domingo, 17 de abril de 2022

Los Th: Cap. 55; Autora Marambra

  Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 de Abril del 2022.
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Capítulo 55

Pronóstico del tiempo: Se Avecina tormenta

Autora: Marambra

 

 

  • !Sube a la movilidad Nathan!... deja de portarte así

 

Le hablo Ethan apretando el paso tras suyo, la lluvia menudeaba a todo lado con el viento a favor norte soplando del sur fatigando con su aire gélido, el agua como nunca temblaba por lo fría que estaba, el olor a tierra mojada y hierba brotada a esas horas… 5 de la mañana y el día despuntaba interrumpido con el ir y venir de las escasas movilidades que iban o retornaban en las calles con apenas gente que se daba la vuelta para mirar la traza del jovenzuelo que caminaba no solo con la cara mojada sin saber que parte de esa humedad era producto del llanto y no solo de la lluvia que lo bañaba, “un hombre no debe llorar” decía mientras se pasaba los dedos por los ojos cargado de rabia y tras suyo una versión más madura con la tensión cortando los músculos de la cara y de los hombros… verlos era un espectáculo, similares facciones reflejaban lo mismo: disconformidad; ambos con el rictus en la boca y la preocupación en el semblante trotaban en la misma dirección a unos pasos de distancia el uno del otro, el  más joven con la rabia en la mirada y el mayor con el dolor en los ojos y la impaciencia.

Nathan miraba a un lado y a otro pero nunca atrás porque adivinaba los pasos de su padre persiguiéndolo a cortísima distancia, correr no era opción, no con los calzados que llevaba y menos con ese temporal que no te dejaba ver más allá de las narices pues el viento arreaba el agua como un sopapo en la cara y dolía la piel y así con apenas la delgada camisa color turquesa que resaltaba sus finas facciones y estaba pegada a la piel como pintada, lo mismo que el pantalón ese que vestía de cuero negro que chorreaba y que ahora empezaba a molestar las flexuras por la humedad de las costuras y las botas texanas con punta de hierro mojadas que resonaban con el taconeo en las veredas… caminaba sin rumbo fijo; la cosa era alejarse de la gran mentira que había sido hasta ese momento su vida, sabía que Mikel saldría tras suyo, sin embargo quien corría mordiéndole los pasos era Ethan, quien no había dudado en hacerlo apenas cruzo el umbral de la comisaría y tras entregarle las llaves a su padre emprendió carrera tras suyo y ahora los tenía a ambos pisándole los talones, Ethan lo seguía a pie y Mikel en la movilidad incluso saltándose señalizaciones o yendo en contra ruta, total a esa hora no había mucho tráfico ni guardias de tránsito y si lo hubieran no le importaba saltarse las normas peatonales con tal de conseguir que Nathan entre a la movilidad y fue en una esquina cualquiera cuando un trueno trono en el cielo blanqueando las calles que se detuvo por instinto y Ethan lo atrapo del cuello cansado de gritar tras suyo que se detenga, que pare, que suba a la movilidad, que regrese a casa con ellos….

 

  • Sube a la movilidad Nathan – hablo firme sin gritar casi cerca de su oído – no lo voy a repetir más ¿me estás oyendo? – sentencio y Nathan se giró en redondo sobre sus tacos, y soltó aquel puñetazo que de no ser por los rápidos reflejos de Ethan se calcaba en toda la cara y quizás le volara incluso algunos dientes, pero lo único que consiguió fue que Ethan atrape su puño en el aire y jalándolo hacia adelante para frenar su huida enfadado agrego – sube inmediatamente al auto Nathan – y frunciendo el ceño quiso dejar zanjando el tema apretando el apresado puñete que luchaba por liberarse
  • NOOO – un no, totalmente infantil escapo de su boca, no era un ¡no! adulto, seguro, serio, era un no de capricho porque sus actos en si eran eso solamente, una rebeldía ahora sin sentido que lo único que hacía era empañar la edad, el grado de madures y el estatus de adulto que tenía y él lo sabía – SUÉLTAME – ordeno
  • NO – contesto a su vez – Sube de una vez Nathan – ordeno de nuevo Ethan sin alzar la voz, pero sin soltar aún el puñete detenido en el aire que luchaba por volver a estrellarse a la cara de su padre, es más la otra mano se abalanzo con igual propósito y con igual destreza fue atrapada con la mano libre y así firmemente agarrado lo empezó a jalar hacia la movilidad, Mikel había estacionado justo a dos metros de ellos y abrió la puerta para que entrasen, el cielo se caía cántaros y ambos chorreaban agua – Nathan última advertencia – agrego ante la resistencia que su hijo ofrecía; prácticamente al jalarlo el otro patinaba en la loza y ambos podían perder el equilibrio en plena vía pública, estas alturas Ethan estaba a un suspiro de perder la paciencia, el sueño lo vencía, y el dolor en el cuerpo empezaba a pasar factura, pero aún tenía la fuerza suficiente y la voluntad férrea para someter a Nathan si se salía un poquito de línea
  • HE DICHO QUE NOOO – repitió Nathan con un eco trastornado por la frustración, la misma que sentía Ethan y que fue el gatillo de lo que vino después, lo agarró del cuello de la camisa y a punta de nalgada lo metió al auto a vista y paciencia de la gente que en ese momento hizo parar el primer bus que hacía por esa zona su recorrido, se acabaron las consideraciones
  • HE DICHO PLAF A LA PLAF MOVILIDAD PLAF Y NO PLAF SE HABLE MÁS PLAF –  y Nathan quiso soltarse pero un algo en la voz y en la mirada de su padre biológico lo freno de golpe, era el aire autoritario que lo envolvía, ese que dice estas aun pelín de que te de una paliza, y fue el instinto de conservación y fue el cansancio, el hambre, la sed, el frio, el dolor pero sobre todo la vergüenza que lo impulsaron a apurar el paso y subir a la movilidad sin decir una sola palabra más… bien decía para adentro: perdí la batalla pero no la guerra….

 

Y se sumió a un conflicto bélico que le duro 24 horas y concluyo como es costumbre con una acalorada negociación tipo, en tiempo de guerra y con efectos colaterales; apenas subió a la movilidad se cruzó de brazos disconforme con el trato recibido y para colmo de males su padre lo empujó hacia el otro lado colocándole el cinturón de seguridad y apretando el botón que bloqueaba la puerta como cuando era un crío y se sentó con él en la parte trasera de la movilidad sin opción a decir ni pio, Nathan pego la cara al cristal de la movilidad empañando con su aliento el vidrio aquel y como un crío enfadado, enojado de ser tratado tan indignantemente, denigrado relegado a calidad de mocoso se dedicó a dibujar tonterías sobre el cristal, mientras furtivamente Mikel estudiaba sus enojadas formas a través del retrovisor y Ethan no retiro la vista de su rostro como si al hacerlo Nathan desaparecería de su campo visual y éste de tanto ser observado reclamo agresivo, todo él era una agresividad incalculable.

 

  • ¡QUEEEE!, ¡que me miras tanto! – reclamo elevando las manos con la palma arriba – ya estoy aquí sentado, ¿qué diablos más quieres?, ¡DEJA DE MIRARME! – desvió la mirada – me pones nervioso y no me gusta – agrego
  • Tranquilízate Nathan – respiro hondamente Ethan para infundirse ánimos dándose cuenta recién que desde que entrara al auto no le había quitado la vista de encima – sé que todos estamos fastidiados y cansados, así que mejor vas bajando los humos hijo, que cuando todos hayamos descansado conversaremos como es debido, ¿bueno? – agrego cogiéndole el mentón, fue un acto totalmente natural como solía hacerlo antaño cuando Mikel lo castigaba o estaba enojado de algo y él entraba en las negociaciones diplomáticas, con una única diferencia: que tuvo la total libertad de decirle hijo como si se tratara de Uther o Lothar o Matías
  • NO SOY TU HIJO – se enfurruñó, soltando el mentón, Ethan solo resoplo, tocaría mucho trecho cuesta arriba al parecer pensó
  • Entonces baja los humos HERMANO, esta mejor ¿así? – y lo zarandeo del brazo

 

Milagrosamente como por arte de magia Nathan se quedó quieto con el reclamo y el insulto en la boca, no podía negar que fue criado como si fuera su hermano, y el oír la mención que hizo Ethan lo descoloco, tras aquello Tano se dio la vuelta para mirar al otro lado de la calle sin ver nada tampoco por la tremenda ventisca que llevaba el agua de una lado a otro, sumido en sus propios fantasmas, frunciendo el ceño al ver el negro nubarrón que cubría la ciudad, era imperioso llegar a casa, a veces los árboles eran arrancados de cuajo con un viento como aquel y nada mejor que el resguardo del hogar, y después de unos 10 minutos justamente estaban ya en casa; y Nathan apenas estaciono la movilidad salió corriendo y por puro instinto abrió el portón y pego pies en polvorosa hacia adentro, Miranda que se había desvelado también estaba pegada al cristal del corredor esperando que la puerta aquella se abra y cuando sus ojos acariciaron la mojada piel de su Nathan su corazón se aceleró al punto del colapso, y él se la quedó mirando tras el vidrio sin animarse a pasar pero cuando oyó los pasos de su padre y el que ahora descubría como abuelo entro atropelladamente al corredor toscamente.

 

  • Permiso – fue todo lo que dijo y cuando Mikel y Ethan se fijaron en el rostro de Miranda atropelladamente ambos hablaron al mismo tiempo
  • Oyeeee – grito Mikel enfadado por el desplante hecho a Miranda – OYEEE, TE ESTOY HABLANDO NATHAN – empezó a caminar muy decidido a hacerlo volver y saludar como es debido – pero mira no más a este malcriado – clavo su mirada enfadada en el rostro de su esposa, pero Ethan prefirió que los ánimos se aplaquen
  • Déjalo en paz papá – murmuro Tano y saludo a su madre con un beso y un abrazo corto
  • Pero viste lo que hizo, esas no son maneras yo no lo eduque así – lo miro derrotado
  • Lo sé, pero por favor, por ahora déjalo pasar, está mojado, está enojado, está frustrado, déjalo que se calme, ya a la noche cuando todos hayamos descansado prometo que nos sentaremos a hablar y solucionaremos esto ¿sí?
  • Pero que le cuesta saludar a tu madre, ella no le hizo nada – y Nathan que oía desde el pasillo lo que ambos discutían, se sintió traicionado: tu madre la frase se filtró a sus oídos y golpeo su cerebro, Miranda no era su madre, era única y exclusivamente la madre del que creyó su hermano, que mierda, pensó enojado EL NO TENIA MADRE y una rabia inmensa lo invadió pero recordó también muchas cosas bonitas que Miranda hizo y hacía por él, y suavizo sus pensamientos ella no le hizo nada, pero luego una vocecilla rebelde y rencorosa respondió… ¿No hizo nada?, ¿¿seguro???... solo te mintió 19 años como si fuera poco y esto lo hizo reaccionar con violencia y tiro la puerta de su dormitorio con toda su fuerza para que se enteren que los oyó y que él estaba disconforme, y ya no más el grito de Mikel traspaso todo, hasta la calle
  • NATHAAAAAAN – ya subía con el diablo en el cuerpo y Ethan lo retuvo en las escaleras
  • ¡Déjalo papá!
  • ¡No!, esto se tiene que solucionar ahora – estaba decidido a cortar los enojos de Nathan de la peor manera
  • ¡Papá! – lo sujeto con más fuerza – no te lo voy a pedir como favor – dijo con toda la firmeza del mundo – te lo voy a exigir… ¡ahora no!, dentro de dos horas tengo que ir al trabajo – le mostro la hora, 5 y media de la mañana – estoy mojado, estoy agotado, quiero descansar por lo menos 2 horas y apoyo sus manos sobre sus hombros – necesito estar con mis 5 sentidos para atender pacientes, no estoy en quirófano ahora como para poder ceder espacio y retrasar cirugías mientras descanso unos minutos porque me toca consulta, tengo que acudir a la visita, hay junta médica y sabes cómo es eso – lo miro a los ojos muy decidido – por favor, por favor dame una tregua, dame un respiro – movía la cabeza negativamente – no soy pulpo, no puedo dividirme en tantas cosas, esta tarde tengo reunión en el colegio de los chicos, no sé qué hizo Matías, me han llamado a una reunión de última hora y tengo que ir a ver lo de la Universidad de Nathan
  • Eso puedo hacerlo yo y lo sabes – se sorprendió de pronto Mikel de ser relegado de su papel de padre seguramente al de mero abuelo de la noche a la mañana, aun cuando como abuelo tenía la total potestad de colorear los traseros de sus otros nietos, pero Nathan era especial, lo crío como su hijo, era su hijo… y Ethan adivino el gran conflicto de intereses que ahora se presentaba
  • Lo sé, lo sé papá – le sonrió con tristeza – ¿pero viste el documento que firmamos?, debe ir mi firma en cualquier documento relacionado a Nathan por 3 meses, no puedo delegar esas funciones a nadie, aunque lo quisiera – y abrazo a su padre con cariño, consolándolo – no te estoy robando tu lugar papá – agrego


Y luego abrazo a su madre despidiéndose también de ella, necesitaba una hora por lo menos para descansar y cruzo el patio para encaminarse a su piso dejando a sus padres ahí parados mirándolo y fue cuando Mikel respondió en voz baja, como avergonzado.

 

  • No me robas ningún lugar – murmuro al verlo marchar con los hombros caídos en signo no solo de cansancio sino de prematura derrota – yo te lo robe a ti hijo – musito
  • ¡¡Oh Mikel!!, sabes que no es así mi viejo – agrego preocupada al ver la tristeza en el rostro de su consorte
  • Es cierto, yo le robe su paternidad, le robe ese derecho, ese lugar – agrego y con una sonrisa triste abrazo a su mujer y se encamino con ella a su alcoba a descansar dejando al benjamín de la casa por el momento indemne de sus desplantes
  • Le robamos entonces, los dos, no solo tú, yo también – se cerraron la puerta por fin

 

El área que pertenecía a Mikel era un sepulcro de lo silencioso que estaba, el día se encontraba nublado, gris y frio… en esas condiciones todos se quedaron dormidos menos Ethan y los 3 muchachos menores a los que llevo al cole, Nathan por tan favorables condiciones, el cansancio en el cuerpo, el silencio que habitaba la casa, el calor de las colchas, la suavidad de la cama pese a la voz de la rebeldía que gritaba: Vamos Nathan… levántate y escapa, aprovecha que todos están durmiendo, coge tus cosas y huye, contra todo pronóstico se quedó seco, y durmió como un lirón y hubiera estado así por más horas, pues cuando se desvelaba solía quedarse a dormir hasta muy entrada la tarde, pero no aquella tarde; el ruido de los pasos de Lothar buscando a Miranda lo despertó, Ethan había ido al colegio a recogerlos, una reunión extraordinaria suspendió actividades en el hospital hasta nuevo aviso, un paro de 48 horas al parecer que le caían al pelo por el cansancio que llevaba y aprovecho en ir al colegio y adelantar la reunión en el cole o recorrer fecha y ahí se enteró que Matías se saltó los dos últimos periodos y tras la reunión que sostuvo con los maestros entre quejas y más quejas por su carácter volátil y disperso retuvo a los otros dos muchachos que estaban camino a la plaza a esperar a Matías y se sorprendieron de verlo ahí con cara de pocas pulgas y quitándoles la mochilas de Matías, Uther y Lothar más los persuasivos modos de hacerse con la verdad los obligo a decirles donde estaba Matías.

 

  • YYYY, a ¿dónde van ustedes? Se supone que deberían estar en la góndola
  • Papaaa – gritaron ambos y se miraron asustados, no sabían que vendría, no sabían que había concertado reunión con los maestros para ver sus notas, aquello era a traición según ellos que a esas horas esperaban la santa gana de Matías de regresar pues los 3 debían volver juntos y se hicieron dejar con la góndola escolar
  • Buenas tardes jovencitos – los saludo irónico y enojado de la reacción de ambos – ¿dónde está Matías? – pregunto mirando las dos mochilas que cargaba Uther pero ninguno quiso hablar y solo intercambiaron miradas – ¿dónde está su hermano?… ¿dónde está Matías, Uther? Sé que se ha faltado los dos últimos periodos, así que o vas soltando todo aquí y ahora o llegando a casa te doy a ti la paliza que debo darle a él y aparte te castigo un mes por encubrirle – Ethan no estaba para tonterías y con el sueño retrasado era como un alacrán – bien, no vas a decir nada genial, no me sales desde hoy y llegando a casa me dejas la regla sobre tu velador – y surtió efecto porque Ut no estaba de humor para  ser castigado, no ahora cuando tenía una importante cita amorosa con Anabela
  • PAPAAAAAA, NO ES JUUUUUSTO – protesto cuando Ethan le quito las mochilas que Uther cargaba, parecía un ekeko (deidad andina típica de la región aymara de mi país que representa la fortuna) cargado de todo, las dos mochilas, las maquetas de ciencias el balón de futbol suyo y el de básquet de Matías y el bolsón de ropa deportiva que solían cambiarse tras educación física
  • Te hice una simple pregunta – le dijo haciendo un paréntesis levantando la cara – pero como estas empecinado en cubrir a Matías, pues nada ¿no? – y abrió la cajuela para poner “el equipaje de los chicos”
  • ¡¡¡AJJJ!!! – dijo despectivo – Matías está en la plazuela – contesto de mala gana cruzándose de brazos – ¡no es justo que me castigues a mi!
  • ¿Y te parece justo socapar sus faltas? – lo miro de frente levantándolo del mentón, elevando una ceja en una silenciosa interrogante – ¿que está haciendo allá? – y Uther se quedó callado – ¿Utheeeer? – lo miro fijamente y Uther empezó a sudar frio y fue cuando Lothar abrió el pico enfadado
  • Uther y Matías – empezó y Uther le tapó la boca con toda la palma
  • ¡Cállate chismoso! – y Lothar lo mordió – auch PAPA… ME MORDIO  EL ESTÚPIDO DE TU HIIIIJO, ¿NO LE VAS A DECIR NADA? – le dio un codazo en las costillas y Lothar le pateo la espinilla yendo a por todo
  • ¡Suelta Lothar! – agrego Ethan separándolos apenas cerro la cajuela del auto – ¿qué es esto?, ¿QUE LES PASA?, parecen que quieren estar castigados ustedes más en solidaridad a Matías, ¿es eso?... porque yo no tengo ningún problema en que así sea –  amenazo y Lothar se quedo mirando a su padre sopesando sus palabras intercambiando miradas furtivas con Uther, y Ethan apretó un poquito nada más, sabía que Lothar estaba desesperado por contarle – Lothar ¿Que hicieron tus hermanos?
  • Uther y Matías – volvió
  • ¡Lothaaaaar! eso no es de hermano – bufo tirando la puerta del auto
  • TU CHITON – le jalo la patilla, aquello era muy sospechoso
  • AUUUUCH claro tenía que ser, a tu hijito no el dirás nada y le creerás todo antes de preguntarme – reclamo y Ethan lo fulmino con la mirada, que esa cantaleta iba igual cuando se trataba de Matías y viceversa 
  • He dicho chitón – y puso su índice sobre los labios para que se calle y continuo preguntando – Lothar, te hice una pregunta, ¿qué hicieron tus hermanos? – y Lothar se quedó callado sopesando la acusación de Uther y la amenaza de Matías, si, porque fue amenazado por ambos, y clavo su mirada al rostro de Uther buscando respuestas lo que no le gusto para nada a su padre – a mí, mírame a mí que soy yo el que te está hablando, no Uther – declaro, pero Lothar no se animó a decir nada y fue cuando Ethan decidió acelerar sus pensamientos cuando delante de todos los chicos más grandes del bachillerato que salían del cole a esa hora juntos a los profesores le soltó unos cuantos azotes de advertencia en el trasero para soltar la lengua – plaf – sonó el primero apenas lo levanto para colocarlo casi colgando sobre su rodilla al doblar la pierna en la pisadera de la movilidad atrapando su cintura – bien, no quieres hablar… estas castigado por un mes PLAF PLAF PLAF
  • ¡Papaaaa! No es juuuusto ¡SUEEELTA! – metió la mano solamente para ser atrapada por su padre
  • NO, NO voy a soltarte… plaf  plaf, plaf plaf… esto es solo una muestra de lo que ocurre a los que socapan cosas malas PLAF, PLAF PLAF – y clavo la vista a Uther diciendo en silencio, lo mismo te va a pasar a ti por callar
  • AUUUU malvaaaado – se quejó mirando el piso al darse cuenta del centenar de muchachos que pasaron por su lado seguro observando todo y no quería levantar la cara para que nadie lo reconozca en el recreo como el crio al que azotaron en el trasero en plena vía pública, eso era simplemente catastrófico, el fin de su vida social – ahora no te voy a contar nada – amenazo y un nuevo azote fue la respuesta de papa
  • PLAAAAF, no creo que estes en condiciones de amenzarme jovencito – y Lothar empezó a gemir con ese gemido que indica que en cualquier momento suelta el grito a voz en cuello como cuando era más chico y no le compraba el helado que quería y montaba una de circo para vergüenza suya
  • Mfs mfs msfs msf – y Ethan prefirió bajarlo de su rodilla preguntando – ¿dónde está Matías?, no te lo voy a repetir de nuevo Lothar – y Lothar lo tomo como una seria amenaza
  • Yo no hice naaaada – empezó a llorar ya – y me reteeeas a miii y me pegas, NO ES JUUUSTO – lo acuso queriendo soltarse de la humillante situación y Ethan lo abrazo
  • Perdona hijo, no es mi intención yo tampoco quiero castigarte ¿bueno? – y le alzo la cara congestionada de la vergüenza que se debatía entre correr huyendo cobardemente o aguantarse y no decir nada o llorar ya por lo ocurrido – pero quiero saber dónde está tu hermano Lothar, ¿te han amenazado es eso? – y Lothar abrió la boca y los ojos y fue cuando Uther conto la verdad porque si Lothar decía que lo amenazaron de nuevo su culito y el Matías estarían en serios problemas
  • Matías está en la plazuela – apreso la muñeca de su padre para que le preste atención
  • Eso ya lo sé – lo miro enojado – y me doy cuenta que quieres contar todo porque seguro amenazaste de nuevo a Lothar ¿no es cierto? – y miro a Lothar para confirmar aquello
  • NO PAPA; no me han amenazado – agrego Lothar muy seguro – lo que pasa es que ELLOS – los acuso apuntando a Uther – han sacado mi patineta y se han faltado la clase de música para hacer acrobacias y arruinaron mis stikers y no conforma con eso Matías se fue a la plazuela con los chicos de 6 º  y… – y fue cortado por Ethan no quería saber nada más, estaba furioso y los metió al carro y antes de prender la movilidad mirándolos por el retrovisor pregunto a Uther
  • ¿A qué plazuela Uther?
  • A esa nueva que está construyendo la alcaldía para hacer ciclismo y patinaje, cerca del parque de la autonomía, pero ya debe estar de vuelta se supone que debemos regresar juntos – se cruzó de brazos, ¡estúpido! le recomendó tanto que vuelva pronto
  • MIERDA – golpeo el volante Ethan enfadado, eso estaba al otro lado de la ciudad – mierda como si tuviera su tiempo –  y le paso el fono desactivando el número y colocando el altavoz – llámalo y pregunta dónde está Y NI SE TE OCURRA DECIRLE QUE ESTOY AQUÍ ¿ENTENDIDO?
  • YAAA – contesto irritado – … aloooo
  • Hola Tuty ¿no sabes? hice una pirueta, ¡logre sacar la pirueta! – el otro hablaba entusiasmado con la respiración acelerada se notaba que corría y había en el fondo ruido de patines y risas y gritos – el gordo beso mis pies, han comido el polvo de mis zapatos AHHH – exhalo contentísimo
  • QUE BIEN, ASI SE HACE – contesto contento, el gordo ya no lo jorobaría, la apuesta entonces estaba saldada, pero se apuró a preguntar al ver a su padre endiablarse por el espejo – ¡Oye! pero ahora ¿dónde diablos estas?
  • En la plazuelita... en la esquina, la que está aquí atrasito del colegio – si… atrasito, a 6 cuadras
  • Está en la plaza de aquí atrás papá – dijo Lothar en un susurro y Ethan tapando el auricular del móvil ordeno a Uther
  • Dile que te espere
  • Estamos yendo ya – agrego
  • Para que, ya regreso
  • No, ¡espérame ahí!, que estoy a unos pasos, estoy con Lothar además
  • ¿Por qué? Para que has venido con ese cagón
  • OYE QUE NO SOY UN CAGON VOY A SACARTE LA MIERDA COMO KOLINO EN LA CASA – grito Lothar subiéndose encima de Uther queriendo entrarse al teléfono olvidándose de su padre
  • YO VOY A APRETAR TU PANZA ENANO Y VEREMOS QUE SALE – grito Matías al otro lado
  • A VEEEEER – grito Uther, Lothar estaba apretándolo más de la cuenta – NO VAN A HACER NADA, NINGUNO DE LOS DOS, ¡¡VAYA CHE!! – agrego al ver que su padre estacionaba a un lado de la calle y si eso pasaba él estaba frito, su padre lo pondría en la lista negra por culpa de la torpeza de sus hermanos
  • Pero él está amenazando… además ¿porque sabe lo que estoy diciendo? – pregunto Matías desconfiado
  • Apreté la alta voz – contesto Lothar – porque quiero saber si le hiciste algo a mi nena – le respondió mirando a su padre dándose cuenta de sus salidas de tono
  • AHHH – grito Matías – no le hice nada, solo el amor en toda forma, algo que tu cagaleche no sabes… le hice incluso un 69 y un 68 comiendo su biscocho, es más le hice todo el Kama Sutra a tu patineta, tiene mi olor en su lomo, tu sabes chango, estoy practicando para cuando tenga en mis manitos a la Milenka – y Ethan apretó el volante y los dientes, él le haría comer biscocho en casa y Uther se puso rojo, si supiera que solo de eso hablaban en la noche imaginándose ambos haciendo el amor a Anabela y a Milenka claro
  • YAAAA… a ver cállate – dijo Uther – espéranos en la puerta de la iglesia más bien… ¿si? – agrego enojado
  • ¿Por qué? ¡Que pasa!
  • ¡Oye! no me jodas – respondió Uther – ¿QUE HORA CREES QUE ES?, ES LA UNA DE LA TARDE… estoy cargado de tu mochila y tu maletín que huele a puchi y tu pelota, además que tengo que llevar a rastras a Lothar y las maquetas
  • Pero deberías dejar que se vaya y mandarle las maquetas a él
  • Si ¿no ve? Que fácil para que llegue a la casa solito y le cuente al papá – le dijo – que te saltaste la clase y que lo amenazaste y que le chuñaste (robaste) la patineta y por tu culpa estamos llegando tarde, con el BUEEEEN HUMOR QUE TIENE AHORA MISMO EL ETHANCITO – tuvo la desfachatez de decir estando ahí su padre que lo miraba del retrovisor enojado
  • Ahhh…. Peroooo – exclamo despectivamente ante esa afirmación – cuando no él, siempre está enojado como gato estreñido; así que flaco no hay drama, apuesto a que a estas horas – dijo todo entusiasmado y Ethan casi se saca un huevo, OTRA VEZ LAS APUESTAS, ¿acaso no había algo que no apostara? – estará concentrado bordando su nombre en el quirófano: MADE IN ETHAN VAN LAUDER SU DOCTOR CORAZÓN – si Ethan lo hubiera visto, hubiera visto decir aquello con la mano en el aire como una propaganda – seguro con algún nuevo punto inventado por él, el pata de gallo que borda Anabela en su labor del cole – y se despanzo riendo descaradamente
  • No lo creo – dijo Uther no queriendo seguirle la corriente que ambos solían imitar el enojo de su padre como si fuera broma – debe estar más bien preocupado por Nathan
  • Ves viejo, mejor todavía, porque así ya verás que pasara de nosotros– agrego y Ethan hizo una mueca de disgusto con la boca, al parecer tenían la idea equivocada que ahora Nathan consumía todo su tiempo y pasaría de ellos, nada más errado – te doy mi cabeza que esta ruega que te ruega a ese tonto
  • Puede ser
  • No es “puede ser”, es que es, yo lo mando a freír monos, ¡es más! siendo yo le doy una paliza por idiota – agrego suspirando – pero que se le va a hacer, el Tanito será muy, muy en el hospital, pero lo que no sabe flaco, es que NO SE RUEGA A SANTO QUE NO HACE MILAGRO peor cuando ese michi santo se cree La verga de Adán – protestaba, había visto a Mikel y Ethan andar como fantasmas y ni que se diga de Miranda
  • Ni idea – respondió Uther clavando su mirada a la de su padre  pero mejor nos apuramos tenemos que aprovechar que está en el hospital
  • O ESTA EN LA CASA YA PREGUNTANDO POR NOSOTROS, PERO SI ESO PASA MATÍAS CAGA BATERIAS LE VOY A CONTAR QUE ME AMENAZASTE PARA LLEVARTE A MI CHICA AL PARQUE SIN MI PERMISO – grito Lothar
  • YAAAA… ya, quejica mariquita maricón con huevitos de cartón y encima cagón
  • MIERDA AHORA VAS A VER – grito Lothar fosforito y Ethan le arrebato el teléfono apagándolo, aquello estaba de buen tamaño 
  • SI HIJO… EN CASA VAMOS A VER….



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