Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Pronóstico del tiempo: Se
Avecina tormenta
Autora: Marambra
- !Sube a la movilidad Nathan!... deja de portarte así
Le hablo
Ethan apretando el paso tras suyo, la lluvia menudeaba a todo lado con el
viento a favor norte soplando del sur fatigando con su aire gélido, el agua
como nunca temblaba por lo fría que estaba, el olor a tierra mojada y hierba
brotada a esas horas… 5 de la mañana y el día despuntaba interrumpido con el ir
y venir de las escasas movilidades que iban o retornaban en las calles con
apenas gente que se daba la vuelta para mirar la traza del jovenzuelo que
caminaba no solo con la cara mojada sin saber que parte de esa humedad era
producto del llanto y no solo de la lluvia que lo bañaba, “un hombre no debe
llorar” decía mientras se pasaba los dedos por los ojos cargado de rabia y tras
suyo una versión más madura con la tensión cortando los músculos de la cara y
de los hombros… verlos era un espectáculo, similares facciones reflejaban lo
mismo: disconformidad; ambos con el rictus en la boca y la preocupación en el
semblante trotaban en la misma dirección a unos pasos de distancia el uno del
otro, el más joven con la rabia en la
mirada y el mayor con el dolor en los ojos y la impaciencia.
Nathan
miraba a un lado y a otro pero nunca atrás porque adivinaba los pasos de su
padre persiguiéndolo a cortísima distancia, correr no era opción, no con los
calzados que llevaba y menos con ese temporal que no te dejaba ver más allá de
las narices pues el viento arreaba el agua como un sopapo en la cara y dolía la
piel y así con apenas la delgada camisa color turquesa que resaltaba sus finas
facciones y estaba pegada a la piel como pintada, lo mismo que el pantalón ese
que vestía de cuero negro que chorreaba y que ahora empezaba a molestar las flexuras
por la humedad de las costuras y las botas texanas con punta de hierro mojadas
que resonaban con el taconeo en las veredas… caminaba sin rumbo fijo; la cosa
era alejarse de la gran mentira que había sido hasta ese momento su vida, sabía
que Mikel saldría tras suyo, sin embargo quien corría mordiéndole los pasos era
Ethan, quien no había dudado en hacerlo apenas cruzo el umbral de la comisaría
y tras entregarle las llaves a su padre emprendió carrera tras suyo y ahora los
tenía a ambos pisándole los talones, Ethan lo seguía a pie y Mikel en la
movilidad incluso saltándose señalizaciones o yendo en contra ruta, total a esa
hora no había mucho tráfico ni guardias de tránsito y si lo hubieran no le
importaba saltarse las normas peatonales con tal de conseguir que Nathan entre
a la movilidad y fue en una esquina cualquiera cuando un trueno trono en el
cielo blanqueando las calles que se detuvo por instinto y Ethan lo atrapo del
cuello cansado de gritar tras suyo que se detenga, que pare, que suba a la movilidad,
que regrese a casa con ellos….
- Sube a la movilidad Nathan – hablo firme sin
gritar casi cerca de su oído – no lo voy a
repetir más ¿me estás oyendo? – sentencio y Nathan se giró en
redondo sobre sus tacos, y soltó aquel puñetazo que de no ser por los rápidos
reflejos de Ethan se calcaba en toda la cara y quizás le volara incluso algunos
dientes, pero lo único que consiguió fue que Ethan atrape su puño en el aire y
jalándolo hacia adelante para frenar su huida enfadado agrego – sube inmediatamente al auto Nathan – y frunciendo el ceño quiso dejar zanjando el
tema apretando el apresado puñete que luchaba por liberarse
- NOOO – un no, totalmente infantil escapo de su
boca, no era un ¡no! adulto, seguro, serio, era un no de capricho porque sus
actos en si eran eso solamente, una rebeldía ahora sin sentido que lo único que
hacía era empañar la edad, el grado de madures y el estatus de adulto que tenía
y él lo sabía – SUÉLTAME – ordeno
- NO – contesto a su vez – Sube de una vez Nathan – ordeno de nuevo
Ethan sin alzar la voz, pero sin soltar aún el puñete detenido en el aire que
luchaba por volver a estrellarse a la cara de su padre, es más la otra mano se
abalanzo con igual propósito y con igual destreza fue atrapada con la mano
libre y así firmemente agarrado lo empezó a jalar hacia la movilidad, Mikel
había estacionado justo a dos metros de ellos y abrió la puerta para que
entrasen, el cielo se caía cántaros y ambos chorreaban agua –
Nathan última advertencia – agrego ante la resistencia que su
hijo ofrecía; prácticamente al jalarlo el otro patinaba en la loza y ambos
podían perder el equilibrio en plena vía pública, estas alturas Ethan estaba a
un suspiro de perder la paciencia, el sueño lo vencía, y el dolor en el cuerpo
empezaba a pasar factura, pero aún tenía la fuerza suficiente y la voluntad
férrea para someter a Nathan si se salía un poquito de línea
- HE DICHO QUE NOOO – repitió
Nathan con un eco trastornado por la frustración, la misma que sentía Ethan y
que fue el gatillo de lo que vino después, lo agarró del cuello de la camisa y
a punta de nalgada lo metió al auto a vista y paciencia de la gente que en ese
momento hizo parar el primer bus que hacía por esa zona su recorrido, se
acabaron las consideraciones
- HE DICHO PLAF A LA PLAF MOVILIDAD PLAF Y NO PLAF SE HABLE MÁS PLAF – y Nathan quiso
soltarse pero un algo en la voz y en la mirada de su padre biológico lo freno
de golpe, era el aire autoritario que lo envolvía, ese que dice estas aun pelín
de que te de una paliza, y fue el instinto de conservación y fue el cansancio,
el hambre, la sed, el frio, el dolor pero sobre todo la vergüenza que lo
impulsaron a apurar el paso y subir a la movilidad sin decir una sola palabra
más… bien decía para adentro: perdí la batalla pero no la guerra….
Y se
sumió a un conflicto bélico que le duro 24 horas y concluyo como es costumbre
con una acalorada negociación tipo, en tiempo de guerra y con efectos
colaterales; apenas subió a la movilidad se cruzó de brazos disconforme con el
trato recibido y para colmo de males su padre lo empujó hacia el otro lado
colocándole el cinturón de seguridad y apretando el botón que bloqueaba la
puerta como cuando era un crío y se sentó con él en la parte trasera de la
movilidad sin opción a decir ni pio, Nathan pego la cara al cristal de la
movilidad empañando con su aliento el vidrio aquel y como un crío enfadado,
enojado de ser tratado tan indignantemente, denigrado relegado a calidad de
mocoso se dedicó a dibujar tonterías sobre el cristal, mientras furtivamente
Mikel estudiaba sus enojadas formas a través del retrovisor y Ethan no retiro
la vista de su rostro como si al hacerlo Nathan desaparecería de su campo
visual y éste de tanto ser observado reclamo agresivo, todo él era una
agresividad incalculable.
- ¡QUEEEE!, ¡que me miras tanto! – reclamo
elevando las manos con la palma arriba – ya estoy aquí
sentado, ¿qué diablos más quieres?, ¡DEJA DE MIRARME! – desvió
la mirada – me pones nervioso y no me gusta – agrego
- Tranquilízate Nathan – respiro hondamente
Ethan para infundirse ánimos dándose cuenta recién que desde que entrara al
auto no le había quitado la vista de encima – sé que todos
estamos fastidiados y cansados, así que mejor vas bajando los humos hijo, que
cuando todos hayamos descansado conversaremos como es debido, ¿bueno? – agrego
cogiéndole el mentón, fue un acto totalmente natural como solía hacerlo antaño
cuando Mikel lo castigaba o estaba enojado de algo y él entraba en las
negociaciones diplomáticas, con una única diferencia: que tuvo la total
libertad de decirle hijo como si se tratara de Uther o Lothar o Matías
- NO SOY TU HIJO – se enfurruñó,
soltando el mentón, Ethan solo resoplo, tocaría mucho trecho cuesta arriba al
parecer pensó
- Entonces baja los humos HERMANO, esta mejor ¿así? – y
lo zarandeo del brazo
Milagrosamente como
por arte de magia Nathan se quedó quieto con el reclamo y el insulto en la boca, no podía negar que fue criado
como si fuera su hermano, y el oír la mención que hizo Ethan lo descoloco, tras
aquello Tano se dio la vuelta para mirar al otro lado de la calle sin ver nada
tampoco por la tremenda ventisca que llevaba el agua de una lado a otro, sumido
en sus propios fantasmas, frunciendo el ceño al ver el negro nubarrón que
cubría la ciudad, era imperioso llegar a casa, a veces los árboles eran
arrancados de cuajo con un viento como aquel y nada mejor que el resguardo del
hogar, y después de unos 10 minutos justamente estaban ya en casa; y Nathan
apenas estaciono la movilidad salió corriendo y por puro instinto abrió el
portón y pego pies en polvorosa hacia adentro, Miranda que se había desvelado
también estaba pegada al cristal del corredor esperando que la puerta aquella
se abra y cuando sus ojos acariciaron la mojada piel de su Nathan su corazón se
aceleró al punto del colapso, y él se la quedó mirando tras el vidrio sin
animarse a pasar pero cuando oyó los pasos de su padre y el que ahora descubría
como abuelo entro atropelladamente al corredor toscamente.
- Permiso – fue todo lo que dijo y cuando Mikel y
Ethan se fijaron en el rostro de Miranda atropelladamente ambos hablaron al
mismo tiempo
- Oyeeee – grito Mikel enfadado por el desplante
hecho a Miranda – OYEEE, TE ESTOY HABLANDO NATHAN – empezó a caminar muy decidido a hacerlo
volver y saludar como es debido – pero mira no
más a este malcriado – clavo su mirada enfadada en el rostro de
su esposa, pero Ethan prefirió que los ánimos se aplaquen
- Déjalo en paz papá – murmuro
Tano y saludo a su madre con un beso y un abrazo corto
- Pero viste lo que hizo, esas no son maneras yo no lo eduque así
– lo miro derrotado
- Lo sé, pero por favor, por ahora déjalo pasar, está mojado, está enojado, está frustrado, déjalo que se calme, ya a la noche cuando todos hayamos descansado prometo que nos sentaremos a hablar y solucionaremos esto ¿sí?
- Pero que le cuesta saludar a tu madre, ella no le hizo nada – y
Nathan que oía desde el pasillo lo que ambos discutían, se sintió traicionado:
tu madre la frase se filtró a sus oídos y golpeo su cerebro, Miranda no era su
madre, era única y exclusivamente la madre del que creyó su hermano, que
mierda, pensó enojado EL NO TENIA MADRE y una rabia inmensa lo invadió pero
recordó también muchas cosas bonitas que Miranda hizo y hacía por él, y suavizo
sus pensamientos ella no le hizo nada, pero luego una vocecilla rebelde y
rencorosa respondió… ¿No hizo nada?, ¿¿seguro???... solo te mintió 19 años como
si fuera poco y esto lo hizo reaccionar con violencia y tiro la puerta de su
dormitorio con toda su fuerza para que se enteren que los oyó y que él estaba
disconforme, y ya no más el grito de Mikel traspaso todo, hasta la calle
- NATHAAAAAAN – ya subía con el diablo en el cuerpo y
Ethan lo retuvo en las escaleras
- ¡Déjalo papá!
- ¡No!, esto se tiene que solucionar ahora – estaba
decidido a cortar los enojos de Nathan de la peor manera
- ¡Papá! – lo sujeto con más fuerza – no te lo voy a pedir como favor – dijo
con toda la firmeza del mundo – te lo voy a
exigir… ¡ahora no!, dentro de dos horas tengo que ir al trabajo – le mostro la hora, 5 y media de la mañana – estoy mojado, estoy agotado, quiero descansar por lo
menos 2 horas – y apoyo sus
manos sobre sus hombros – necesito estar
con mis 5 sentidos para atender pacientes, no estoy en quirófano ahora como
para poder ceder espacio y retrasar cirugías mientras descanso unos minutos
porque me toca consulta, tengo que acudir a la visita, hay junta médica y sabes
cómo es eso – lo miro a los
ojos muy decidido – por favor, por favor dame una tregua,
dame un respiro – movía la
cabeza negativamente – no soy pulpo,
no puedo dividirme en tantas cosas, esta tarde tengo reunión en el colegio de
los chicos, no sé qué hizo Matías, me han llamado a una reunión de última hora
y tengo que ir a ver lo de la Universidad de Nathan
- Eso puedo hacerlo yo y lo sabes – se
sorprendió de pronto Mikel de ser relegado de su papel de padre seguramente al
de mero abuelo de la noche a la mañana, aun cuando como abuelo tenía la total
potestad de colorear los traseros de sus otros nietos, pero Nathan era
especial, lo crío como su hijo, era su hijo… y Ethan adivino el gran conflicto
de intereses que ahora se presentaba
- Lo sé, lo sé papá – le
sonrió con tristeza – ¿pero viste el documento que firmamos?,
debe ir mi firma en cualquier documento relacionado a Nathan por 3 meses, no
puedo delegar esas funciones a nadie, aunque lo quisiera – y
abrazo a su padre con cariño, consolándolo – no te estoy
robando tu lugar papá – agrego
Y
luego abrazo a su madre despidiéndose también de ella, necesitaba una hora por
lo menos para descansar y cruzo el patio para encaminarse a su piso dejando a
sus padres ahí parados mirándolo y fue cuando Mikel respondió en voz baja, como
avergonzado.
- No me robas ningún lugar – murmuro al verlo
marchar con los hombros caídos en signo no solo de cansancio sino de prematura
derrota – yo te lo robe a ti hijo – musito
- ¡¡Oh Mikel!!, sabes que no es así mi viejo – agrego
preocupada al ver la tristeza en el rostro de su consorte
- Es cierto, yo le robe su paternidad, le robe ese derecho, ese
lugar – agrego y con una sonrisa triste abrazo a
su mujer y se encamino con ella a su alcoba a descansar dejando al benjamín de
la casa por el momento indemne de sus desplantes
- Le robamos entonces, los dos, no solo tú, yo también – se
cerraron la puerta por fin
El
área que pertenecía a Mikel era un sepulcro de lo silencioso que estaba, el día
se encontraba nublado, gris y frio… en esas condiciones todos se quedaron
dormidos menos Ethan y los 3 muchachos menores a los que llevo al cole, Nathan
por tan favorables condiciones, el cansancio en el cuerpo, el silencio que
habitaba la casa, el calor de las colchas, la suavidad de la cama pese a la voz
de la rebeldía que gritaba: Vamos Nathan…
levántate y escapa, aprovecha que todos están durmiendo, coge tus cosas y huye,
contra todo pronóstico se quedó seco, y durmió como un lirón y hubiera estado
así por más horas, pues cuando se desvelaba solía quedarse a dormir hasta muy
entrada la tarde, pero no aquella tarde; el ruido de los pasos de Lothar
buscando a Miranda lo despertó, Ethan había ido al colegio a recogerlos, una
reunión extraordinaria suspendió actividades en el hospital hasta nuevo aviso,
un paro de 48 horas al parecer que le caían al pelo por el cansancio que
llevaba y aprovecho en ir al colegio y adelantar la reunión en el cole o
recorrer fecha y ahí se enteró que Matías se saltó los dos últimos periodos y
tras la reunión que sostuvo con los maestros entre quejas y más quejas por su
carácter volátil y disperso retuvo a los otros dos muchachos que estaban camino
a la plaza a esperar a Matías y se sorprendieron de verlo ahí con cara de pocas
pulgas y quitándoles la mochilas de Matías, Uther y Lothar más los persuasivos
modos de hacerse con la verdad los obligo a decirles donde estaba Matías.
- YYYY, a ¿dónde van ustedes? Se supone que deberían estar en la góndola
- Papaaa – gritaron
ambos y se miraron asustados, no sabían que vendría, no sabían que había
concertado reunión con los maestros para ver sus notas, aquello era a traición
según ellos que a esas horas esperaban la santa gana de Matías de regresar pues
los 3 debían volver juntos y se hicieron dejar con la góndola escolar
- Buenas tardes
jovencitos – los saludo irónico y enojado de la reacción
de ambos – ¿dónde
está Matías? – pregunto mirando las dos mochilas que cargaba Uther
pero ninguno quiso hablar y solo intercambiaron miradas – ¿dónde está su hermano?… ¿dónde está
Matías, Uther? Sé que se ha faltado los dos últimos periodos, así que o vas
soltando todo aquí y ahora o llegando a casa te doy a ti la paliza que debo
darle a él y aparte te castigo un mes por encubrirle – Ethan no
estaba para tonterías y con el sueño retrasado era como un alacrán – bien, no vas
a decir nada genial, no me sales desde hoy y llegando a casa me dejas la regla
sobre tu velador – y surtió efecto porque Ut no estaba de humor
para ser castigado, no ahora cuando
tenía una importante cita amorosa con Anabela
- PAPAAAAAA, NO
ES JUUUUUSTO – protesto cuando Ethan le quito las
mochilas que Uther cargaba, parecía un ekeko (deidad andina típica de la región
aymara de mi país que representa la fortuna) cargado de todo, las dos mochilas,
las maquetas de ciencias el balón de futbol suyo y el de básquet de Matías y el
bolsón de ropa deportiva que solían cambiarse tras educación física
- Te hice una
simple pregunta – le dijo haciendo un paréntesis
levantando la cara – pero como estas empecinado en cubrir a Matías, pues
nada ¿no? – y abrió la cajuela para poner “el equipaje de los
chicos”
- ¡¡¡AJJJ!!! – dijo
despectivo –
Matías está en la plazuela – contesto de mala gana cruzándose de
brazos – ¡no
es justo que me castigues a mi!
- ¿Y te parece
justo socapar sus faltas? – lo miro de frente
levantándolo del mentón, elevando una ceja en una silenciosa interrogante – ¿que está
haciendo allá? – y Uther se quedó callado – ¿Utheeeer? – lo miro fijamente
y Uther empezó a sudar frio y fue cuando Lothar abrió el pico enfadado
- Uther y Matías
– empezó y Uther le tapó la boca con toda la palma
- ¡Cállate
chismoso! – y Lothar lo mordió – auch PAPA… ME MORDIO EL ESTÚPIDO DE TU HIIIIJO, ¿NO LE VAS A DECIR
NADA? – le dio un codazo en las costillas y Lothar le pateo la
espinilla yendo a por todo
- ¡Suelta Lothar!
– agrego Ethan separándolos apenas cerro la cajuela del
auto – ¿qué
es esto?, ¿QUE LES PASA?, parecen que quieren estar castigados ustedes más en
solidaridad a Matías, ¿es eso?... porque yo no tengo ningún problema en que así
sea – amenazo y Lothar se
quedo mirando a su padre sopesando sus palabras intercambiando miradas furtivas
con Uther, y Ethan apretó un poquito nada más, sabía que Lothar estaba
desesperado por contarle – Lothar ¿Que hicieron tus hermanos?
- Uther y Matías – volvió
- ¡Lothaaaaar!
eso no es de hermano – bufo tirando la puerta del
auto
- TU CHITON – le
jalo la patilla, aquello era muy sospechoso
- AUUUUCH claro
tenía que ser, a tu hijito no el dirás nada y le creerás todo antes de
preguntarme – reclamo y Ethan lo fulmino con la
mirada, que esa cantaleta iba igual cuando se trataba de Matías y viceversa
- He dicho
chitón – y puso su índice sobre los labios para que se
calle y continuo preguntando – Lothar, te hice una pregunta, ¿qué hicieron tus hermanos?
– y Lothar se quedó callado sopesando la acusación de Uther y la
amenaza de Matías, si, porque fue amenazado por ambos, y clavo su mirada al
rostro de Uther buscando respuestas lo que no le gusto para nada a su padre – a mí, mírame
a mí que soy yo el que te está hablando, no Uther – declaro, pero
Lothar no se animó a decir nada y fue cuando Ethan decidió acelerar sus
pensamientos cuando delante de todos los chicos más grandes del bachillerato
que salían del cole a esa hora juntos a los profesores le soltó unos cuantos
azotes de advertencia en el trasero para soltar la lengua – plaf – sonó el primero apenas lo
levanto para colocarlo casi colgando sobre su rodilla al doblar la pierna en la
pisadera de la movilidad atrapando su cintura – bien, no quieres hablar… estas castigado
por un mes PLAF PLAF PLAF
- ¡Papaaaa! No
es juuuusto ¡SUEEELTA! – metió la mano solamente para
ser atrapada por su padre
- NO, NO voy a
soltarte… plaf plaf, plaf plaf… esto es solo
una muestra de lo que ocurre a los que socapan cosas malas PLAF, PLAF PLAF – y
clavo la vista a Uther diciendo en silencio, lo mismo te va a pasar a ti por
callar
- AUUUU
malvaaaado – se quejó mirando el piso al darse cuenta del
centenar de muchachos que pasaron por su lado seguro observando todo y no
quería levantar la cara para que nadie lo reconozca en el recreo como el crio
al que azotaron en el trasero en plena vía pública, eso era simplemente
catastrófico, el fin de su vida social – ahora no te voy a contar nada – amenazo y un
nuevo azote fue la respuesta de papa
- PLAAAAF, no creo que
estes en condiciones de amenzarme jovencito – y
Lothar empezó a gemir con ese gemido que indica que en cualquier momento suelta
el grito a voz en cuello como cuando era más chico y no le compraba el helado
que quería y montaba una de circo para vergüenza suya
- Mfs mfs msfs
msf – y Ethan prefirió bajarlo de su rodilla
preguntando
– ¿dónde está Matías?, no te lo voy a repetir de nuevo Lothar – y
Lothar lo tomo como una seria amenaza
- Yo no hice
naaaada – empezó a llorar ya – y me reteeeas a miii y me pegas, NO ES
JUUUSTO – lo acuso queriendo soltarse de la humillante situación y
Ethan lo abrazo
- Perdona hijo,
no es mi intención yo tampoco quiero castigarte ¿bueno? – y
le alzo la cara congestionada de la vergüenza que se debatía entre correr
huyendo cobardemente o aguantarse y no decir nada o llorar ya por lo ocurrido – pero quiero
saber dónde está tu hermano Lothar, ¿te han amenazado es eso? – y
Lothar abrió la boca y los ojos y fue cuando Uther conto la verdad porque si
Lothar decía que lo amenazaron de nuevo su culito y el Matías estarían en
serios problemas
- Matías está en
la plazuela – apreso la muñeca de su padre para que le
preste atención
- Eso ya lo sé –
lo miro enojado – y me doy cuenta que quieres contar todo porque seguro
amenazaste de nuevo a Lothar ¿no es cierto? – y miro a Lothar para
confirmar aquello
- NO PAPA; no me
han amenazado – agrego Lothar muy seguro – lo que pasa
es que ELLOS – los acuso apuntando a Uther – han sacado mi patineta y se han faltado
la clase de música para hacer acrobacias y arruinaron mis stikers y no conforma
con eso Matías se fue a la plazuela con los chicos de 6 º y… – y fue cortado por Ethan no
quería saber nada más, estaba furioso y los metió al carro y antes de prender
la movilidad mirándolos por el retrovisor pregunto a Uther
- ¿A qué plazuela Uther?
- A esa nueva
que está construyendo la alcaldía para hacer ciclismo y patinaje, cerca del
parque de la autonomía, pero ya debe estar de vuelta se supone que debemos
regresar juntos – se cruzó de brazos, ¡estúpido! le
recomendó tanto que vuelva pronto
- MIERDA – golpeo
el volante Ethan enfadado, eso estaba al otro lado de la ciudad – mierda como
si tuviera su tiempo – y le
paso el fono desactivando el número y colocando el altavoz – llámalo y pregunta dónde está Y NI SE TE
OCURRA DECIRLE QUE ESTOY AQUÍ ¿ENTENDIDO?
- YAAA – contesto
irritado – …
aloooo
- Hola Tuty ¿no
sabes? hice una pirueta, ¡logre sacar la pirueta! – el
otro hablaba entusiasmado con la respiración acelerada se notaba que corría y
había en el fondo ruido de patines y risas y gritos – el gordo beso mis pies, han comido el
polvo de mis zapatos AHHH – exhalo contentísimo
- QUE BIEN, ASI
SE HACE – contesto contento, el gordo ya no lo
jorobaría, la apuesta entonces estaba saldada, pero se apuró a preguntar al ver
a su padre endiablarse por el espejo – ¡Oye! pero ahora ¿dónde diablos estas?
- En la
plazuelita... en la esquina, la que está aquí atrasito del colegio – si…
atrasito, a 6 cuadras
- Está en la
plaza de aquí atrás papá – dijo Lothar en un susurro y
Ethan tapando el auricular del móvil ordeno a Uther
- Dile que te espere
- Estamos yendo
ya – agrego
- Para que, ya regreso
- No, ¡espérame ahí!, que estoy a unos pasos, estoy con Lothar además
- ¿Por qué? Para que has venido con ese cagón
- OYE QUE NO SOY
UN CAGON VOY A SACARTE LA MIERDA COMO KOLINO EN LA CASA – grito
Lothar subiéndose encima de Uther queriendo entrarse al teléfono olvidándose de
su padre
- YO VOY A
APRETAR TU PANZA ENANO Y VEREMOS QUE SALE – grito
Matías al otro lado
- A VEEEEER – grito
Uther, Lothar estaba apretándolo más de la cuenta – NO VAN A HACER NADA, NINGUNO DE LOS DOS,
¡¡VAYA CHE!! – agrego al ver que su padre estacionaba a un lado de
la calle y si eso pasaba él estaba frito, su padre lo pondría en la lista negra
por culpa de la torpeza de sus hermanos
- Pero él está
amenazando… además ¿porque sabe lo que estoy diciendo? – pregunto
Matías desconfiado
- Apreté la alta
voz – contesto Lothar – porque quiero saber si le hiciste algo a
mi nena – le respondió mirando a su padre dándose cuenta de sus
salidas de tono
- AHHH – grito
Matías – no
le hice nada, solo el amor en toda forma, algo que tu cagaleche no sabes… le
hice incluso un 69 y un 68 comiendo su biscocho, es más le hice todo el Kama
Sutra a tu patineta, tiene mi olor en su lomo, tu sabes chango, estoy
practicando para cuando tenga en mis manitos a la Milenka – y Ethan
apretó el volante y los dientes, él le haría comer biscocho en casa y Uther se
puso rojo, si supiera que solo de eso hablaban en la noche imaginándose ambos
haciendo el amor a Anabela y a Milenka claro
- YAAAA… a ver
cállate – dijo Uther – espéranos en la puerta de la iglesia más
bien… ¿si? – agrego enojado
- ¿Por qué? ¡Que pasa!
- ¡Oye! no me
jodas – respondió Uther – ¿QUE HORA CREES QUE ES?, ES LA UNA DE LA
TARDE… estoy cargado de tu mochila y tu maletín que huele a puchi y tu pelota,
además que tengo que llevar a rastras a Lothar y las maquetas
- Pero deberías dejar que se vaya y mandarle las maquetas a él
- Si ¿no ve? Que
fácil para que llegue a la casa solito y le cuente al papá – le
dijo – que
te saltaste la clase y que lo amenazaste y que le chuñaste (robaste) la
patineta y por tu culpa estamos llegando tarde, con el BUEEEEN HUMOR QUE TIENE
AHORA MISMO EL ETHANCITO – tuvo la desfachatez de decir estando ahí
su padre que lo miraba del retrovisor enojado
- Ahhh…. Peroooo
– exclamo despectivamente ante esa afirmación – cuando no él,
siempre está enojado como gato estreñido; así que flaco no hay drama, apuesto a
que a estas horas – dijo todo entusiasmado y Ethan casi se saca un
huevo, OTRA VEZ LAS APUESTAS, ¿acaso no había algo que no apostara? – estará
concentrado bordando su nombre en el quirófano: MADE IN ETHAN VAN LAUDER SU
DOCTOR CORAZÓN – si Ethan lo hubiera visto, hubiera visto decir
aquello con la mano en el aire como una propaganda – seguro con algún nuevo punto inventado
por él, el pata de gallo que borda Anabela en su labor del cole – y
se despanzo riendo descaradamente
- No lo creo – dijo
Uther no queriendo seguirle la corriente que ambos solían imitar el enojo de su
padre como si fuera broma – debe estar más bien preocupado por Nathan
- Ves viejo,
mejor todavía, porque así ya verás que pasara de nosotros– agrego
y Ethan hizo una mueca de disgusto con la boca, al parecer tenían la idea
equivocada que ahora Nathan consumía todo su tiempo y pasaría de ellos, nada
más errado –
te doy mi cabeza que esta ruega que te ruega a ese tonto
- Puede ser
- No es “puede
ser”, es que es, yo lo mando a freír monos, ¡es más! siendo yo le doy una
paliza por idiota – agrego suspirando – pero que se
le va a hacer, el Tanito será muy, muy en el hospital, pero lo que no sabe
flaco, es que NO SE RUEGA A SANTO QUE NO HACE MILAGRO peor cuando ese michi
santo se cree La verga de Adán – protestaba, había visto a Mikel y
Ethan andar como fantasmas y ni que se diga de Miranda
- Ni idea – respondió
Uther clavando su mirada a la de su padre – pero mejor nos
apuramos tenemos que aprovechar que está en el hospital
- O ESTA EN LA
CASA YA PREGUNTANDO POR NOSOTROS, PERO SI ESO PASA MATÍAS CAGA BATERIAS LE VOY
A CONTAR QUE ME AMENAZASTE PARA LLEVARTE A MI CHICA AL PARQUE SIN MI PERMISO – grito
Lothar
- YAAAA… ya, quejica mariquita maricón con huevitos de cartón y encima cagón
- MIERDA AHORA
VAS A VER – grito Lothar fosforito y Ethan le arrebato el
teléfono apagándolo, aquello estaba de buen tamaño
- SI HIJO… EN CASA VAMOS A VER….
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