domingo, 17 de abril de 2022

Los Th: Cap. 56; Autora Marambra

   Los Th, una estirpe donde el amor es la medicina

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 17 de Abril del 2022.
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Capítulo 56

Se apuesta a ganador: Número incierto

Autora: Marambra

 

Y en casa se vio de todo como lo prometió el timbre de su voz y es que Ethan aparentemente estaba con ganas de soltar una bronca del diablo a quien se cruce en su camino, y los chicos se dieron cuenta de que papá no estaba para quejas ni bromas, ni gritos en cuanto les quito el teléfono del mano y los fulmino con la mirada.

 

  • SI hijo… en casa vamos a ver….
  • ¡Papaaaaaa! AUUUUCHH – grito Lothar al sentir el jalón de la patilla
  • NO QUIERO OÍR UNA SOLA PALABRA
  • Peroooo
  • SILENCIO – freno de golpe y golpeo el volante sin querer mirar atrás – ME DUELE LA CABEZA, no he descansado nada – y por fin se giró para mirarlos de frente – y ustedes son una tropa de desconsiderados, ¿hasta cuándo no van a madurar?, no puedo estar todo el día tras de ustedes mirándoles el poto como cuando eran críos y tenía que cambiarles los pañales – y los agarro del brazo a ambos con fuerza zarandeándolos para dar énfasis a sus palabras – o es que disfrutan haciéndome renegar – y ambos lo miraron asustados sin contestas – les hice una pregunta… ¿DISFRUTAN HACIÉNDOME RENEGAR?
  • No papa – contestaron consternados, nunca vieron a su padre en ese estado – ¿de dónde sacas eso? – musito Uther asombrado y Ethan prefirió no contestar a aquello, al parecer se olvidó de su confesión
  • Bien – decidió calmarse – me alegra saberlo porque ya empezaba a tener mis dudas…

 

Tras aquello pudo por fin llegar a su destino, una pequeña plazuela a seis cuadras del colegio pero estaba tan fatigado como si el viaje hubiera sido a kilómetros, le dolía la cabeza y le pesaban los ojos y la boca del estómago ardía de la gastritis que se activó en esos días; y por fin llego a la plaza aquella, y se dio una vuelta entera al rededor observando atento alguna señal de Matías hasta que lo diviso; ahí estaba el adolescente aquel, todo risa, todo adrenalina con el pelo despeinado mojado al que sacudía por meterlo al grifo de la pila, la cara chorreaba no solo agua sino también sudor dejando una huella negra que manchaba el borde de la camisa escolar y no era el único con aquellas características, sino todos los muchachos que estaban ahí reunidos con las patinetas en mano, la ropa desaliñada, algo muy típico en todos eso mocosos que se dedicaban a ese deporte temerario, pero había un pero enorme… él único que estaba con ropa escolar y sin casco, sin rodilleras y coderas era Matías, es más el pantalón llevaba una mancha de tierra en las rodillas y Ethan frunció el ceño, seguro se cayó de frente, pensó e iba hilando escenarios sobre posibles peligros que corrió, pero los chicos se impacientaron querían bajar.

 

  • Y ahora ¿qué haremos papi? – pregunto Uther con el entrecejo fruncido – esperamos aquí o vamos a llamarlo
  • Espera un rato quiero ver qué hace

 

Y lo vio… lo vio chocar las manos con el resto de los jovenzuelos esos, subir y bajar de la patineta, e impulsarse junto a otros dos muchachos a una rampa, alguien le dio un casco, rodilleras y protección para los codos, Matías se quitó la camisa dejando pelado el tórax limpiándose un raspón que ya llevaba, y todos se fijaron en la cicatriz que  tenía, paso su camisa a una chica que luego de besar su herida de guerra como él la llamaba, decidió ser gastroenteróloga y le dio un beso endoscópico con lengua y todo y solo se soltaron tras el griterío del resto de mocosas que hacían barra y por el uniforme era fácil adivinar que también se saltaron las clases, solo así se desprendió de aquella muchacha y tras limpiarse la babeada cara que le quedo tras aquel sugerente beso se dirigió a su destino, una pista especial para hacer acrobacias, se encaramo en la patineta y fue tomando impulso cada vez más veloz y se tiraron en conjunto de la rampa aquella.

Para ese momento Ethan con un nudo en la garganta y la bilis en la boca, cerró los ojos y apuro el paso, Matías perdió el equilibrio y cayó de espaldas menos mal a un morro de arena sino se rompía la columna pero fricciono en el piso y eso le dolió hasta el tuétano a Maty y Ethan lo sabía por la cara de sufrimiento que puso y enojado como estaba apuro sus pasos, ¡ah! pero cuando llegue a casa, se decía Tano mentalmente, juro que le rompo el poto al mocoso este a reglazo limpio, y siguió caminando sin levantar la vista del chico esperando que por arte de magia se levante, pero no lo hizo, Matías quedo ahí inerte y a Ethan se le helo el alma y respirando hondamente acelero el trote para llegar al lado de su hijo sobre todo cuando vio a la multitud acercarse entre exclamaciones de horror, al parecer algo malo, muy malo paso, ¡OH Dios mío! quizás se rompió la columna en la caída, ya sudaba la gota gruesa del miedo que le comió…

Matías se quedó sin aire al caer, solo cerró los ojos aguantando como buen machote el terrible dolor que lo invadía, el sudor perlaba su frente, ¡mierda! pensaba “me he roto la columna!, y quedo muy quieto porque hasta respirar dolía, y no podía quejarse a nadie, tenía miedo abrir los ojos, sintiendo que se humedecían de llanto, ¿dónde estaba Uther que no llegaba?, el sabría que hacer pensaba, hasta Lothar, y mordía la boca del puro dolor y aun así no se animó por nada del mundo a moverse, o hablar, apenas respiraba por el dolor en el costado, solo sentía que la gente iba y venía a su alrededor y los susurros y exclamaciones de sorpresa y terror lo acoquinaban aún peor, a tal punto que apretó los ojos, pronto aquella imitación de enjambre ruidoso se silenció y fue roto por nada menos que LA VOZ DE SU PADRE, ¿de dónde salió? No lo sabía, solo que estaba ahí con él…. o era el dolor ¿que lo estaba llevando a alucinar?

 

  • PASO, PASO, DENME PASOOO – grito Ethan haciendo a un lado al gentío aquel
  • ¿Papaaaaa? – inquirió sin abrir los ojos levantando la mano buscando su contacto con la voz en un hilo delgado del dolor
  • Ya estoy aquí – le susurro tocándole el cuerpo e instándolo a hacer movimientos suaves y al darse cuenta que no había lesiones en la columna lo hizo sentar y finalmente se fijó en el dantesco cuadro de la espalda, su piel se había pulido y sangraba en napa y estaba llena de arena, aquello dolería un montón no solo al curar pensó – mira lo que te haces – aseveró a tiempo de abrazarlo y fue recién que Matías se dio el lujo de llorar sin importarle el resto, o que las chicas lo vean y murmuren, le dolía un millón la espalda, y le ardía la piel del costado, acababa de hacerse un peeling a lo bruto con arena gruesa
  • Dueeele, dueeele mucho, dueeele mucho…

 

Mucho fue poco, apenas llegaron al hospital y al verlo el médico de emergencias lo mando a las duchas de pacientes para quitar la arena y le prestaron una bata de internación porque claro conocían al papá, tras aquello procedieron primero a sacar radiografías de la columna, el tórax, las caderas y su brazo antes de curar, encontrando una costilla fisurada menos mal sin desplazamiento, pero igual dificultaba respirar lo cual fue toda una tortura, luego procedieron con la curación, el médico tratante incluso no pudo evitar un silbido cuando vio el estado de la misma, la piel estaba pulida, era realmente como si le hubiesen practicado una dermo abrasión sin anestesia y en vez de usar químicos usaron  arena gruesa, así que ardía como una quemadura a la cual las ampollas reventaron y el resto de magulladuras a medida que el cuerpo enfriaba el dolor era peor, agarrotaba… pero no pudo evitar un grito y llorar de nuevo cuando aplicaron anestésico en spray antes de desinfectar la herida y estuvo así quejándose hasta que el medicamento hizo efecto y el ardor aplaco un poquito más con la crema para quemaduras que colocaron y luego de 2 horas por fin salía del centro aquel rumbo a casa en completo silencio, todo el camino Matías se tumbó boca abajo detrás junto a su yunta mientras Lothar enfurruñado se acomodó al lado de papá, estaba enojado con él; había recogido a Matías pero no su patineta, pecado mortal.

 

  • Bueno… ya hemos llegado – dijo Ethan y los muchachos se miraron entre sí – vayan a cambiarse y los quiero sentados en el comedor sin PELEAR ¿ESTAMOS? – pregunto a los chicos, pero nadie se animó a decir nada – les hice una pregunta
  • Ya papá, no es necesario repetir todo, ya sabemos que estás enojado – contesto Uther bajando de la movilidad y Ethan tragándose la ganas contesto
  • Bueno, sino quieren saber ¡¿cuán enojado estoy?!, les sugiero que obedezcan sin protestar y sobre la marcha – y agrego recordando que tal vez aun estén durmiendo sus padres y Nathan – no hagan bulla ¿ya? los abuelos aún deben estar durmiendo, así que Uther puedes calentar la comida mientras yo voy a cambiarme
  • Yaaaa – contestaron a trío, Matías empezó a bajar dolorido aun pensando que se libró fácilmente de las consecuencias, pero cayó en su error cuando Ethan le hablo
  • ¿Matías? – y Maty se paró en seco sin girarse – ve a tu habitación, cámbiate la ropa ¿si? y me esperas ahí, enseguida voy por ti – eso solo significaba líos
  • Pero….
  • Sin discutir ¿bueno? Sube directo a tu alcoba y me esperas ahí que tú y yo jovencito, tenemos unos asuntitos pendientes que quiero dejar en claro antes de que vayamos a almorzar – que más podía ser, unos buenos palmetazos con el estómago vacío porque si no, estaría vomitando en su piso y no lo defraudo
  • Peroooo – puso un puchero de lo más cómico, ya no era el machote que hizo comer tierra al gordo – me duele mucho la espaaalda – se quejó con la intensión de apiadar a su padre
  • Pues qué más da, piensa que es parte de la evolución del dolor – parafraseo al médico de guardia que le explico cómo cambiaría el dolor según pasara el tiempo – que de tu espalda bajara a tu trasero
  • ¡Te estas burlando de miiii! – se enfurruño cruzándose de brazos y Ethan simple y llanamente contesto
  • Puede ser
  • NO SE VALE
  • ¡SI se vale! – le cogió el mentón – yo no te mande a hacer tonterías con la patineta de tu hermano, te mande a pasar clases ¿cierto?
  • Perooo
  • ¡Sin reclamos Matías! – levanto la voz – SIN RECLAMOS

 

Y a Matías no le quedó otra que encaminarse a su alcoba y hacer lo que su padre indico, se cambió la ropa caminando a duras penas con paso de anciano y lo espero allá sentado, dolía el costado y ardía la espalda, pero ya no como para matar como hace rato, y se paró de golpe olvidándose de su lesión cuando oyó los pasos de Ethan acercarse a su dormitorio, y un nudo se le formo en el estómago cuando vio a su padre con la regla en la mano.

 

  • Paaaaapiiiiii, por favoooor – suplico – NO VOY A VOLVER A IR A PATINAAAAR – ya gritaba
  • Me alegra oírlo, pero yo jamás te prohibí ir a patinar Matías, solo que en horas de clases NO
  • ES QUE ERA UNA APUEEEEESTA – joder las apuestas… el crio éste perfilaba a ludópata, tendría que poner un alto a aquello o llevarlo al psiquiatra, no había nada que no apostara
  • Ni una sola palabra al respecto Matías – levanto la mano para que no lo interrumpa, si algo lo desquiciaba eran las tontas apuestas  sabes perfectamente lo que opino de las apuesta – lo apunto con el índice y el ceño fruncido – así que ni te quejes, que casi te matas en esa plazuela – dijo a tiempo ya de sentarse y jalarlo delante suyo y poner la reglita aquella sobre la cama – ¿qué hubiera pasado si yo no iba al colegio? – le bajo el deportivo a medio muslo dejándolo  solo con la ropa interior y le levanto el mentón – ¿qué hubiera ocurrido si no me encuentro con tus hermanos y no los obligo a hablar?...
  • Esos chismosos – se enojó cruzándose de brazos todo digno – SEGURO FUE LOTHAR – grito enfadado todavía tratando de agarrar las manos de su padre – voy a reventarle la jeta con mis propias manos – aseguraba y de pronto no más sintió un ardor en el muslo, papá acababa de darle un palmetazo con toda la mano abierta
  • PLLAAAFFF… SILENCIO, que aquí el único que va reventar algo soy yo, y te voy a reventar el poto a reglazo limpio, a ver si así aprendes a obedecer, que tú no sabes hacer caso – a este punto lo agarro de las muñecas y lo sacudía un poco para que se ubique en espacio tiempo y persona y se dé cuenta de la magnitud del lio – ¿quién te hubiera socorrido si algo realmente malo te pasaba?, ¿qué tal si te rompías algo o el cuello? ¿O la columna?... tu NO MIDES las consecuencias
  • PERO NO ME HE ROTO NAAADA – protestaba
  • PLAF… O SEA, HAY QUE ROMPERSE LA CRESTA PRIMERO – y no dijo nada más, a partir de ahí se limitó a acomodarlo en su regazo mientras Matías permanecía en silencio tenso sabía de antemano que su padre tenía toda la razón para estar enfadado con él – PLAF PLAF PLAF – cayeron las primeras gotas de la lluvia de azotes que le daría – ¿mmm? ¿Que hubieras hecho? Ja?... ahora mismo estarías en una sala de quirófano y quien sabe meses en una cama boca abajo para que no se mueva tu columna y cicatrices – y Matías recordó al joven que vio en una de las salas de terapia en una cama especial boca abajo con la cabeza metida a un hueco, parecía suspendido en el aire y recordó su llanto rogando que lo den la vuelta, que le dolía la espalda y las enfermeras le curaban las escaras del abdomen   así que Matías no quiero oír una sola queja al respecto y MENOS QUE LO HICISTE POR UNA APUESTA porque si me meto a ese juego, TE APUESTO YO… a que no te sientas en un año DE LA PALIZA QUE TE VOY A DAR – y empezó aquella lluvia de azotes mientras Matías apretaba las nalgas y trataba de esconder el trasero como mejor podía, Ethan siempre, siempre se aplicaba con rigor en el trasero de sus vástagos, pero Matías tenía otro motivo más urgente – plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf plaf plaf
  • Mmmggggffff uf uf s uf sus aiiiii, auuuu, yaaaa paaa, yaaa auuuu – las quejas llegaron pronto porque al dolor del trasero se sumó el de su fisura costal
  • Plaf plaf PLAF PLAF PLAF PLAF PLAF plaf plaf plaf plaf plaf PLAF PLAF PPLAF PLAF
  • YAAAAAA auuuuuu, yaaaa papaaa, no lo voy a volver a hacer – y se movía lo mejor que podía – auuuu mis costillas – se quejo – deja papaaa, dejaaa, ya te he diiiiicho, no lo voy a volver a haceeer auuu AYYYY
  • Me alegra oírlo – contesto levantando la maldita regla con la firme intención de bajarle el bóxer ante la resistencia de Matías, que sin saber cómo se soltó del agarre de su padre y empezó a huir sujetando su ropa como si la vida se fuera en ella
  • NOOOO PAPA, NOOO – quitoneaba el cuerpo subiéndose como podía el deportivo – NO LO VOY A VOLVER A HACER, VERDADCITA, VERDADCITA QUE NO LO HAAAGO MÁAAS – a estas alturas su padre lo había vuelto a agarrar y lo reacomodo sobre la cama tendiendo medio cuerpo en el, atrapando las piernas entre las suyas pero Matías se defendía ferozmente
  • PARA EL BERRINCHE MATÍAS – y agarro la maldita regla aquella y le calco tres reglazos con ella ya no mas – CLAP CLAP Que no estás en condiciones de fastidiar más, te voy a dar con la regla TE GUSTE O NO TE GUSTE clap clap – y volvió a sonar el aun vestido trasero y se dispuso ya no más a bajar la liga del bóxer – A VER SI ASÍ APRENDES clap clap DE UNA VEZ POR TODAS clap clap  QUE ESTOY HASTA LA CORONILLA DE QUE TE FALTES DEL COLEGIO clap clap
  • Auuu auua PAAAPIIII, AUUU …ERA UNA APUEEEESTAAA, ERA UNA APUESTA PAAAAPI, ERA UNA APUEEEESTA – y aquello solo lo metió en mayores líos
  • QUE APUESTA NI QUE OCHO CUARTOS – el bóxer escocés paso a mejor vida a la altura de las rodillas mientras el deportivo colgaba de los tobillos – ¡estoy HARTO de esta misma cantaleta! CLAP – y fue al subir la polera que Ethan vio el gran secreto de Matías – pero ¿qué MIERDA TE HAS HECHO MATÍAS? – Ethan casi colapsa, se había hecho tatuar el nombre de Milenka en el trasero a medio pintar, era un tatuaje monstruoso y a papá los cables se cruzaron en la cabeza – clap clap CLAP CLAP clap
  • AAAAAUUUU – solo atino a aullar – Auuuu auuu auuu – apretaba el trasero y trataba de meter su mano para defenderse – yaaa papa, yaaa
  • ¡¿Dónde CARAJOS tienes la cabeza?!…. clap clap CLAP esto es, es …. ES EL COLMO... clap clap CLAP – intercalo los reglazos entre las nalgas y la unión con los muslos
  • BUAAAAAAUUUUUUUUU YAAAAA PA, YAAAA DUEEELE, DUEEEELE AGGGS AGGGGAAAAA –
  • ME ALEGRO QUE DUELA… CLAP – y seguía interrogando – ¿quién te ha dado permiso para hacerte eso? JA?..... clap CLAP CLAP – todos esos reglazos cayeron en los muslos
  • YAAA, AUUU AUUUU PAPAAA
  • ¿Dónde MIERDA te has hecho eso?, QUIERO SABERLO
  • YAAAA ME DUEEEELEEE,
  • DONDE TE HICISTE ESOOO clap clap CLAP
  • AUUU, AUUU… me lo me lo me lo hiiiice en el palacio del tatoo en la universidad – contesto entrecortadamente tratando de respirar; por lo menos lo hizo en un lugar garantizado pensó Ethan, solo que ahí necesitaban un permiso escrito, de donde lo habrá sacado él
  • clap clap CLAP ¿quién te ha dado permiso a ti?, si para esto se necesita un consentimiento firmado clap clap CLAP
  • AUUU, au au au YA PAPIII DUEEELEEEE basta, basta por favooor – rogo aplastando la cara al colchón, para este momento no sabía que ardía más, si la piel abrasada o el trasero castigado y llevo en un intento de protegerse una de sus manos hacia atrás, mano que su padre atrapo 
  • ¡Quiero saber, quién te ha firmado el consentimiento Matías? – apretó su muñeca para que sepa que no cedería
  • No pueeeedo deciiiirloooo papá, no pueeedo buaaaa
  • Perfecto Matías, PERFECTO porque ahora yoooo, TE apuesto a que me quedo toda la tarde ¡tatuándote el trasero! – y Tano soltó la regla y empezo a usar su mano sin descanso, si Matías quería callar allá él – plaf plaf plaf PLAF PLAF PLAF – y el ardor se reavivo como si a su herida le hubieran echado alcohol 
  • Auu au au au au au auauuu – le temblaba el mentón y apretó el trasero con todas sus fuerzas, es que de verdad dolía, y por si fuera poco además estaba cansado 
  • PLAF – y ese solitario logro lo que no la regla, es que su padre elevo la rodilla y suspensio el trasero de Maty y cayo en las flexuras
  • YAAA PAAAPAAA – babeaba – fue Ignaaacio, fue Ignacio – y papá se detuvo levantándolo de su regazo llevándolo al baño
  • Ags ags ags aaaahhh ahhh – seguía llorando frotándose por fin el trasero que estaba como un horno de rojo
  • ¡Estas castigado Matías!, DESPÍDETE de todos tus compromisos de aquí a un año – declaro para consternación del muchacho mientras le limpiaba la nariz con mucha torpeza y cuando hubo concluido agrego – ahora ¡vaya a almorzar inmediatamente!
  • No tengo haaambre – él nunca tenía hambre, vivía del aire y Ethan empezaba a pensar si no era anoréxico, porque a diferencia de él Uther y Lothar no comían… arrasaban con todo
  • He dicho INMEDIATAMENTE Matías NO te lo voy a repetir – y alzo la regla sin que Maty se dé cuenta cuando se limpiaba la nariz
  • Pero no tengo haaambre – repitió y Ethan no dudo el inclinarlo tras cogerlo de la cintura y calcarle un señor reglazo CLAAAP
  • AUUU, AUUAAA – chillo llevándose las manos al trasero, ese había sido el peor de todos – ya voooy, ya voy – contesto subiéndose su ropa interior entrando al baño para lavarse la cara
  • ¿Ya estás? – pregunto Ethan al otro lado del baño
  • Siii, ya estoy – contesto Matías y abrió la puerta saliendo del baño con la cara congestionada y los bóxers subidos, hipando – nisf nifs nifs
  • Bien– le dijo agarrándolo del mentón – terminando de almorzar te pones en tus deberes Matías, voy a dormir un rato – y Matías se fijó en las ojeras de su padre y el rostro cansado – y no quiero bullas de ninguna clase, a las 6 de la tarde iremos tu y yo a un dermatólogo a ver si se puede borrar el chistecito ese – sentencio – ¿entendido? – y Maty no dijo nada – ¡¿entendido?! – lo agarro de los hombros obligándolo a mirarle a la cara
  • Siiii nifs nifs nifs siii, enten…entendido paaa pa, entendiiiido – contesto entre cortadamente
  • Bueno, ve a vestirte y a comer – y Matías solo asintió con la cabeza frotándose los muslos sin hacer amago de moverse y fue cuando Ethan dejando a un lado su mal humor y por fin le regalo un abrazo, se había llevado una buena paliza – ¿dónde pones la cabeza hijo?, ¿dónde la pones? – le beso la frente, había suavizado la voz, pero aún tenía el ceño fruncido, era una pregunta sin respuesta
  • Perdón – murmuro – es queeee, es queee apossss, apos NIFS NIFS NIFS – hipaba – apostamos con… con Uuuther queee, queee nooos tatu, tauuu NIFS NIFS NIFS – se limpiaba la nariz con un pañuelo
  • ¿Que se tatuaban los nombres de sus chicas? ¿Es eso? – le agarro el mentón para mirarlo – ¿es eso Matías? ¿Una apuesta? – mmm al parecer tendría que revisar a Uther y esperar que no se le haya ocurrido hacer una barbaridad como esa
  • Siii, era una, apueeeesta – y escondió su cara en el pecho de Ethan, quien separándolo un poco de su cuerpo sentencio
  • Escúchame bien Matías, y presta mucha atención ¿bueno? – lo agarro de los hombros para mirarle a los ojos – NO quiero saber de UNA SOLA apuesta más, ¿entendido?... porque si no, yo APOSTARE que la próxima te doy una soberana paliza con la cola e´ peji– y apretó los hombros para que sepa que hablaba totalmente en serio – NO me calientes Maty, ESTOY HARTO de las apuestitas – y Matías se estremeció, le habían dado con una sola vez y los verdugones le duraron una semana entera
  • Yaaa pa, no volveré a aapostaaar – contesto asustado
  • Mas te vale Matías, que si entro en el jueguito ese… APOSTARE A GANADOR que no te sientas en lo que va del año – agrego y Matías abrió los ojos desorbitadamente, lo que no pasó desapercibido para Ethan, no tenía una cola e´peji, pero si tenía un pequeño trenzadito que igual hacía arar el desierto – ahora vístete y ve a comer, todo Matías… sopa y segundo no quiero pillar tu plato guardado
  • Comeré too todo, au au au – se quejaba y fue cuando papá lo volvió a abrazar con fuerza y besando la frente saco un comprimido de su velador y se lo metió a la boca
  • Anda toma esto – era un analgésico antiinflamatorio, con tanto revuelo se olvidó que tenía la fisura en la costilla – te quitara el dolor
  • ¿Y si no lo hace? – pregunto
  • Pues me temo que tendré que pincharte – dijo – a no ser que quieras ya no más que lo haga, es más rápido de todos modos – agrego
  • Nooo, ya se me pasara – contesto tomando agua para tragar la pastillita aquella
  • Bueno, pero si no quita me dices – sonrió su padre yendo a la puerta por fin

 

Y lo dejo en la habitación mientras el salía al comedor a ver a los otros dos muchachos, y al cruzar el umbral se fijo en la ventana de Nathan, las cortinas estaban abiertas, al parecer ya se despertó; bien, conversaría con él un momento, quería sugerirle la idea de vivir solo en el condominio hasta que decida que hacer de cara a futuro, y con el corazón en la mano se dirigió a su alcoba.

 

  • ¿Nathan?... ¿puedo pasar?, necesito conversar contigo….



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