- ¡Utheeer! – dijo
Ethan medio adormecido, no era enojo, no era rabia, era pena, frustración y miedo
sobre todo al ver como el rostro de Matías se transformaba en una herida mortal
y salía corriendo escaleras abajo oyendo de lejos su nuevo nombre – MATÍAS VAN
LAUDER VEN AQUI INMEDIATAMENTE…
No hay comentarios:
Publicar un comentario