martes, 19 de abril de 2016

Palabra empeñada: Cap. 16; Autoras Littla Hoshi y Marambra

 Palabra empeñada

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Publicado originalmente en Blog: Travesuras de Cristal amor incondicional en fecha 19 de Abril del 2016
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Capítulo 16

Coescrita: Little Hoshi y Marambra

 

La primera fiesta… el primer encuentro de dos mundos, chicos y chicas que se miran de soslayo, sonrisitas menudeando nerviosas y a escondidas, grupitos de afines que se aglutinan como escudos de defensa ante un posible ataque de miradas curiosas y murmullos mal intencionados, mientras van dándose ánimos entre sí para acercarse al enemigo y entablar negociaciones de paz… ¡SI SEÑOR!, era la primera fiesta de aquel singular grupo de adolescentes que más que fiesta por las caras de los protagonistas, se podría decir que en vez de ir a divertirse, asistían a una reunión de iniciación a la vida adulta como en algunos grupos tribales donde se despedía al niño y se daba la bienvenida al joven ya sea con dolorosos azotes sobre la piel desnuda o circuncidando sus genitales sin anestesia en medio un frenesí de cantos y bailes de los adultos mientras ellos aguantaban el dolor y hacían verdaderos esfuerzos por no chillar.

Es que aquel primer encuentro era cualquier cosa menos una fiesta a lo grande como había imaginado Dick, que va, chicos y chicas estaban tímidamente dispuestos en dos bandos y no hacían otra cosa más que mirarse entre sí, haciendo que Dick se sienta un completo idiota y se replanteara su torpe actuar y sus precipitadas y disparatadas decisiones. Ahora parecía todo tan absurdo, desde soltar aquella diatriba de palabras hirientes a su padre, destrozar el inmobiliario de su alcoba a patadas, escabullirse como un ladronzuelo al dormitorio de su hermano e instarlo a delinquir al chantajearlo, saltar aquella barda a hurtadillas como un delincuente que huye de la justicia en medio de la noche aprovechando las sombras. Dick negó con la cabeza ¿En qué momento pensó que estaba bien permitir que todo se salga de control?, y sobre todo dejar que Wally se deshiciera de su teléfono para que su padre no supiera donde estaba, al colocarlo en la mochila de aquel niño inocente. Definitivamente había sido una estupidez y mirando esa pantomima de fiesta bostezando de sueño, hambre y aburrimiento se recriminaba su estúpido actuar, y si aún no se había retirado de aquel lugar era porque aún no había podido ver a Tara a solas.

Dick quería tener por lo menos unas palabras de recuerdo de cara al futuro puesto que emprendería viaje a lo desconocido al día siguiente, así que quería charlar con ella ya que soñar con un beso, era eso, soñar. Y es que la comitiva de amiguitas de Tara no la dejaban en paz, iban de un lado a otro juntas en patota como siamesas a la mesa de ponches, de una esquina a otra, a los bancos vacíos, a los baños, que por alguna extraña razón era el lugar que más visitaban todas las muchachas sin excepción. Ese extraño comportamiento femenino hizo que todos los chicos murmurasen por ese raro hábito, hasta el mismo Dick notó aquel detalle y frunció el ceño al pensar en el porqué de aquello ¿o esas mocosas tenían cistitis o incontinencia urinaria o se habían montado un club de cuchicheo en los aseos?, sino como se explicaba que cada dos por tres todas las chicas desaparezcan en grupitos al baño y salieran riendo. Definitivamente lo que pasaba ahí dentro era un misterio para los chicos. ¿Quién entendía a las mujeres? ¿Qué tenían de especial los aseos?

Ya estaba hecho hongo mirando su reloj, iba a dar las 8 de la noche y nadie se animaba a dar el primer paso, joder, se dijo DIck, muriendo de hambre, después de todo la miserable hamburguesa que fue desayuno y almuerzo al mismo tiempo hacía mucho que se perdió en sus intestinos. Ahora le dolían los pies, como siempre que se ponía esos estúpidos zapatos y para colmo su estómago rugía cada vez más fuerte. Miró su reloj una enésima vez más, ¡AJ!, ¡Al diablo con todo!, se marcharía ya no más, no tenía caso perder el tiempo, era un hecho que Tara nunca se quedaría a solas, era demasiado popular. Además, tenía que madrugar para viajar a donde pillara el boleto o quizás era mejor tomar ahora mismo el tren; así que se apartó de sus amigos y se dirigió al baño a refrescarse y pensar en qué hacer.

Pero al cabo de un minuto más o menos, justo cuando estaba por salir, un griterío histérico llamó su atención. Y no solo el suyo sino la de todos los muchachos que se habían plantado en grupitos a empezar a beber cerveza. Algunas cero, pero la mayoría con contenido alcohólico de diferente gradación y como el resto de chicos Dick apuró los pasos hacia bullicio, pues de pronto empezaron los aplausos y las risas histéricas y sus ojos casi se caen de sus cuencas, ahí en medio de todo ese remolino de chicos y chicas de su edad estaba nada menos que Jason, poniendo sus manos en las caderas de Tara mientras hacía cabriolas bailando.

Sí señor, su hermano acababa de hacer su entrada a lo grande, había tomado el micrófono del DJ y mandó a callar aquella aburrida música que ponían. De pronto se apagó la luz y una sola figura brilló sobre él, tras un carraspeo en la garganta, para llamar la atención diciendo

 

  • ¡Oh, DIOS MÍO!... ¿ESTOY EN EL PARAÍSO?, que alguien me pellizque para saber si realmente estoy vivo o muerto había dicho parado en la mesa de discos antes de saltar al vacío y ponerse en medio de todos y en medio de aplausos y vítores sobre todo de los amigos de Dick que al parecer lo estaban esperando – aunque yo creo que estoy frio, tieso, muerto… CAPUT – declaró Jason con una picara sonrisa antes de gritar elevando la mano bastante alto, dando una orden inconfundible como si de un director de orquesta se tratara – LUCES – chilló de la nada y se prendieron todas las luces del atrio – sí, definitivo estoy muerto y bien muerto para estar parado frente a semejante ángel – dijo mientras avanzaba a paso seguro con dirección a Tara que de verlo empezó a ponerse roja de nervios, peor cuando el escudo de amigas desapareció de su lado dejándola parada en medio de la nada sin poder moverse – ¿Me concedes esta pieza, nena? – inquirió Jasón elevando y bajando las cejas en señal ineludible de descarado coqueteo, su intención era arrancar ese primer baile con la chica más popular no solo de la academia sino del colegio donde él y su hermano estudiaban: Tara, animando al resto a hacer lo mismo y consagrándose como el tío más popular de todo el colegio… tenía que admitirlo, estar con Tara frente a una muchedumbre era como estar con Angelina Jolie sobre una alfombra roja y todos los ojos del mundo posados sobre ti
  • Hola Jason   sonrió dulcemente Tara, tratando de que no se notara su nerviosismo al darse cuenta que estaba bajo la minuciosa lupa de todos, que esperaban expectantes el desarrollo de los acontecimientos futuros y Jasón, aunque de sobra conocía esa sonrisa no se achico, al contrario, hincho elpecho – estás muy guapo con ese traje – dijo tratando de sonar natural, sabiendo de sobra que todas las chicas murmuraban nerviosas y maliciosas a su alrededor
  • Bahhhh ¿Esto? – agarro la esquina de su camisa mirándola antes de mirar a Tara a los ojos – solo es un harapo más de Armani que tenía en el armario dijo Jason con una torcida sonrisa como si fuera el mismísimo George Clooney dándose toooooda la importancia que se merecía, después de todo, él estaba rompiendo el hielo entre chicas y chicos – en cambio Tú estás WAAAAOOO – dijo moviendo la cabeza teatralmente como todo un galán – … estás de alfombra roja chica – murmuró y dobló el codo para que  Tara se enganchase al brazo para acompañarla al centro de la pista. Jason elevó las cejas al contemplar como Tara sonreía nerviosamente. Sí, 100 puntos para él, acababa de robar un sonrojo nada menos que a la chica de su hermano – ¿Qué? ¿Les demostramos a estos apestados lo que es darle marcha al body? – agregó sin esperar respuesta y dio una señal al DJ para que pusiera la canción que había elegido, era su favorita "ganster style".

 

Al oír la canción Tara se rio de la ocurrencia de su acompañante. Risa que pasó a carcajada cuando vio a Jason hacer la coreografía de la canción… sí, su casi cuñadito era todo un líder en miniatura. Pero aquella payasada sirvió para que todos los chicos y chicas salieran a la pista a bailar y pasárselo bien. Dick no lo vio así, lo vio como un gesto más de su hermano demostrándole que Dick Grayson siempre sería un pringado. Jason tenía 2 años menos que él y ahí estaba siendo vitoreado por todos y bailando con la chica más popular del mundo, SU CHICA, lo que le hizo cuestionarse muy seriamente, ¿qué fue lo que Tara vio en su persona?... Era obvio que la personalidad de Jason eclipsaba a todos, no solo a él, sino a Wally y el resto de sus amigos. Dick movió la cabeza con amargura… era hora de marcharse. Aquel no era un lugar para él, era para chicos como Wally y los demás, para Jason. Los miró una última vez a todos y sonrió con cariño recordando viejos tiempos, después de todo habían sido tres años formidables. Eso nadie se lo arrebataría jamás.

 

  • Richard, Dick, espera – dijo Tara corriendo hacía el aparcamiento al darse cuenta que Dick se marchaba del lugar. Jason simplemente cambió de pareja, después de todo, estaban haciendo fila para bailar con él – No me he pasado 4 horas en la peluquería para irme sin bailar con el chico más sexy de esta fiesta – dijo muy segura cogiendo la mano de DIck y entrelazando los dedos en clara muestra de amor. Gesto que sorprendió y avergonzó un poco a Dick
  • ¿Creí que seguías bailando con Jason? contestó tímidamente, tratando de ocultar los celos que sentía
  • Jajaja aparte de guapo, simpático y la sonrisa de Tara le nubló el conocimiento Todo un detalle traerte al renacuajo al baile, ojalá mi hermana hubiera hecho lo mismo por mí cuando yo tenía la edad de Jason – Tara dio por sentado que Dick había llevado a su hermano pequeño al baile como gesto de buen hermano.
  • Bueno es difícil negarle algo a Jason dijo sin poder parar de sonreír como un idiota, ahí estaba él hablando a solas con Tara y ella estaba tan… tan… tan guapa. ¡AY, por amor de Dios!, Dick, contrólate,  has hablado cientos de veces con ella, no hay motivos para ponerse nervioso, se decía,  pero es que estaba tan guapa… ¡CIELOS!, concéntrate, se recriminaba a si mismo DIck y de pronto la tristeza lo volvió a invadir, él había ido a despedirse de Tara – No sé si te lo han dicho – murmuró Dick fijando sus ojos en sus manos enlazadas, DIABLOS que bien se sentía el calor de su chica  pero… mañana – susurró
  • Si lo sé… Te vas suspiró Tara también y aquello, oído de sus labios levemente maquillados, sonó tristísimo – Me lo ha dicho Wally – comentó compungida y tras un leve silencio continuó – No puedo creer que te vayas a ir – acarició su rostro haciendo que Dick se derrita – eres el único más o menos decente – comentó arreglándole las cejas con la punta de los dedos
  • Gracias, yo también lo creo contestó modestamente DIck y ambos se rieron del chiste privado, hasta que nuevamente se quedaron en silencio mirándose fijamente, mientras sentían la tensión cargarse en el ambiente
  • Ahora que te vas te confesaré algo habló Tara suavemente, casi arrastrando sensualmente las palabras y a Dick el corazón le iba a mil por hora, ¡Dios, Dios, DIOS! era igual que lo había soñado un millón de veces, empezando a sentir su excitación crecer ahí abajo – se me da fatal bailar – dijo toda coqueta Tara – y no hubiera venido si no fuera porque Wally dijo que ésta sería la última vez que te vería – y las piernas de Dick empezaron a temblarle como gelatinas porque Tara empezó a acercarse más y más a él
  • Vaya Dick tomo una bocanada de aire, totalmente nervioso, si estaba traspirando como un cerdo No sé qué decir tartamudeó, sintiendo un nudo en el estómago
  • Richard ¡oh!, que sublime sonaba su nombre en la boca de Tara Richard si, de ahí en adelante Richard, no sería más Dick y se obligó a concentrarse en las palabras de Tara siempre me has gustado mucho la chica le confesó, ¡oh mama mía!, eso era simplemente volcánico – pero sé que solo me ves como una más de la pandilla – se quejó batiendo teatralmente sus pestañas cubiertas de rímel para el desmayo de Dick
  • ¡¿QUÉ?! ¡no!... no! IMPOSIBLE se apresuró a aclararle es, es es im imposible verte como una más – dijo tras tartamudear y aclarar su garganta – eres la chica más bonita y con el corazón más grande que conozco – y las tetas, Dick, no te olvides: las tetas más grandes de la academia… la voz de Wally sonó en su mente – y además siempre he sentido algo muy especial por ti –  Tara sonrió feliz con aquella declaración y se acercó mucho más, muchísimo más a Dick, a menos de un palmo de distancia. Dick solo rezaba en voz baja, de pronto todo rojo, ahogado, sudoroso porque no se diera cuenta de su inminente erección, estaba tan asustado y al mismo tiempo tan excitado por la experiencia, porque jamás había estado tan cerca de Tara, bueno ni de Tara ni de ninguna otra chica. Dick por unos segundos olvidó por completo todos sus problemas. Ahí estaban solo ellos dos y nadie más importaba, nunca se había sentido tan feliz como en ese instante – ¿Tara? Sé que te puede parecer algo... precipitado, pero... no quisiera irme preguntándome el resto de mi vida ¿cómo hubiera sido si yo?... tuuu – pero Dick no pudo acabar la frase de repente su boca fue sellada por los labios de Tara que le sabían a fruta fresca; la lengua de la muchacha invadió su boca y sus manos acariciaron su pecho con una tibieza sin igual. Dick respondió a todo instintivamente, apretando la cintura de la niña que tenía delante suyo, cerrando los ojos con tal pasión que la escena era digna de los mejores besos al Óscar, aquellos dos adolescentes estaban besándose. Un beso precioso, nada torpe a pesar de ser el primer beso para ambos, un beso que ciertamente ambos recordarán el resto de sus vidas.
  • Yo tampoco quería pasarme el resto de mi vida preguntándomelo dijo en un susurro Tara cerca del oído de Dick, muerta de vergüenza Me ha gustado mucho Dick confesó de pronto pudorosa escondiendo la cara en el tibio pecho de Dick como un pequeño gorrión
  • A mí también   sonrió a su vez Dick sonrojado con un brillo singular en la mirada, sintiéndose flotar en el aire, su corazón estaba en paz y muy liviano, como nunca antes lo estuvo
  • ¿No hay forma de que te quedes? le preguntó Tara en un ruego mimoso, agarrándole dulcemente de las manos. Dick sentía derretirse por completo, pensando en que no había nada más bello y dulce que Tara, oficialmente su chica, su primer amor, su primera experiencia
  • Me encantaría quedarme Tara, pero... es tan complicado para mí dijo Dick, aunque en ese instante él lo veía muy claro, quería quedarse, casarse con Tara, tener muchos hijos y poder besar esos labios todos los días.
  • ¿Qué es complicado? – dijo mirándolo como solo lo hacen las chicas enamoradas por primera vez
  • Mi padre y... bueno... todo.
  • Buffff padres dijo dando un largo suspiro En 3 años tendremos 18 dijo intentando convencerlo Iremos a la universidad, viviremos por nuestra cuenta y...
  • No es tan fácil dijo triste.
  • ¿Porqué? preguntó triste Tara.
  • Porque nunca estaré a la altura de Bruce Wayne en nada respondió con amargura Dick, sintiendo todo el peso del mundo en los hombros, de pronto muy cansado – ya no puedo llevar su ritmo – dijo mirándola con tristeza – por mucho que me esfuerce nunca podre ser “perfecto” y lo que más me duele es comprobar que mis hermanos no necesitan hacer nada para que él los ame – e hizo un inhumano esfuerzo por contener las lágrimas que sin querer se acumularon en sus ojos – A mí no se me permite fallar ¿sabes? y eso cansa, me siento tan agotado – le dijo apoyando su cabeza en el hombro de Tara que se momento había decidido abrazarlo
  • Yo creo que estas equivocado le dijo Tara no creo que tu padre no te quiera
  • No hablo de amor, hablo de cómo me trata, Grrr pero da igual Dick no lograba hacerse entender, era frustrante además con todo lo que le dije no creo que vuelva a quererme en su casa – y se sintió abatido
  • ¿Y no sería mejor que hablarás con él?, ¿Qué le contaras esto mismo a él? le aconsejó Tara sin poder creer que las cosas entre Dick y su padre fueran irreconciliables ¿Qué vas a hacer fuera de tu casa?, ¿de qué vas a vivir? porque yo no creo eso de que te vas de viaje de aventura como dijo Wally y los otros chicos – dijo sarcásticamente
  • No, no es un viaje de aventura, eso fue un invento de Wally confesó Dick suspirando eso y el nuevo perfil de Facebook que creó para mí para seguir en contacto y conseguir dinero para el viaje a través de sus contactos – Dick hablaba como si todo aquello fuera una bufonada que debía de aguantar porque Wally lo hizo con toda su buena voluntad. Al verlo tan abatido Tara le invitó a sentarse en el suelo, apoyando las espaldas en aquella pared alejada de la bulla del patio escolar. Cerca del aula de música – en realidad voy a marcharme a otro lado y buscar un circo para trabajar en el, después de todo soy eso ¿no?, solo soy un triste cirquero… ¿recuerdas? – agrego con amargura recordando que ese fue el comentario de muchos en el colegio cuando lo adoptó Bruce. Bruce nunca se enteró de aquello, porque Dick no quiso importunar a Bruce con esas tonterías, pero se notaba que para él no lo eran y que aún le afectaban
  • Que tonto eres le reprochó Tara tú no eres solo un cirquero y menos uno triste, tu eres Richard Grayson Wayne, el hijo de Bruce Wayne, el chico más interesante que conozco.
  • NO, no lo soy. ¡Yo soy solo Richard Grayson! nada más – y al decir eso volvió a recordar que había negado a su padre – sobre todo después de lo que pasó en casa
  • ¿Pero que fue eso tan terrible que pasó? inquirió Tara realmente preocupada por Dick, lo veía tan desvalido y triste
  • NO, OLVÍDALO, NO QUIERO LA LASTIMA DE NADIE contestó con vehemencia SE ACABÓ… voy a hacer algo por mí mismo, no por complacer al resto y frunció el ceño, recordando de pronto no solo las palabras de Wally y las tantas veces que siempre hizo algo para agradar a su padre y recibir solo mas exigencias que cumplidos
  • No sé de qué estás hablando Dick, pero sinceramente creo que mejor sería que vuelvas a casa con tu padre, seguro que está buscándote muy preocupado definitivo Tara era la nuera que todo padre quisiera para sí, Dick se molestó un poco que no le apoyará incondicional y que tuviera En tan buena consideración a Bruce, tenía gracia que Bruce la viera como una niña tonta y coqueta, las apariencias engañan, definitivamente
  • ¡Ah! Si ¡Eso seguro! dijo sarcástico Tara, no creo que Bruce esté haciendo ¡nada de eso! si tan solo le pudiera contar que Bruce no es otro que el mismísimo Batman. El Batman que atrapa los peores villanos de Gotham. Ese super detective. Si Batman, es decir Bruce Wayne, no lo había encontrado era porque no quería encontrarlo.
  • Eso no lo sabes Dick, venga ¿porque no le llamas? Debe estar esperando saber de ti le dijo acariciando su rostro
  • No es tan sencillo. Lo cierto es que no es nada fácil en realidad
  • ¿Por qué? realmente Tara y no solo ella querían saber eso y ya se le agotaba la paciencia de tanto marear la perdiz.
  • Ya te dije, es muy complicado, son demasiadas diferencias de opinión, demasiadas cosas que ya no… – y desvió la mirada, malditas lágrimas traicioneras, maldito corazón traidor – que ya no puedo soportar,
  • ¡OH! DICK ¿no crees que estas exagerando? rodó los ojos, esa faceta tan melodramática de Dick le pillaba por sorpresa un poco – dijo Tara al darse cuenta de su error – digo Yo ¿No?
  • No exagero Tara, ¿tienes alguna idea de lo que es matarse por ser perfecto y que nadie lo aprecie? Dick empezó a explicar lo que sentía destilando por primera vez rencor en sus palabras y no la autocompasión como creyó en un principio Tara – soy el mejor alumno de mi clase y de todo el colegio y sin embargo no es suficiente... siempre encuentra un pequeño detalle que podría haberse “hecho mejor”… para Bruce NADA de lo que haga está suficientemente bien – Dick continuo con su queja – todo el día es… Dick quita los codos de la mesa, Dick camina recto – y Dick fue haciendo muecas para ridiculizar a su padre no solo con gestos sino también haciendo una muy buena imitación de su voz y de su forma de hablar  Dick no pongas los pies sobre la cama, Dick la servilleta, Dick esa ropa, Dick te olvidaste esto o lo otro – bueno ya, quizás exageró demasiado –…Dick que estás pedorreando mucho… DICK; DICK; DICK – y Tara se rio por lo bajo, aquello obviamente era una exageración total de Dick pero a Él no le hizo ninguna gracia, ya que siguió muy serio en su queja – ni entrar al baño puedo, porque hasta allí, encontraría algo en que me hubiera equivocado y lo enojara – agregó con ironía – ¿Sabes algo patético? – pregunto mirándola fijamente para continuar – no me di cuenta de cómo me trataba hasta que llegaron Jason y Tim. Después de aquello todo fue peor porque se hizo demasiado evidente que al único que machaca es a mi… con solo decirte que le compró a Jasón un par de zapatillas fosforescentes y a mí nunca me deja ponerme algo que yo quiero, para variar, si no son sus estúpidas camisas blancas y sus pantalones almidonados – Dick se sentía tan idiota.
  • ¿Porque no se lo dices todo eso a tu padre? sugirió no creo que no entienda que no te guste esa ropa
  • ¿CREES QUE ES LA ESTUPIDA ROPA? ¿TAN SUPERFICIAL Y BOBO ME CREES? Dick de pronto se enojó con Tara y frunció el ceño ES TODO TARA, ¡TODO! decía abriendo los brazos queriendo abarcar algo es la ropa, es su actitud, es es el dar y dar y dar y no merecer algo más que: PUEDES hacerlo mejor que eso, Richard – y Dick al decirlo con voz de Bruce Wayne sonó como el campesino que da órdenes al mulo.
  • Lo siento tanto Dick dijo Tara poniendo una mano en su mejilla pero sinceramente AUN creo, que deberías hablar con él
  • No puedo, ni aun cuando quisiera, por no tener, no tengo ni mi teléfono dijo riéndose de lo patético que era y olvidando el teléfono desechable que Wally le había dado.
  • Entonces ¿Si tuvieras uno lo llamarías? – Tara sacó su móvil – te presto el mío. Richard, yo creo que tu padre debe estar angustiado y buscándote
  • Jeejee… sí… seguro
  • ¿MMM? Tara hizo un mohín sin entender aquello
  • Mira Tara Dick miro su reloj yo no creo que me esté buscando y mucho menos “angustiado”. Si Bruce estuviera buscándome, que no lo está, lo haría muy enojado. Y no porque yo me haya ido, sino porque lo desobedecí. ¡No se hizo su voluntad!, es así de simple, eso es todo. Solo lo cuenta lo que Bruce Wayne diga, quiera o piense. Lo que yo opine o quiera es solo una niñería. Ya no puedo seguir viviendo así, estoy cansado de todo eso
  • Yo sigo creyendo que estas equivocado Dick, no creo que Bruce sea un tipo tan intransigente, se le ve tan encantador dijo Tara con un tono mimoso
  • ¡OH! por Dios, ¿Tú también, Brutus? soltó Dick sin entrar en detalles, lo que descolocó a Tara además ¿para qué?... Ya te he dicho que él nunca oye nada, solo se oye a sí mismo dijo con rabia acumulada no tiene caso
  • ¿Por? volvió a insistir Tara, pero esta vez Dick no tuvo tiempo a responderle.
  • Eso mismo Dick ¿Por qué?...


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