martes, 19 de abril de 2016

Palabra empeñada: Cap. 14; Autoras Little Hoshi y Marambra

 Palabra empeñada

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Abril del 2016
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Capítulo 14

Coescrita:  Little Hoshi  y  Marambra

 

Bruce se despertó sobre las dos de la mañana. Había dormido de un tirón, pero no estaba acostumbrado a dormir tantas horas, su reloj biológico acababa de alterarse, y como no, hombre acostumbrado a los noctámbulos placeres, aquella noche casi se había acostado a la misma hora que los pequeños.

Bruce miró una vez más el reloj de despertador y decidió que lo mejor sería bajar a la baticueva, ponerse el traje y salir a patrullar, aún era temprano y él estaba bastante lúcido y un poco de movimiento fuera de la casa, seguro lo ayudaría a relajarse… Así mantendría la mente ocupada. Pero Bruce no pudo evitar pensar en Dick ni un instante. Desde que se puso el traje y vio colgado a su lado el traje de Robin hasta su regreso cuando aparcó el batimobil y vio la batimoto de Robin aparcada en la plaza de al lado; Bruce solo tenía en la mente a su hijo y el solucionar sus problemas esa misma mañana.

A su regreso Alfred ya le tenía preparado el desayuno, algo ligero pero rico en proteínas, una corazonada bastante acertada de parte de Alfred que sabía de antemano que Bruce no tendría mucho apetito. Y eso fue bastante notorio, demoró más de la cuenta terminar su desayuno en un intento desesperado por postergar lo inevitable. Y es que aun cuando sentía la necesidad imperiosa de hacer las paces con su hijo mayor, también temía otra explosión como la del día anterior, definitivamente nunca imagino a Dick hacer algo como eso, siempre fue un muchacho dócil y de fácil manejo, pero estaba más que claro que la adolescencia transformaba a los niños

Pero ajeno a esos pensamientos, Dick miraba a Wally dormir a pierna suelta ¿Quién le hubiera dicho 3 años atrás que echaría de menos a aquellos niños ricos y su escuela snob?, no sabía qué hora era, por lo que Dick miró su teléfono, percatándose de un detalle, que en cuanto Bruce se percatarse de su huida empezarían a llover las llamadas y los mensajes de su parte bombardeándolo de preguntas y amenazas, más que seguro. Así que prefirió ponerlo en mudo. Podría haberlo desconectado pero inconscientemente necesitaba saber que Bruce aún lo quería y que aún él le importaba.

Mientras que, en la mansión Alfred le preparó a Bruce una bebida relajante de pepino, valeriana, menta, miel, limón y hielo… un arsenal anti estrés, anti jaqueca, anti enojo y anti todo… Y tras retirar sus cubiertos y platos, carraspeó, para darle la señal que no se hiciera más el remolón. Bruce se bebió de un trago la bebida y no tuvo más remedio ni excusa para atrasar lo inevitable y se encaminó a las escaleras para hablar con su hijo. Se hubiera santiguado si fuera un hombre creyente.

Así fue que Bruce picó a la puerta de Dick, tímidamente, aún era temprano y los dos pequeños seguían durmiendo, se fijó el reloj, eran las 9 de la mañana, buena hora pensó, pero no obtuvo respuesta, esperó un poco más repitiendo la operación, quizás este profundamente dormido, total el estrés puede agotar a la gente peor que hacer ejercicios, pero tampoco ocurrió nada, así que giró la manecilla de la puerta y se sorprendió de encontrarla abierta, esa era una buena señal, al parecer Dick estaba dispuesto sino a hablar por lo menos escuchar, así que entró en el dormitorio de Dick. ¿Quién lo hubiera dicho?... Dick mantenía siempre su habitación limpia y ordenada, como si fuera sacada de una revista de decoración, pero ahí estaba todo por los suelos, algunas figuritas incluso rotas. Dick se había tomado su justicia con todos los muebles de su alcoba. Y aunque el primer impulso de Bruce fue refunfuñar por aquello, respiró hondo y soltó el cuerpo, diciéndose así mismo que no estaba ahí para reñirle por la pataleta, había ido a hablar sobre los errores que ambos habían cometidos y las posibles acciones para enmendarlos. Así que Bruce se sentó al borde de la cama y fue a despertar a su hijo, pero al poner la mano sobre la colcha, se dio de inmediato cuenta, que allí bajo no estaba su hijo sino un montón de cojines.

La primera reacción no fue la de miedo, como habría sido de esperar sino la de rabia. ¿Con que Dick Grayson AFORTUNADAMENTE no era Bruce Wayne? Alfred tendría que comerse esas palabras, justo después de que matara a su primogenito. Bruce salió de la alcoba de Dick como una apisonadora, fue directo a su habitación, tomó el móvil y buscó el teléfono de Dick y lo llamó. Aunque algo le decía que el chico no le contestaría... pero eso no le impediría hacerle saber que estaba furioso con él.

Dick vio como la pantalla de su teléfono se iluminaba de repente y su corazón casi sufre de un infarto ante el dolor experimentado producto del estrés, ahí estaba Bruce, pensó. Bueno ya no hay marcha atrás, era oficial, había huido. Para bien o para mal ahora tendría que apechugar con lo que viniera, en el mejor de los casos vivir por su cuenta uniéndose  al primer circo que lo quisiera. En el peor Bruce lo encontraría, lo llevaría a base de cuerazos a casa y una vez allí lo mataría… a cinturonazo limpio como en los viejos tiempos.

Bruce, lo intentó como unas 10 veces más, le dejó un par de mensajes en el buzón de voz y le mandó un par de whats app nada amistosos…

 

TRAE ESE PEQUEÑO TRASERO TUYO A CASA RICHARD GRAYSON WAYNE… QUE YA ESTAS EN SUFICIENTES PROBLEMAS COMO PARA QUE SUMES LA DESOBEDIENCIA UNA VEZ MAS A TU  LARGA LISTA DE DELITOS

RICHARD GRAYSON WAYNE, CONTESTA EL MALDITO TELÉFONO SINO QUIERES QUE SALGA POR EL ALTAVOZ DEL MISMO Y TE TRAIGA POR LA MISMA VÍA TELEFÓNICA A CASA PARA AJUSTAR CUENTAS CON TU TRASERO

RICHARD GRAYSON WAYNE SI ME VEO OTRA VEZ HABLANDO COMO UN ESTÚPIDO A UN MÁS ESTÚPIDO TELÉFONO…. VAS A ESTAR CONECTADO A TIERRA HASTA QUE EL SOL SE CONGELE

RICHARD GRAYSON WAYNE… SE ACABÓ MI PACIENCIA, VOY A PARTIR LA VARA DE ALFRED EN TU DESOBEDIENTE Y REBELDE TRASERO

RICHARD GRAYSON WAYNE… UNA VEZ MÁS…. TÚ CULO ESTA ¡¡¡BIEN MUERTO!!!

 

Se lo que están pensando, pero ante todo Bruce Wayne antes de ser un héroe era un respetadísimo personaje y antes de eso un hombre pasional, y su enojo no iba a ser expresado precisamente con emoticones de pantalla lleno de florecitas y caritas felices, al contrario de haber esos monitos azotando un culo desnudo, Bruce lo hubiese puesto como una gráfica para su hijo haciendo uso del buen dicho ese que dice: que un dibujo vale más que mil palabras, y este loco teclear y gritar al teléfono, debió de servir al menos para descargar algo su enojo, pero no fue así, por el contrario tuvo el efecto contrario, así que tras el último mensaje/amenaza en el buzón de voz decidió que ya era hora hacer algo más que chillarle a un estúpido teléfono.

Bruce salió de su habitación con el semblante más que tenebroso, decidido a ir a buscar a Richard inmediatamente, pero antes debía ir al despacho por la vara, sí señor, Bruce iba a escarmentar pero bien escarmentado a su hijo. Y Alfred al verlo entrar tan enojado directamente en su despacho y solo además, dejó lo que estaba haciendo y lo siguió para averiguar qué es lo que había pasado, es que al estar en la cocina no oyó a Bruce despotricar en su alcoba gritando como un desquiciado al teléfono, como si éste tuviera la culpa de que Richard huyera.

 

  • Ha huido – fue lo primero que dijo Bruce al notar la presencia de Alfred en la baticueva.
  • ¿Qué? – y Alfred sonó sorprendido, realmente sorprendido, no creyó que Dick tuviera las agallas para desobedecer o mejor dicho huir de Bruce
  • Lo que has oído Alfred. No sé cómo diablos lo ha hecho – dijo hurgando el monitor de la pantalla de seguridad – porque se supone que tenemos un sistema de seguridad infranqueable – decía incrédulo de las supuestas habilidades del crío – si lo diseñé yo mismo… Debió ser después de que nos acostáramos – Dijo revisando los videos de la noche anterior – Me cago en la… Puta madre – murmuró en una especie de gruñido apenas disimulado torciendo la boca – Hackeó el sistema, mira – y puso su palma abierta en la frente como si sujetara su cabeza – hay un bucle de 20 minutos aquí – y tocaba el monitor con el dedo indicándole en la pantalla las imagines tomadas por las cámaras de seguridad del exterior y del interior. Y los datos informáticos descargados en el disco duro del programa de seguridad.
  • Bueno, usted le enseñó a…
  • NO… ¡DE DONDE! – aseguró Bruce cada vez más frustrado – yo no le he enseñado a hacer esto…
  • Pero
  • Que no Alfred, que siempre me encargado yo de estas cosas. Esto lo debe haber aprendido de SUS AMIGUITOS – Bruce volvía a sonar furioso y pegó un golpe con la mano sobre la mesa – Y  ¡TODO POR ESE MALDITO BAILECITO! – y crispó las manos en el aire – Te juro que iba a dejarle ir, iba a pedirle disculpas, como me aconsejaste, pero GRRRR – Volvió a dar otro golpe encima del escritorio
  • ¿Señor ha comprobado ya el rastro del GPS del teléfono del señorito Grayson?
  • Sí, FUE LO PRIMERO QUE HICE. Está en casa de su amiguito Wally, COMO DE COSTUMBRE
  • Bueno al menos no está en Tijuana – dijo el mayordomo con sarcasmo, Bruce le lanzó una mirada a Alfred que lo hubiera fulminado de tener los poderes de Superman, pero el viejo Alfred ni se inmutó ante aquello, desesperando peor a Bruce – ¿Preparo el automóvil para recoger al señorito Grayson?
  • SI – y ese SI, no pudo sonar más tenebroso – Es hora que el papá de Richard le enseñe a su hijo, el no tan niño, una buena lección – dijo rechinando  los dientes mirando fijamente el retrato de Richard que tomó de su escritorio, y esa declaración sonó a una terrible amenaza – Con que ese baile es tan importante como para comportarse como un hooligan – dijo dejando la foto en su lugar y enumerando las tremendas faltas del pobre DIck como si hablara de un delincuente –FALTARME EL RESPETO – dijo, y cualquiera que lo oyera diría que era lo que más le molestaba ese momento, pero parecía que Bruce no se percataba de sus palabras ni del efecto que causaban en Alfred, pues DIck, si lo hizo, era obvio que no lo haba hecho deliberadamente –  faltar a su palabra y HUIR – concluyó bufando – …Pues, Alfred, te aseguro que ese jovencito va a recordar este baile toda su vida, eso es tan cierto como me llamo Bruce Wayne – Y esa aseveración hizo que hasta a Alfred se le pusiera todo el vello de punta, pero Alfred como siempre supo capear el temporal
  • Bruce – dijo de pronto Alfred con tono autoritario que no solo llamó la atención de Bruce sino que Lo tuteó como un padre a un hijo – tú eres el adulto, no lo olvides – definitivoAlfred le habló en un tono que hacía años que no usaba con Bruce.
  • Alfred, esta vez se pasó de la raya – Bruce dijo muy serio – Puede que ya no sea el niño que me gustaría que siempre fuera, pero sigue siendo mi hijo y mientras viva bajo mi techo deberá de obedecerme y mostrarme respeto – Bruce no lo dijo, lo sentenció.
  • No digo que no merezca un serio toque de atención. Pero no es necesario ser cruel
  • ¿Cruel? ¿Cómo cuando me dijo que yo NO era su padre? - Bruce alzó una ceja, aunque no quería reconocerlo, estaba picado con eso e inconscientemente buscaba la forma de doler igual en su hijo
  • Sí,  EXACTAMENTE como cuando un niño de 15 años fue cruel y hirió sus sentimientos – Alfred alzó también su ceja, remarcando el exactamente para que vea la dimensión del error que estaba por cometer si se dejaba llevar por la pasión del dolor – un niño – dijo muy lentamente para que le llegara alto y claro al mentado Bruce Wayne, que aún tenía algunos defectos de carácter que necesitaban ser corregidos de inmediato se dijo Alfred – Sinceramente, señorito Bruce ahora mismo no sabría decir quién es el más inmaduro de los dos con la declaración hecha por su persona respecto a eso
  • ¡Alfred!... Es  mi hijo y yo decido como corregirlo y cuando corregirlo – dijo molesto porque Alfred acababa de reñirle como hacía cuando era un joven playboy que se pasaba la vida de fiesta en fiesta, no era justo seguir con eso, ya no era un crio, era un hombre, y ante el silencio tan elocuente de Alfred, decidió una retirada táctica – Y Alfred deberías seguir tu propio consejo – le dijo y Alfred lo miró sin entender – "DEJA QUE COMETA SUS PROPIOS ERRORES" – imitó a la perfección a Alfred – ¿Fue eso lo que me dijiste, no?
  • Así fue, señor – dijo volviendo a sonar como un viejo inglés con un palo metido en el culo. Bruce se dio cuenta de inmediato que había sido muy estúpido con Alfred, su segundo padre. Y se maldijo ¿Cómo podía caer en el mismo error que Dick? ¿Cómo pudo él a su edad ser cruel con alguien que quería tanto?
  • Lo siento – Bruce agarró cariñosamente por los hombros a Alfred – Disculpa, de verdad. Soy un mierda. Pero Dick logra lo que ningún villano ha logrado nunca… sacarme de mis casillas.
  • Los hijos desde siempre han hecho esas cosas; que yo sepa – sonrió con cariño – Señor...Usted fue un hijo para mí – aseguró
  • Y tu un padre para mí, Alfred – Bruce se apresuró a decir sin entender que Alfred estaba empezando un nuevo sermón
  • Lo que quiero decir es que como usted es un hijo para mí, Richard es como un nieto. Y puede que cómo todos los abuelos desee más malcriarlo que educarlo. Así que, aunque creo que hay otras formas de afrontar esta situación – hizo una pequeña pausa – le apoyaré al 100x100 En lo que decida hacer con el señorito Richard.
  • Gracias.
  • Pero una sola cosa más, señorito Bruce – le dijo antes de retirarse
  • ¿Si, Alfred?
  • Si bien le dije que deje que cometa sus propios errores – y Bruce paró las orejas – también le dije que usted como padre, tenía que dejar muy claro  que estaría ahí para ayudarlo a levantarse si lo necesitaba, confortarlo si se sentía mal o deprimido, educarlo y corregirlo de ser necesario, hacerle ver sus errores, pero obviamente no tuvieron la oportunidad de aclarar aquello. Lo que no significa que usted olvide ese detalle, porque la charla la tuve no con Richard, pero obviamente la sostuve no solo con Bruce Batman, sino con Bruce hijo, pero ante todo con Bruce padre – y con eso cerró la puerta del despacho… dándole a entender que era un consejo de padre a otro padre – ahora si me lo permite voy a preparar el automóvil.

 

Bruce salió, efectivamente a buscar a su hijo, recordando algunos tópicos de su propia adolescencia y la rabia y enojo que sentía cada vez que Alfred iba a interrumpir sus cosas y creía que lo hacía a propósito, para convertirlo en el hazme reír de sus amigos y lo mucho que odiaba aquello; por lo que giró en seco y frenó a un lado de la carretera sin saber qué hacer, golpeando frustrado el volante varias veces, hasta que retomó el camino de regreso a casa. Él no haría eso, él no avergonzaría a DIck delante de nadie y menos de su mejor amigo, ambos necesitaban calmarse, recuperar y mantener la mente fría para tomar decisiones, eso era lo haría

Le daría a su hijo el beneficio de la duda y el libre albedrio… solo esperaba nunca arrepentirse.

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