Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina
Se apuesta a ganador:
Número incierto
Autora: Marambra
Y en
casa se vio de todo como lo prometió el timbre de su voz y es que Ethan
aparentemente estaba con ganas de soltar una bronca del diablo a quien se cruce
en su camino, y los chicos se dieron cuenta de que papá no estaba para quejas
ni bromas, ni gritos en cuanto les quito el teléfono del mano y los fulmino con
la mirada.
- SI hijo… en casa vamos a ver….
- ¡Papaaaaaa!
AUUUUCHH – grito Lothar al sentir el jalón de la patilla
- NO QUIERO OÍR UNA SOLA PALABRA
- Peroooo
- SILENCIO – freno
de golpe y golpeo el volante sin querer mirar atrás – ME DUELE LA CABEZA, no he descansado
nada – y por fin se giró para mirarlos de frente – y ustedes son una tropa de desconsiderados,
¿hasta cuándo no van a madurar?, no puedo estar todo el día tras de ustedes
mirándoles el poto como cuando eran críos y tenía que cambiarles los pañales – y
los agarro del brazo a ambos con fuerza zarandeándolos para dar énfasis a sus
palabras – o
es que disfrutan haciéndome renegar – y ambos lo miraron asustados
sin contestas –
les hice una pregunta… ¿DISFRUTAN HACIÉNDOME RENEGAR?
- No papa – contestaron
consternados, nunca vieron a su padre en ese estado – ¿de dónde sacas eso? – musito
Uther asombrado y Ethan prefirió no contestar a aquello, al parecer se olvidó
de su confesión
- Bien – decidió
calmarse –
me alegra saberlo porque ya empezaba a tener mis dudas…
Tras
aquello pudo por fin llegar a su destino, una pequeña plazuela a seis cuadras
del colegio pero estaba tan fatigado como si el viaje hubiera sido a
kilómetros, le dolía la cabeza y le pesaban los ojos y la boca del estómago
ardía de la gastritis que se activó en esos días; y por fin llego a la plaza
aquella, y se dio una vuelta entera al rededor observando atento alguna señal
de Matías hasta que lo diviso; ahí estaba el adolescente aquel, todo risa, todo
adrenalina con el pelo despeinado mojado al que sacudía por meterlo al grifo de
la pila, la cara chorreaba no solo agua sino también sudor dejando una huella
negra que manchaba el borde de la camisa escolar y no era el único con aquellas
características, sino todos los muchachos que estaban ahí reunidos con las
patinetas en mano, la ropa desaliñada, algo muy típico en todos eso mocosos que
se dedicaban a ese deporte temerario, pero había un pero enorme… él único que
estaba con ropa escolar y sin casco, sin rodilleras y coderas era Matías, es
más el pantalón llevaba una mancha de tierra en las rodillas y Ethan frunció el
ceño, seguro se cayó de frente, pensó e iba hilando escenarios sobre posibles
peligros que corrió, pero los chicos se impacientaron querían bajar.
- Y ahora ¿qué
haremos papi? – pregunto Uther con el entrecejo fruncido – esperamos
aquí o vamos a llamarlo
- Espera un rato quiero ver qué hace
Y lo
vio… lo vio chocar las manos con el resto de los jovenzuelos esos, subir y
bajar de la patineta, e impulsarse junto a otros dos muchachos a una rampa,
alguien le dio un casco, rodilleras y protección para los codos, Matías se
quitó la camisa dejando pelado el tórax limpiándose un raspón que ya llevaba, y
todos se fijaron en la cicatriz que
tenía, paso su camisa a una chica que luego de besar su herida de guerra
como él la llamaba, decidió ser gastroenteróloga y le dio un beso endoscópico con
lengua y todo y solo se soltaron tras el griterío del resto de mocosas que
hacían barra y por el uniforme era fácil adivinar que también se saltaron las
clases, solo así se desprendió de aquella muchacha y tras limpiarse la babeada
cara que le quedo tras aquel sugerente beso se dirigió a su destino, una pista
especial para hacer acrobacias, se encaramo en la patineta y fue tomando
impulso cada vez más veloz y se tiraron en conjunto de la rampa aquella.
Para
ese momento Ethan con un nudo en la garganta y la bilis en la boca, cerró los
ojos y apuro el paso, Matías perdió el equilibrio y cayó de espaldas menos mal
a un morro de arena sino se rompía la columna pero fricciono en el piso y eso
le dolió hasta el tuétano a Maty y Ethan lo sabía por la cara de sufrimiento
que puso y enojado como estaba apuro sus pasos, ¡ah! pero cuando llegue a casa,
se decía Tano mentalmente, juro que le rompo el poto al mocoso este a reglazo
limpio, y siguió caminando sin levantar la vista del chico esperando que por
arte de magia se levante, pero no lo hizo, Matías quedo ahí inerte y a Ethan se
le helo el alma y respirando hondamente acelero el trote para llegar al lado de
su hijo sobre todo cuando vio a la multitud acercarse entre exclamaciones de
horror, al parecer algo malo, muy malo paso, ¡OH Dios mío! quizás se rompió la
columna en la caída, ya sudaba la gota gruesa del miedo que le comió…
Matías
se quedó sin aire al caer, solo cerró los ojos aguantando como buen machote el
terrible dolor que lo invadía, el sudor perlaba su frente, ¡mierda! pensaba “me
he roto la columna!, y quedo muy quieto porque hasta respirar dolía, y no podía
quejarse a nadie, tenía miedo abrir los ojos, sintiendo que se humedecían de
llanto, ¿dónde estaba Uther que no llegaba?, el sabría que hacer pensaba, hasta
Lothar, y mordía la boca del puro dolor y aun así no se animó por nada del
mundo a moverse, o hablar, apenas respiraba por el dolor en el costado, solo
sentía que la gente iba y venía a su alrededor y los susurros y exclamaciones
de sorpresa y terror lo acoquinaban aún peor, a tal punto que apretó los ojos,
pronto aquella imitación de enjambre ruidoso se silenció y fue roto por nada
menos que LA VOZ DE SU PADRE, ¿de dónde salió? No lo sabía, solo que estaba ahí
con él…. o era el dolor ¿que lo estaba llevando a alucinar?
- PASO, PASO,
DENME PASOOO – grito Ethan haciendo a un lado al gentío
aquel
- ¿Papaaaaa? – inquirió
sin abrir los ojos levantando la mano buscando su contacto con la voz en un
hilo delgado del dolor
- Ya estoy aquí
– le susurro tocándole el cuerpo e instándolo a hacer
movimientos suaves y al darse cuenta que no había lesiones en la columna lo
hizo sentar y finalmente se fijó en el dantesco cuadro de la espalda, su piel
se había pulido y sangraba en napa y estaba llena de arena, aquello dolería un
montón no solo al curar pensó – mira lo que te haces – aseveró a tiempo de
abrazarlo y fue recién que Matías se dio el lujo de llorar sin importarle el
resto, o que las chicas lo vean y murmuren, le dolía un millón la espalda, y le
ardía la piel del costado, acababa de hacerse un peeling a lo bruto con arena
gruesa
- Dueeele, dueeele mucho, dueeele mucho…
Mucho
fue poco, apenas llegaron al hospital y al verlo el médico de emergencias lo
mando a las duchas de pacientes para quitar la arena y le prestaron una bata de
internación porque claro conocían al papá, tras aquello procedieron primero a
sacar radiografías de la columna, el tórax, las caderas y su brazo antes de
curar, encontrando una costilla fisurada menos mal sin desplazamiento, pero
igual dificultaba respirar lo cual fue toda una tortura, luego procedieron con
la curación, el médico tratante incluso no pudo evitar un silbido cuando vio el
estado de la misma, la piel estaba pulida, era realmente como si le hubiesen
practicado una dermo abrasión sin anestesia y en vez de usar químicos
usaron arena gruesa, así que ardía como una quemadura a la cual las
ampollas reventaron y el resto de magulladuras a medida que el cuerpo enfriaba
el dolor era peor, agarrotaba… pero no pudo evitar un grito y llorar de nuevo
cuando aplicaron anestésico en spray antes de desinfectar la herida y estuvo
así quejándose hasta que el medicamento hizo efecto y el ardor aplaco un
poquito más con la crema para quemaduras que colocaron y luego de 2 horas por
fin salía del centro aquel rumbo a casa en completo silencio, todo el camino
Matías se tumbó boca abajo detrás junto a su yunta mientras Lothar enfurruñado
se acomodó al lado de papá, estaba enojado con él; había recogido a Matías pero
no su patineta, pecado mortal.
- Bueno… ya
hemos llegado – dijo Ethan y los muchachos se miraron
entre sí –
vayan a cambiarse y los quiero sentados en el comedor sin PELEAR ¿ESTAMOS? – pregunto
a los chicos, pero nadie se animó a decir nada – les hice una pregunta
- Ya papá, no es
necesario repetir todo, ya sabemos que estás enojado – contesto
Uther bajando de la movilidad y Ethan tragándose la ganas contesto
- Bueno, sino
quieren saber ¡¿cuán enojado estoy?!, les sugiero que obedezcan sin protestar y
sobre la marcha – y agrego recordando que tal vez aun
estén durmiendo sus padres y Nathan – no hagan bulla ¿ya? los abuelos aún deben estar
durmiendo, así que Uther puedes calentar la comida mientras yo voy a cambiarme
- Yaaaa – contestaron
a trío, Matías empezó a bajar dolorido aun pensando que se libró fácilmente de
las consecuencias, pero cayó en su error cuando Ethan le hablo
- ¿Matías? – y
Maty se paró en seco sin girarse – ve a tu habitación, cámbiate la ropa ¿si? y me esperas
ahí, enseguida voy por ti – eso solo significaba líos
- Pero….
- Sin discutir ¿bueno?
Sube directo a tu alcoba y me esperas ahí que tú y yo jovencito, tenemos unos
asuntitos pendientes que quiero dejar en claro antes de que vayamos a almorzar
– que más podía ser, unos buenos palmetazos con el estómago
vacío porque si no, estaría vomitando en su piso y no lo defraudo
- Peroooo – puso
un puchero de lo más cómico, ya no era el machote que hizo comer tierra al
gordo – me
duele mucho la espaaalda – se quejó con la intensión de apiadar a su padre
- Pues qué más
da, piensa que es parte de la evolución del dolor – parafraseo
al médico de guardia que le explico cómo cambiaría el dolor según pasara el
tiempo – que
de tu espalda bajara a tu trasero
- ¡Te estas
burlando de miiii! – se enfurruño cruzándose de
brazos y Ethan simple y llanamente contesto
- Puede ser
- NO SE VALE
- ¡SI se vale! –
le cogió el mentón
– yo no te mande a hacer tonterías con la patineta
de tu hermano, te mande a pasar clases ¿cierto?
- Perooo
- ¡Sin reclamos Matías!
– levanto la voz – SIN RECLAMOS
Y a
Matías no le quedó otra que encaminarse a su alcoba y hacer lo que su padre
indico, se cambió la ropa caminando a duras penas con paso de anciano y lo
espero allá sentado, dolía el costado y ardía la espalda, pero ya no como para
matar como hace rato, y se paró de golpe olvidándose de su lesión cuando oyó
los pasos de Ethan acercarse a su dormitorio, y un nudo se le formo en el
estómago cuando vio a su padre con la regla en la mano.
- Paaaaapiiiiii,
por favoooor – suplico – NO VOY A VOLVER A IR A PATINAAAAR – ya
gritaba
- Me alegra oírlo, pero yo jamás te prohibí ir a patinar Matías, solo que en horas de clases NO
- ES QUE ERA UNA
APUEEEEESTA – joder las apuestas… el crio éste
perfilaba a ludópata, tendría que poner un alto a aquello o llevarlo al
psiquiatra, no había nada que no apostara
- Ni una sola
palabra al respecto Matías – levanto la mano para que no
lo interrumpa, si algo lo desquiciaba eran las tontas apuestas – sabes perfectamente lo que opino de las
apuesta – lo apunto con el índice y el ceño fruncido – así que ni
te quejes, que casi te matas en esa plazuela – dijo a tiempo ya de
sentarse y jalarlo delante suyo y poner la reglita aquella sobre la cama – ¿qué hubiera
pasado si yo no iba al colegio? – le bajo el deportivo a medio muslo
dejándolo solo con la ropa interior y le
levanto el mentón – ¿qué hubiera ocurrido si no me encuentro con tus hermanos y no los
obligo a hablar?...
- Esos chismosos
– se enojó cruzándose de brazos todo digno – SEGURO FUE LOTHAR
– grito enfadado todavía tratando de agarrar las manos de su padre – voy a reventarle
la jeta con mis propias manos – aseguraba y de pronto no más sintió
un ardor en el muslo, papá acababa de darle un palmetazo con toda la mano
abierta
- PLLAAAFFF… SILENCIO, que
aquí el único que va reventar algo soy yo, y te voy a reventar el poto a reglazo
limpio, a ver si así aprendes a obedecer, que tú no sabes hacer caso – a
este punto lo agarro de las muñecas y lo sacudía un poco para que se ubique en
espacio tiempo y persona y se dé cuenta de la magnitud del lio – ¿quién te
hubiera socorrido si algo realmente malo te pasaba?, ¿qué tal si te rompías
algo o el cuello? ¿O la columna?... tu NO MIDES las consecuencias
- PERO NO ME HE
ROTO NAAADA – protestaba
- PLAF… O SEA, HAY QUE
ROMPERSE LA CRESTA PRIMERO – y no dijo nada más, a partir
de ahí se limitó a acomodarlo en su regazo mientras Matías permanecía en
silencio tenso sabía de antemano que su padre tenía toda la razón para estar
enfadado con él –
PLAF PLAF PLAF – cayeron las primeras gotas de la lluvia de azotes
que le daría –
¿mmm? ¿Que hubieras hecho? Ja?... ahora mismo estarías en una sala de quirófano
y quien sabe meses en una cama boca abajo para que no se mueva tu columna y
cicatrices – y Matías recordó al joven que vio en una de las salas
de terapia en una cama especial boca abajo con la cabeza metida a un hueco,
parecía suspendido en el aire y recordó su llanto rogando que lo den la vuelta,
que le dolía la espalda y las enfermeras le curaban las escaras del abdomen – así que Matías no quiero oír una sola queja
al respecto y MENOS QUE LO HICISTE POR UNA APUESTA porque si me meto a ese
juego, TE APUESTO YO… a que no te sientas en un año DE LA PALIZA QUE TE VOY A
DAR – y empezó aquella lluvia de azotes mientras Matías apretaba las
nalgas y trataba de esconder el trasero como mejor podía, Ethan siempre,
siempre se aplicaba con rigor en el trasero de sus vástagos, pero Matías tenía
otro motivo más urgente – plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF
plaf plaf plaf plaf plaf plaf
- Mmmggggffff uf
uf s uf sus aiiiii, auuuu, yaaaa paaa, yaaa auuuu – las
quejas llegaron pronto porque al dolor del trasero se sumó el de su fisura
costal
- Plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PPLAF PLAF
- YAAAAAA
auuuuuu, yaaaa papaaa, no lo voy a volver a hacer – y se
movía lo mejor que podía – auuuu mis costillas – se quejo – deja papaaa,
dejaaa, ya te he diiiiicho, no lo voy a volver a haceeer auuu AYYYY
- Me alegra
oírlo – contesto levantando la maldita regla con la
firme intención de bajarle el bóxer ante la resistencia de Matías, que sin
saber cómo se soltó del agarre de su padre y empezó a huir sujetando su ropa
como si la vida se fuera en ella
- NOOOO PAPA,
NOOO – quitoneaba el cuerpo subiéndose como podía el
deportivo –
NO LO VOY A VOLVER A HACER, VERDADCITA, VERDADCITA QUE NO LO HAAAGO MÁAAS – a
estas alturas su padre lo había vuelto a agarrar y lo reacomodo sobre la cama
tendiendo medio cuerpo en el, atrapando las piernas entre las suyas pero Matías
se defendía ferozmente
- PARA EL
BERRINCHE MATÍAS – y agarro la maldita regla aquella y le
calco tres reglazos con ella ya no mas – CLAP CLAP Que no estás
en condiciones de fastidiar más, te voy a dar con la regla TE GUSTE O NO TE
GUSTE clap clap –
y volvió a sonar el aun vestido trasero y se dispuso ya no más a
bajar la liga del bóxer – A VER SI ASÍ APRENDES clap
clap DE UNA VEZ POR TODAS clap clap QUE ESTOY HASTA LA CORONILLA DE QUE TE FALTES DEL COLEGIO
clap clap
- Auuu auua
PAAAPIIII, AUUU …ERA UNA APUEEEESTAAA, ERA UNA APUESTA PAAAAPI, ERA UNA
APUEEEESTA – y aquello solo lo metió en mayores líos
- QUE APUESTA NI
QUE OCHO CUARTOS – el bóxer escocés paso a mejor vida a la
altura de las rodillas mientras el deportivo colgaba de los tobillos – ¡estoy HARTO
de esta misma cantaleta! CLAP – y fue
al subir la polera que Ethan vio el gran secreto de Matías – pero ¿qué MIERDA TE HAS HECHO MATÍAS? – Ethan
casi colapsa, se había hecho tatuar el nombre de Milenka en el trasero a medio
pintar, era un tatuaje monstruoso y a papá los cables se cruzaron en la cabeza – clap clap CLAP
CLAP clap
- AAAAAUUUU – solo
atino a aullar –
Auuuu auuu auuu – apretaba el trasero y trataba de meter su mano
para defenderse –
yaaa papa, yaaa
- ¡¿Dónde
CARAJOS tienes la cabeza?!…. clap clap CLAP esto es, es …. ES EL COLMO... clap clap CLAP – intercalo
los reglazos entre las nalgas y la unión con los muslos
- BUAAAAAAUUUUUUUUU YAAAAA PA, YAAAA DUEEELE, DUEEEELE AGGGS AGGGGAAAAA –
- ME ALEGRO QUE
DUELA… CLAP – y seguía interrogando – ¿quién te ha
dado permiso para hacerte eso? JA?..... clap
CLAP CLAP – todos esos reglazos cayeron en los muslos
- YAAA, AUUU AUUUU PAPAAA
- ¿Dónde MIERDA te has hecho eso?, QUIERO SABERLO
- YAAAA ME DUEEEELEEE,
- DONDE TE
HICISTE ESOOO clap clap CLAP
- AUUU, AUUU… me
lo me lo me lo hiiiice en el palacio del tatoo en la universidad – contesto
entrecortadamente tratando de respirar; por lo menos lo hizo en un lugar
garantizado pensó Ethan, solo que ahí necesitaban un permiso escrito, de donde
lo habrá sacado él
- clap clap CLAP ¿quién te ha dado permiso a ti?, si para esto se necesita un consentimiento firmado clap clap CLAP
- AUUU, au au au
YA PAPIII DUEEELEEEE basta, basta por favooor – rogo
aplastando la cara al colchón, para este momento no sabía que ardía más, si la
piel abrasada o el trasero castigado y llevo en un intento de protegerse una de
sus manos hacia atrás, mano que su padre atrapo
- ¡Quiero saber,
quién te ha firmado el consentimiento Matías? – apretó
su muñeca para que sepa que no cedería
- No pueeeedo deciiiirloooo papá, no pueeedo buaaaa
- Perfecto Matías, PERFECTO porque ahora yoooo, TE apuesto a que me quedo toda la tarde ¡tatuándote el trasero! – y Tano soltó la regla y empezo a usar su mano sin descanso, si Matías quería callar allá él – plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF – y el ardor se reavivo como si a su herida le hubieran echado alcohol
- Auu au au au au au auauuu – le temblaba el mentón y apretó el trasero con todas sus fuerzas, es que de verdad dolía, y por si fuera poco además estaba cansado
- PLAF – y
ese solitario logro lo que no la regla, es que su padre elevo la rodilla y
suspensio el trasero de Maty y cayo en las flexuras
- YAAA PAAAPAAA
– babeaba – fue Ignaaacio, fue Ignacio – y papá se
detuvo levantándolo de su regazo llevándolo al baño
- Ags ags ags
aaaahhh ahhh – seguía llorando frotándose por fin el
trasero que estaba como un horno de rojo
- ¡Estas
castigado Matías!, DESPÍDETE de todos tus compromisos de aquí a un año – declaro
para consternación del muchacho mientras le limpiaba la nariz con mucha torpeza
y cuando hubo concluido agrego – ahora ¡vaya a almorzar inmediatamente!
- No tengo
haaambre – él nunca tenía hambre, vivía del aire y Ethan
empezaba a pensar si no era anoréxico, porque a diferencia de él Uther y Lothar
no comían… arrasaban con todo
- He dicho
INMEDIATAMENTE Matías NO te lo voy a repetir – y
alzo la regla sin que Maty se dé cuenta cuando se limpiaba la nariz
- Pero no tengo
haaambre – repitió y Ethan no dudo el inclinarlo tras
cogerlo de la cintura y calcarle un señor reglazo – CLAAAP
- AUUU, AUUAAA –
chillo llevándose las manos al trasero, ese había sido el
peor de todos
– ya voooy, ya voy – contesto subiéndose su ropa interior entrando
al baño para lavarse la cara
- ¿Ya estás? – pregunto
Ethan al otro lado del baño
- Siii, ya estoy
– contesto Matías y abrió la puerta saliendo del baño con
la cara congestionada y los bóxers subidos, hipando – nisf nifs nifs
- Bien– le
dijo agarrándolo del mentón – terminando de almorzar te pones en tus deberes Matías,
voy a dormir un rato – y Matías se fijó en las ojeras de su padre y
el rostro cansado – y no quiero bullas de ninguna clase, a las 6 de la
tarde iremos tu y yo a un dermatólogo a ver si se puede borrar el chistecito
ese – sentencio – ¿entendido? – y Maty no dijo nada – ¡¿entendido?!
– lo agarro de los hombros obligándolo a mirarle a la cara
- Siiii nifs
nifs nifs siii, enten…entendido paaa pa, entendiiiido – contesto
entre cortadamente
- Bueno, ve a
vestirte y a comer – y Matías solo asintió con la
cabeza frotándose los muslos sin hacer amago de moverse y fue cuando Ethan
dejando a un lado su mal humor y por fin le regalo un abrazo, se había llevado
una buena paliza
– ¿dónde pones la cabeza hijo?, ¿dónde la pones? – le beso la
frente, había suavizado la voz, pero aún tenía el ceño fruncido, era una
pregunta sin respuesta
- Perdón – murmuro – es queeee,
es queee apossss, apos NIFS NIFS NIFS – hipaba – apostamos con… con Uuuther queee, queee
nooos tatu, tauuu NIFS NIFS NIFS – se limpiaba la nariz con un
pañuelo
- ¿Que se
tatuaban los nombres de sus chicas? ¿Es eso? – le
agarro el mentón para mirarlo – ¿es eso Matías? ¿Una apuesta? – mmm al
parecer tendría que revisar a Uther y esperar que no se le haya ocurrido hacer
una barbaridad como esa
- Siii, era una,
apueeeesta – y escondió su cara en el pecho de Ethan,
quien separándolo un poco de su cuerpo sentencio
- Escúchame bien
Matías, y presta mucha atención ¿bueno? – lo
agarro de los hombros para mirarle a los ojos – NO quiero saber de UNA SOLA apuesta más,
¿entendido?... porque si no, yo APOSTARE que la próxima te doy una soberana
paliza con la cola e´ peji– y apretó los hombros para que sepa que
hablaba totalmente en serio – NO me calientes Maty, ESTOY HARTO de las apuestitas – y
Matías se estremeció, le habían dado con una sola vez y los verdugones le
duraron una semana entera
- Yaaa pa, no
volveré a aapostaaar – contesto asustado
- Mas te vale
Matías, que si entro en el jueguito ese… APOSTARE A GANADOR que no te sientas
en lo que va del año – agrego y Matías abrió los
ojos desorbitadamente, lo que no pasó desapercibido para Ethan, no tenía una
cola e´peji, pero si tenía un pequeño trenzadito que igual hacía arar el
desierto –
ahora vístete y ve a comer, todo Matías… sopa y segundo no quiero pillar tu
plato guardado
- Comeré too
todo, au au au – se quejaba y fue cuando papá lo volvió a
abrazar con fuerza y besando la frente saco un comprimido de su velador y se lo
metió a la boca
- Anda toma esto
– era un analgésico antiinflamatorio, con tanto revuelo se
olvidó que tenía la fisura en la costilla
– te quitara el dolor
- ¿Y si no lo
hace? – pregunto
- Pues me temo
que tendré que pincharte – dijo – a no ser que quieras ya no más que lo
haga, es más rápido de todos modos – agrego
- Nooo, ya se me
pasara – contesto tomando agua para tragar la
pastillita aquella
- Bueno, pero si
no quita me dices – sonrió su padre yendo a la
puerta por fin
Y lo
dejo en la habitación mientras el salía al comedor a ver a los otros dos
muchachos, y al cruzar el umbral se fijo en la ventana de Nathan, las cortinas
estaban abiertas, al parecer ya se despertó; bien, conversaría con él un
momento, quería sugerirle la idea de vivir solo en el condominio hasta que
decida que hacer de cara a futuro, y con el corazón en la mano se dirigió a su
alcoba.
- ¿Nathan?... ¿puedo pasar?, necesito conversar contigo….
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