Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Fue una noche de copas
fue una noche loca, esa es
la historia
Autora: Marambra
Llamar al
guardia custodio que se salió de la sala de emergencias a la puerta tras quitar
las esposas a Nathan para ser atendido no fue buena idea, pues por los gritos
dados, y el escándalo que monto, el inexperto guardia se llevó a Nathan
enmanillado acusado además de disturbio en un centro médico y con toda la sarta
de acusaciones en su contra pues las cosas se pusieron color hormiga, al
parecer era mejor fingir un dolor de cabeza que no existía y quedarse a dormir
en el hospital, la cama era más cómoda que la banca de la comisaria, ¡diablos!
protestaba Nathan; Ethan quiso llevárselo a casa pero en la delegación policial
dejaron clarito que se quedaba encerrado por 24 horas y se abriría expediente
pues según el informe del guardia de turno que lo arresto, él, había atacado o
tenido la intensión de agresión sexual a una vecina de la ciudad, por lo tanto
antes de poder pagar fianza se debería presentar a la oficina un ente judicial
vale decir un abogado para dejar en claro los derechos del arrestado y su
situación legal y judicial, y de garantías sobre el imputado, por tal motivo no
le quedó otra a Ethan que llamar a Mikel, eran las 3 de la mañana y Mikel llamo
a su amigo el Dr. en leyes: Saúl Alpiri
y con él se presentaron en la delegación y tras una larga, larga y minuciosa
investigación Nathan salió de allá directo al matadero, pero en medio del
camino se llevó una buena zurra de su padre nada menos que en la comisaria
- Doctor Alpiri disculpe mire la hora que es, que vergüenza – no
paraba de decir Ethan, mirando su reloj, conocía al abogado desde hace
muchísimos años, en realidad desde que Nathan naciera, fue quien realizo la
adopción legal de Nathan por parte de Mikel y Miranda – sino fuera urgente
- Ethan, no te preocupes, tarde o temprano tenía que suceder, son
cosas que no se pueden tapar con un dedo – puso una mano sobre
su hombro, Mikel le conto en el camino de venida a la comisaria el origen del
problema suscitado a raíz de que Nathan pillara el certificado de nacimiento
original – ahora explícame que sucedió que tu padre
no se entiende
- Vera, Nathan encontró el certificado original hace 3 semanas y
pues se salió de casa e inicialmente estaba viviendo en casa de Ignacio un
compañero suyo, luego pues se fue vivir a casa de una chica de la universidad
de la que solo se el nombre – explico
atropelladamente, al parecer recién cuajaba la idea de que Nathan no estuviera
en calidad de inquilino de aquella muchacha sino de amante – y
hoy me llamo ella sobre la una de la mañana diciéndome que estaba en el
hospital
- Vaya, vaya, así que tu pollito ya tiene plumas y no plumones,
ley de vida hijo, ¡ley de vida!... así no mas es – coloco
una mano sobre su hombro en solidaridad, era duro saber que tus hijos ya no son
niños sino hombres y deciden sobre su vida
– tú hiciste
lo mismo, pero supongo que Nathan es más inteligente y sabe cuidarse – le
guiño un ojo lo que ocasiono que Ethan se sonroje –
bueno y luego que paso
- Me fui al hospital y lo encontré siendo atendido, el caso es que no quiso más la atención del médico de guardia de allá por sugerir que es trabajador sexual, pero creo más bien fue por verme en la sala aquella
- Y es o no es – subían las gradas del
recinto
- ¿Qué cosa?
- ¿Trabajador sexual?
- NOOO, es estudiante de medicina, y la verdad no sé porque mierda lo acusaron de aquello, dicen que ataco a una mujer
- Mmm, eso suena feo, veremos que nos cuenta él
Y
fue así que las cosas se complicaron porque en el careo o diablos se llame el
guardia de seguridad indico que él lo ataco y se dio a la fuga en el momento de
su detención, acusado de acoso sexual a una mujer mayor.
- Repasemos – dijo el abogado tras el
interrogatorio policial en el cual estuvo el presente –
usted dice que una mujer grito que lo atrapen o lo agarren
- No recuerdo, pero la dama se veía afligida, agitada incluso le
faltaba el aire – explico
- Claro que le faltaba el aire, yo estaba huyendo de ella, ¡ella
me ataco!, corría para atraparme… ¿POR QUÉ NO PUEDE ENTENDER ESO? – Nathan
se levantó enojado de la silla esa
- ¡CÁLMESE! le recuerdo que el acusado es usted – grito
el delegado mientras un guardia de seguridad lo hizo sentar de golpe tomándolo
por detrás a nivel de los hombros empujándolo hacia la silla
- ¡Pero no hay derecho! – quiso
librarse del agarre policial, pero se dio cuenta que si forcejeaba no lo
soltarían
- Tranquilo Nathan – intervino
el abogado viendo la cara de Mikel que estaba a un duro de reventar y Ethan iba
por el mismo caño – yo estoy aquí para ayudarte – puso
una mano sobre su hombro, tranquilizándolo – así que,
según usted, el ataco a la señora, ¿lo vio?
- NO – respondió muy seguro el
guardia, la verdad por sobre todo – no vi el
ataque, solo oí los gritos de la mujer, pero era casi obvio que la ataco
- CASI – recalco el abogado – no es lo mismo QUE LO HAYA HECHO, o sea hay una
probabilidad que mi cliente diga la verdad, que ella lo ataco en realidad – se
aseguró de dejar en claro la duda
- Si puede ser… pero el corría semidesnudo con el pantalón abierto
de atrás – y Nathan enrojeció enseguida – cualquiera piensa mal
- En fin, acláranos lo sucedido Nathan, porque corrías semidesnudo
y porque esa señora grito que te atrapen – y no
le quedó más remedio que contar sus peripecias con la doña
- Yo estaba trabajando – respondió
muy digno, orgulloso de valerse solo, y clavo sus preciosos ojos desafiante a
la cara de Mikel que parecía de perro rabioso; y Ethan, Ethan solo resoplo
mordiendo los maxilares con fuerza frustrado, joder pensaba, Nathan lo hacía
solo por fastidiarlos, no tenía necesidad de aquello, sabía que podía disponer del
dinero del banco, ¡que crío el suyo! ¿de dónde salió tan orgulloso?, él no era
así
- ¿A esas horas? – pregunto el delegado
policial
- Usted también está trabajando A ESTAS HORAS – ironizo
y a Ethan le dio ganas de darle un coscorrón, ¿que no podía contestar
simplemente lo que le preguntaban?
- Le recuerdo que las preguntas las hago yo – enfatizo
el delegado golpeteando con el índice en el escritorio –
usted limítese a contestar, aun cuando las preguntas suenen irónicas que no lo
son… esas nimiedades pueden marcar la diferencia entre quedarse encerrado o
salir pagando o no una fianza ¿le quedo claro señor Van Lauder? – elevo
una ceja malévolamente
- Sí Señor, disculpe, es que estoy nervioso – rayos
no debió decir eso, se criticó luego, es que eso de señor Van Lauder iba más
con Mikel
- Y cualquiera muchacho, cualquiera, pero ahora prosiga
- Bueno, le decía…. cumplía con mi trabajo
- ¡Y en que trabaja?
- Soy bailarín exótico – y
Mikel apretó los puños por debajo de la mesa murmurando
- Bailarín exótico, exótico le voy a dar a este mierda, hacerme
pasar semejante vergüenza, ¡Ay! pero cuando le ponga las manos encima se las
pondré enteras a este carajo, a ver si así se entera – encendió
un cigarrillo del puro enojo y eso que él no fumaba
- ¡Cálmate papá!, te están oyendo – murmuro
a su vez Ethan pasándole un chicle
- Me importa un carajo que me oigan…
- ¿Podrían dejar de murmurar? – intervino
el delgado
- Disculpe – agrego Ethan por su padre
que estaba al colmo del infarto
- Como decía – siguió Nathan a la seña dada
por el policía y el abogado – soy bailarín
exótico, hago striptease ha llamado – y desvió la mirada para
ver las reacciones de su padre, pero Ethan estaba como una estatua sin ninguna
emoción en la cara, y Mikel le clavo una mirada totalmente asesina, y Nathan
trago saliva, pero luego se dijo, “¡que
rayos! soy mayor de edad hago lo que me da la gana con mi cuerpo, es mío, de
nadie más… bueno prestadito a Miroslava, pero tras su traición me lo pensaré
mejor” e iba a decir algo el abogado cuando Mikel salto de su silla
queriendo ir a darle una tunda a Nathan
- ¿CÓMO PUEDES LLAMAR A ESA PORQUERÍA TRABAJO? – realmente
estaba furioso el hombre
- Es un trabajo como otro cualquiera – tenía
la necesidad de defender su postura ante su padre sea como sea, demostrar que
se valía solo – no tendré un horario o un lugar fijo
para desempeñarlo, ni marco tarjeta de entrada o salida como Ethan o tú en tus
tiempos pero igual es un trabajo digno de respeto – joder salió
defensor de los derechos sexuales de los sin voz pensó Ethan, mientras Nat con
aquella frase decidió que su padre sepa que era adulto en todo sentido de la
palabra y que podía hacer lo que quisiera con su persona
- POR FAVOR MIKEL – intervino el abogado – deja a Nathan declarar sino nos quedaremos hasta el
amanecer – y Mikel no tuvo otra opción que sentarse jalado por
Ethan para que se calme tomando el agua que le dio el policía, al parecer su
rabia era evidente para todos – continua
Nathan por favor
- Al ser un trabajo libre – no
pudo evitar decir aquello como una estocada –
ella me llamo diciéndome que me pagaría el triple de mis honorarios habituales
por ser una cita concertada a última hora – pronunciado en voz
alta daba asco, se vendió por unos pesos más ¡joder!, su situación económica
realmente daba lástima, y recién se daba cuenta de lo desesperado que estaba
para hacer algo tan bajo por unas monedas – y pues como
yo tengo algunos problemas económicos que estoy en el proceso de resolver – se
apuró a asegurar más para Ethan que para el resto –
pues unos pesos me caían de perlas y accedí a ir incluso peleándome con mi
novia, con la que vivo, así que eso de que no tengo dirección es mentira, vivo
ahora en la Avenida Cañoto # 56 cerca de la Universidad
- Entonces usted conoce a la señora
- Si conozco a la señora, pero de vista, no es un cliente habitual
- ¿Cómo cliente habitual?, entonces si vende favores sexuales – dijo
el delegado
- NOOO; no practico sexo, solo bailo, hago un show, solo que hay
clientes habituales como la discoteca Luna Park que tiene un número de nudismo
los jueves – y el delegado vio la propaganda del show
que encontraron en la mochila de Nathan
- ¿Y ella solicito un show nudista también?
- Teóricamente eso era – agrego
un poco avergonzado, pues contar esas cosas a un grupo de desconocidos era feo – me pido un número simple, nada ostentoso solo acudir
con traje de comando con el pantalón negro y una sudadera camuflada estilo
militar – una fantasía muy común –
dijo que había concertado cita con el resto de los muchachos con los que hago
los números, así que se suponía no estaría solo – ahí se dio
cuenta que era una trampa – pero cuando
llegue no había nadie más que yo, ella converso conmigo en la sala un buen rato
esperando al resto que nunca llego, puso música y dijo que llamaría al resto y
que si quería me vaya alistando – Mikel y Ethan cruzaron sus
miradas con el mismo pensamiento en la cabeza, su hijo era un crédulo total e
inexperto en las argucias femeninas – pero regreso
vestida de cuero con botas largas y un látigo en la mano que hizo chasquear en
el piso – cerro sus ojos recordando el momento de susto que se
llevó con el ruido aquel – y quiso
ponerme un collar de perro, fue entonces que yo le dije que no era ese el
trato, ella se enojó y deje en claro que prefería marcharme y que no necesitaba
pagarme y ella empezó a decir y hacer cosas
- ¿Qué cosas?, ¿qué le dijo?, ¿qué hizo? – preguntaron
el abogado y el delegado
- Prefiero no mencionarlas – pero
la verdad no estaba muy seguro de querer que aquello sepan sus padres Ethan y
Mikel, ¡DIABLOS! Aun cuando su boca negaba fervientemente que esos dos hombres
eran sus padres, su mente mantenía la categoría de Mikel y acepto sin problemas
a Ethan
- NO estás entendiendo Nathan, esta es una declaración jurada,
dependiendo de eso se te abrirá o no un expediente, eres mayor de edad no
cesara en el tiempo y quedaras manchado ¿eso deseas? – inquirió
el abogado
- NOO, ¡claro que no!, yo quiero ir al exterior – se
paró enfadado pero luego se volvió a sentar y respirando hondamente decidió
contar el resto – el
caso es que ella dijo que yo era un esclavo, un perro sarnoso – acuso
indignado – que le debía obediencia y no sé más,
luego me dijo que ella era una… “no sé qué diablos” – entrecomillo
la frase con los dedos – que debía
decirle ama, señora y dueña, yo me reí y le dije que me marchaba, que a mi ese
tipo de juegos no me iba y no estaba en el contrato, pero ella me dio un golpe
con la mano en el trasero y fue cuando me enfade y decidí marcharme, quise
devolverle el dinero y ella me acuso de ofenderla – cerro los ojos teatralmente – entonces le dije que yo era un trabajador serio y que
no quería problemas, rompí el contrato escrito – Mikel rechino
los dientes, ¡contrato escrito!, Ethan movía la cabeza, ¡contrato escrito!,
veremos que escribir en tu trasero acusaban ambas miradas y Nathan desvió la
vista de puro susto, aunque repitiéndose: “no
hay nada que temer changuito, eres mayor de edad” – y le deje el dinero adelantado en la
mesa y fue cuando saco una vara de no sé dónde mierda y me pego un varazo con
aquello rompiéndome la camisa y tironeando de mis pantalones
Y
recordó el desesperante y angustioso momento vivido con la loca esa, que
disfrutaba soltando golpes sobre sus muslos, sus piernas, su trasero,
quitándole los calzados tirándoselos al basurero, y movió la cabeza como
queriendo eliminar el recuerdo de cuando lo empujo y empezó a desvestirlo y el
sujetaba desesperado el cierre del pantalón sintiéndose violado, abusado,
cohibido sin acordarse de que el pantalón tenía velcro a los lados, a él se le
ocurrió ir con la ropa puesta para no tener que estar perdiendo tiempo, a veces
las cosas habían que improvisar, pero la bruja esa jalo en seco los laterales
cuando él en un salto felino logro casi huir y ella lo hizo caer de rodillas al
jalar el pantalón y humillantemente empezó a gatear para escapar con los pies
atrapados y fue cuando ella tiro del slip que también llevaba velcro dejando al
descubierto el trasero con un minúsculo hilo dental negro y le grito: Sí el
niño se porta mal… el niño es azotado y soltó aquel horrible varazo
sobre sus glúteos que le hicieron ver estrellitas de colores y sintió un fuego
horroroso comerle el culo, frunció su nariz, ¡cómo había ardido aquello! y él
aulló como nunca y fue entonces que decidió una medida desesperada, al estar la
puerta con llave se tiro por la ventaba abierta del hall a la calle, pues
estaba en la planta baja y empezó a correr renegando porque se dejó dentro de
la casa su billetera y fue cuando ella salió vestida con un albornoz de dormir
gritando que lo atrapen.
- ¿Y conoce el nombre de la señora? – pregunto
el delegado
- Sí, claro que sí; ella nos hizo el primer contrato para una despedida de soltera para su sobrina, es la señora Pilar Méndez de Taboada
Y
Ethan se atoro, Pilar Méndez de Taboada… ¡no podía ser la misma! ¿O si? y como
si el diablo hiciera Pilar Méndez hizo su triunfal entrada como si lo hiciera a
un teatro, a la premiación de los Oscar, a la entrega del Oso de Plata o lo que
se quiera en premios y no a una comisaría a declarar y cuando clavo sus ojos en
los de Ethan grito alocada y feliz tirándose sobre él.
- DOCTORCIIIITO... !!MI AMOOOOOR!!…
Y el
destilando aliento a vino mareo a Ethan, al parecer fue más que una noche de
copas.
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